GRANDES PREMIOS PRIMAVERA
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G.P RAMÓN BEAMONTE
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G.P VALDERAS
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G.P CIMERA
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G.P VILLAPADIERNA
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G.P URQUIJO
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G.P CLAUDIO CARUDEL
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G.P DUQUE DE ALBURQUERQUE
Ramón Beamonte (Madrid, 1899 –1978) Era ingeniero de caminos de profesión y propietario de una de las destacadas empresas constructoras española y efectuó obras del calibre del aeropuerto de Barajas, diversos hospitales para la Seguridad Social, fábricas para Coca-Cola, El Águila y también la construcción de diversas cuadras que hubo que ir ampliando en el hipódromo, además de los dos bloques de viviendas que fueron destinadas para los profesionales en Aravaca.
Casado con Carola de Cominges, tuvieron siete hijos de los cuales fue Manuel Beamonte de Cominges el que destacó como mantenedor de la gran afición que tuvo su padre. En el hipódromo comenzó gracias a que un día acudió junto con unos amigos a los que llevó José María Cavanillas Prosper, director de la Yeguada Militar de Lore-Toki. Tras un tiempo como aficionado de a pie en 1950 decide dar el paso de comprar caballos y adquiere tres yearlings al conde de Villapadierna; hembras todas. Desde el principio Beamonte siempre tuvo como objetivo recalar en la crianza y quizá por ello su compra se ciñó exclusivamente a hembras. Las tres fueron pronto ganadoras: Churrasquita y Miss Dior ganaban en 1951 con dos años. La primera fue la que más destacó logrando 5 victorias, entre ellas el Handicap para los 3 años y fue 3ª del Cimera. Hebekar también conseguiría ganar a la edad de tres. Aunque sólo esta última pasaría a ejercer como reproductora. También comprará a Macareo y Trianera y en Francia, le adquiere a Marcel Bousssac el 6 años Djebelilla. Con estos tres últimos gana ya otras tantas carreras en las dos primeras jornadas que abren la temporada. A todos los monta Vicente Chavarrías. La primera como propietario la consigue Macareo el 11 de marzo y será también este ejemplar quien le proporcione la primera carrera importante ganando el C.G. Franco. En ese mismo año para incrementar el número de sus corredores futuros también concurre y compra yearlings en la subasta de la Yeguada Militar.
Hoy puede parecer increíble pero la realidad es que en calendario de las carreras españolas de aquel momento todavía no existía una prueba que por sus condiciones pudiera tener el reconocimiento y el rango clásico que representan los Oaks y esa misma carencia llegaba al punto de producirse en el caso del Derby. Por más que el Nacional tratase de cubrir tales ausencias en esa carrera todos los importados, por no poderla correr, quedaban impedidos de alcanzar los supremos honores que representan obtener tales triunfos.
Desde 1952 quedó rectificada en el Programa de Carreras tan aparatosa laguna pero para ello fue necesario que Ramón Beamonte, recién llegado como propietario al hipódromo, costeara la mitad de las dotaciones económicas que se distribuyeron en una serie de ediciones de esa concreta carrera que desde entonces, justamente, conocemos como Premio Beamonte o alternativamente, como Oaks Español. En ella vendrían desde entonces a participar todas las hembras de la generación ajustándose al modelo inglés, compitiendo en igualdad de peso por ser las mejores sobre los clásicos 2400 metros. Gesto solidario que tuvo hermanada réplica en el realizado por Villapadierna respecto a dar carta de naturaleza al primer Derby Español. Ambas pruebas respetarían las normas elementales que internacionalmente definen su prototipo.
Pero volviendo a la secuencia de sus compras, éstas certificaban lo ambicioso de su proyecto al que vendría sumado el hecho de que tan solo dos años después de comenzado todo, adquiera en 1953 una extensión de 24 hectáreas de terreno en la falda del monte Jaizquibel, en un término próximo a Lezo conocido como Caserío de Ipintza. Nombre que Beamonte decidió respetar, adoptándolo primero como denominación para su establecimiento de cría y también, años después, como denominación para su cuadra. El arquitecto que desarrolló este proyecto fue Luis Gutiérrez Palacio, el mismo que realizó el Aeropuerto de Barajas. En buena medida incorporó a su yeguada elementos e instrumental de tecnología adecuada para su tiempo que todavía no eran de uso común en España. Fue precisamente el citado Djebelilla el primer semental que ejerció esas funciones en Ipintza; aunque por su constitución, modelo y la genética muy en boga que portaba (línea Djebel-Tourbillon) fue pronto reubicado en Francia.
Muy rápidamente, en 1951, adquiere un plantel de cuatro prometedoras yeguas Montaria, It, Nafila y Dulcinee procedentes de haras tan prestigiosos como los de Marcel Boussac, el Aga Khan o Paul Duboscq. Al año siguiente compra a Just Award (de Lambourn Stud), Trucial, Raita (de Lady Portal), Cambria (de Strassburger) y Castswitch comprada en Tattersalls. Inicialmente estos lotes tuvieron que alojarse en la Yeguada Arizabalo hasta que las obras de acondicionamiento de Ipintza pudieron completarse.
En 1954 incorpora a Dulce (P. Duboscq) y Sunda, que fue entre todas la que le proporcionó el mejor rendimiento (Wildsun, Faraón y las a su vez reproductoras Sunnide, Sura y Shalimar III). La yegua era propiedad de J.R. Strassburger que tras varias tentativas de compra hechas personalmente por Beamonte y resultando todas declinadas, preparó todo un dispositivo estratégico para lograr el perseguido fin y con el contrato ya rellenado y sólo a falta de firmas, se propuso coincidir en Deauville para cenar con su propietario, sabiendo que por los hábitos de aquél, la reunión tendría espirituosa prolongación. El resultado fue que el pago fue satisfecho, la firma fue estampada y el transportista convenientemente alertado previamente, embarcó muy de mañana con premura a la reproductora rumbo al destino marcado por Beamonte, desde pocas horas antes su nuevo propietario y para el que dos años después produciría a Wildsun.
En el 55 adquiere a Karelika (Haras d’Etreham), Folk Song y Koraba. Manteniendo algunas de las citadas en las instalaciones del Haras citado. Para ellas, aparte de sus sementales propios de cada momento, utilizará para cubrirlas a estabulados en Francia de la relevancia de Vieux Manoir, Whirlaway, Wild Riks, Sunny Boy o Nearula entre otros, que le proporcionaron excelentes ejemplares para defender sus colores con la brillantez que pusieron de manifiesto.
Su primera victoria en Francia se produce en 1955 y al siguiente año Arabian conquista todo un Saint-Leger para su cuadra. Éxito que dos años después supera con Tamanar venciendo en el premio Jockey Club, también reconocido como Derby Francés, despertando con esta impresionante irrupción que representaban estos dos clásicos obtenidos de manera casi consecutiva en territorio galo, una gran atención y curiosidad hacia sí, que también acrecentaba el hecho de su condición de propietario español y superaba el listón de lo conseguido antes en el extranjero por el conde de la Cimera o el marqués de San Miguel.
El enorme salto de calidad que Arabian había dado para la cuadra en Francia, se ve contagiosamente secundado en las carreras españolas durante 1956 con la llegada a la edad clásica de los nacimientos del 53: Con CAPELÁN obteniendo el Gran Premio de Madrid y en el G.P. de los 3 años, GYN conquistando el Nacional; CANELA haciendo lo propio en el Beamonte-Oaks. Los viejos también se suman a la fiesta con WHIRLY imponiéndose en el G.P. de San Sebastián; ROCKY venciendo en el Corpa y PUSIYA capturando el CG Franco. Estos 8 triunfos en carreras de primer nivel permiten a los blanquiverdes liderar la estadística de propietarios con muy amplio margen, reditando así la primera conseguida el año anterior y afianzando un dominio que se prolongará de forma consecutiva hasta 1962, enlazando con ello ocho estadísticas sucesivas.
No serán tan destacados sus resultados en el 57 pero los triunfos de su precoz KYMRIS venciendo en el Critérium Internacional y en el Gran Critérium y de los veteranos CAPELÁN en la Competición Francia-España y WHIRLY y su hermana, la clásica MENARA en el Villamejor, con las colaboraciones necesarias de Perelli (2) y C. Díez (2) y A. Díez (1) en esos 5 triunfos, sitúan nuevamente a su cuadra en la cúspide de los propietarios y su entrenador por segunda vez, en la cima de la suya.
Hasta mediada la temporada de 1958 todos los triunfos serán teniendo a Federico García como entrenador y con él la mayoría de las 21 montas victoriosas en grandes premios irán de la mano de José Perelli (11); aunque también Carlos Díez (6) aportará triunfos para la cuadra y así se reparten durante la primavera de ese año sendas montas victoriosas con DYUR en el Cimera y MANSOUR en el Nacional. Pero un caso de positivo imputado al preparador le hace a Beamonte tomar la decisión de poner su cuadra en manos de Jesús Méndez y con esté preparador, que coincide en ser el mismo que tiene Villapadierna, permanecerán ya sus caballos durante toda su trayectoria futura. Méndez completa este año en el que gana su primera estadística venciendo con EDNA en el Villamejor con la monta de Antonio Balcones en tanto que DYUR ahora con su nuevo entrenador amplía su historial conquistando con monta Perelli el Duque de Toledo.
Inicia Méndez en el 59 la nueva etapa salvándola gracias al que según el decir de algunas voces autorizadas, fue el mejor caballo que tuvo la cuadra en España y que identifican con un WILDSUN que saldrá triunfante del Derby y del Gran Premio de Madrid formando tándem con el recién llegado jinete francés Claude Carudel, que logrará ya en este año su primera estadística y además conduce también a un prometedor NEMBUTAL que gana el Martorell y que representará la esperanza de la cuadra para el año próximo. Completando DYUR la no muy nutrida cifra de victorias en carreras sobresalientes al sumar otro Duque de Toledo al que nuevamente vuelve a montar Perelli.
Pero la cosecha de numerosos triunfos retorna en la campaña de 1960 logrando alcanzar los 7. Todos conseguidos por Carudel, el jockey emergente del momento. Los clásicos vuelven a funcionar perfectamente. TOKARA no deja casi nada a las de su género, llevándose Valderas y Beamonte-Oaks; NEMBUTAL hace lo propio entre los machos anotándose Derby y después el Gran Premio de Madrid y la Competición Francia-España; RAIWA riza el rizo de lo conseguido por los de la generación que visten esta chaquetilla siendo primera del Villamejor. WILDSUN se mantiene sumando un año más, en esta ocasión anotando el Corpa. Las tres estadísticas en litigio caen en manos de los integrantes del equipo.
No menos brillante resulta la campaña del 61. FOLIE iguala lo conseguido el año anterior por Tokara, venciendo en el Valderas y Beamonte-Oaks y lo mejora obteniendo el Duque de Toledo. VIK se destapa como clásico anotándose el Gran Premio de San Sebastián y seguidamente el Villamejor y NERTAL se hace con el Cimera. Entre los mayores de la cuadra, WORLD gana la edición del Corpa de ese año y todos esos laureles son acaparados nuevamente con Carudel situado sobre sus sillas y las estadísticas repiten los mismos tres protagonistas victoriosos del año anterior.
Para 1962 Beamonte vuelve a tener una clásica de guardia que responde al nombre de TOKARA que con Carudel se adjudica los Valderas y Beamonte-Oaks de rigor y engasta en ese anillo como tercera perla el Villamejor. Un nuevo defensor blanquiverde que atiende por ATURUXO irrumpirá con fuerza en el escenario clásico dejando su impronta victoriosa reflejada en el Cimera y Nacional. La novedad radica en que a sus lomos cabalga un joven jinete español, de nombre Román Martín, que también monta sobre ANGKOR en el Corpa y que además sobrepasará victorioso con NERTAL, la meta del Gran Premio de Madrid para después, volviendo a manos de Carudel, ganar la Competición Francia-España y de seguido, ampliar con el Memorial Duque de Toledo. Con ese broche a la temporada Beamonte establecerá su personal récord ganando hasta nueve carreras importantes en un mismo año. En cambio para para Claudio esta victoria coincidirá con su último triunfo grande para esta chaquetilla, de una serie que resultará insuperada y dejará establecida para siempre en 19. Por contra verá arrebatada la estadística a manos de Román, el rival con el que ese año ha compartido las montas de la cuadra y al que Beamonte prefiere fichar en detrimento de Carudel porque Román puede montar a 48 kilos en lugar de los 52 a lo que lo hace regularmente Claudio. Los otros dos entorchados anuales en juego coronan las mismas cabezas que en el año anterior, que por octava vez consecutiva descansará sobre la de su propietario, Ramón Beamonte.
Tras el mejor año vivido por la cuadra, en 1963 Beamonte toma la decisión de cambiar el nombre de su cuadra y adopta el de Yeguada Ipintza, medida tomada tras el cercano fallecimiento de su madre, pues en esta circunstancia no le parece adecuado seguir participando con toda normalidad y bajo su nombre en lo que, como son las carreras, constituye una celebración. En cualquier caso el empuje arrollador mostrado hasta ese momento decrece visiblemente. Lo que le significará caer por exigua diferencia a la segunda posición de la estadística; superado por la pujante cuadra Dos Estrellas y ello pese a que el año no había comenzado mal. Con ATURUXO imponiéndose en el Nacional y NERTAL venciendo primero en el C.G. Franco y preparando el camino del triunfo que por segunda vez alcanzará en el Gran Premio de Madrid y con ésta, ahora a los 5 años, la sexta victoria importante de su vida; la más alta alcanzada nunca por cualquier otro caballo que portase aquellos colores que seguían siendo los tradicionales verdiblancos.
Sin ninguna victoria especialmente relevante transcurre la temporada del 64 donde pese a ello, sólo pierde una posición en la estadística al descender hasta la tercera plaza. Más drástica será la caída en el 65 donde recala en la decimotercera, que por tercer año consecutivo aparece liderada por la cuadra Dos Estrellas. Recupera posiciones en la del 66 escalando hasta el tercer puesto, pero su cifra de grandes premios se ha quedado estancada en las 53 desde la victoria conseguida por Nertal en el Gran Premio de 1963.
FERIAL vendrá a romper la prolongada mala racha que han estado sufriendo los corredores de su cuadra. Para ello superará en una cerradísima llegada y en condiciones muy favorables de peso a los líderes de la generación, La Scandalossa y Maspalomas con ocasión de la disputa en 1967 del Villamejor. Con ese nuevo triunfo largamente esperado, Beamonte será la primera vez que logre ganar hasta seis veces una misma carrera importante, tope que igualará posteriormente en otras varias pruebas, que con esa sola carrera destacada le reportará el verse aupado hasta la segunda plaza entre los propietarios.
La generación que cumple los 3 años en 1968 propiciará un renacimiento de la cuadra que encarnarán WILTI, ganando para ella su sexto Nacional y ADAR II, que también sitúa en seis los triunfos conseguidos en el Cimera y que acompaña con otra destacada victoria imponiéndose en el Gran Premio de San Sebastián y que favorecen el que Beamonte repita en el segundo escalafón de propietarios, en el que como los dos años anteriores exhibe jerarquía Villapadierna. A la recuperación lograda contribuirán nuevamente sus fieles Jesús Méndez y Román Martín, aportación que les sirve para inclinar a su favor la suerte de sus respectivas estadísticas anuales.
La recuperación apuntada tiene victoriosa culminación en la siguiente temporada del 69, donde con la específica contribución de ARAY ganando primero el Gran Premio de Madrid, la prueba de mayor peso económico de nuestro calendario, que conquista por sexta vez para sus colores y que el caballo después consolida en el Memorial Duque de Toledo y que a Ramón Beamonte le sirven para obtener la novena estadística de su fecunda trayectoria en la historia de nuestras carreras.
ARAY volverá a ganar el Memorial Duque de Toledo al año siguiente doblando victoria en ella como lo antes lo hiciera Dyur, los únicos dos casos en lograrlo hasta entonces en el historial de la prueba. Contribuciones que llevan a Beamonte a conseguir igualar el listón con una quinta prueba entre las más notables ganada por sexta ocasión. Aunque no resulte suficiente más que para situarlo en mejor puesto que el cuarto en el ranking de 1970.
De ahí hasta 1972 en que lo hace el veterano WILTI en el C.G. Franco, no se amplía su relación de éxitos. Más prolongado será el intervalo hasta que se produzca el siguiente, cuando participando como Ramón Beamonte, lo que viene haciendo desde 1974, tendrá lugar cuatro años después en esa misma carrera cuando TAKIR, al que, cómo no, sigue preparando para la cuadra Jesús Méndez, conducido por Román, ponen juntos epílogo a un capítulo triunfal que ha le representado a su propietario conseguir 62 grandes pruebas españolas durante un periodo de 26 años que concluirán en este 1976 coincidiendo con la sexta prueba en que consigue integrarse en su palmarés por reiterada sexta vez. Circunstancia que puede resultar demostrativa de que no tuvo preferencias por ganar ningún premio en especial de los de su época y que quizá por ello logró ganarlos todos en alguna ocasión.
Su última victoria la obtiene el 17 de julio de 1977 en el premio Munibe con el 2 años QUILT montado por Mariano Hernández y en la preparación de Méndez. Sus colores saldrán por última vez a la pista en una carrera el 20 de noviembre de ese mismo año cuando Therlia corre el Juan García Cruz, una prueba de gentleman en la que le monta Enrique José Romera.
El fallecimiento de quien durante 27 años tan ingente aportación hiciera en pro del desarrollo del turf español, se produce el 24 de mayo del siguiente año. A su faceta de propietario une la tan igualmente meritoria de criador, pues si 62 fueron las carreras importantes ganadas como propietario, 42 las consiguieron 20 caballos considerados ejemplares procedentes de su cría nacional procedente de Yeguada Ipintza. De los 12 restantes que contribuyeron a totalizar sus 62 triunfos, KYMRIS, WILDSUN, RAIWA, VIK y WORLD respectivamente hijos de “sus” madres Koraba, Sunda, Raita, Karelika y Dulce, que oficialmente tuvieron en el sentido estricto consideración de importados por estar cubriéndose normalmente en el exterior le tienen a él como criador y son en su mayoría de madres que compatibilizaron su estancia francesa con la española en Ipintza. Las 8 victorias que estos le proporcionaron sitúan en 50 sobre las 62, un 80 por ciento de sus cuantiosos triunfos totales fue producto de su dedicación y recursos puestos al servicio de la cría nacional. Mirando su aportación desde la perspectiva de criador, Beamonte tuvo el gran mérito añadido de contribuir con grandes éxitos al desarrollo de la cría nacional que ya han sido, por evidentes, sobradamente reconocidos en su faceta como propietario. Tras su desaparición parte apreciable de sus efectivos serían adquiridos por la cuadra Asturias donde continuaron dando testimonio en el tiempo del importante legado que su proyecto representó.
Texto de Francisco Salas que complementa la exposición preparada desde la Biblioteca Miguel Ángel Ribera y que se ofrece en el Museo Torroja, con ocasión del día de la celebración del Premio BEAMONTE.
El premio VALDERAS es la primera de las carreras clásicas que tradicionalmente se celebra cada año y donde se dilucida a qué potra de 3 años, por el hecho de ganarla, le corresponde el merecido honor de ser considera la mejor sobre la milla de entre todas las nacidas dentro de su generación. Lo que para sus responsables, además de las consecuencias honoríficas y económicas que reporta esa victoria, éstas quedarán superadas por el cache que la vencedora inmediatamente va a merecer cuando, completada su vida de competición banco de pruebas por antonomasia para demostrar méritos suficientes para abrirse paso hacia la crianza. Pues la competición representa el proceso selectivo que hace recomendable, o no, el paso a la finalidad última que constituye la reproducción.
Esta carrera se viene disputando con el actual nombre desde 1962. Antes fue conocida como Prueba de Productos Nacionales; condición que mantuvo hasta 1991 por estar reservada a las potras nacidas y criadas en España. Restricción que sería levanta a partir de 1992 para ser abierta en lo sucesivo a ejemplares que compiten a igualdad de peso.
El III Marqués de VALDERAS, José María Sanchiz y Quesada (1872-1952) XIV marqués del Vasto; V conde de Piedrabuena; XI de Villaminaya; Barón de Borriel; maestrante de Sevilla; clavero de la Orden de Montesa y con un lema que flamea sobre su escudo nobiliario: la esperanza es mi fuerza, es la persona que por su destacada y prolongada contribución en favor de las carreras, viene recibiendo el reconocimiento singular que significa venir dando nombre a tan importante y selectiva carrera desde 1961.
Un hecho no muy conocido es la existencia en la localidad madrileña de Alcorcón de lo que podría considerarse un hipódromo, si por tal entendemos que en aquellas instalaciones se albergaron, entrenaron y también compitieron caballerías de todo pelo pertenecientes a las gentes del lugar, porque las dimensiones perimetrales de su pista oval, según las versiones, entre 1400-1600 metros y así lo quiso el propietario de aquellas instalaciones, el marqués de VALDERAS así lo quiso. El término de su emplazamiento concreto era conocido como Valdecorvos y allí tuvieron su cuadra los caballos de Valderas y partieron caminando cuando tenían que desplazarse para correr en La Castellana. Francisco Rodríguez fue inicialmente su entrenador y varios de los mozos que con él allí trabajaron, lo harían después en el hipódromo de la Zarzuela. Dadas sus dimensiones, también fue utilizado como centro de crianza donde, entre otros muchos, nacieron la ganadora del Nacional (1917) Algi, y la segunda en ese mismo año Adelvi, entre otros de los productos nacionales que Valderas crío en su primera etapa.
En ese capítulo de criador, Valderas se distinguió por mantener un plantel de yeguas superior a la mayoría de criadores y con posterioridad a Valdecorvos tuvo como centro de crianza el de Munibe, en Marquina, donde la contienda de 1936 diezmó de raíz aquel proyecto y casi la totalidad de sus efectivos, incluido Játiva, el ganador del Gran Premio de Madrid que allí ejercía como semental.
La instalación lindaba con los castillos o palacios allí construidos en 1917 por encargo de Valderas al arquitecto Luis Sainz de los Terreros a fin de acoger a su familia cercana al regimiento donde en Cuatro Vientos estaba destinado. Edificaciones que hoy además de estar en trámite de ser declarados Bien de Interés Cultural sirven como escenario de visitas teatralizadas. En zona próxima a los terrenos en que en su día constituyó esa finca se alza actualmente la que se conoce como Colonia de San José de Valderas. La relación que Valderas tuvo con la población de Alcorcón cabe considerarse como de una empatía de recíproca correspondencia, pues además de crear puestos de trabajo, sufragó los gastos de llevanza del tendido eléctrico, construyó escuelas, cedió los terrenos para la conducción de aguas y entre otros gestos, su esposa, Isabel de Arróspide y Álvarez tenía por costumbre regalar a las parejas del pueblo que contraían matrimonio, un armario de alcoba. En correspondencia, el consistorio nombraría a Valderas hijo adoptivo y alcalde honorario perpetuo.
Aquel castillo fue visitado de manera regular por el rey Alfonso XII, Miguel Primo de Rivera y otros nobles que se reunían para participar en cacerías por los términos cercanos. También por una relación de vecindad los marqueses mantuvieron amistad con Eugenia de Montijo, emperatriz francesa en razón a su casamiento con Napoleón III, que pasaba muchos períodos viviendo en la cercana Quinta de Carabanchel. Fuera o no por influencia contagioso a lo relacionado con lo hípico de los Valderas, entre los enseres de Eugenia expuestos en el Musée de l’Empératrice ubicado en Compiégne, hay constancia de un precioso mueble con el juego conocido como Petits Chevaux, precursor de los que luego serían instalados en todo casino que se preciase.
La primera vez que consta inscrito un caballo de Valderas en una carrera es el 9 de noviembre de 1911. Se trata de un ejemplar cruzado, de nombre GAGA. Aunque su chaquetilla no es todavía la tradicional, totalmente encarnada que siempre hemos pensado que había portado desde sus comienzos; pues rompe con tal creencia verificar la existencia de unas mangas verdes que mantendrá en su indumentaria oficial hasta iniciado el año 1914.
Hasta la aparición regular de la Guía de Carreras en 1916 no existe modo de identificar a su primer ganador, con un nombre anterior al de ARA, que el 29 de agosto de ese año vence en el premio Ajax; aunque es más que probable que algún triunfo anterior consiguiese en esos cinco años previos desde que debutaron sus colores. Inicialmente los caballos con que participa en el brillante periodo de 1916 a 18 serán procedentes de la importación
La trayectoria de Valderas en el hipódromo iniciada en esas fechas abarca un total de 40 años y por hacer una síntesis desde la perspectiva que brindan las estadísticas de propietarios, que cabe adelantar que no será justa, si simplemente se considerasen las posiciones que ocupó en la estadísticas de propietarios: un 3er puesto el año en que Játiva gana el Gran Premio de Madrid y dos relevantes terceros en 1917 y 18 ante toda la élite europea corriendo en San Sebastián. Octavo en 1933 y 10º en 1943. Porque la potencialidad de sus recursos desde esa lectura estadística quedó tal vez dividida por el entusiasmo que por las carreras demostró su hijo, José Ignacio Sanchiz y Arróspide, nacido en 1903 y que animó al progenitor a fraccionar la cuadra en favor de su hijo desde que éste fuera muy joven. Ignacio participaría como Conde de Lacasta con una chaquetilla casi idéntica a la de su padre, salvando la gorra, que era de color blanco. Sobre la cuadra de Valderas pesó además el infortunio de que cuando mayor estaba siendo su contribución a la cría, superando en número de efectivos a Cimera y con Játiva ya incorporado como semental a su centro de Munibe, en Marquina, sobrevino la Guerra Civil y todo su plantel resultó casi completamente diezmado. Tal dispersión culminaría en los años 1935 y 36 cuando sus caballos corrieron como Yeguada Marquina.
De un período tan amplio, lógicamente varios fueron los nombres que destacaron en sus inicios: las ya referidas Adelvi y Alji, Tally-Ho, Kona, Ara, Príncipe Casto, Batley, Gloriot, Louvre y Leman y con posterioridad: los Acorde, Vigne Vierge, Titania, Cydorna, Scandirnak, Vipau. Goud… y ya especialmente PREZESMYL, vencedora del Criterium Final (1917) y del Gran Premio de Santander (1919), en el que tras antológica carrera, que fue la última en que participo, bate al legendario Nouvel An. No menos meritorio es su segundo puesto en el Gran Premio de Madrid donde dando 1 kilo y los 2 de sexo a Nouvel An, éste lea bate por cuerpo y medio. Once fueron las victorias que alcanzó entre las 3 temporadas de 2 a 4 años en que participó. GRIFFIN conquistaría el Martorell (1933) y el Criterium Nacional (1933) y por encima de todos JÁTIVA, el ganador del Gran Premio de Madrid (1930).
En 1926 VALDERAS tuvo el acierto de enviar a Francia a su reproductora La Chinita para ser cubierta por Rabelais. La feliz consecuencia del cruzamiento respondía al nombre JÁTIVA y quiso la genética que junto a las cualidades galopadoras de su padre, heredase también la mala cabeza que éste tenía y transmitía en buenas dosis a sus descendientes. Previamente a venir a España había corrido y ganado en Francia frente a buenos caballos. Con 3 años se presentó a correr el Gran Premio de Barcelona, que ganó fácilmente precediendo a Brisemeont, el mejor caballo local del momento. La siguiente es el Villamejor en Madrid y allí con la carrera ganada, muestra el repertorio de todas sus manías, se despista en el recorrido; deja de emplearse y termina literalmente parado, razones por las que el Cimera Frascati, que no era cualquier cosa, termina batiéndolo por un cuello. Tras un contacto victorioso previo con la pista de La Castellana, será el Gran Premio de Madrid de 1930 su siguiente compromiso, enfrentándose, por ser un 3 años, en unas condiciones de peso favorables respecto a la prodigiosa Atlántida, entonces con 4 años, sobre la que recae el favoritismo, no en vano secundada en la prueba por otros dos Cimera: Frascati y Montecasino, no obstante y pese a los teóricos ayudantes, el tren impuesto es lento. JÁTIVA galopa cerca de los punteros, mientras que Atlántida lo hace, según costumbre, a cola. Sin embargo a la salida a recta ambos rivales ya se han situado en cabeza llegando la yegua a sobrepasar al macho. Emparejados luchan durante toda la recta y cuando Perelli comienza a utilizar el látigo sobre JÁTIVA, la consecuencia es que aminora el impulso de su galope. La reacción de Perelli entonces es tirar bruscamente el látigo y emplearse a fondo braceando sobre su montura y es entonces cuando JÁTIVA despega repentinamente y se marcha claramente de Atlántida haciendo lo impensable, ganarle un final a la torda. Es la tarde de lo insólito. Las proverbiales maneras exquisitas de Cimera que está presenciando la carrera junto al seto al ver in extremis la suerte de los acontecimientos, saltan por los aires, como salta su chistera, que se quita y estampa contra el suelo, para de inmediato, recomponerse del ofuscamiento y acudir a felicitar a su rival, VALDERAS, que apenas unas carreras antes había visto morir en la pista a su dos años Víperus. CIMERA en ese momento no puede saber que Atlántida va a ganar las dos ediciones siguientes del Gran Premio y que con los tres anteriormente obtenidos por Colindres, lo que esa tarde verdaderamente se ha esfumado ha sido la oportunidad de alcanzar el excepcional récord de ganar seis Grandes Premios de Madrid de forma consecutiva.
En un periplo tan prolongado como fue el suyo contó con diversos preparadores que en justicia deben mencionarse, como fueron Juan Cruz Masa y especialmente Valero Pueyo por ser el responsable de JÁTIVA. Tras su fallecimiento su hijo el marqués de Lacasta continúo participando con sus propios colores y fueron para él buenos ganadores: Trébol, que superó las 20 victorias; Vilabella; Fuenflorida y sobre todo la importada Amarah, madre de la buena ganadora Asarah.
Texto de Francisco Salas que complementa la exposición preparada desde la Biblioteca Miguel Ángel Ribera y que se ofreci en el Museo Torroja, con ocasión del día de la celebración del Premio VALDERAS.
Valentín, Mariano de la Visitación, Juan Bautista, Ramón, Modesto, Menéndez y San Juan, V Conde de la Cimera, nació en el distrito madrileño de Buenavista el 2 de julio de 1874. En 1903 obtiene, proveniente de su tío, el título por el que siempre le hemos conocido y nombrado.
Entre los diversos cargos y responsabilidades que detentó a lo largo de sus 70 años de vida, estuvo el ser miembro fundador en noviembre de 1912 del Comité Olímpico Español. Adscrito políticamente al partido liberal-conservador, entre 1914 y 1915 desempeña el cargo de senador en las Cortes de la Restauración por la provincia de Huelva. Fue presidente del Patronato Nacional de Turismo desde el 4 de julio de 1930 hasta la proclamación de la Segunda República, un año después. También fue mayordomo de Alfonso XIII, caballero de la orden de Calatrava y maestrante de la de Zaragoza.
Su cuadra sale por primera vez a la pista en 1911 y gana su primera carrera importante en 1912, venciendo en el Nacional precisamente con Madras II, el caballo de su debut. En 1913 con el importado Orphin también obtiene destacadas victorias. Los colores marrón con lunares y gorra blanca no los utilizará hasta la temporada de primavera de 1915.
Sin embargo su leyenda empieza a escribirse, si atendemos a lo relatado en el libro de Jaime Fuentecilla, cuando un indeterminado día de verano de 1918 Jean Stern, importante propietario francés participante en las carreras celebradas en el hipódromo construido dos años antes en Lasarte, que han promovido el rey Alfonso XIII y George Marquet como alternativa a la suspensión de las carreras en Francia motivada por la primera Guerra Mundial.
Este súbdito francés, que suma a su afición por las carreras otra de carácter más indomable por los juegos de casino, se dispone a salir del de San Sebastián tras una sesión de ruleta de negra y aciaga suerte, que tardará varios años en llegar a imaginarse en sus total repercusión y en lo prolongada que resultará. Vendrá a coincidir en la entrada de ese establecimiento con Cimera, que tenía ese recinto, más como un lugar de encuentro social donde poder conversar con sus múltiples amistades. En ese casual encuentro Stern le plantea, en una oferta que en ese escenario es fácil de adivinar cargada de sobrevenidas urgencias, venderle un lote de caballos, en número no inferior a seis ejemplares. En Conde le pide un margen de tiempo para consultar la compra con su amigo el marqués de Martorell. La operación se cerrará de manera fulminante. La cifra pagada que trasciende es de 125.000 francos, constituyéndose en prácticamente un regalo para la recién creada asociación Cimera-Martorell, si se considera la trascendencia de lo que ganó para esa cuadra un solo ejemplar de los implicados en esa venta.
Nouvel An, que recién debutado viene de ganar cómodamente con tres años en San Sebastián de 3 cuerpos para Stern, corre 5 días después para sus nuevos propietarios, no logrando vencer en ésta ni en la siguiente. Si lo hará a la tercera para sus nuevos colores, iniciando una impresionante cadena de éxitos que le llevará a contabilizar 26 triunfos en España y el mérito de ser el caballo que por primera vez alcanza los tres triunfos en el emblemático Gran Premio de Madrid. Su campaña de 6 años la completa en Francia donde suma otras 3 victorias, entre ellas el importante Prix Kergolay, además de ser tercero en el Gran Prix de Deauville.
Merece los honores de ser incorporado como semental al haras en Francia, aunque su papel no tendrá la brillantez que sus resultados alcanzados en la competición. En consecuencia a su palmarés quedará reconocido como un caballo de leyenda para nuestras carreras, que con la dificultad que existe para comparar caballos de distintas épocas, está entre los aspirantes a poder ser considerado el mejor de todos los tiempos de cuantos han corrido en España. Otros integrantes de aquel lote comprado serían Choix de Roi, que ganará para sus propietarios el Gran Premio de Barcelona; Consul, vencedor en la Copa de la Reina; Fil d’Ecosse; Rastignac; La Glorieuse, ganadora del Omnium de San Sebastián y en la Yeguada Juenga, madre de La Magdalena y La Doriguilla, ganadoras respectivamente en 24 y 14 ocasiones.
En lo que relativo a la condición de Cimera como criador que ahora hemos apuntado, sus comienzos se basan también en la compra de un lote de conjunto, como hiciera con Stern. En este caso realizada al famoso propietario americano W.K. Vanderbilt, entusiasta participante en aquellas temporadas. Entre los ejemplares que adquiridos estaban las ganadoras Dolonnor y Nordre, luego madre para Cimera de 4 ganadores por encima de 12 victorias cada uno, amen la 2 años Augusta, posteriormente madre de Atlántida. Inicialmente situará sus primeros purasangres en Aranjuez pero en 1918 con la intención de hacer posible su sueño de ganar nuestras principales carreras con ejemplares nacidos y criados en España, adquiere la finca de Juenga, en el término cántabro de Guarnizo y allí van destinadas seis de las hembras compradas a Vanderbilt, que junto al semental Billycock quedan estabulados en ese establecimiento bajo la supervisión del mejicano Amor de Ferreirá.
Curiosamente y contra lo que pueda creerse, Cimera hizo siempre gran economía de medios en sus inversiones en su cabaña de reproductoras, con lo que demostró, a tenor de los resultados obtenidos, un ojo clínico extraordinario que perfectamente puede hacerse extensivo en el caso los sementales Larrikin y Prémontré. Allí se irán produciendo los primeros nacimientos, a los que seguirán en una incesante sucesión plena de éxito, los Colindres, Atlántida, Cap Polonio, Montecasino, Frascati, Penagos, Merate, Lightfoot, La Doriguilla, La Magdalena, Mademoiselle de Juenga como los más destacados de una larga relación.
Resultados no esperables por algunos, según declaraciones recogidas en una entrevista en 1930 al entrenador de su cuadra George Flatman, desvelando que no pocos de los interesados en criar también en esos prados, tras visitar la yeguada hicieron un vaticinio desfavorable, alardeando de un ojo clínico envidiable, como el que le manifestó un propietario amigo “Querido Valentín… acabo de visitar Juenga y me ha encantado la jaula; pero no los pájaros” Los sementales, se irían incorporando sucesivamente. Primero Billycock, al poco Larrikin y después Prémontré, ascendiendo el plantel de yeguas madres hasta las 16. A partir de 1922 Martorell se desvincula de la cuadra que compartía con Cimera y también lo hará del cargo que como secretario de la Federación Hípica Española venía ostentando desde su fundación en 1902. En consecuencia Cimera retoma ya en solitario la trayectoria con su propia chaquetilla teniendo en SISEBUTO a su mejor corredor en 1922. Al año siguiente son IPPÉCOURT y ETELFAY quienes le reportan sus mejores victorias, aupando a su cuadra hasta la primera posición de la estadística.
En 1924 nuevos elementos como LUSIGNY, ganador del premio Alfonso XIII, MY PRIDE, LA DORIGUILLA, que venciendo en el premio Martorell se inicia en su campaña de 2 años, SWEET HEART, triunfadora en el premio George Marquet de espléndida dotación y principalmente LIGHTFOOT, que deportivamente vuelve así a poner su chaquetilla en lo más alto, conquistando nuevamente el Gran Premio de Madrid y también el Villamejor. Es el año donde casi todo lo ganado es gracias a las aportaciones realizadas por las hembras.
LA DORIGUILLA será el estandarte de la cuadra en 1925 imponiéndose a los machos nacionales en muchas carreras, en tanto que SWEET HEART mantiene el buen nivel del año anterior venciendo en el Alfonso XIII. Mientras que ILUSIÓN gana el Gran Premio de Barcelona; BÓO obtiene una prometedora victoria en el Martorell. De nuevo las hembras destacan por su papel durante el año pero no hasta el punto de retener la estadística lograda el año anterior. En parecida manera a como el año previo sumaba victorias LA DORIGUILLA, lo hace en 1926 LA MAGDALENA y lo resaltable es que ambas, son hijas de LA GLORIEUS, integrante del lote comprado a Stern. En tanto, LIGHTFOOT sigue manteniendo su buen tono ganando Gladiateur y el Alfonso XII. Mientras que el Alfonso XIII es para MARTINETI. Con estas aportaciones la estadística retornará a la cuadra de la chaquetilla marrón con lunares amarillos, y ya para quedarse por un largo tiempo.
De gran eclosión puede calificarse la campaña correspondiente a 1927, donde dos 3 años de la cuadra irrumpen con fuerza en la competición. Ambos son hijos de LARRIKIN, el semental de la casa, También padre de LIGHTFOOT y como ocurriera con esta dos años antes, Cimera revive otro triunfo en el Gran Premio de Madrid con su caballo COLINDRES como protagonista, que además le aporta victorias en los Derbys de San Sebastián y Aranjuez, en el Alfonso XIII, Villamejor y Atlántica.
Tras tan amplia cosecha acaparada por un clásico, aventurar que pudo haber otro 3 años ganando bastantes carreras para la cuadra en ese mismo año, parece descabellado, pero así fue. Y es que PENAGOS se adjudicó Nacional, Alfonso XII, Fernán Núñez y Gladiateur. No faltaban a la cita las hembras con la también clásica MADEMOISELLE JUENGA venciendo en el Nouvel An y en la Copa de la Reina María Cristina. La 2 años LAS FRAGUAS apuntaba en el Martorell maneras para el futuro. Con el interesante panorama que venía rodando del año anterior, 1928 representa un nuevo homenaje de sus pupilos hacia Cimera, porque COLINDRES vuelve a ganar el Gran Premio de Madrid sumando además la Copa del Rey, la de la Reina y el premio España. PENAGOS sigue discretamente a lo suyo y gana el Reina Victoria. LAS FRAGUAS, otro Larrikin, se consolida como clásica venciendo en el Nacional, Villamejor y Nouvel An. Y no concluyen ahí los logros. ORFEO se hace con el Alfonso XII y el Gladiateur y LA MAGDALENA, tras un año de sequía, vuelve por sus fueros y gana el Alfonso XIII, el Reina María Cristina y el Atlántica. En consecuencia, tercera estadística consecutiva para la cuadra.
El año 29 tiene una incógnita planteada. ¿Será posible que un caballo, esta vez nacional, nacional logre triunfar por tercera vez consecutiva en el Gran Premio de Madrid repitiendo la hazaña del importado Nouvel An? El caballo nacido en Guarnizo lo logró y ahora 90 años después, sólo un importado, El País, ha conseguido alcanzar ese mérito. En ese fructífero año otro Larrikin, el clásico PONT ETIENNE hace estragos entre los de su edad y junto con otros premios gana el Nacional y el Villamejor. ORFEO (también por Larrikin), repite en el Alfonso XII y amplía historial con el Gladiateur. Insiste LA MAGDALENA en engrosar su hucha con el Príncipe de Asturias y el Patronato de Turismo. Y un trío de dos años: MONTECASINO, MIC y LA MADELÓN se perfilan para que no haya visos de que decaiga la fiesta futura. La cuarta estadística consecutiva de propietarios la alcanza este año por aplastamiento y acompañada por primera vez con la también conseguida en las vallas. Exceptuando a MONTECASINO, que está de guardia para ganar por cuarta vez consecutiva el Nacional, todo son caras nuevas en 1930. ¿Significará ello una bajada de rendimiento? Un tal FRASCATI (hijo también de Larrikin) gana primero el Opcional y en ese mismo año premios en apariencia tan antagónicos como el Presidente de la República y el Príncipe de Asturias, además de Villamejor, Fomento, Derby de San Sebastián, la Prueba de Productos Nacionales y la versión de esta misma disputada en Aranjuez. Además, hay una tal ATLÁNTIDA que está apuntando maneras: Copa del Rey, Duque de Toledo, Príncipe de Asturias, Alfonso XII, Gladiateur y el premio España; aunque desafortunadamente se le escapa un Gran Premio de Madrid que, como vulgarmente suele decirse, nunca debió perder.
CAP POLONIO, al adjudicarse los Criterium Nacional e Internacional y PAVOT ROUGE ganando el de San Sebastián, representan las promesas de un futuro que sigue pintando verde esperanza. Y en consecuencia la quinta estadística de propietarios para Cimera cae sensible a los efectos de tan arrasadora maduración. FRASCATI repite dos de los triunfos del año anterior en el Presidente de la República y el Fomento. MONTECASINO aporta un nuevo triunfo con el Gran Premio de Barcelona. LA MADELÓN revive, ganando el Atlántica y CAP POLONIO confirma expectativas venciendo en el Nacional, la Prueba de Productos Nacionales y el Villamejor. También lo hace, aunque en menor medida PAVOT ROUGE. Y lo mejor, ATLÁNTIDA está al quite para tomarse venganza en el Gran Premio de Madrid que en este año 1931 conquista, a la par que los Duque de Toledo, Gladiateur y el España. Bagaje colectivamente suficiente para elevar a la sexta correlativa, las estadísticas de la cuadra. También en ese mismo año sumaba una segunda estadística de vallas.
En 1932 se consolidan los problemas relacionados con la marcha al exilio de Alfonso XIII, que se ha producido a mediados del año anterior. Sin entrar en detalles sobre temas de mucho mayor calado para la suerte del país, sobrevendrá consecuentemente que tanto Cimera como el resto de propietarios que adoptan como nombre de cuadra su título nobiliario, tengan que hacerlo desde comienzos de ese año con diferente denominación, razón por la que sus caballos pasarán a correr ese año a nombre de Valentín Menéndez y San Juan. Quien no por ello pierde su carácter competitivo, pues surgirá de su nueva generación de clásicos un caballo de nombre MERATE, que completa con matrícula el ciclo competitivo para los de su edad: Nacional, Prueba de Productos Nacionales y Villamejor.
Las expectativas de la cuadra las marca ATLÁNTIDA, y las colma con creces triunfando nuevamente en el Gran Premio de Madrid, sin saber si prevalece más la satisfacción por el doblete logrado; o la incomodidad por la oportunidad perdida de conseguir el trío de victorias en esa prueba. Completará su año la maravillosa torda venciendo en el Presidente de la República y el premio España (que es el tradicional Gran Premio de San Sebastián), triunfos que sistemáticamente ha repetido la cuadra en las tres ediciones en que han venido coincidiendo esas dos importantes carreras en el calendario. A las que añade también el Gladiateur, siendo con ésta siete las ediciones consecutivas logradas desde la de 1926, que sumadas a dos precedentes hacen un total de nueve. Ganar la estadística parece que se ha convertido ya en un trámite totalmente rutinario.
Desde 1927 George Flatman ha venido siendo el entrenador de Cimera, pero a finales de 1931 anuncia su marcha para irse a entrenar a Chantilly, lo que causa general tristeza porque era persona que siempre mostraba un excelente trato que hacía extensivo hacia la prensa. Precisamente en alguna entrevista tras un importante triunfo, reconoció haber permanecido en la parte trasera de la tribuna sin ver la carrera, literalmente “comido” por los nervios. Actualmente sabemos que ha existido otros propietarios afectados que en su honor podríamos llamar “síndrome de Flatman”.Como evidencia de que dejó buenos amigos en España quedó registrado el hecho de que volvió de visita en varias ocasiones. Para sustituirle Cimera ficharía al francés E. Outré, que ya desde el presente año mantiene la cuadra dentro de los altos rendimientos demostrados por su predecesor.
En 1933, justo unos días después de que expirara su concesión, y ante la incredulidad general del mundo del turf en España, se ha procedido a la demolición del hipódromo de La Castellana. Su calendario, de una forma reducida, es trasladado al hipódromo de Aranjuez. Allí va destinada una Prueba de Productos Nacionales que años después se conocerá como premio CIMERA y que no será abierta a importados hasta 1993. Y a Aranjuez irá su clásico JACKAL para ganarla por quinta vez consecutiva para su propietario. Ese año Cimera corre bajo el nombre de Yeguada Juenga y contrariamente a lo que pueda pensarse, el nivel general ha bajado de tal modo, que pese a tan exigua representación en este año, el Conde sigue encabezando la estadística. Al término de 1933 su yeguada ha producido 9 nacimientos, que como viene siendo preceptivo declara e inscribe para el premio Nacional, que con un escenario-marco muy indefinido, habrá de celebrarse tres años después.
En la temporada de 1934 referido a las pruebas de primer nivel de las que nos estamos ocupando, sólo se registrará la victoria de ARCONA en el Criterium Nacional. Al cierre del año en su declaración para el Nacional del 1937, aquí ya figurarán como vacías las 9 yeguas de las que tiene acreditada posesión. Recapitulando entorno al equipo de profesionales que intervino en la cuadra de Cimera, el jockey que más asiduamente condujo sus caballos en la primera etapa de la asociación con Martorell fue Archibald, hasta que en 1921 tras la tercera victoria consecutiva lograda sobre Nouvel An en el Gran Premio de Madrid, regresa a Francia. Tras su marcha, Cimera confía en Carlos Belmonte como jockey para que conduzca al triunfo a sus caballos y así lo hará montando a Colindres en sus tres triunfos en el Gran Premio de Madrid, hasta que una lesión producida tras una caída en Gibraltar le obliga a retirarse de la profesión. Finalmente será el laureadísimo jinete Victoriano Jiménez el responsable de portar los colores de Cimera, con la incomparable Atlántida quedando a punto de alcanzar con ella las tres victorias en el Gran Premio, que de haber logrado habría encarecido todavía más el vigente record de 10 victorias que actualmente sigue constituyendo el record para los jockeys en esa magna carrera.
Tras la inauguración del hipódromo de La Zarzuela su cuadra no tendrá ya la dimensión alcanzada antaño; aunque sí algunos ganadores como Dessa, Addis Abeba y por último Rex, su mejor caballo en esa final etapa, que gana el premio que sustituyó al Gran Premio de Fomento. El 30 de octubre de 1944 moría sin descendencia en San Sebastián el V conde de la Cimera. Para sucederle en el título hubo que remontarse en su linaje hasta el primer conde para poder reconocer los derechos sucesorios en la persona de Eugenio de Oñate y Prendergast, hecho que no se dilucidaría hasta 1958.
El Conde de la Cimera se había casado a los 68 años en 1942 con doña Ana María Elio y Gaztelu, marquesa de Campo Real, viuda, con dos hijos de su anterior marido. Precisamente uno de sus vástagos, Luis Guillermo Perinat, que heredó sus bienes; aunque no su título, definió así a su padrastro: “era todo un personaje, aunque en el tiempo que conviví con él después de casarse con mi madre, ya no ejercía, de acuerdo con la fama que siempre tuvo, como máximo exponente del "dandi'' español, famoso por su elegancia en los campos de polo, en el golf y sobre todo en los hipódromos, donde fue dueño de caballos purasangres que hicieron leyenda, no sólo en España, sino también en los europeos. Pero conservaba su enorme atractivo personal, gran prestancia y el señorío innato propio de épocas anteriores. De él se decía que era el hombre más elegante de España y que el segundo era su ayuda de cámara”
En parecidos términos se manifiesta Adolphe de Neuter, el entrenador de la real cuadra del Duque de Toledo, cuando en uno de los tomos que recogen sus memorias nos descubre el apelativo con que el conde era conocido en Francia “el Brummel español o Rotchildman” Nos resistimos a que esta historia pueda entenderse que termina tristemente porque la realidad es que Cimera consiguió lo que ningún otro propietario después ha logrado. Y en la medida que prevalecen sus record, permanecerá su recuerdo.
Recapitulando sus amplios logros, ganó 10+1 veces las estadística de propietarios, si considerásemos la conseguida en su asociación con Martorell; Seis de ellas consecutivamente. Sus caballos se impusieron 9 veces en el Gran Premio de Madrid, dos logrando el triplete, primero con NOUVEL AN y posteriormente con COLINDRES. Si repasamos el cuadro de carreras relevantes ganadas y aplicásemos un criterio no fácilmente determinable situaríamos en 22 sus Grupos 1 logrados; en 41 los Grupo 2 y en 63 los de tipo 3, que elevarían su total a 126 triunfos para ese rango de carreras y en cuántas de ellas logrando la gemela e incluso hasta el trío.
Cifras alcanzadas cuando en aquellos años el calendario español, en lo que respecta al número de carreras celebradas, no era en cuanto a volumen, ni sombra de lo que transcurrido el tiempo, ha llegado posteriormente a ser. Con el mérito añadido de que salvando sus comienzos, lo conseguido por CIMERA fue logrado con caballos nacionales de su propia crianza. Triunfos además obtenidos frente elementos importados del nivel de los traídos para correr con los colores de la cuadra real del Duque de Toledo y otras propietarios que competían también con caballos procedentes de la importación. Aspectos que elevan en su conjunto a la máxima consideración de ser los mejores resultados nunca alcanzados por un propietario de caballos en España.
La carrera que se corre este domingo en su honor, en sus orígenes vino denominándose como Prueba de Productos Nacionales hasta 1944, pasando ya desde el año siguiente a ser conocida como premio Cimera. Se mantuvo durante más tiempo su condición de estar exclusivamente destinada para caballos de 3 años nacidos y criados en España, donde hasta 1960 pudieron concurrir machos y hembras. Después de esa fecha esta prueba se cerró a machos y se creó una prueba específica para hembras que recordaba a otro gran propietario de la misma época de Cimera, el marqués de Valderas. Los importados tuvieron acceso a correrla rivalizando con los nacionales, a partir de 1993, todos a 57 kilos y eso, la fecha en que se celebra y el disputarse sobre 1600 metros le otorga el rango de identidad que ahora guarda con la Poule francesa para machos y las 2000 Guineas inglesas.
A la vista de las victorias obtenidas por jinetes, preparadores y propietarios los primeros tienen su record situado en los 5 triunfos que comparten 4 históricos jinetes: Lucien Lyne, Victoriano Jiménez, José Perelli y Claudio Carudel. De los jinetes que montan este domingo José Luis Martínez, con 3, acumula el mayor número de triunfos. Los preparadores tienen en H. Gibson la máxima referencia, por los 6 triunfos que alcanzó en 1950. El profesional que gane la presente edición estrenará su casillero, salvo Guillermo Arizkorreta, que contabilizaría 2. Los propietarios tienen en 6 el listón que superó Ramón Beamonte con SULIM en 1976. La edición más rápida desde que se corre en el Hipódromo de la Zarzuela es la de SILVERSIDE, que preparado por Mauricio Délcher Sánchez y montado por Julien Grosjean para la cuadra SAFSAF, empleó 1.36:14 para completar el recorrido.
Texto de Francisco Salas que complementa la exposición preparada desde la Biblioteca Miguel Ángel Ribera y que es ofrecida en el Museo Torroja, con ocasión del día de la celebración del Premio CIMERA.
Don José María Padierna de Villapadierna y Avecilla. Conde de Villapadierna (Málaga 1909 – Madrid 1979). Es recordado en este primer domingo de junio con ocasión de celebrarse la correspondiente edición del premio que lleva su nombre y que en esta ocasión cumple la número 57. Además de traer su singular figura a la memoria, esta carrera, instaurada por su muy activa intervención en 1952, representa desde entonces por sus condiciones y fecha de celebración, lo que el mundo de las carreras conocemos como Derby. Que respetando el modelo genuino que se disputa cada año en la localidad inglesa de Epsom, tiene su réplica en todas las naciones turfísticamente desarrolladas con todos los caballos corriendo a igualdad de peso y con atención al sexo, sobre la distancia considerada clásica de 2400 metros.
Por ofrecer unas pinceladas más allá de su perfil de hipódromo, Villapadierna obtuvo la licenciatura en derecho y realizó oposiciones a diplomático pero pronto manifestó su interés hacia determinadas prácticas deportivas, especialmente las automovilísticas que hoy conocemos como Fórmula 1, alcanzando incluso algún podio en esas competiciones. Lo que le supuso ser una persona especialmente representativa en esos ámbitos del mundo del motor. Su facilidad en el trato, el seguimiento a un patrón de elegancia respecto a su indumentaria, los contactos dentro de los círculos sociales que le resultaban próximos y las posesiones familiares que fue sucesivamente recibiendo, pusieron un especial foco de seguimiento sobre su persona que tuvo eco en los medios gráficos de la época.
Ya en su faceta dentro del turf, en síntesis diríamos que en 1940 debutaba en el hipódromo con su chaquetilla verdi-amarilla y de ahí hasta 1979 su relación de grandes triunfos alcanza los 48 y la nómina de sus caballos corredores destacados se sitúa en 25. Son cifras de las más elevadas en la historia de nuestras carreras.
En 1933 Villapadierna había hecho una primera incursión como copropietario con la cuadra Villapadierna-Ponce y el caballo de carreras Sunny Bay. Es el año en que había sido derribado el hipódromo de La Castellana y las carreras que debían haberse celebrado en él son trasladadas al de Legamarejo, en Aranjuez. Allí Sunny Bay ganará dos carreras, la primera montada por su socio, Manuel Ponce de León. Pero la afición del Conde por las pruebas automovilísticas sobre las cuatro ruedas, es en aquellos momentos más fuerte y al año siguiente pondrá término a esta primera tentativa etapa sobre pavimentos no tan sólidos.
Tras multitud de peripecias personales coincidentes con la contienda bélica española, Villapadierna recala en el hipódromo de San Sebastián coincidiendo con su jornada inicial de 1940 y allí muestra su decisión de involucrarse nuevamente en las carreras y para ello compra a L. Barnier una yeguada, de nombre Palace Girl, que el propietario francés ya la tenía matriculada; para lo que también tiene que cederle de forma precipitada, como tendrán ocasión de comprobar quienes asistan físicamente a la exposición, los derechos sobre esa inscripción. La transacción, fechada el día 28 de julio le representa al conde ganar en ese mismo día la primera carrera estrenando los que serán desde momento en el futuro sus tradicionales colores verde y amarillo a rayas. También con esta misma yegua traspasará en mayo del siguiente año por primera vez victorioso la meta de la Zarzuela. Esos triunfos los hace en manos del jockey Leforestier y teniendo como entrenador a Charles Forest.
En paralelo en ese mismo año 1940 se inicia como criador habilitando las instalaciones en una finca situada en Alcalá de Henares. En 1948 ampliará esa actividad al establecimiento donde su labor de criador quedará definitivamente asociada al nombre de Larzábal, la yeguada situada en Oyarzun donde utilizará como primer semental a Hebecourt, el ganador del Gran Premio de Madrid de 1941 que adquiere al Conde de Romanones. Sus primeras yeguas de cría serán Karnac, Kantara, Princess Clara y la propia Palace Girl. Será la citada Karnac la que con su implicación en la cría para el Conde, le proporcione las primeras alegrías en esta faceta, pero no será hasta que transcurrido el lógico tiempo mínimo sus productos puedan entrar en la edad de disputar carreras. Esta circunstancia se cumple en 1944 cuando IRÁN (Hebecourt y Karnac) logra su principal victoria en el Nacional y también vence en el Jefatura de Cría Caballar, además de sobresalientes colocaciones; DARK TOKI unos meses antes, ganando el Cimera da la primera alegría clásica a Villapadierna; aunque en este caso se tratará de un ejemplar comprado a la Yeguada Militar que en la anterior temporada había vencido en el Critérium Nacional.
Tras un año sin especiales victorias 1946 representa la irrupción en escena de la famosa BARATÍSSIMA que haciendo contradictorio honor a su nombre le había costado al conde desembolsar 50.100 pesetas en la subasta que la SFCCE hacía de yearlings procedentes de Irlanda con objeto de incrementar el número de los participantes en las carreras españolas. Para lo que la organización, a fin de facilitar los trámites y desplazamientos mucho más dificultosos de lo que serían posteriormente, adquiría y compraba, como en este caso con buen ojo clínico, ejemplares que darían un destacado juego. La suma pagada por Villapadierna representó un record durante años, lo que no significó que por este caso se le tildara de despilfarrador, por cuanto esta hembra le reportó ganancias que superaron el doble de lo pagado obtenidas en el Martorell y Critérium Internacional y con 3 años en 1947 en el Gran Premio de Madrid y Villamejor, además del Nouvel An, y que en su posterior papel como reproductora produciría a Tourbar y tras el parto una fractura en el prado provocaría su temprana desaparición.
Las buenas relaciones que mantiene con principal propietario y criador francés, Marcel Boussac, primero le representan facilidades para poder mandar a cubrir sus yeguas con Tourbillon y posteriormente con su hijo Goya y además le brindan la oportunidad de ir incorporando paulatinamente a unas reproductoras que pasarán a quedar asociadas al sello que conjuntamente representan la cuadra y yeguada de Villapadierna. Las Still Water, Fair Quest, Toilet Set, Oreade, Atala y La Baroda y el consecuente número de nacimientos producidos, le llevarán a conseguir la estadística de propietarios, que hasta esa fecha no ha había logrado obtener, pese a contar con destacas aportaciones individuales, principalmente la de Baratíssima; tampoco con las que le aportaron posteriormente TICO-TICO, que en 1948 gana el C.G. Franco; ni con TROPICANA, pese a obtener el Nacional en el año 1949 y sumar a sus ganancias las del Critérium Internacional que se adjudica PUMBA.
El resumen de este período en cuanto al equipo que ha llevado a Villapadierna hasta el punto desde el que materializará el asalto para erigirse en el principal propietario del lustro que ha de venir, el primordial, lo encuentra en George Higson que ha sido su preparador desde los inicios y que con anterioridad ha logrado situarse dos veces en lo más alto de su escalafón profesional. El jinete más referencial en esa etapa será Carlos Díez con 6 montas ganadoras de entre las que se han citado, con la aportación de Vicente Chavarrías que contribuye con dos de ellas. La primera la muy significativa sobre Dark Toki que abre la cuenta de la cuadra y la posterior en el Nacional con Tropicana. A Perelli corresponde la de Irak.
Revisando el capítulo de las mejores carreras ganadas durante 1950 únicamente se contabiliza la del Cimera, que a instancias de DON JAPAN cae del lado de los verdiamarillos. Sin embargo y como consecuencia del desplome que como propietario sufre la Yeguada Militar que ha venido siendo hasta entonces la campeona vigente, a lo que se une que el resto de los propietarios en liza por este entorchado se reparten los premios en porciones muy parecidas; apenas 16.000 pesetas separan al primero del tercero. La consecuencia es que Villapadierna, fruto de esta concatenación de circunstancias, ve inclinar por primera a su favor la estadística de este año.
No cambie en apariencia mucho las cosas en 1951 pues solamente SAD PRINCE que obtiene el Nacional y PUMBA que logra conquistar en el Corpa otra prueba de relieve; que también es aunque en menor medida el Jefatura que también consigue, + Sin embargo el creciente número de caballos que van integrándose en su cuadra, consecuencia de los nacimientos que en Arizábalo se van gestando propician, esta vez sí, una clara ventaja para la cuadra que le llevan a liderar una estadística que gracias a lo todo ello obtiene por segunda vez. Carlos Díez con el triunfo de Pumba reseñado alcanza la cifra de 9 grandes premios montados con éxito para Villapadierna lo que representa una cifra que sitúa el listón donde no será alcanzada posteriormente por ningún otro jockey.
Los triunfos importantes siguen llegando pero en reducida cantidad. Será GOMÁ el único que se lo proporcione pero lo hace en todo un Gran Premio de Madrid, con Victoriano Jiménez en la silla. Suficiente como para repetir un triunfo en la estadística que le resulta cómodo. También es el año en que a instancias principalmente de Villapadierna, se instaura con su nombre el derby español. Al que colabora económicamente en esos años de su puesta en marcha con el patrocinio de la mitad de los premios.
Similar a la anterior resulta la campaña del 53 con el incombustible PUMBA erigido en baluarte de la cuadra: Corpa y C.G. Franco engrosan su historial conjuntamente con el de Ponciano Polo que es quien ahora le conduce. Se repite estadística, la cuarta, pero la diferencia se estrecha porque ha irrumpido con fuerza en la pista la cuadra Beamonte.
Para el 54 se produce una renovación en los nombres de sus ejemplares punteros en la defensa al más alto nivel la suerte de la cuadra. TOURBAR, un 4 años por Tourbillon y Baratíssima (infortunadamente su único hijo) gana las mismas carreras que Pumba en el año anterior: Corpa y C.G. Franco. TOURAGUA contribuye logrando el Villamejor. Ponciano montando en las tres victoriosas salidas completa con hasta 5 su casillero con la cuadra. Dona Fly también realiza alguna aportación de interés. Este bagaje resulta suficiente para encabezar nuevamente la lista de propietarios.
Arranca bien para la cuadra la primavera del 55 con triunfos de TBESSA en el Cimera y sobre todo con el de TOURAGUA en el Gran Premio de Madrid, respectivamente guiados por P. Hernández y G. Chancellier. Con Higson como inamovible preparador de la cuadra en todo este período iniciado en 1941. Aunque el año terminará tras 5 ininterrumpidos, con la pérdida de la hegemonía que le es arrebata por Ramón Beamonte.
Como en cualquier actividad la suerte juega su papel y en las carreras ese factor está más a la orden del día. La pérdida de Baratíssima representó infortunado hecho. Tampoco las decisiones pueden ser siempre las idóneas. Villapadierna se desprendió de La Baroda tras quedar vacía y ya en manos de Blasco éste obtendría de ella a su emblemático Sultán El Yago. Tampoco disponemos de información del porque la yegua Turandot II que es por Still Water, madre de su propiedad y que entre los años 50 y 51 consigue cinco grandes premios, no los suma portando su chaquetilla. Años después parecida situación a las descritas se le pudo presentar respecto a Terborch, el hijo de Tbessa que fue múltiple ganador de premios importantes.
Durante los tres años que van de 1956 al 58 decae su presencia en las carreras españolas manteniéndose activo en las francesas. Al parecer debido a desencuentros con las autoridades que regulan las carreras en España. Con su caballo VAMOS saldrá del ostracismo en 1959 logrando Cimera y Nacional a los que viene a montar en sendas actuaciones el jinete francés Larre. El preparador sigue siendo George Higson que con estas carreras alcanza los 21 triunfos en las pruebas que están consideradas como principal referente de nuestro calendario. Tras este puntual éxito nuevamente se abre un paréntesis, que en esta ocasión se alargará durante cuatro años.
PONGO encarnará en 1964 al heraldo que anuncia su retorno, materializado cuando traspasa en primer lugar con la monta de Adolfo Barderas la meta del Cimera. Para preparar su cuadra ficha a Jesús Méndez, nada menos que al campeón de su gremio en las seis recientes estadísticas; aunque la de ese año y ya con él, no la gane. Para el siguiente cambio completo del guion: su generación de 2 años barre para casa casi todas las citas sobresalientes que jalonan el calendario de precocidad. Martorell y Gran Criterium inauguran el historial de RELTAJ, en tanto que el Critérium Internacional adornará el de ENKI. Román Martín por dos veces y Simón Figueroa serán los encargados de culminar esas misiones.
En el 1965 hay renuevo generacional para los jóvenes y el Martorell cae dominado por LA SCANDALOSSA. Mientras que la otra joya que representa el Criterium Internacional tiene en PONGO su adjudicatario. Como caballo clásico RELTAJ hace un verdadero alarde alargando en centenares de metros su distancia óptima para coronarse, tras controvertido distanciamiento de por medio, en el Gran Premio de Madrid y ya con todos los merecimientos, en el Villamejor. En suma cuatro señalados triunfos y con ellos la mejor marca que Villapadierna logra en una temporada. En tres ocasiones lo hará para sus colores José Antonio Borrego con Román completando Román el restante con la hembra. El cajón más alto del pódium de propietarios vuelve a llevar escrito su nombre y tanto Méndez como Román reverdecen esos mismos laureles en lo que respecta a sus profesiones.
La siguiente temporada del 67 también resulta gratificante en cuanto a éxitos. El bastión precoz lo enarbola SNOBÍSSIMO conquistando para la cuadra el tercer Martorell consecutivo y LA SCANDALOSSA pugna por ser el elemento clásico anotando en su debe Valderas y Beamonte-Oaks. La responsabilidad entre los ejemplares de edad la toma ENKI coronando primero la meta del Corpa. Nuevamente cuatro victorias del máximo relieve y una nueva estadística sumada superando al eterno rival; la Yeguada Ipintza de Beamonte. La renovación de títulos resulta extensible a Méndez y Román aunque para el jockey sólo es el de Snobíssimo, Pues Borrego acapara los otros tres.
La cosecha del 68 no parece destacable; aunque si significativa porque Villapadierna logra por primera y única vez ganar la carrera que lleva su nombre. La emotiva victoria es gracias a DONAGUA, con ella Borrego completa 7 triunfos para estos colores. Aunque el triunfo logrado pueda no parecer bastante, la suerte de la estadística vuelve a recaer nuevamente sobre los mismos tres protagonistas anteriores.
Aparenta ser mejor la temporada del 69 con PRIMA DONNA alzándose con los honores que para una hembra puede representar ganar el Gran Critérium. El segundo Oaks consecutivo lo materializa KATIMBA y para DONAGUA es la victoria en el C.G. Franco. Un nuevo jockey toma la responsabilidad de conducir a los tres citados en esas carreras y su identidad se corresponde con la de Claudio Carudel. Por una victoria será para él, en detrimento de Román, la estadística en ese año. Méndez, en cambio, acierta a repetirla. Para Villapadierna es la tercera plaza, tras Beamonte y Rosales.
La temporada del 70 significa un verdadero recital para DONAGUA que se fotografía por delante de los rivales en el Corpa, C.G. Franco y Copa de Oro y lleva hasta 5 las victorias para un solo caballo de esta cuadra en las pruebas de mayor rango de nuestro calendario que estamos barajando. Hito histórico máximo entre todos los ejemplares portadores de la chaquetilla de rayas verdinegras. Para Carudel son los méritos compartidos en estos triunfos. Aunque lo verdaderamente meritorio es que con ellos Villapadierna alcanza una nueva estadística que situará en un total de 9 las logradas. Para ello es necesario que el 3 años IFNIRI añada el broche que supone la conquista por quinta ocasión del Gran Premio de Madrid.
Las dos siguientes temporadas del 71 y 72 coinciden en la prometedora circunstancia de contar en su patio con los dos ganadores del Gran Critérium, circunstancia que siempre debe hacer concebir fundadas esperanzas. Pero la realidad es que ni SCANDALO, ni JABIBA demostrarán capacidad para dar más amplitud a estos triunfos y es que el imperio de la Cuadra Rosales ha venido puntual a su toma de posesión.
De resultas de tales fallidas esperanzas y de que ningún otro ejemplar logra oponerse al poderío que la familia Blasco pondrá de manifiesto, transcurrirán unos años oscuros para sus colores que tienen toda la apariencia de ser definitivos. Sin embargo cuando cuatro años después la historia de la cuadra parece llegada a la conclusión y lista para ser escrita, un buen día de finales de junio un caballo que por nombre tiene el de RHEFFÍSSIMO se dispone a completar el probablemente más glorioso capítulo de la cuadra.
Su propietario y hacedor, más que criador, que también, describió en varias ocasiones el proceso que le llevó a plasmar la inapropiada conjetura de cruzar fondo con fondo. Pese a no llegar a correr y tener una Villapadierna mantenía entre sus reproductoras a la madre del alazán, La Sanctíssima, que antes de ponerle nombre ya debía de mostrar un carácter próximo al endiablado, según declaraciones de su criador. Lo que posteriormente tuvo equiparación con su mala salud. Todas esas “virtudes, no se sabe si heredadas de sus progenitores Sanctus o Raiwa, llevaron a Villapadierna a planificarle un cruce de corte y confección a la medida. Y para este concurso el Conde sacó de su bombín un nombre: el de Rheffic.
El invento de hecho resultó muy bien; o no tanto si juzgamos que la salud y el físico de RHEFFÍSSIMO no tuvieron a positivo corrección apreciable. Hasta el punto fue así que su propietario lo tuvo en venta por 350.000 pesetas y nadie dio el paso de animarse a comprarlo. La suerte quiso con ello venir a jugar en favor de Pepe Villapadierna, que no lo debutará hasta el mes de mayo de sus 3 años y de seguido, corre en el Camel antes de participar en el Gran Premio de Madrid, con una probabilidad muy escasa a tenor de la probabilidad que los pronosticadores le otorgan. Ello, pese a portar el volador peso de 46 kilos y contar por cómodas victorias sus dos compromisos previos. La historia es conocida. RHEFFÏSSIMO gana la magna prueba poniéndose en cabeza al poco de entrar en la segunda curva y en la recta con el peso pluma de Paquito Rodríguez despega de sus rivales y alcanza la meta en ganador y sin amenazas que le inquieten.
Los efectos del esfuerzo son evidentes para el caballo pero el próximo compromiso natural está marcado en la Copa de Oro y allí parte para enfrentarse a Red Regent, un rival de talla avalado con un timeform 127 que le obliga a él y a Román que lo monta, a realizar un enorme esfuerzo para enjugar la diferencia que su rival le venía sacando en la recta. La llegada quedó considerada como la más memorable en la historia de la prueba y la valía del ganador a salvo ya de cualquier duda. El Villamejor y el Memorial serán sus siguientes retos que resuelve con facilidad montado por Paulino García y Román Martín. Seis salidas a 3 años en España que concluyen con RHEFFÍSSÍSIMO invicto en todas ellas. El propio Conde asevera este hecho declarando: “No solo es el mejor caballo que he tenido, sino que es el mejor que he visto correr en España después de la guerra” Para terminar con otra autorizada opinión manifestada por Claudio Carudel respecto a Villapadierna, lo describió como “el propietario con mayores conocimientos hípicos de todos para cuantos trabajó” Sólo resta decir: amen.
Este es el mejor colofón que la trayectoria de Villapadierna podía tener tras 35 años de hipódromo en los que 9 ganó la estadística y en donde vio triunfar a sus caballos hasta en 48 grandes premios, de los que 26 fueron formando tándem con Jesús Méndez y 6 de entre la totalidad fueron logrados en coincidencia con el inigualable marco del Gran Premio de Madrid.
Pero con ser todo este legado importante no se puede evitar la nostalgia de lo que pudo haber sido si la cría en España hubiese transcurrido en las condiciones de normalidad lógicas que hubiera cabido esperar, pero que no se dio en el período de 1995 a 2005, si la influencia de las sangres traídas por Villapadierna y también las de Beamonte, por citar sólo las de más antigua implantación, siguieran vivas en la justa medida que unas y otras lo hubieran merecido por sus resultados y los nombres que hemos estado citando perviviesen por los rincones de los pedigrís y fuesen reconocibles sus bondades evocables con la sola lectura de sus nombres. Salvando las muchas distancias, como supieron alcanzar los alemanes y que en España habría podido intentarse cuando en los años 90 alcanzamos un censo de 1.000 yeguas de cría y existiendo en esa cifra un significativo porcentaje de líneas autóctonas adaptadas a nuestro suelo, a nuestro clima y reconocibles en sus características. Con su merma no sólo se perdieron las mejoras que Villapadierna había invertido para beneficio de todos.
Texto de Francisco Salas que complementa la exposición preparada desde la Biblioteca Miguel Ángel Ribera y que se ofrece en el Museo Torroja, con ocasión del día de la celebración del Premio VILLAPADIERNA.
Concretamente el 16 de junio de 1935 una chaquetilla verde, de mangas blancas y gorra negra debuta para correr con su potra Quejana una prueba para potros de dos años. Sus propietarios son los hermanos Estanislao y Santiago de Urquijo y Landecho. La primera victoria la conseguirán el 25 de julio en San Sebastián bajo la preparación de Francisco Cadenas y la monta del aprendiz N. Fernández, en la jornada que rebotada de Madrid, o Aranjuez, según se mire, coincide con la de la celebración del Gran Premio de Madrid en que vence Badarkblar. Al año siguiente debutan otro dos años, Jaramago, donde tras hacer segundo del premio Precoz, el potro que monta F. Romera y entrena J. García vuelve para correr y ganar en un 12 de julio del 36 que coincidirá con la última jornada hasta que las carreras, tras un prolongado y penoso interregno, retornen a la actividad en 1940.
Los hermanos Estanislao y Santiago, ingeniero y perito electricista, respectivamente, no podrían participar físicamente en ese retorno, porque ambos fallecieron en el madrileño barrio de Usera a los 37 y 33 años. Sin embargo, si lo harán posteriormente para la memoria unidos sus nombres como lo estuvieron en las carreras y en el destino, pues desde 1950 se instaura una prueba con sus nombres que los traen al recuerdo.
Es posible que el apellido no se hubiera mantenido dentro el programa como ahora lo conocemos con el escueto Urquijo, de no mediar la intervención en pro de las carreras del hermano mayor, Juan Manuel de Urquijo y Landecho, y en razón a ello heredero del título de IV Marqués de Urquijo (1899-1968) Procedía, como sus nueve hermanos, de una familia con larga y conocida tradición en el mundo de la banca. Él reaviva en 1951 la misma chaquetilla que registraron sus hermanos y participa en carreras entre 1955 y 1962. En esos años ganaron para sus colores: Terca, Tori, Isardio, Déjame y Troya. Todos entrenados, como la citada Quejana, por Francisco Cadenas. Los jinetes que contribuyeron a esas victorias fueron principalmente Victoriano Jiménez y posteriormente Claudio Carudel y en una ocasión también lo hizo Román Martin. Existe el testimonio de una foto de 1955 en que el marqués ciñe con un abrazo protector a Román el mismo día en que debuta y gana con Córcega y donde la reseña de la revista para ilustrar la imagen le presenta como descubridor y protector del prometedor aprendiz recién salido de la escuela de Enrique Romera. Lo que induce a pensar que Urquijo pudo tener algún gesto patrimonial hacia el jinete o escuela. Un año antes Juan Manuel había entrado en el comité de la Sociedad de Fomento del que saldría en 1967; un año antes de su fallecimiento. La prueba siguió hasta 1971 manteniendo las siglas de los de Estanislao y Santiago pero a partir de 1972 pasaría a tener como denominación un genérico Urquijo que ampararía la memoria conjunta para los tres hermanos.
La carrera que lleva este nombre se corrió por primera vez en el citado 1950. Como ahora, estaba destinada para ejemplares de 3 y más años. Su dotación entonces fue de 10.000 pesetas; la misma que la del resto de las otras carreras de aquella jornada, por lo que hay que concluir que era francamente modesta. Una de las dos principales características de la prueba que se mantendrá durante un tiempo prolongado es la corta distancia (aunque dura por ser en disputada en línea recta) sobre la que se corre: 1200 metros que representaban una rareza atípica en un programa que estaba claramente orientado hacia los 2400. La otra es que no considerará ningún recargo por sumas ganadas (los importados sí los tenían por esa exclusiva condición) como si se tratase de un gran premio del tipo carrera clásica. Estos hechos y algunos no tan evidentes provocarán que su historial haya estado plagado de nombres de caballos que han sido importantes dentro de nuestro hipódromo o al menos así lo fue durante el periodo en que estas condiciones permanecieron inalterables, que alcanzó hasta 1975.
Esa etapa produjo ganadores impensables a priori, que junto con el Urquijo fueron capaces de ganar en el Gran Premio de Madrid: Turandot II (51 y 52) o Reltaj (67 y 68), que ganó este sprint en dos ocasiones o Epicur, el Dos Estrellas que dio brillo en varios grandes premios entorno a los 2.400; a todo un ganador del Villamejor como Pancho (65), o a Kokú (72), el ganador del Gran Premio de San Sebastián, por sólo cita las principales carreras en que éstos triunfaron. Por el contrario en la línea lógica que proponía la carrera auparía al pedestal de los sprinter que lograron demostrar esta condición, bien repitiendo en más de una edición de esta carrera o venciendo en el premio, que sobre los mismos 1.200 se venía celebrando en San Sebastián. A la cabeza de estos especialistas contrastados cabe situar a Palermo, que logró ganar tres veces el Urquijo y dos Sweepy entre los años 52 a 54.
Después se aplicó un recargo moderado hasta 1981 y la carrera siguió manteniendo el gran nivel de ganadores. Un cambio radical la convertiría a partir de 1982 en una prueba totalmente distinta para pasar a correrse sobre 1.400 metros y lo que fue peor; las condiciones pasaron a ser las de hándicap y así se mantuvieron hasta 1991, año en que el nombre y la carrera desaparecerían. Un larguísimo paréntesis que tendría prolongación hasta 2011, año en que se acertó a incorporar la carrera nuevamente al programa devolviéndola al metraje aproximado de su origen; con el rebaje de 100 metros respecto a los 1.200 referentes y contemplando el recargo de hasta 2 kilos que tuvo entre 1975 y 1981. Después que Palermo el doblete Urquijo-Sweepy lo conseguirían Maypole Dancer (57 y 59), Roque Nublo (58 y 60), Quita (63 y 64) y en una ocasión Obagoy (55), Ragazza (61), Gribú (69), Quy (70) o el mismísimo Reltaj (68 y 68).
Otras caballos compatibilizaron el triunfo en esta carrera con sobresalientes actuaciones previas en pruebas de dos años tales como el Martorell, el Critérium Internacional o el Gran Criterium, presumiblemente menos asociable por metraje. Fueron los casos de Marfil (50), Yeveltudor (73) o los citados Obagoy, Ragazza, Reltaj, Kokú o los Turandot, Roque Nublo, Gribú, estos tres antes conquistadores del Gran Criterium. Otros completaron con un Torre Arias previo, un doblete más ajustado a lógica por ese factor distancia apuntado: El Médano (66) y Lezo (74).
Serían únicamente dos los casos de ejemplares en que no obtuvieron en su vida de carreras ninguna otra carrera meritoria que sumar al Urquijo: Spoletta (62) y Les Gresillons (75). Lo que también proporciona una lectura del nivel que tuvieron los ganadores de esta prueba, en apariencia poco llamativa por su dotación.
No desmereció en absoluto la categoría contrastada de los vencedores producidos en el período de 1976 a 1982. Rubric (76) que acaparó triunfos en el Torre Arias, Nouvel An o Andrés Covarrubias; Habitancum (78) Reina Cristina y dos Sweepy; Tormento (79) Antonio Blasco; Realeza (80) Torre Arias y Andrés Covarrubias o Colorines (81) Gobierno Vasco, Andrés Covarrubias y que con unas condiciones ya de hándicap, lo volvió a ganar en 1983. Sólo Aritz (77) no lograría sumar a ésta alguna otra victoria equiparable.
Con este historial acumulado por esta carrera hasta 1981 se hace difícil pensar cómo pudo haber quien volviera del revés sus condiciones. Pero así resultaría ser. Para el historial de la prueba se reseñan los ganadores en esos años: Cancún (85), Lunar (86), Chompa (87), Emboscado (88), Albero (89) y Festejante (91) que también lograrían victorias importantes. Quizá la implantación de nuevas carreras en ese metraje tal como el San Isidro, pudo ser causa que animase a perpetrar tan reprobable decisión con una carrera que había demostrado con creces su perfecto encaje en el Calendario.
Lo que resta es historia reciente. Retomada la carrera en 2011 con las sinergias ya totalmente rotas que como se ha descrito, la habían situado como una carrera referente en las distintas preparaciones respecto a la planificación de la temporada para los distintos caballos, el volver a retomar ese hilo no podía ser tarea fácil. Los ganadores actuales no están resistiendo en líneas genrales la comparación con los vencedores de hace cuatro décadas; aunque la mayoría sí consigue acumular un número notable de primeros puestos y ganancias. Es el caso de Newby (2011) e Igollo de Camargo (17); sí los van teniendo más recientemente S. Grillo en el Asociación de Propietarios; Valiant Blue (14), Nouvel An; Totxo (16), dos veces el Rubán y Presidency (18), imponiéndose en la anterior edición del Urquijo, que en la presente tiene fundadas opciones de reeditar. Con ello van logrando alcanzar unos historiales con alguna otra victoria de parecido nivel; aunque a diferencia de tiempos pasados, se aprecia una especialización a la distancia que antes no se producía y que facilitaba que grandes caballos de otras distancias, que eran capaces de ganarlo todo, pusieran en el punto de mira esta carrera, ante la carencia de preparatorias más adecuadas dentro de los Programas de entonces. Circunstancia que hoy está en buena medida corregida. Por ese mismo hecho los aspirantes que concurren al Urquijo son más especialistas en el sprint y dentro de esa especialidad las oportunidades de ganar carreras importantes son más reducidas.
No obstante, la decisión que en el año presente ha representado el que por vez primera la carrera tenga el máximo nivel como prueba de rango “A” hace pensar que paulatinamente, quienes la ganen irán tomando la aureola de campeones que sin duda merecen.
Claude Serge Carudel (Chantilly, 12-04-1938. Madrid, 8-07-2012)
Aunque nacido en Delincourt, en las proximidades de Chantilly y muy cerca de París, su nacionalidad es inglesa, la misma que la de sus padres André, inicialmente jockey pero el peso pronto le impide la continuidad y razón por la que prontamente abraza la profesión de entrenador. A su madre Susane Carrat, es casi imposible que alguien la pueda superar en cuanto a presencia de ascendentes familiares tenidos en el turf inglés, que llegan a remontarse en línea ininterrumpida a sus tatarabuelos y se complementa con tíos bisabuelos, tíos abuelos en las profesiones de preparadores y jockeys. Con estos antecedentes el destino del pequeño Claudio parece ya marcado, sin embargo sus habilidades como brillante estudiante hasta llegar a los 14 años, concluidos sus estudios de 4º de bachillerato de la época dejan a su decisión el camino futuro que el joven pueda tomar. Y su decisión es… culminar el sueño que de siempre ha tenido: ser jockey. Para ello antes de acudir a la escuela ha madrugado para poder observar los galopes y todo lo concerniente a su manejo y forma de montarlos, asignatura en la pronto también se inicia. Las dudas ha contribuido a disiparlas un torbellino que ha pasado ese año ante sus ojos y que de último a primero cruzando el poste, se ha impuesto en el derby francés. Su nombre es Auriban y él quiere emular sobre la silla lo que acaba de ver sobre el incorporable marco del hipódromo de Chantilly En tanto su padre ha estado todos estos años entrenando en esa misma pista un número respetable de pupilos. La escuela familiar no ha podido ser más adecuada. Ahora le toca elegir el preparador con quien su hijo ha de instruirse en el oficio y éste, resultará ser uno de los notables de la profesión: John Cunnington, que además es el preparador de los caballos que Ramón Beamonte tiene en Francia. Entre ellos Arabian y Tamanar.
Tras un año en la preparación debuta cumplidos los 15 y poco después conseguirá la primera victoria con Touraine, una yegua propiedad de M. Masurel. Un aprendizaje que se prolonga hasta sus 19 años, momento en que ha alcanzado 20 victorias en todos los importantes hipódromos parisinos. Con esa edad tiene oportunidad de montar al Beamonte Arabian en una carrera teóricamente fácil y el resultado no es el esperado. Cunnington, como otros muchos es un profesional severo. Claudio analiza la situación él da 49 kilos pero con su estatura no podrá mantenerlos mucho tiempo. Las primeras montas de la preparación las tiene Deforge, que da 51 y está espléndidamente considerado. En esto un compañero de profesión, Bertiglia, le propone venir a España para correr el Gran Premio de Madrid de 1956. El vuelo se retrasa de tal modo que hace imposible el llegar a tiempo para montar. Pero la idea de venir ha quedado en él presente y cuajará definitivamente al año siguiente y con la intervención de Vicente Díez, el preparador, vendrá para montar a su pupilo Abe de Fuego, propiedad de la cuadra Gandarias y completará una buena carrera, haciendo quinta en campo de 21, del que resulta vencedora Samarella. Ya con 26 triunfos en Francia es de nuevo llamado por los responsables de Abe de Fuego para que la vuelva a montar en el Memorial y pese al poquísimo papel que se le otorgaba se impone en la carrera, dejando nuevamente por detrás a los Sultán el Yago o Capelán.
Esta circunstancia tiene como consecuencia directa el que Gandarias le proponga un contrato para montar en España en 1958. El jinete tras sopesar su situación en Francia y la proyección a medio plazo dentro de la cuadra de Cunnington, decida estampar su rúbrica suscribiendo el contrato que aquí se le está ofreciendo. A partir de ese momento lo que sigue es la historia de nuestras carreras. Ese primer contrato le representa ganar por vez primera la estadística de jockey contando como victorias estelares las conseguidas en el Beamonte con Rita; el Gran Critérium (Gran Tarajal) y el Critérium Internacional (Veragro) para un total de 36 victorias.
En el primer año no le resulta fácil la vida en España. Se instala en una pensión, sin amigos y el desconocimiento del idioma tampoco le ayuda. Además tras las primeras victorias, tiene la impresión de que no se le está teniendo en cuenta. Pero esa situación la superará rápidamente ya que repetirá esa posición de privilegio en la estadística durante los tres años siguientes, elevando en ellos el número de victorias a 53, 56 y 45. Básicamente porque ha fichado para Beamonte las primeras montas; además de las segundas para Juan Luis Barreiro. Conquista en esos años triunfos del calibre de dos Grandes Premios de Madrid con Wildsun y Nembutal (59 y 60) que ambos ejemplares van a doblar en el Villapadierna-Derby; dos Beamonte-Oaks gracias a Tracia y Folie (60 y 61); los dos Corpa de Wildsun y World (60 y 61); también dos Gran Critérium de Veragro y Anglo (59 y 61); el Nacional de Tracia (60); el Cimera junto con la Competición Francia-España de Nertal (61), que un año antes ha conseguido Yorick (60); el Memorial de Folie (61); el Gran Premio de San Sebastián y el Villamejor de Vik (61); el CG Franco de Lassie (59); el Gladiateur de Angkor (61) y el Martorell de Nembutal (59). Extensa relación indicativa de que su éxito es elocuentemente que no se ha hecho esperar y que su compromiso con las carreras españolas apunta a ser duradero.
En su primer año en San Sebastián Claudio conoce a la hija del preparador Juan Luis Barreiro. Por afinidades y edad, pues Mary Carmen tiene un año menos que el jockey, simpatizan y acuden a la playa. Poco tiempo después la relación se formaliza hasta el punto de que tres años después contraerán matrimonio. Al año siguiente nace su primera hija, Virginia y al siguiente, Beatriz. Posteriormente la familia aumentará con Mónica y Claudio.
En 1962 alcanza victorioso el poste en los Valderas, Beamonte y Villamejor (Tokara); Memorial y Gladiateur (Nertal) y el Gran Critérium (Tacora) No se podría considerar precisamente un mal año si salvásemos el hecho de que como la estadística de jinetes se obtiene por número de victorias; las 40 logradas le sitúan segundo en ese escalón clasificatorio y ya se puede avanzar que ello le impedirá haber enlazado hasta 8 estadísticas consecutivas. El artífice de tal hecho es Román Martín, un enconado rival que le seguirá oponiendo una gran resistencia en el futuro.
Esto es así porque pese a que pierde el contrato para sus primeras montas con Beamonte, pasa a firmarlas para la, en esos momentos, pujante cuadra Esperanza-Dos Estrellas y eso le permite remontar la perdida durante el período 1963-1965 y recuperar el cetro estadístico con triunfos en carreras tales como el Gran Premio de Madrid de Todo Azul (65); el Nacional de Fenicio II (64) y el de Damasco, que de seguido implementa con el Villapadierna-Derby (65); los Beamonte-Oaks de Koskha (63) y Gloria (64); el Valderas-Poule de Gloria (64); la Competición Francia-España (63); sendos Gladiateur de Bud (63 y 64); y el Critérium Internacional de Dublín (64)
Tras estos tres años de bonanza vendrán otros tres de interferencia a ese dominio; los comprendidos entre 1966 a 1968 que protagonizará su insigne rival, Román Martín. Esto no es óbice para que un nutrido número de buenos premios y trofeos pasen a ocupar espacio en sus vitrinas, especialmente los conseguidos por el que quizá fue el más popular de los caballos que Claudio montó: con Maspalomas, del marqués de la Florida, ganaba Gran Critérium (66), Cimera-Poule (67), Gran Premio de San Sebastián (67), Corpa (68) C.G. Franco (68) y Gladiateur (67 y 68). Con el también de Florida, Gran Canaria, Villapadierna-Derby (66); Golfo Nacional (68) y Eureka Valderas-Poule (66) de la que precisamente es preparador su padre, André Carudel que ha venido de Turquía.
El año 69 le es favorable en esa pugna que mantiene con el toledano. Influye en ello el contrato que firma con Villapadierna; aunque las victorias en grandes premios no serán especialmente numerosas: Katimba, Donagua y Prima Donna, que se anotan Beamonte-Oaks, CG Franco y Gran Critérium.
Los ímpetus de Román le llevan de nuevo a lo más alto en el 70 y 71, en detrimento de Claudio, que pese a que recientemente ha firmado con una cuadra más que prometedora, la Rosales de la familia Blasco, tiene en esos principios que conformarse con bajar una plaza en el escalafón. Con Donagua añade a su historial la Copa de Oro (70), el Corpa (70) y repite nuevamente en el CG Franco (70); con Scándalo vence en el Gran Critérium (71) victorias que representan sus últimas importantes para Villapadierna. Ejemplares de la cuadra Ondar-Etxe también contribuyen a engrosar su capítulo de premios: Geisha el Gran Criterium (70) y Sotogrande el Gladiateur (70). Con Travertine, la pupila de la cuadra Rosales se impone nada menos que en el Gran Premio de Madrid (71) y Derby-Villapadierna (71) y con esa misma chaquetilla lo hace sobre Jazmín IV el Valderas (71); Sansón en el Villamejor (70) y Yeveltudor en el Critérium Internacional (71).
En el 72 Carudel vuelve a la cúspide con una cosecha notable para ser lograda en un sólo año. Principalmente porque con My Mourne logra imponerse en el Gran Premio de Madrid y otros protagonistas en la cuadra añaden otras aportaciones: Narraly (Villapadierna Derby y Villamejor); Koskhero (Naciona)l; Old and Wise (Corpa) y Takala (Critérium Internacional). El peso de todos estos nombres se antoja imponente. Tanto como la cifra de victorias acumulada de 61, que son las más altas logradas por un jinete desde que en 1941 se lleva corriendo en La Zarzuela.
Sin embargo con estos mismos mimbres o incluso mejores, pero como su estadística es por número de victorias, queda relegado a la segunda plaza en los siguientes 73 y 74. Pese a la importancia de los triunfos alcanzados, entre los que destaca sobremanera los que obtienen en el Gran Premio de Madrid, primero Takala (74) y después Chacal (75) añade todos en ese mismo año Villapadierna-Derby, Copa de Oro, Villamejor y Memorial y antes de todo esto el Gran Criterium (74). Con Pentágona hace suyos los clásicos Valderas-Poule (73) y Beamonte-Oaks (73); Permor se une a la fiesta con Corpa (73) y Gladiateur (73) y con Agresiva no deja escapar el Beamonte-Oaks (74). En todos ellos flameando en exclusiva la chaquetilla de Rosales. Nautilus de cuadra Castellana representa la nota de color distinto para el jinete cuando resulta vencedor del Gran Critérium (74). Es fácil suponer que Claudio no habría cambiado todos estos triunfos por la contrapartida de vencer en esas estadísticas; aunque el número de las conseguidas en 1974 alcanza las 63; dos por encima de las que le sirvieron para ganar en el año anterior.
En ese vaivén que vino marcando toda una época en que la mayoría de aficionados se auto identificaban como carudelistas o romanistas, en 1975 salió cara para el adorado por los primeros. Chacal continuó su triunfal racha en todo lo que corrió en ese año: incluido el Gran Premio de Madrid (en esta edición, con 4 años, sí), Copa de Oro y Corpa. Soberbiamente secundado por Dual Sea que obtenía la triple corona representada por Cimera-Poule; Villapadierna-Derby y Villamejor. Nikiñaka ponía la guinda que por edad éstos no podían añadir, imponiéndose en el Gran Critérium. Todos defensores de la Rosales. Claudio elevaba su personal tope de victorias anuales a 61, que le servían para acaparar los máximos reconocimientos en las magnas citas con las estadísticas, en donde hay que pelear por el más modesto hándicap.
Con el tobogán estadístico en vertiginosa espiral de funcionamiento, en el 76 la enumeración de jornadas brillantes; mengua simplemente a dos: Clamor en día del Gran Premio de San Sebastián y Nikiñaka coincidiendo con el Critérium Internacional; ambas en Lasarte. No podía hacer concebir esperanzas sobre la suerte en el ranking para ese año. Pese a ello las 54 logradas le conceden la segunda plaza tras su sempiterno rival.
Los dos siguientes años ofrecen claro testimonio de que lo del año anterior no fue más que un bache pasajero y así se encargan de venir a demostrarlo los hechos en los años 77 y 78. Barilone será el máximo abanderado en los días felices de ese bienio. Primero apuntando maneras de futura promesa cuando Carudel le conduce a la victoria en el Critérium Internacional (77) y posteriormente en el Gran Critérium (77) y después cuando como clásico le conduce al triunfo en el Cimera-Poule (78) y el Villapadierna-Derby (78); Rather le suma la Poule femenina del Valderas (77); Clamor el Corpa (77); Petisar el Benítez de Lugo (77) y Tucumán el Critérium Internacional (78) completando esta nómina rosalista que tuvo como estrella invitada a Navalkar y su Gladiateur (77). El número de victorias alcanzadas en esos dos años por Claudio serán las máximas alcanzadas en el marco de La Zarzuela hasta esa fecha: 73 y 84 y en concreto la última, no ha sido hasta la fecha superada.
Por lo vislumbrado tanto en el anterior año como en los siguientes, nada hace pensar que este año de 1979 vaya a marcar una nueva alternancia en la suerte que viene distinguiendo entre uno y otro de los únicos contendientes con aspiraciones a ganarla. Tucumán confirma lo puesto de manifiesto a 2 años y así, formando tándem con Claudio, triunfa en Cimera-Poule Nacional, Villapadierna-Derby y Copa de Oro. Aportan a ello otras victorias señaladas Sacara Beamonte-Oaks y Benítez de Lugo y Coloso el Corpa. Pero las 69 carreras totales ganadas no serán suficientes para doblegar al toledano rompiéndose con ello la posibilidad de haber enfilado hasta nueve triunfales perlas consecutivamente representando otras tantas estadísticas de jinetes.
Los seis años que van de 1980 al 85 representaron para Claudio el período de menores sobresaltos entre los 30 que ha estado corriendo en España. La apisonadora rosalista contribuyó en gran medida a ello. Al ser el ciclo de años muy amplio, la nómina desde una perspectiva histórica resulta apabullante: Number One Nacional (80), Villapadierna-Derby (80), Gladiateur (81); Helina Valderas-Poule (80) y Beamonte-Oaks (80); Feeling Gran Criterium (80) y Nacional (81); Huaralino Memorial (80); Sacara Benítez de Lugo (81);
Leyla Gran Criterium (81), Beamonte-Oaks (82), Blasco (83), Benítez de Lugo (83) y CG Franco (84); Rivellora A. Blasco (81); Brezo Gran Premio de Madrid (83), Villapadierna-Derby (82), Corpa (83), Balada Gran Premio de San Sebastián (82 y 83)¸ Richal Gran Premio de Madrid (84 y 85) y Corpa (84); El Alcázar Nacional (84) y Bala Gladiateur (84). Para otras cuadras distintas a la Rosales Claudio llevó a cruzar primeros la línea de meta a: Carnaval Villamejor (81); Manola Gran Critérium (82); Mameluco Nacional (83) y Bariloche Gobierno Vasco (84) e Hispanidad (84). Hasta seis estadísticas empalmó en esa racha que hasta la fecha no ha tenido parangón en la historia de nuestras carreras.
Carudel que en alguna ocasión declaró que la edad óptima de un jockey estaba entre los 20 y 35 años participaría como jinete durante dos temporadas más. La que van de 1986 al 87. Y tampoco serán pocas las victorias de mérito festejas a lomos de campeones tales como Teresa Gran Critérium (86), Valderas-Poule (87), Beamonte-Oaks (86) y Kutxa (87); Casualidad Gran Premio de Madrid (86 y 87), Memorial (86 y 87), Corpa (86), CG Franco (87 y 88), y Gladiateur (87) y Clemencia Gobierno Vasco (87). Para los aficionados representó un gozo verle seguir participando; no hubiéramos querido que terminase nunca pero la realidad fue que el 14 de febrero de 1988 queriendo despedirse de la afición de Pineda, corrió y ganó allí con el caballo Ritmo el Premio Cruzcampo. Para todos terminaba una época irrepetible en la que Tolo Gelabert se había encaramado a la cima anual de victorias. Aunque el Everest que para nuestras carreras representan las 1.451 victorias, ya estaba marcado y ahí permanece 32 años después del día de su retirada. A ellas deben sumarse para su historial personal otras 55 que logró allende los Pirineos y que vienen a totalizar 1.506. Las estadísticas que le vieron auparse en a lo más alto en los 30 años s de participación descrita alcanzaron la impresionante cifra de 18. Descartando la última temporada, en las restantes 11 ocuparía la segunda plaza.
El balance de carreras ganadas del máximo nivel lo sitúa en 12 triunfos en el Gran Premio de Madrid. Los mismos que logra en el Villapadierna-Derby. En carreras tales como el Beamonte-Oaks o el premio Corpa esa cantidad se eleva una más por encima de las anteriores, situándose en 13. Gozó desde sus comienzos de una popularidad que fue creciendo de forma permanente y puede asegurarse que para muchas personas ajenas a las carreras, su nombre era lo que percibían como más reconocible de nuestro mundo del turf y acudían al hipódromo para ver al jockey con el convencimiento de que lo ganaba siempre todo. La realidad es que sus 1.451 victorias sobre las 6.165 pruebas en que participó, representan un 23,55 % casi imposible de igualar; sobre todo considerando que mide lo logrado en todo una vida deportiva, con los altibajos que siempre pueden producirse en una tan dilatada trayectoria y que no es comparable con el porcentaje que se puede conseguir aisladamente en una temporada especialmente exitosa. Mereció los apelativos del “Rubio de Oro” o el Pasmo, como lo bautizó Quilates, por la sencillez en resolver situaciones en apariencia difíciles.
En las dos temporadas finales de 1986 y 87 compatibilizó su actividad descrita como jockey, con la de preparador y también para la cuadra Rosales y las saldaría ganando esas dos estadísticas en esa profesión tan recientemente desempeñada.
Como merecido broche a una ejecutoria intachable y a la vez plagada de éxitos deportivos constantes, en 1987 le fue impuesta la Medalla de Plata al Mérito Deportivo. Tras la reapertura del hipódromo fue nombrado director de la escuela de aprendices y asesor del Hipódromo de la Zarzuela.
La carrera que este domingo se celebra en su recuerdo y memoria representa la prueba de máxima de selección para las especialistas en correr sobre la distancia de una milla y cobra gran interés por estos hechos. Al tiempo que para los jinetes que la disputan, resulta un aliciente especial el poder recibir la fusta de plata que recompensa al ganador y dedicar con ese acto un emotivo tributo personal de admiración hacia el maestro.
Beltrán Alfonso OSORIO Y DÍAZ DE RIVERA (Madrid, 1918 -1994) XVIII Duque de ALBURQUERQUE, título nobiliario otorgado por Enrique IV en 1464, que fue el que eligió entre los 14 que poseía para participar en el mundo de la hípica y el hipódromo, cuando recayó en él el de su padre en 1942, y por el que fue universalmente conocido en el mundo del caballo por su dilatada y ejemplar trayectoria en tantos aspectos. Con la elección de ese nombre no solo continuará el proveniente en línea directa de su progenitor; mantendrá, además, los mismos colores con los que desde 1910 su padre había venido participando como propietario.
La primera victoria de Hipódromo como jinete la obtiene con SYRINGA en Madrid, pero su dedicación a la carrera militar no le permitirá hasta 1950 poder disponer de un mayor tiempo para dedicarlo al Hipódromo.
Su primer triunfo en obstáculos lo consigue en 1948 con EL GALLO. La década de los cincuenta le resulta especialmente fructífera en todas las facetas hípicas que emprende. Así, ganará en ese período un total de 27 veces en liso y 49 en obstáculos, que le representará ganar tres estadísticas de propietarios en esa modalidad. La suma total de 76 sobre las 184 participadas le supondrá alcanzar el astronómico 41% de porcentaje de victorias.
Logros a los que añade en ese período el ser jinete olímpico al concurrir a los Juegos que tendrán lugar en Helsinki en 1952, participando en la disciplina de completo, donde en la prueba de fondo logra clasificarse en 2º puesto. Alcanzando el 12 puesto individual, computados los resultados de salto y doma. Ello pese a que para participar tuvo que cortarse con tijera la escayola que tenía,como consecuencia de una reciente fractura. Concurriría 8 años después a los Juegos de Roma. También participa por primera vez en la mítica prueba del Grand National.
En la década siguiente 46 son sus victorias en liso y 54 vallas. Éstas le representan obtener 8 de las 10 estadísticas en litigio para ese período. Varios son los caballos que bajo sus privilegiadas manos son repetidamente llevados a la victoria: LA MAJA, SQUID, ALFIDIR, EL SHA, ARISTÓFELES, CAPRICHOS, TEBAS… Con ellos participa en las pruebas internacionales para jinetes aficionados de la FEGENTRI y será el primero que logre acumular los tres galardones en disputa: Las Espuelas de Plata, tanto en liso como en obstáculos, así como la Espuela de Oro que obtiene quien al final del año se ha clasificado primero en las dos disciplinas.
Pero las victorias del DUQUE, como admirativamente es nombrado y animado desde la tribuna por el público, no las obtiene solamente en confrontaciones ante jinetes aficionados. Entre las sobresalientes frente a profesionales está el Gladiateur del 66, conseguido con CAPRICHOS y la edición del 68 Gran Premio de Madrid lograda con la yegua TEBAS, de imborrable recuerdo para todos los que tuvimos el honor de verla en vivo.
Enfrentado en la magna carrera a los ejemplares con los mejores historiales del momento, algunos montados por jockeys de primer orden venidos del extranjero para incrementar sus rendimientos. A la 5 años del DUQUE el hecho de que le montara su propietario representaba recargar 11,5 kilos más de los debidos, pues sobre los 49 que oficialmente le correspondía llevar, tendría que soportar los 60,5 que era el mínimo que su jinete podía dar en la báscula. Cercanos los contendientes a la meta, cuatro son los participantes con aspiraciones de triunfo. El que viene remontando desde más lejos parece traer más acción pero… ¡¡su jinete va desestribado!! Cuando el público le identifica y pese a que se trata de un participante al que casi nadie jugaba. En la grada se generaliza en su favor un grito colectivo de ánimo. ¡¡Hala DUQUE, Hala DUQUE!! Y así redoblando aún más su esfuerzo, EL DUQUE conquistaba con TEBAS la carrera que 50 años después sigue viva en muchas retinas. Con ese triunfo EL DUQUE acaparaba en su persona la condición de jinete, propietario,entrenador y criador. ¡¡Insuperable!!
La figura de ALBURQUERQUE no se ceñía solamente al plano nacional; muy al contrario, su carrera deportiva era muy reconocida en Europa. Además de los triunfos conseguidos en diversas pistas del continente, su repetida presencia en el Grand National la carrera de obstáculos celebrada en el hipódromo inglés de Eintree, considerada la más dura de cuantas se disputan en el mundo, contribuyó a incrementar su aureola de ser un jinete que elevaba sus niveles de perseverancia a límites inimaginables. En el año 1974 se produce su sexta participación en la prueba con la clavícula rota, a consecuencia de una reciente caída, concurre por segunda vez con su caballo NEREO. Únicamente terminan la carrera 17 de los 41 participantes que tomaron la salida. Sólo el hecho de concluir esta prueba está generalmente reconocido como de un mérito enorme. En esta edición ganada Red Rum, el DUQUE y su montura lo hicieron alcanzando el 8º puesto.
La década de los 70 le reportará ganar 3 nuevas estadísticas en obstáculos conduciendo a CIBELES, WELL PLAYED, HERACLES y NEREO. A finales de 1974 participa en la carrera en que debuta su hijo, el entonces Marqués de Cuéllar. Su casillero de victorias irá aumentando hasta conseguir un total de 76 en liso y 114 vallas, la última en 1984, con su yegua LA PISTA. En ese año, alcanzados los 66, cerrará su participación como jinete de carreras. Todavía en 1989 intentó montar a GLAUCO en la Copa de Oro, hecho que sólo las recomendaciones familiares pudieron impedir. Padeció más de 50 fracturas a lo largo de su carrera. Hasta 16 veces sufrió rotura de fémur, 7 lesiones de columna, 3 de cervicales…
Posteriormente continuó ligado a las carreras como propietario y criador desde su centro de Algete. En esas facetas alcanzó señalados éxitos como las victorias de LA PISTA (Memorial Duque de Toledo), FINISSIMO (Derby), GLAUCO (Copa de Oro), entrenados por su hijo Ioannes Cuellar; actual DUQUE DE ALBURQUERQUE.
Muchos fueron los merecidos reconocimientos que recibió: Desde 1954 ostentó la jefatura de la Casa de S.A.R. de D. Juan de Borbón. Recibiría en 1968 la medalla de Oro al Mérito Deportivo. Sería nombrado Presidente de la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar de España en 1985. El reconocido rotativo inglés Daily Mail le designaría personaje del año en 1992. En 1993 el Rey Juan Carlos I le concedió el Toison de Oro.
Con ser muchas sus virtudes y méritos constatables alcanzados, existe una coincidencia generalizada en añadirles otros que sólo una apreciación más continuada y fundamentada en el trato personal puede atestiguar verazmente: nobleza, lealtad, discreción, generosidad, entereza, de espíritu competitivo, sacrificado, perseverante y caballeroso
GRANDES PREMIOS OTOÑO
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G.P RICARDO RUÍZ BENÍTEZ DE LUGO
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G.P VILLAMEJOR
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G.P SUBASTA ACCSIE 2020
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G.P DE LA HISPANIDAD
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G.P RUBAN
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G.P DUQUE DE TOLEDO
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G.P ANIVERSARIO DE LA ZARZUELA
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G.P GRAN CRITERIUM
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G.P NACIONAL
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G.P ROMÁN MARTÍN
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G.P ANTONIO BLASCO
D. Ricardo Ruiz-Benítez de Lugo (1908 -1969) fue el gerente de la SFCCE y la persona sobre quien en 1941 recayó la difícil responsabilidad de reflotar a la entidad desde el punto cero en que especialmente en el aspecto deportivo, en aquel concreto momento se encontraba. Perteneciente a una familia vinculada a las carreras, tomó muy tempranamente afición por ellas; implicándose pronto como propietario en participación con amigos.
Fue el caso de la cuadra Ruiz-Magaz, con la que declaró colores en 1933 y con la Rojas-Ruiz en 1942. Algunos de los caballos que tuvo con la primera cuadra obtendrían en esa misma temporada de 1933 unos resultados muy relevantes ganando todos ellos. Fue el caso de Santurce (Criterium Internacional), Gaffino y especialmente Aurrerá, que además de varias victorias alcanzó la segunda plaza en el Gran Premio de Madrid tras Who’s He, ganador de esa edición del 33 y que a ninguna otra causa creemos, salvo al caprichoso azar, quepa serle imputado el que ambos vengan a compartir presencia en el programa de este domingo. Precedente ya sentado desde la edición pasada. Con aquella cuadra tan de reciente creación, irrumpían sus titulares en la estadística de propietarios, encaramándose hasta la plaza 12. En dar este primer paso como propietarios se adelantó a su primo, el marqués de la Florida.
Además, antes de acceder al cargo había acumulado otras experiencia en desempeños tales como el de ser juez de salida, handicaper, comisario y previamente, en 1931, había sido aceptado como socio de número para formar parte como miembro integrante de aquella sociedad. Incluso, coincidiendo con una huelga de taquilleros en Aranjuez en tiempo de República, quiso aprovechar el trance para expender boletos de apuestas y, de ese modo, conocer en primera persona las particularidades que podían plantearse desde la puntual óptica de aquel lado del mostrador. Experiencias todas que debieron serle de gran utilidad cuando después, ya en el ejercicio pleno de sus funciones, tuvo a su cargo la responsabilidad sobre los más de 300 empleados requeridos para que en días de carrereas, desplegados por todos los recintos, procediesen a la venta de boletos y al escrutinio de las apuestas subsiguiente; que dispuestos cada jornada en una inmensidad de tacos numerados, contemplaban con precisión infalible todas las combinaciones posibles. La validación que procuraba por impacto una matricial que accionada mediante palanca percutía sobre la superficie del boleto, lo perforaba y le daba validación. Cada diferente apuesta y número de participante tenía que perforarse para su acreditación y contabilizarse a ojo, estadillo en mano, para obtener el monto de lo jugado y el dividendo que correspondía a los acertantes. Recordar los pormenores de aquel proceso puesto en marcha por don Ricardo trae una intensa añoranza y, al tiempo, el reconocimiento desde una perspectiva actual de haber asistido a la puesta en escena del programa informático que don Ricardo tanto quiso haber tenido y que realmente se procuró. Sólo que en vez de emplear códigos binarios diseñó soluciones seguidas con mecánica precisión por una legión de empleados. Efecto humano especialmente palpable cuando terminados los boletos de una determinada apuesta favorita, el taquillero en cuestión gritaba ¡taaaco! y un diligente compañero venido desde una dependencia próxima, impedido para cruzar la muchedumbre que rodeaba aquella colapsada taquilla de General, para romper el cerco, en ocasiones tenía que lanzárselo sobrevolando las cabezas de tan ávidos apostantes.
Don Ricardo trató inicialmente de superar estas dificultades buscando un totalizador que pudiera ser fabricado en España, pero pronto tuvo evidencias de su imposibilidad. Después intentó la importación pero las dificultades que pesaban sobre el país en materia de libre comercio internacional, no favorecieron su propósito. De modo que a este respecto tuvo que conformarse con ir recortando tiempos a los procedimientos aplicados a las ventas de las apuestas y al cálculo de los dividendos.
Lógicamente, su área de competencias fue mucho más amplia que la descrita sobre la llevanza de las apuestas y en todas, acreditó altos niveles de competencia y una especial reserva sobre lo que se entendía que eran asuntos internos. Cuestión en la que su equipo más próximo cerró filas con él. Su discreción llegó al punto de que ni siquiera cuando era entrevistado o hacía declaraciones para las revistas especializadas sólo en una ocasión se ha podido encontrar insertada una fotografía suyas.
Por su hijo Gonzalo Ruiz-Benítez, actual miembro integrante del equipo de comisarios del Jockey Club (cuerpo encargado de legislar las carreras de un prestigio tradicionalmente reconocido desde que en 1941 su padre contribuyera a su formación), en declaraciones realizadas en Gran Premio en 1957 que vinieron a confirmar de primera mano, lo que por otras fuentes ya se conocía. Una dedicación plena y sin reservas que en jornadas de carreras extremaba al punto de no salir del hipódromo, hasta que la última camioneta con aficionados no hubiese partido hacia Madrid. Pero las funciones del diario no dejaban de ser menos absorbentes.
Fue configurando adecuadamente el organigrama de funciones para las variadas áreas de actuación que su Sociedad le requerío a lo la largo de los 27 años que desempeñó el cargo, que alcanzaron hasta su fallecimiento en 1968. Su entrega fue total y sobresalientes sus resultados, sobretodo valorando la casilla de salida de la que partió. De ello darían reconocido testimonio quienes a través de su libre ejercicio periodístico en materia de turf, más se distinguieron desde diferentes plataformas, en poner ojo crítico en aquel entonces sobre la actividad ejercida por la Sociedad que regulaba las carreras y tanto Quilates, como Alberto Dómper coincidirían en que sus méritos fueron grandes, certeros, decisivos; y los progresos, evidentes. Hoy, desde la perspectiva que da el tiempo, resulta evidente que con los medios disponibles entonces era muy difícil haberlo hecho mejor y que en ese punto del camino, nuestras carreras estaban encauzadas hacia un futuro prometedor.
Formó con el secretario de la organización, el conde Guaqui, un tándem sin fisuras que controló la diversidad aspectos que intervienen en el funcionamiento de esta compleja estructura. Obviando datos económicos difícilmente comparables en un periodo que casi abarca 30 años, en número de caballo participantes habían pasado de 83 en 1942, a 273 en 1968 y la cifra de carreras corridas de 197, a 301. Pero el crecimiento en estos apartados dependía a su vez muy mucho, del aumento del número interno de nacimientos sumados a la cantidad de importaciones que se realizasen. De las cifras para los primeros, existe el indicativo de las yeguas madres declaradas como cubiertas en España para que sus hijos corrieran cuatro años después el clásico Nacional. El dictado evolutivo que ofrecieron estas cifras fue parejo con las anteriores cantidades indicadas. Este era el principal escoyo a despejar para poder pensar en el desarrollo. Por ello Ruiz-Benítez de Lugo tuvo que dedicar buena parte de su tiempo para corregirlo. La vía prioritaria se centró en poner a disposición de los pequeños criadores que no tuvieran la opción de hacerlo en un centro de cría propio; proporcionarles la viabilidad de hacerlo. Ese será el germen de crear la Yeguada de Arizabalo, proseguir con Legamarejo. Estar al corriente del desenvolvimiento de las yeguadas privadas y traer foals y yearlings de Irlanda que pudieran después subastarse entre los propietarios españoles. Ahorrándoles desplazamientos y trámites burocráticos que en aquella época entrañaban mayores dificultades. Todo orientado a la ampliación de los efectivos en entrenamiento.
Tampoco eran tiempos fáciles para conseguir patrocinadores para las carreras; no obstante se consiguieron algunos importantes que fueron fieles durante largo tiempo: Coca-Cola, Camel, El Águila, Domecq, el club Atlético de Madrid y en el gremio de la restauración, Jockey, entre otros. Se concertó el acuerdo con el diario deportivo Marca, para que mediante un suplemento de 8 páginas insertado los sábados en su publicación bajo el nombre de Galope, garantizase la adecuada difusión semanal de lo relativo al programa de carreras. También se interesó a diversos medios de tirada nacional para que concurrieran a un concurso de pronósticos sobre las carreras de cada jornada, a la par que se comprometían a divulgar la información argumentada sobre el motivo de sus recomendaciones. Un embrión del concurso de Prensa y Radio secundado por la mayoría de periódicos y emisoras. También se implantaría en 1957 el juego externo en varios locales de Madrid, generalmente en cafeterías, sobre la apuesta conocida como Triple Gemela.
Ricardo falleció en diciembre de 1968. Una placa de piedra en el exterior de la fachada del recinto de socios nada más traspasar su entrada, le recordó durante muchos años. Al siguiente se creó la carrera que hoy, 50 años después, mantiene vivo su recuerdo. Desde entonces conserva parecidas condiciones de peso y su distancia de 2.200 metros (cambiada sólo en dos ediciones) Eso, y el hecho de estar reservada para yeguas de 3 y más años, que sigue siendo su seña de identidad; no mantiene en cambio la fecha de celebración, que inicialmente fue entorno a la tercera semana de noviembre.
Concebida inicialmente más como un brillante colofón de temporada para las hembras que pudieran tener un buen desempeño en esta distancia, tenida en España por aquella época como punto casi exclusivo donde se entendía que debía focalizarse la selección. Pero que desde 1979, conforme en nuestro calendario iba tomando cuerpo la consideración de que podían ser igualmente apreciables los signos calidad en los caballos que destacaban por debajo de los dos kilómetros, esa idea terminó germinando en forma de programa más abierto hacia las diferentes aptitudes al metraje. Esa apertura conceptual determinaría un distinto encaje para esta prueba dentro de la temporada, que además pudiera favorecer a las participantes en la orientación hacia objetivos tales como el Villamejor o el Memorial. La fecha desde entonces marcada es la inicial coincidente con la apertura de la temporada de otoño y en la que desde entonces tenemos ocasión de asistir a este cotejo entre hembras de diferentes generaciones para que antes de pasar al merecido destino reproductor que casi todas las participantes deberían tener, podamos presenciar esta muy notable confrontación. Tras varias fluctuaciones en el rango de catalogación de la carrera, desde 2014 aparece integrada en el más selecto grupo de las consideradas de nivel “A”
A las 42 ediciones alcanzadas por esta carrera han concurrido las corredoras que sobre nuestro suelo y ante nuestros ojos desplegaron las acciones más impactantes que recordamos. La mayoría lo hicieron aquí con triunfal resultado. Más, como es lógico, no siempre. Cada una de las vencedoras merecería un apartado con pelos y señales: trayectorias de su periplo de hipódromo y el subsiguiente en yeguada. Temas que, por lo menos, darían para un libro. Se abrevia la relación en base a que en ellas se produjeran unas especiales circunstancias.
PRINCIPALES EFEMÉRIDES DE LA CARRERA
A modo de Guinness recogeremos tan solo la mención de aquellos triunfos que supusieron un peldaño de dificultad añadido, al ya de por sí notabilísimo de cruzar primera una línea que, cual faro de efectos notariales, marca el disco señalizador de la meta.
LA PRIMERA que viene siempre a principiar el todo subsiguiente, lleva implícitamente en esta iniciática circunstancia el hecho de constituir, por falta de referencias anteriores, los primeros records para todos los privilegiados afectados. Por lógica, de muy efímera implantación, en unos casos porque en el sucesivo propósito de intentar superarlo representa un acicate que favorece el conseguirlo; en otros porque sin mediar propósito de intentarlo, el simple número de sucesivas tentativas termina, por inercia, propiciando las ocasiones de recortar el tiempo empleado o superar el listón de más victorias acaparadas.
Y esa primera PRIMERA vez la encarnaría GRIBÚ, una nacional que con 4 años culminaría una impresionante trayectoria que pasando por el Gran Criterium, el Valderas y en territorios del sprint, el Urquijo y Sweepy en otras muchas victorias de mérito, fue a jalonar ganando aquella edición del 69 sobre 400 metros por encima de lo que había triunfado antes en sus 11 victorias precedentes, si se exceptúa el Costa Vasta ganado en la pista de Lasarte. Por lo apuntado anteriormente, ganó con enorme mérito, extensible a su jinete Florentino González; y preparador Estanislao Serrano aunque por la exigua diferencia de corta cabeza frente a La Golossa en un tiempo de 2.22:4/5. Con ella se inscriben en el marco de honor inaugural: su propietario fue la Yeguada Urdiñ-Oriya.
Las siguientes ediciones son conquistadas por KATIMBA, LINA SWING. Para la primera edición ganada por una 3 años hay que esperar hasta 1972 cuando LA CHORU, confiada por Yeguada Cataluña a Ceferino Carrasco, consiguen conjuntamente superar a Delfica por el corto margen de una cabeza. Al siguiente año será LINA SWING la Rosales ya citada, la primera en lograr dos entorchados en esta carrera. Los mismos que igualmente con su victoria, obtienen Carudel, Fulgencio de Diego y Rosales como propietario y criador. Pero que curiosamente ahora lo hace soportando 2 kilos menos (57) que cuando con 3 años la ganó por primera vez con 59.
Posteriormente se suceden en el podio GOREY, PENTÁGONA y NESKA hasta que pueda ocuparlo por primera vez una importada. PETISAR (IRE) se anota la última edición catalogada como carrera principal pasando hasta 1996 a merecer la consideración de G3. Esta Rosales logra con 4 años imponerse por la máxima diferencia de un elocuente, aunque impreciso lejos, por delante de Pakhia y Favallú. En una carrera que tradicionalmente se ha caracterizado por tener llegadas apretadas. Sin lograr carreras importantes esta hija de Petingo se especializó en esta franja de metraje y en correr y ganar hándicaps como el Pagola o el Reina Cristina.
Ya con la siguiente edición del 78 catalogada como G3, un nuevo suma y sigue en pleno dominio del equipo de Rosales es materializado por la nacional de 4 años CHIARA, que avalado su nivel en el año anterior venciendo el Vizcondesa de Iruste, se imponía cómodamente rebajando con 2.20:4/5 por primera vez el tiempo conseguido por Gribú. Esta edición supondrá la última en que la carrera se celebra entorno a la tercera semana de noviembre.
El cambio de celebración que pasa a mediados de septiembre en 1979, coincidirá con la edición más controvertida de esta carrera pues aun cuando el papel de su resultado refleja un continuista triunfo de la magnífica Rosales SACARA, que entonces con 3 años, probablemente a favor de su calidad y el estado del terreno; que en ese mes de septiembre debía presentar un estado más firme que los anteriores cuando se corría a finales de noviembre, propician un nuevo recorte del mejor tiempo, de nuevamente dos segundos, ahora situándolo en 2:18:4/5. Sin embargo aquella edición fue la que más tinta acaparó porque la ganadora por diferencia de un cuello en la pista, la 3 años Avalancha, dio positivo en su análisis y el distanciamiento, siguiendo los plazos para los distintos protocolos, no fue confirmado hasta varios meses después.
Tras la victoria de TOMYRYS será nuevamente SACARA la protagonista, al ganar por unos contundentes 6 ¾ a Diligencia. Soportando ese día el peso máximo que una vencedora en este premio haya tenido que soportar nunca: 60,5kg. Lo que no debe extrañar pues posiblemente sea esta portadora de los colores de Rosales, la que mejor historial atesore previo a esta carrera de cuantas la han ganado: Copa de Oro, Beamonte, 2ª del GP de Madrid y en consecuencia, el recargo de peso tenía que ser elevado. La victoria, aparte de significar un refuerzo moral a la victoria conseguida dos años antes, representó para su preparador, Fulgencio de Diego, la séptima conseguida. Cifra que no ha podido superar ningún otro compañero hasta la fecha.
Tras la también brillante LA NOVIA, la edición siguiente del 83 tendrá como relevante el hecho de que Claudio Carudel ponga el 8 en el casillero de victorias obtenidas por un jockey en esta prueba. Cifra que no ha podido después ser alcanzada por jinete alguno. La muy brillante LEYLA fue la que propiciaría tal record, imponiéndose precisamente a la citada ganadora del año anterior, LA NOVIA, aventajándola por un cuerpo y medio. Un duelo que probablemente representó el mejor binomio de yeguas pugnando por una edición del palmarés de esta carrera.
Se sucederán importantes ganadoras en los años siguientes tales como RAIPONCE, BARAZONA, NITZANA (FR) que lo hace por dos ocasiones, o la singular TERESA con ocasión de su última victoria. Pero serán JARA y POSSY FINGERS (GB) las que protagonizaran la llegada más apretada, hasta el punto de no poder ser separadas por la fotografía y hacerse ambas merecedoras de la victoria en 1989. La inglesa tuvo en J.C. Fernández, J. Rosell las colaboraciones indispensables para que la de Yeguada El Vallecito compartiera este triunfo. Por su parte JARA contribuyó a que la cuadra Rosales situase hasta en 10 ocasiones su nombre como vencedora en esta prueba y situar a su progenitora Takala, como madre por partida doble; pues también lo fue de Teresa en la edición anterior. Hecho que no se había producido para ganadoras diferentes , ni ha vuelto a repetirse hasta el presente.
CYRENAICA (FR) cerrará la década de los 80 y se abrirá la del 90, que desgraciadamente, y refiriéndonos al turf en Madrid, tuvo un fin adelantado al cronológico. Fue especial la carrera del 91 por que la nacional SALAAM en su última aparición ganadora en España, antes de centrarse en las carreras francesas y colocarse en G3, se adjudicaría este premio Ruiz Benítez de Lugo produciendo el único caso en que una de sus ganadoras coincide la circunstancia de ser hija de una madre que tuviera esa misma condición. El hecho lo provoca la Asturias TOMYRIS ganando en el 80 y lo rubrica SALAAM con T. Quinn y Bedouret para la cuadra Alborada.
Por parecido hecho es igualmente remarcable el éxito en la prueba de la Madroños KATHLEN (D. Harrison y J.L. de Salas) en el 93. Porque representa la tercera victoria con diferentes hijas (antes de KATHLEN, BARAZONA y TERESA) del semental RHEFISSIMO que con el hundimiento de las carreras y todavía más especialmente de la cría, no pudo perpetuar debidamente su legado al mermarse muy drásticamente el plantel nacional de reproductoras. Una idea de cuál era en ese momento el peso alcanzado por la cría nacional, lo traslada el hecho de que de estas 26 importantes ganadoras que se han mencionado hasta el momento, 18 tenían la condición de nacionales. Con papel protagonista en tal desempeño de la cuadra Rosales. Este año la carrera se denominó IV Gran Trofeo Nobel. Las ediciones sucesivas hasta el cierre de Madrid las ganaron LA STRADA (GB), EOWIN (GB) y ALMU-DENA.
Tras un cierre prolongado durante 9 años de la actividad en Madrid, se retomarán carreras y prueba en 2005 y sus dos iniciales ediciones se verán afectadas por un recorte en su metraje de 200 metros por lo que sus ganadoras SAYYARA CAT (USA) y JADE (PER) abordarán sendos recorridos de 2.000 metros. Restaurada a su original metraje de 2200, en 2008 SINERGY (FR) de cuadra De la Fuente montada por Matías Borrego y preparada por Y. Durepaire para el crono en 2.16:62 mejorando la mejor marca establecida por Sacara 29 años antes y confirmando su favoritismo supera en meta a la segunda de las dos anteriores ediciones Pokettas (FR) y a la ganadora de 2007, Jade (PER). Resultado que animará a sus responsables a correr en Francia, donde ganará listed y se colocará en G3 en Meydan.
Seguirán las dos ediciones ganadas por FRESNEDA (USA) y PARA ELISA (IRE). En la siguiente en 2011 CASACA (GB) portando los colores de cuadra África con monta de J. Crocqueville y preparación de Ioannes Osorior confirmará la consistencia de su papel, manifestada previamente en el Kutxa y demostrando superioridad cruzara primera la meta, haciéndolo en el más reducido tiempo registrado hasta la fecha: 2.16:76. Prometedora actuación que será preámbulo a otras posteriores muy brillantes, como las obtenidas ganando el Memorial o en el G3 francés Fille de l’Air.
Las referencias más próximas de las ganadoras en la prueba están asociadas a SKINSIDE (FR), FRINE (IRE), NAVARRA, VIZCAYA (IRE) y caso de AVENUE D’ARGENT (FR), que lo hace por partida doble para Roberto Cocheteaux. Cuadra que es entrenada por Ioannes Osorio, su vez propietario de FRINE, con la que obtendrá en Francia el P. Royallieu G2 y el Fille de l’Air G3.
La última y más reciente edición de 2018 tuvo como hechos significativos que su campo de participación fue el más nutrido de su historia con 13 ejemplares en los cajones de salida. Quizá por esa misma circunstancia la cotización de 14/1 de su ganadora, NEW IALY BARELIERE (FR) fue la más elevada de cuantas han ganado este premio. Esta hija de la emblemática New Vert entrenada por Ángel Imaz fue montada por R. Sousa.
Más allá de lo meramente superficial o aparente en que algunas lecturas interesadas pudieran caer para enfatizar sobre aspectos meramente escénicos, estaban los hechos y acciones contrastables de quienes a lo largo del siglo XIX fueron los precursores de que las carreras en España se hicieran realidad; es decir, el materializado discurso de los propósitos, ante el que cualquier disfraz ve quebrar desbaratado su impostado perfil. Nuestras carreras nacieron por el impulso de querer hacer progresar a la nación: su defensa, su transporte y el movimiento de su comercio y por ende, generador de trabajo.
Todo a través de los cauces de generalizado uso con que sus efectos irradiarían hacia tantísimas actividades posibles, porque en el día a día de mediados del siglo XIX que hoy se nos antoja lejanísimo, el caballo se manifestaba como un contrastado motor para multitud de facetas dentro de aquella sociedad. Esa fue la razón del impulso creativo de quienes las implantaron y alentaron. Quien viera sólo oropeles, no vio nada.
Y más exactamente el conocido como caballo de carreras porque entre aquellos pioneros que desde la institución creada a tal efecto fraguaron las primeras carreras allá por 1841, no pocos desempeñaban a su vez funciones en la diplomatura española que incluían las de más alto rango en las embajadas de Londres o París y observaron allí los efectos positivos que desde un siglo antes estaban teniendo para la sociedad de aquellas naciones el desarrollo reglado de una… llamémosle raza, que en su origen dieron en llamar Thoroughbred.
Entre aquellos nuestros fundadores estuvieron primeramente los Osuna y otros de seguido que desde los inicios les secundaron, como los Corpa o Fernán Núñez que les sucederían en el mantenimiento de aquel propósito inicial y junto a los primeros también igualmente recordados en nuestro Calendario de Carreras, como luego también lo sería después Cimera o Valderas y entre medias lo fue VILLAMEJOR, para quien como merecido recuerdo en 1922 se programó una carrera que al poco de sus comienzos fue orientada a la selección generacional y con unas condiciones, que por ser clásica para 3 años y sobre distancia de aliento, se ajustaban casi como un guante al propósito que impregnó desde sus albores el impulso de sus fundadores y continuadores patrios: insuflar las virtudes de rapidez y resistencia a las diversas castas caballares que daban servicio al país.
Fueron muchos de los que afrontaron el reto entendiendo que les competía a ellos sufragar aquellos gastos pues suya era la capacidad económica para soportarlos y asumiéndolo así se pusieron manos a la obra pero como en todo, siempre son unos pocos los que van superando el listón por su máxima altura.
Ese fue el caso de Gonzalo de Figueroa y Torres Sotomayor (Madrid, 1861-1921 Lausana) VII Marqués de VILLAMEJOR, Duque de las Torres, Vizconde de Irueste, Conde de Mejorada del Campo y que tenía ya como antecedente en su vida de hipódromo el referente de su padre, José Ignacio de Figueroa VI marqués consorte, que como jinete obtenía su primera victoria en 1851 con la yegua Enigma y que como propietario y criador conquistaría en siete ocasiones el Gran Premio Nacional o Gran Premio de Madrid así llamado en los años en que él lo ganó, que fueron de la edición de 1889 ganada por El Espartero, a la séptima en 1898, ésta producida el mismo año de su fallecimiento en que lo ganaba con Keleli. Acaparará estas siete ediciones de las diez posibles en ese período con caballos nacidos en El Negralejo, en las proximidades de San Fernando del Jarama. Su hijo, Gonzalo, ya tenía caballos en 1887; aunque en su caso procedían de Francia. La primera que gana lo fue con el título nobiliario que primero ostentó, el Conde de Mejorada del Campo que se adjudicó Concha en 1905 (año este y el anterior que compatibilizará con la política ostentando el cargo de Alcalde de Madrid) y dos años después, con su recién concedido título de duque de las Torres amplia a tres las victorias en aquel Gran Premio de Madrid con Palm y Goer. Aunque el triunfo con el que dará continuidad a la chaquetilla enteramente azul hereda de su padre y con caballo perteneciente a la cuadra VILLAMEJOR se produce en 1918 cuando Chuki logra imponerse en ese año. Edición última en que la carrera mantendrá ese nombre antes de pasar a retomar el de Gran Premio Nacional que tuviera en 1881 y los tres años subsiguientes.
Con los egregios colores familiares, el VII marqués de VILLAMEJOR además de la reseñada, obtendrá importantes victorias que le auparán a la segunda plaza de la estadística de propietarios en 1916, en pugna contra todas las cuadra extranjeras que recalaron en el hipódromo de San Sebastián, oportunamente construido al efecto, evitando con ello el parón que las carreras en Francia habían sufrido motivado por la I Guerra Mundial. No sería excepción aquella clasificación, pues hasta su repentino fallecimiento en 1921 lograría dos veces la cuarta posición y en otra más la quinta.
Pero Gonzalo de Figueroa venía participando victoriosamente en carreras desde que su caballo Parambu consiguiera la primera en 1880. Con los caballos nacionales Padlock y Fadri obtuvo éxitos destacados en Francia. En paralelo, también competía su hermano Rodrigo que bajo el título de marqués de Tovar veía ganar a Coral y Vitelotte en las ediciones de aquel anhelado Gran Premio en los años 1900 y 1901. En tanto que Gonzalo mantenía en aquellos primeros años del siglo XX su cuadra en Aranjuez y también en la localidad francesa de Po. Llegada la eclosión de cuadras extranjeras a San Sebastián, sus Cupidón, Ukko, Radamés y L’Iser se mostrarían como los más firmes baluartes de la cuadra, en tanto que otros como Cernobio, Danois o Mitrophane también se desenvolvieron a buen nivel. Su centro de cría lo mantuvo en El Negralejo para en 1919 tomar la decisión de desplazarlo a la localidad guipuzcoana de Oyarzun.
El 11 de septiembre de 1921 apenas un mes antes de su repentino fallecimiento en Lausana recién cumplidos los 60, hasta cuatro de sus caballos lograban imponerse de las cinco celebradas en esa jornada en San Sebastián. Lo que da idea de su potencial en aquellos momentos. Por sus innumerables méritos en pro del desarrollo del turf español, al año siguiente de producirse su desaparición una carrera programada con su nombre vendrá desde entonces a mantenerlo vivo en la memoria de los aficionados.
Su legado será recogido por su hija Marta de Figueroa O’Neill con el triunfo que obtiene como criadora en el Nacional de 1933 gracias a la yegua Amosanda en la que figura como propietaria su hermana Casilda, posteriormente en la década de los ’40 recompondrá de modo formidable la cuadra, ahora con el nombre de Yeguada Figueroa y ganaría hasta siete veces la carrera en que secularmente convergían todas las miradas de los criadores españoles que se preciasen, llegando doña Marta en la faceta de criadora ya con su título de Vizcondesa de Irueste, a superar esa cifra de Nacionales ganados elevándola hasta los nueve a lo que sumo dos muy relevantes triunfos en la versión actual del Gran Premio de Madrid, con Raca y Caporal. Lazo familiarmente cercano guardaría también después con la cuadra Pascualete, propiedad de su sobrino-nieto el III Conde de Romanones o por otras ramas familiares próximas como son las del marqués de Villabrágima que actualmente encarnan los Figueroa Melgar.
Volviendo a don Gonzalo ya fuera de su faceta contextualizada en el hipódromo; pero si coincidente con el ámbito deportivo que las actividades ecuestres siempre han representado, él será la persona sobre la que el Barón Pierre de Coubertain dirigirá toda responsabilidad para que el movimiento olímpico que como impulsor abanderó, vaya tomando carta de naturaleza en España y subsiguientemente, se constituya en una organización estructurada y reconocible en sus funciones como Comité Olímpico Español (COE). Hecho que se producirá en 1912 con Gonzalo de Figueroa figurando como miembro número 35 de aquel comité que a la vez representará la inclusión de nuestro país en aquel movimiento que andando el tiempo dará opción a la primera presencia de nuestros deportistas en 1920 en el marco de los V Juegos Olímpicos de Amberes. Las primeras conversaciones con el Barón no debieron ser posteriores a 1897 pues Coubertain se dirige a la Casa Real, entonces encabezada por Reina Regente María Cristina, coincidiendo con el año de su estado de buena esperanza, para solicitar de ella un interlocutor para trasladarle su ideario olímpico. Nombramiento que María Cristina derivará al Príncipe Carlos de Borbón que será quien se decante por elegir para tal misión al marqués de VILLAMEJOR, que ante las carencias casi totales de deportistas y por ende, de competiciones y por supuesto sin dotación presupuestaria alguna, no decide aceptar oficialmente el cargo hasta 1902. Lo que no es óbice para que desde el principio ponga todo de sí para ir allanando progresivamente el camino. Dejó su vida en Lausana, entonces como hoy la sede del COI dejando un cauce abierto para el futuro del olimpismo español y por ello Gonzalo de Figueroa de Torres goza de un reconocimiento histórico también plasmado en su centenario con un sello conmemorativo; aunque antes la afición al turf supo de su entrega sin reservas a un propósito como fue el progreso del caballo de carreras y en razón a ello desde hace 98 años viene rindiéndole este homenaje que viene a recordárnoslo con el nombre que para desarrollar tan entusiasta tarea ya cimentada por su padre él quiso elegir: VILLAMEJOR.
Beltrán Alfonso OSORIO Y DÍAZ DE RIVERA (Madrid, 1918 -1994) XVIII Duque de ALBURQUERQUE, título nobiliario otorgado por Enrique IV en 1464, que fue el que eligió entre los 14 que poseía para participar en el mundo de la hípica y el hipódromo, cuando recayó en él el de su padre en 1942, y por el que fue universalmente conocido en el mundo del caballo por su dilatada y ejemplar trayectoria en tantos aspectos. Con la elección de ese nombre no solo continuará el proveniente en línea directa de su progenitor; mantendrá, además, los mismos colores con los que desde 1910 su padre había venido participando como propietario.
La primera victoria de hipódromo como jinete la obtiene con SYRINGAa en Madrid, pero su dedicación a la carrera militar no le permitirá hasta 1950 poder disponer de un mayor tiempo para dedicarlo al hipódromo.
Por raro que hoy pueda parecer las carreras de milla en España no se entendieron más que como una distancia que los 3 años de mayor nivel debían recorrer tempranamente en su campaña clásica para, progresivamente, ir subiendo hasta los 2.400 metros donde el calendario situaba exclusivamente su foco selectivo.
No puede interpretarse de otro modo que no fuera hasta 1976 y sobre 1.500, que se programara una carrera de cierto relieve entorno a la milla cuando mundialmente se entendía como un metraje emblemático. Aquella precursora carrera para los intereses de estos especialistas tuvo hasta 1983 el nombre de Trofeo Gran Brandy Duque de Alba. Para ser después promovida a los 1.600. Y no debe extrañarnos que la nómina de aquellos primeros vencedores haya pisado tan fuerte como para que tras los primeros Red Czar y Lady Snob, vinieran Janina, My Morny, Lorgot, Dunhill, Castilla, Chamartín y Bariloche.
Muy efímeramente esta carrera es sustituida en 1984 por el premio Presidente del Gobierno que ganado por Habit, no mantendrá con esta denominación continuidad al año siguiente. Le sucederán tres ediciones; las del 85 al 87 en que la carrera tendrá el nombre de Gran Premio QH que se adjudicarán Soudzou, nuevamente Habit, con lo que el caballo de Eduardo Fierro dobla así victoria, y Chikawa.
En espíritu estas carreras fueron el antecedente del actual Gran Premio de la Hispanidad, por que respondían a la intención de instaurar un premio de alto nivel que reconociese la valía de los especialistas en la milla. Pero aplicándole a la comparación un sentido estricto, no puede merecer esa consideración. Primero porque sobre estas pruebas llamémosle precursoras, gravitaba un recargo de peso en base a los triunfos logrados que eran contraindicados con una prueba de máximo rango, como andando el tiempo llegará ser. Todavía habrá que añadir en contra de la equiparación un argumento más sólido; como es que estas carreras que tuvieron hasta 1987 marco de celebración en la temporada de Primavera, éste fue distinto al del Hispanidad, ya que desde su primera edición tuvo su fecha de celebración por lo general señalada entorno a la festividad del día 12 de octubre y en consecuencia, insertada de pleno en la temporada de Otoño. Por otra parte quedará rota la versión primaveral en cuanto a la continuidad de un premio a este superior nivel hasta cuando en 2007 es instaurado el Claudio Carudel, porque hasta ese año no merecerán los milleros tener un Gran Premio en cada una de las dos grandes temporadas de Madrid.
Un casi obligado 12 de octubre será, como en las 5 ediciones siguientes, la fecha elegida para celebrar en 1988 el primer premio de la Hispanidad que por entonces tendrá la catalogación de Grupo 1. El favoritismo recae sobre ISABENA, una yegua de 4 años que viene de ser segunda de Teresa en una distancia como son los 2.200 del Ricardo Ruiz-Benítez de Lugo, que a priori no debería parecer la más idónea para venir a correr estos 1.600 pero la realidad, es que ya sea influenciado por esa performance o por que el jinete que viene a montarla es John Reid, ganador una semana antes del Arco de Triunfo con Tony Bin. Esta yegua que defiende los colores de la cuadra África de Fernando Hernández Font, acapara el papel de la carrera cotizándose en taquilla a 2,5/1 en un campo de 13 participantes y lo cumple al superar de 3 ½ cuerpo a Temblor, traspasando la meta en un tiempo de 1.40:40 que tardará siete ediciones en ser mejorado. Artífice del éxito junto a los citados será su preparador, Alberto Trujillano.
Tras una preparatoria plenamente acorde con el objetivo de triunfar seguidamente en el Hispanidad, se presentará en el campo más nutrido entre todas las ediciones celebradas con 17, el caballo nacional CAÑAL criado y propiedad de la cuadra Santa Quiteria, de Mariano Gamella Aparicio y deja nuevamente segundo a un Rosales, en este caso la yegua Namanti, que quedará a 1 cuerpo por detrás del preparado por Marcos Carrasco, que esa tarde, como las otras 8 veces en que el caballo resultó ganador, conduce su hijo Alberto.
SHERMAN es con todo merecimiento el favorito de la edición del 90, pues su trayectoria como 3 años está siendo implacable y la pista confirmará plenamente los dictados del papel. Nuevamente montado como en su reciente triunfo en el Gobierno Vasco por Vicente Cañizo, el jinete de todos sus más recientes éxitos, el pupilo de Yeguada Cortiñal que entrena Juanje Ceca no encuentra oposición y se impone con rotundidad. El campo de participantes es corto pero entre los rivales que resultan batidos hay ejemplares que después lograrán victorias de mucho lustre, tales como Bass o Robertiya.
Coincidiendo con el 50 aniversario del hipódromo esta edición de 1991 atrajo a la mayor concurrencia externa que ha tenido hasta el momento esta prueba y así hasta tres ejemplares de cuadras extranjeras concretaron su participación. Incluida la del jeque Al-Maktoum con Cash Asmussen como jockey de su caballo Audio, aunque finalmente no fuera de la partida. El favoritismo recayó sobre los dos que sí se desplazaron para correr: Flying Brave y Crack Regiment, ambos acreditadas con victorias recientes en carreras de grupo en Europa a lo que se sumaban las montas foráneas de Reid y Boutin. La triple representación de cuadra Alborada también optaba por traer relevantes jinetes extranjeris. La carrera salió rápida y el estado blando del terreno se lo hizo pagar a casi todos los punteros. Esa circunstancia no iba a favor del 3 años CRACK REGIMENT (USA) al que sus mentores no veían fácil correrle por encima de los 1400, entre ellos John Fellow, su preparador (y en su día el de Royal Gait). No obstante, fue el único entre los que marchó entre los primeros del recorrido que en la recta mantenía sus posibilidades. Tan fue así que cuando fue amenazado por la Alborada Robertiya, coincidiendo con un conato de bandazo que las manos del aprendiz Mathieu Botin no supieron impedir; pero sí corregir y una vez superado el incidente, el caballo de Robin Scully se fue unos metros para traspasar la meta con 5 cuerpos de ventaja sobre Robertiya.
La teoría señalaba que la edición del 92 estaría disponible para uno de los dos participantes de la cuadra Alborada: Nauplion y Pórtico, pues por valor ninguno de los contendientes debían hacerles sombra y el que sí tenía nivel para oponérseles, no aparentaba, por corta, ir en distancia, caso de Calife d’Or. Hasta salir a la recta nada parecía que pudiera modificar el resultado previsto, con Nauplion galopando cinco cuerpos por delante, mas se abre innecesariamente en la recta, mientras que Sergio Vidal opta con CALIFE D’OR (FR) por irse moderadamente hacia dentro, por un rail que interpreta menos blando que los restantes y por ahí el caballo que defiende los colores de la cuadra Cascorro, de Iván Fierro, va paulatinamente recortando terreno hasta obtener el triunfo más ajustado en el historial de esta carrera; una corta cabeza será la ventaja en meta del 3 años entrenado por Mauricio Delcher Poulies, que luego obtendrá resonados éxitos volviendo a metrajes superiores.
Sin ninguno de los participantes de la edición anterior en pista, ni tampoco un elemento, con la salvedad de Policy Matter, con pruebas de importancia sobre sus espaldas. Tampoco el hecho de disputarse la carrera sobre un terreno algo más que blando contribuía a despejar las dudas. No obstante las mejores sensaciones, acentuadas además por el hecho de su cercana imagen en acción, provenían de lo visto en la preparatoria en el premio Ayuntamiento de Madrid, donde Partipral y Nogal habían formado gemela. Y por haber ganado en ella y tener en su historial un buen número de victorias en distancia semejante; aunque sin ser logradas en pruebas de relieve, era este ejemplar del marqués de Miraflores la baza más atrayente. La pista, como casi siempre, vino a despejar las dudas y Gerald Mosse que acudía para montarlo, supo poner aquí en escena las innatas cualidades de un caballo también como el del año precedente, propiedad del marqués de Miraflores y con PARTIPRAL (USA) que volvía a demostrar como en otras ocasiones un contundente y prometedor remate que apuntaba a más altas empresas, dejando a Cañal, de Alborada, como en la previa, nuevamente segundo por un cuerpo. Para su preparador, Mauri Delcher le representaba ganar por vez primera la carrera y al tiempo, tomar el relevo del triunfo obtenido en ella por su padre con Calife d’Or el año precedente.
La segunda victoria de PARTIPRAL (USA) en la carrera será la más previsible de cuantas ediciones se han celebrado. Paga su probabilidad 1,2 en taquilla y ello, pese a que la carrera fue sucesivamente endurecida por distintos rivales. Hecho que determinó que el mejor tiempo de la prueba que ostentaba Isabena desde la primera edición, quedase ampliamente mejorado por los 1:38.78 que el caballo del marqués de Miraflores añadía a su prolífico capítulo de records registrados en distintas distancia. En esta ocasión era Santiago Calle quien imperturbable lo monta, conocedor del potencial del caballo preparado por Mauri Delcher acertaba a pasar por un exiguo cuello de diferencia por delante la meta, superando a Policy Matter, con lo que la cuadra Alborada quedaba por tercera vez segunda de un Hispanidad que no pudo nunca ganar. PARTIPRAL emprendería tras esta carrera una triunfal ruta en permanente crecimiento y sobre superiores distancias.
Un hecho nada frecuente se produce en 1996 cuando tras darse por primera vez el caso de un ganador de la prueba que consigue inscribir su nombre en dos ediciones, su cuadra propietaria, en este caso la del marqués de Miraflores, se presenta con posibilidades de volver a conquistarla con otro caballo, de nombre VAL D’ARBOISE (FR). Este candidato en estrategia muy parecida por parte de sus mentores a la del año anterior; en cola y a 8 cuerpos de los punteros, realiza nuevamente en manos de Santiago Calle una recta vertiginosa que deja al más cercano de sus rivales, Ator, a 5 cuerpos. Su victoria reporta al marqués de Miraflores con este tercero, el número máximo de triunfos no igualado hasta la fecha por ningún otro propietario. Mauri Delcher sumaba un triunfo más a los obtenidas en las dos inmediatas ediciones precedentes.
Esta edición que representó la última hasta que 9 años después tuvo lugar la reapertura, no tuvo entre sus 8 participantes especialistas que, con la excepción de Okawango, presentasen credenciales muy significativas para ganarlo y ese día el de cuadra Guijarro, cosa rara, estuvo pero no compitió. Y como ha pasado en otras ocasiones una modesta preparatoria que tiene lugar en esa misma pista de la Zarzuela, el premio Radio España en este caso, cobra protagonismo y quien la gana, probando con ello forma y salud, obtiene un salvoconducto que le conduce al triunfo del Hispanidad. Este fue el caso del Cortiñal SHERIDAN, un millero de vocación tardía, que hasta el año anterior, ya con 5, precisamente en el premio Radio España que también catapultará a Val d’Arboise hacia el triunfo y en el que Sheridan será 2º. Muy en carrera durante todo el recorrido, se queda sólo cuando declina en su esfuerzo el conductor. La cercanía de Vertesia espolea los bríos de Sheridan y esta sí que es una característica constante suya, como caballo batallador que siempre fue, perfectamente secundada por la acción de Matías Borrego que espléndidamente compenetrado con él pone distancia de por medio, que en la meta alcanzará el cuerpo y ¾. Esta será la siguiente victoria de un nacional, tras la obtenida por Sherman 6 años antes y que como él, está criado por Yeguada Cortiñal. Con ella los responsables de este competitivo ejemplar encontrarán la forma de poner el mejor broche a su vida de competición que ha conseguido en la preparación de Juan Luis Maroto.
El calendario obligadamente especial de la temporada de reapertura del 2005 llevó al mes de diciembre la celebración del Hispanidad. Entre los 13 participantes destacaba YOUNG TIGER (FR) por la exhibición desplegada en su anterior carrera en esta pista, ganando el G.P. Reapertura, con apabullante solvencia. Se trataba de un 4 años que portando los colores de Javier Gispert venía regularmente entrenando en Francia a las órdenes de Rohaut. Como en la cercana victoria precedente vino a montarle Eyquem y aunque el recorrido entonces fue sobre 2.500 el resultado aquí volvió a ser concluyente, dominando la carrera sin oposición, para después retornar satisfactoriamente a los metrajes de más amplio recorrido y obtener importantes éxitos para esos colores.
La edición del 2006 fue por primera vez para una yegua de 3 años. En lo que sí existió coincidencia con otro 3 años que venía de ganar el Gobierno Vasco aunque en este caso macho, fue con Sherman. TRIP TO THE MOON (GB) se había prodigado a 2 años para su preparador Rouget corriendo 6 veces para ganar en tres. Fue prematuramente vendida en su campaña a 3 años reclamándola Y. Durepaire para correr con los colores de Maroto-Satli. Debuta ganando el Lasarte y allí seguidamente gana el Gobierno Vasco para el que Rouget ha tenido matriculados dos caballos, que finalmente no participarán y en la que resultará precisamente ganadora su expupila. En este Hispanidad José Luis Martínez la proporcionó un recorrido cómodo para solicitarla en los metros definitivos ofreciendo en ellos una acción fulminante que le supuso aventajar por 2 cuerpos a un caballo como Prince d’Orange, bien considerado en Francia. Posteriormente continuaría realizando buenas carreras ganando listed en Francia y colocándose en grupos en diferentes países europeos.
El Hispanidad ha sido una carrera proclive a diferencias amplias en meta favorables a su ganador; sin embargo en la edición del 2007 los 8 primeros entraron en apenas dos cuerpos. Por otra parte su resultado reportó a sus acertantes el máximo dividendo pagado al ganador, que ascendió a 14,2 a 1. La ganadora, en este caso, venía avalada por una reciente victoria ante Dink, uno de los favoritos, pero a pesar de ello y de su muy brillante temporada anterior a 2 años, la probabilidad de SOLITA no fue muy estimada; quizá pesó más el público conocimiento de los clavos insertados de los que era portadora para mitigar su maltrecha rodilla. Horcajada la condujo a la perfección, siempre recortándola metros y empujándola con decisión a lo largo de una competida recta que la de Madroños tuvo que superar. Con este importante triunfo la yegua cerraba su campaña de carreras y Mauri Delcher obtenía su cuarto trofeo en esta prueba.
Un ejemplo de carrera de cuadra perfecta resultó ser la planteada por el preparador Teo Callejo en la edición de 2008 y no sólo sobre la pista; también sobre el papel. Matriculados dos ejemplares de su cuadra Los Aspirantes, Shumookh y Great Orator, haciendo montar a éste por el prestigioso jockey galo C.P. Lemaire. SHUMOOKH (IRE) a favor de su estilo propio de correr que ya había demostrado el caballo en su anterior y que le representaría su victoriosa presentación en España, sale descaradamente en punta. Como los rivales entienden que la baza de la cuadra la defenderá Great Orator, dejan irse hasta 10 cuerpos al que conduce Paco Jiménez, que administrando esa ventaja que tiene acumulada al salir a recta alcanzará la meta manteniendo dos cuerpos de diferencia. Pelotazo hace segundo en tanto que destacados milleros como Yepes, King of Cry o Lorgan luchan en ese orden para el tercero y Lemaire, desde su última posición ve como la estrategia de la cuadra para la que ha montado ha funcionado a la perfección.
El patio de Mauri Delcher con la presencia de Lorgan y Silverside, contaba con los máximos predicamentos para que de él saliera el vencedor de esta edición de 2010. El primero citado caso de ganar aquí, obtendría su quinta victoria del año, lo que para un caballo de 5 años hubiera sido un logro sobresaliente. SILVERSIDE (USA), tras un prometedor triunfo en la Poule y dos incursiones infructuosas en Francia y no ser mejor que tercero en la preparatoria de este Hispanidad, con la vuelta a la silla de su habitual jinete Julien Grosjean, que lo condujo siempre bien situado para mediada la recta, invierte la no buena racha de su cabalgadura y lo trae con ímpetu para hacer ganar la carrera al de la cuadra Safsaf, en detrimento de Lorgan, finalmente segundo. Con este resultado Mauri Delcher cumplía plenamente con las previsiones y pone en 5 el casillero de sus triunfos en la prueba. Tras esta vendría su victoria en 2010 repitiendo los mismos protagonistas pero que el caso de su preparador le supondría un sexto entorchado en el Hispanidad dejando registrada por el momento en esa marca el número máximo de victorias.
Partiendo de 2011 todas las ediciones posteriores de este Premio Hispanidad pueden ser vistas en el recinto del Museo Torroja coincidiendo con la celebración de este importante premio el próximo domingo 13 de octubre, ofrecidas en coincidencia con la exposición que sobre esta carrera se realizará. A modo de rápido resumen de los acontecimientos más destacables producidos en esas ediciones más recientes, serán las dobles victorias que en 2012 y 13, logra CIELO CANARIAS (IRE), en el 2013 marcando el mejor tiempo de la carrera con 1:36.24; y ALMOROX (GB) en el 16 y 17 rebajando el tiempo a 1:35.44; y de forma intermitente ABDEL (FR) en 2011 y 14 que también les representa doblar premio a sus respectivos responsables: Grupo Bolaños, Antonio Caro y Duque de Alburquerque como propietarios; José Luis Martínez, J. Auge y J. Crocquevielle y también para los preparadores Enrique León, C. Ferland y Ioannes Osorio. Las victorias de DIEGO VALOR (FR) y CÉFIRO (IRE), ambas a manos de José Luis Martínez en 2015 y 18 elevarán su personal cuenta hasta los 5 triunfos en el Hispanidad; un número de innegable mérito y servirán para que las cuadras Odisea y La Toledana se inscriban en su historial. Mismo caso para Alberto Carrasco mientras que para J.L. Maroto le valdrá para sumar su segundo.
RUBAN el ganador del Premio del Medio Millón.
Desde que Alfonso XIII creo su cuadra de carreras en 1916 cada año la iba reforzando con nuevas compras en el exterior y así lo hizo también en 1920, tras haber ganado el año anterior, por vez primera, la estadística de propietarios. Ese año bajo una fórmula de alquiler-compra, que al parecer ya tenía antecedentes previos, adquiere al conde de Saint-Phalle, un conocido criador francés propietario de la yeguada de Huez, un lote entre los que se hallaba un yearling alazán de nombre Ruban, hijo de Philippe II y Reyna, que tras la reminiscencia monárquica de sus nombres y la presencia de Winkfield’sPride como abuelos materno, aportaba dosis de fondo por espuertas: padre ganador del Gladiateur francés y abuelo vencedor de la Doncaster Cup. Su madre Reyna cruzada con Gorgos había ya materializado en su previo hijo Roman, buenas victorias para la chaquetilla regia.
Las dos carreras de Ruban a dos años se saldaron con éxito en la pista; aunque no en el tablero definitivo de los resultados. Gana en Santander el siempre difícil debut en el Premio de la Reina, pese a que la mayoría de rivales ya vienen experimentados de correr el Critérium Internacional, del que el premio ganado es la consolación. También gana la prueba consolatoria del Critérium Internacional de Lasarte; aunque aquí es distanciado al último puesto por no conservar la línea recta. Ya con tres años irá engarzando a su historial triunfos sucesivos: en Lasarte, el Premio Irún y el Premio del Casino; en Aranjuez el Derby y en Madrid el NouvelAn y el Villamejor. Llegado el Gran Premio de Madrid por el peso asignado de 48 kilos, en vez de montarlo LucienLyne, su jockey habitual, se decide que lo conduzca un aprendiz que pueda dar ese peso, lo que hacía mala química con un caballo, caso de Ruban, considerado de carácter entre violento y muy difícil. Concluye la carrera en sexto puesto. De ahí el caballo va directamente al StLeger de San Sebastián y contra todo pronóstico, ni gana, ni siquiera queda segundo y el problema radica en que esa carrera es la preparatoria del Premio S.M. Alfonso XIII, más conocida como la carrera del Medio Millón, hasta ese momento la de máxima dotación concedida en el mundo para una carrera que, programada para el 10 de septiembre de 1922 repartía una bolsa 550.000 pesetas y se dirimiría sobre 2.400 metros a correr en el hipódromo del Valle de Zubieta.
A consecuencia de tan sustancioso reclamo las matriculaciones alcanzaban un total de 83, de las que 63 se recibían del extranjero. Destacan las de Kircubbin (St. Leger irlandés), Franklin (Coronation Cup y Hardwicke), Polemarch (St. Leger), Copyright (Ascot Gold Vase), Harpocrate (Prince d’Orange, Biennal y G.P. de Vichy), JoyeuxDrille (Lupin y Hocquart), Guerriére (Eugene Adams), Cid Campeador (Prix Boiard), Zagreus (Grand Prix de Deauville, Prix Dollar), Le Prodige (Prix Berteux). Todos menos Polemarch participarían luego en la carrera. Las bazas más consistentes de los caballos regularmente entrenados en España las protagonizaban Albano, defendiendo la chaquetilla de María de Ussía, ganador del reciente Gran Premio de Madrid. Su probabilidad estaba situada en 16 a 1; la de Ruban fijaba su improbable pago en 40 a 1 pues la lectura de su preparatoria le dejaba teóricamente fuera de posibilidad en aquella gran carrera. De Neuter, el preparador belga de siempre para los reales colores, tenía argumentos en descargo de aquella mala actuación: un proceso de tos había mantenido nueve días sin poder entrenar a su caballo y, además, un golpe fuerte recibido en la salida que al día siguiente se manifestaba con gran inflamación en una extremidad, eran las causas de su bajo rendimiento. Así las cosas pesaban serias dudas sobre si Ruban podría ser de la partida en la importante prueba.
El día fijado 16 participantes tomaban la salida de los 2400 metros y mientras todos en el primer paso por recta tienden a irse al interior, Lyne transita con Ruban por el exterior y en las cercanías de la primera curva, cambia bruscamente su trayectoria para desplazarse en diagonal hacia los palos interiores de la curva. Una maniobra que le sitúa entre las primeras posiciones, según De Neuter, para estar en franquía para elegir el trazado más conveniente sobre el que ir galopando. El ritmo de la carrera lo va marcando Sandover, una veterana yegua de la marquesa Viuda de Villagodio, que con 50 kilos puede permitirse esa táctica que no solo mantiene hasta completar la curva final, sino que además cuando a comienzos de la recta Rambour la sobrepasa y Ruban, detrás, hace también lo propio, durante unos metros aún se sostiene en la lucha con ellos. El resto de adversarios marcha prohibitivamente detrás. Sandover terminará acusando el esfuerzo, en tanto que Ruban acelera su paso para poder superar a Rambur. Detrás, sólo Le Prodigue viene con fuerza pero no como para reducir toda la desventaja que acumula, aunque sí con suficiente para superar a Sandover. Con autoridad y recursos Ruban va paulatinamente superando a su adversario sobrepasándole por cuerpo y medio en meta. Lo inesperado del triunfo y el hecho de que sea un caballo considerado como propio; pero al que pocos han jugado (pagó 47 a 1) provocan que la multitud de 20.000 asistentes presentes, cuando el aforo previsto era de 5.000, estalle con acentuadas manifestaciones de júbilo de las que parecen estar sólo libres de contagio Lyne y De Neuter. El contrastado conocimiento que ambos tenían de la pista, sin duda influyó en el resultado, pero sólo hasta cierto punto pues las carreras disputadas después por Ruban le acreditaron un valor suficiente como para culminar el éxito de aquel día. En el premio del Presidente de la República, en Saint-Cloud, quedaba tercero pero superaba a ganadores clásicos como Le Capucin, Sir Gallahad o Kefalin. El en Grand International de Ostende hacía cuarto a cuerpo y medio superado por Le Capucin, todo un ganador del Jockey Club francés, que aquí le superaba y también con mucha más justeza lo hacía el tercero, Massine, pero conseguía superar al quinto, Parth, y tanto uno como otro eran ganadores del Arco de Triunfo. Ambas pruebas y los rivales a los que se enfrentó pueden trasladarnos el nivel que tenía este caballo.
Participó en un total de 23 carreras a lo largo de su vida de competición, que iniciaría corriendo a 2 años y concluyó a 6 con un balance de 14 victorias y 5 colocaciones. Una de sus no colocaciones fue el primero en el que se vio distanciado al último puesto. Al año siguiente gana la Copa de Italia en Aranjuez y en condiciones más duras que en su fallido intento del año anterior, soportando 60 kilos, se impone con claridad en el Gran Premio de Madrid. También será segundo del Gran Premio del siguiente, cuando soportando 64 kilos, se ve superado por Lightfoot, a la que concedía 24 kilos. Todavía lo intentará una cuarta vez, demostrando que dando 8 kilos a Lightfoot la puede superar ampliamente; pero hay un 3 años, de nombre Mussolini al que no puede dar 14,5 kilos; ni los 20 que concede a La Doriguilla y concluye tercero.
Si la fortuna le hubiera sonreído hubiera podido igualar el récord de tres victorias en el Gran Premio de Madrid, incluso alcanzar las cuatro si cuando participó en la primera edición con 3 años, en vez de dárselo a un aprendiz portando 48 kilos, De Neuter hubiera asumido el apurar la opción de LucienLyne para que lo montase a los 52,5 a los que él podía montar.
Ganó dos ediciones de la Copa de S.M. la Reina, carrera que tenía la particularidad de no tener ningún recargo, más allá de los propios por edad y sexo; era por tantouna prueba muy selectiva y notable por quien entregaba su copa. Hacía siempre justicia a quien la ganaba. Salvo en esta prueba, en el resto debió soportar siempre mucho plomo y salvar grandes diferencias de peso con respecto a sus rivales.
Completada su vida de competición en 1926 pasó a ejercer labores de semental en la finca de Lore-Toki propiedad de Alfonso XIII para producir PSI. Cometido que se interrumpiría con la marcha al exilio del monarca. Posteriormente fue destinado al Depósito de Sementales de Jerez. Su producción se vio afectada por los avatares del momento siendo sus mejores hijos Cordon Rouge y Toisond’Or.
El Memorial Duque de Toledo fue una carrera inmediatamente incorporada al calendario español en 1941 tras el fallecimiento del monarca el 28 de febrero de ese mismo año. Para quienes interpretan en la actualidad que un determinado tipo de premio concedido no se corresponde con la notoriedad del personaje al que se trata de homenajear, recordar que desde ese año de creación hasta 1956, las condiciones a que respondía la prueba estaban tipificadas bajo un término que requiere de poca traducción: hándicap. En ese periodo hubo homogeneidad en su metraje: 2.700 metros; como adustez en su dotación, que osciló de las 12.500 pesetas iniciales, a las ya sustanciosas 60.000 del 56. En cambio no se correspondió con lo anterior el nivel de sus ganadores, que sin rayar a un primer nivel si mostraron una calidad suficiente como para sumar otras victorias pecuniariamente más cuantiosas o de mayor reconocimiento. Sin embargo la aleatoriedad que pesaba sobre sus condiciones, no llegó en los 15 años que permanecieron, a que se diera el caso de que alguno de sus ganadores repitiese victoria en esta prueba que como más destacados corredores una vez lograron las/los: L’Astrée, Merin d’Or, Mallorca, Top Flite, Calesa, Colleen y Chipirón.
La edición de 1957 le representa al premio un ascenso al situarlo como una prueba de condición que contempla unos recargos razonables y que en ese primer año protagonizará Abe de Fuego y la llegada de Carudel para montarla y lo que esta circunstancia supondría posteriormente para nuestras carreras. También se le practicará un recorte al metraje, para situarlo en los 2.500 que la pone más en sintonía con los grandes premios. Esos cambios y la dotación elevada a las 100.000 pesetas resultará suficiente para que los responsables de los más relevantes ejemplares pongan esta prueba en su hoja de ruta y, consecuentemente, la ganen. Casos entre otros de DYUR (2), ARGA, FOLIE, NERTAL, BUD (2), FRISCO, NAVALCÁN, MASPALOMAS, FARNESIO, ARAY (2), TERBORCH, STANIA, GEISHA, CHACAL, SEIS DOBLE y RHEFFISSIMO.
La lectura que cabe hacer de estos hechos es que la clase dirigente de la entonces reguladora SFCCE, básicamente miembros con títulos otorgados de nobleza, habían ido consiguiendo burlar con sutileza la censura que pudiera existir políticamente para ir dando en el contexto de las carreras, los pasos hacia el reconocimiento y rango merecido para quien fuera amén de su monarca, pieza clave en su época del desarrollo del turf de la nación.
No se produjo en cambio las dosis de atrevimiento suficiente como para promoverla al rango de la gran carrera que hoy es por catalogación, dotación y sin más condición que la de pesos por edad, hasta superado el año 76, uno posterior de acontecido el fallecimiento del general Franco.
Los sucesivos incrementos en la dotación la convierten en un Gran Premio visibilizado como objetivo en sí mismo suficiente como para colmar por completo las aspiraciones que un propietario tenga para su mejor caballo. Reducida su distancia a los clásicos 2.400 desde 1981, sus vencedores entrarán por derecho propio en el historial de una prueba que por la renuncia paulatina de los 3 años a participar en el G.P. de Madrid, va constituyéndose cada vez más en su principal test frente a los ejemplares de mayor edad. Puesto que desde 2005 cinco ejemplares lo han conseguido YOU OR NO ONE, AYANZ, ARKAITZ, METRAMO y AGAIN CHARLIE. Si bien los dos últimos no eran regularmente entrenados aquí. Si miramos los 3 años ganadores del GPM sólo encontraremos a BALDORIA y PREMIER GALOP y para ello tendremos que remontarlos hasta justo los dos años que limitaban con la reapertura; el 2006 y 2007.
Desde esta perspectiva actualmente no cabe interpretar que el Memorial se ha situado como el principal test entre generaciones y sobre 2.400 metros de los dos que se celebran sobre la pista de la Zarzuela. Estos aspectos que tienen coincidencia con la estelar prueba que se corre a primeros de octubre en Longchamp y la circunstancia de celebrarse en mismo mes, viene a conferir a nuestra carrera un cierto carácter de versión española de la genuina francesa.
Del periodo donde por las causas apuntadas la carrera ha brillado con mayor luz cabe destacar a los ejemplares triunfadores en más de una ocasión que son identificables con el Rosales CASUALIDAD, el de Marqués de Miraflores, PARTIPRAL el más reciente, que se corresponde con el caballo de Javier Gispert, YOUNG TIGER que culminó el doblete los años 2005 Y 2007. Tope de victorias que por el momento ningún ganador ha podido superar.
Alfonso XIII (1886 -1941) fue un personaje clave para nuestras carreras pues su irrupción en ellas utilizando uno de sus títulos, el de Duque de Toledo, representó un acicate para que la aristocracia se implicara con renovado entusiasmo en el mundo del turf español que discurría con cierta atonía en términos comparativos, no ya con el inglés o el francés; sino con otros supuestamente no tan relevantes, como por ejemplo el belga y el de sus diversos hipódromos que jalonaban ese país y a cuya cabeza figuraba el majestuoso de Ostende.
El Rey era aficionado y gustoso practicante de variadas actividades deportivas entre las que sobresalían las ecuestres y no en vano, era de los monarcas europeos el más diestro jinete de entre todos ellos y más allá de que considerase, como era propio de aquella época, la mejora de las castas caballares como una riqueza por imprescindible militarmente, básica para el país, encontraba en su práctica un disfrute pleno y así lo acreditó practicando la equitación en general y la disciplina del polo en la que destacó entre los más consumados jugadores nacionales y cuyo impulso hizo posible que el equipo español ganara las medallas de plata y bronce en los Juegos Olímpicos de 1920 y 1924.
Con todo, tuvieron que mediar dos situaciones especiales para que tan innata predisposición llegara a materializarse en efectos sociales palpables. El Rey había venido visitando hipódromos tanto el de la Castellana como otros muchos extranjeros desde muy joven pero con el desbordante grado de implicación manifestado en 1916, no se produciría hasta conocer a George Marquet, hombre de gran iniciativa en variados campos, pero particularmente con lo relativo al sector turístico, que por aquel entonces tenía todavía un carácter muy embrionario. Esta relación y la coincidencia en el tiempo que constituye el inicio de la Primera Guerra Mundial, de la que España quedó al margen, favorecerán el que en un tiempo record de apenas 100 días con unas condiciones climatológicas francamente adversas, llegue a construirse, terminarse y proceder a su inauguración en 1916 un hipódromo en Lasarte, vecina localidad de San Sebastián, y previamente haber sabido ser hábiles para captar y obtener compromisos que atrajeran hacia esa pista y sus instalaciones, a los propietarios de las cuadras que albergan a los mejores caballos en competición asentadas en Europa: Vanderbilt, Cohn, Tourne, los condes de Estournel y el de Castelbajac, Thorne, Say o Negropontes que han visto cómo los hipódromos donde normalmente participaban han sido cerrados por la deflagración que asola el continente.
Pero antes la realidad que fue el hipódromo en Lasarte tuvo un antecedente también materializado en esa misma ciudad guipuzcoana y promovido igualmente por Alfonso XIII, que inaugurándolo en 1907 se conocería con el nombre de hipódromo de Los Juncales y que estaba situado en la falda del Monte Igueldo. Los terrenos no resultaron apropiados para el desarrollo de las carreras y fueron rápidamente descartados; aunque sentaron el precedente para esa ciudad del que definitivamente se alzaría más tarde en Lasarte.
Animados por el éxito alcanzado en San Sebastián el Rey, nuevamente con el apoyo del equipo que encabeza Marquet procederán un año después a inaugurar en septiembre de 1917 el que se conoció con el nombre de Bella Vista y que estaba ubicado en Santander. También concebido al amparo y favor del entorno turístico del que gozaba esta otra ciudad cantábrica y contando con las fuerzas vivas que habían apoyado el de San Sebastián como eran los propietarios extranjeros que con J.D. Cohn como baluarte dieron su inicial apoyo desplazando sus caballos para correr en aquella nueva pista
Antes en ese mismo año, el 24 de mayo 1917 en unos terrenos del Real Patrimonio que el monarca tenía en Aranjuez dentro del paraje conocido como Soto de Legamarejo, acondicionará ese espacio para abrir otro hipódromo siguiendo las indicaciones que le facilita su entrenador, el belga De Neuter.
Pero todas estas iniciativas y proyectos requieren de un elemento necesario que son los caballos necesarios para competir en las carreras en número suficiente. Para ello en 1916 formaliza la creación de su cuadra a la que asignará el nombre de Duque de Toledo, adoptando los colores morados para su chaquetilla, con una cruz encarnada surcándola en forma de aspa.
Las primeras compras las realiza a Jean Lieux, un propietario y entrenador francés de los que como los ya citados se ha instalado en Lasarte y que entre varios ejemplares vende al Rey a Boticelli, Inkermen, Baccara, Zorobabel y Urania junto con Antivari, el que posteriormente le dará un buen rendimiento como semental.
Después en 1919 comprará al conde de St Phalle los Brabant, Menthe, Roman y Ronce. No obstante los elementos que van nutriendo sucesivamente su cuadra no le permiten ganar la primera estadística como propietario hasta 1920 y después ya con amplia diferencia la de 1922; aunque para ello tendrá que vencer su caballo Ruban en un Gran Premio de San Sebastián que se conoció con el Premio del Medio Millón, pues esa fue la increíble cantidad en pesetas de la época con que fue dotada la carrera y que no debió tener otro patrocinador que la persona del monarca, tal vez en coalición con Marquet. A disputar esa carrera vinieron destacados caballos del exterior, entre ellos todo el reciente ganador de la Coronation Cup, Franklin, que el Rey quiso comprar para afianzar las probabilidades de victoria de su cuadra porque aunque Ruban venía de ganar el Villamejor y el Nouvel An, su opción para ganar estaba en 40 a 1. Una gran monta de Lyne y una serie de acontecimientos producidos ese día llevaron al Duque de Toledo a la consecución de su triunfo más destacado.
Las compras de caballos importados inicialmente para correr devienen en elementos de buenas sangres aptos para criar en su yeguada, que generarán los productos constitutivos de sus primeras generaciones de caballos nacidos en España. Son los casos de Souvenir de Bayonne y muy especialmente, de Bolívar, un hijo del citado Antívari que le ganará importantes premios durante los años que van de 1924 a 1927 totalizando hasta 24 triunfos.
Para ese objetivo le es absolutamente necesario dotarse de unas instalaciones apropiadas para la crianza y ya en los inicios compra en 1916 tres fincas en zonas próximas al hipódromo, conocidas como Amasorrain, El Ollo y Lore-Toki, que representan 40 hectáreas. Previamente venía criando en Aranjuez por lo que lo estabulado allí de raza inglesa pasará a las instalaciones levantadas en los nuevos terrenos. Este emplazamiento elegido por el monarca será posteriormente utilizado por la Yeguada Militar y quedarán demostradas las bondades de aquel terreno, surtiendo durante décadas de un número amplísimo de grandes corredores que criados en esos prados, ganarían en repetidas ocasiones todas las pruebas importantes del calendario español.
Con otros caballos criados igualmente y con posterioridad por él Rey como fueron Boldi, Toison d’Or o Antigone, a los que añade algunas importaciones como las de Centaure, OEdipe Roi, Tatler, Mauriac, St. Bai o Tombeur, situará su cuadra en un primer plano hasta que a finales de 1930, repentinamente, es posible que percibiendo los azares que pueden surgir en el futuro o porque otros aspectos requieren de su total atención, adopta la decisión de desprenderse de su cuadra. En abril de 1931 tras conocer los resultados de las elecciones municipales que había convocadas, tomará la decisión de partir hacia el exilio.
El balance de lo conseguido durante esos pródigos 15 años de permanencia en el turf, serán en su primera temporada como propietario la segunda plaza en la estadística obtenida en 1916 tras el imbatible J.D. Cohn. En las dos siguientes repetirá esa posición pero ahora superado por el marqués de Villamejor y en la de 1919 le ocurre lo mismo, esta vez a instancias de la Asociación formada por Cimera–Martorell. Gana por primera vez en 1920 la estadística que ha venido todo ese tiempo rondando para volver al siguiente a ser relegado, ahora por Joseph Leiux. Se resarcirá victoriosamente con la ampliamente obtenida en 1922. En el período entre 1923 y 1926 desciende posiciones ocupando en todas ellas la tercera plaza, para volver en las comprendidas de 1927 a 1929 a ocupar el segundo escalón de la clasificación tras el más alto ocupado por el conde de la Cimera.
La última victoria la logrará el 23 de noviembre con The Barth en el Premio Teddy y la última participación en carreras se producirá a la semana siguiente coincidiendo la jornada marcada como cierra de la temporada.
Así quedaba completada una trayectoria que sin duda había puesto nuestras carreras en el mapa europeo. Lograba sumar 413 triunfos en España además de otros 16 meritoriamente logrados en Chantilly, Maison Laffitte, Mont de Marsans, Ostende, Stocke y Breedenel y una suma que alcanzaba las 429 en el período relativamente breve de 15 años.
El Gran Criterium representa la carrera cumbre para los dos años y de hecho la mayoría de las veces su ganador coincide con el ejemplar distinguido con el máximo peso asignado para el Opcional. Es, además, una de las más antiguas carreras implantadas en nuestro Calendario; pues aunque originalmente denominado Criterium Internacional ya se corrió en la pista de La Castellana en 1920. Después,quizá por estar solapado con otros critérium programados en aquella época, no volvería a celebrarse con aquella denominación hasta 1930, para así tener continuidad hasta1933; año en que con el derribo del hipódromo de La Castellana desaparece de su marco natural de celebración.La distancia sobre la que se disputa inicialmente serán los 1.600; salvo en 1932 que se correrá sobre unos inusuales 1.700 metros.Con la inauguración del hipódromo de La Zarzuela en 1941, el Gran Criterium tomará esa denominación y adoptará el metraje que actualmente tiene, aunque en un tramo de años que va desde ese 1941 hasta el 53experimenta una reducción hasta los 1.400 metros.Aspecto que desde 1954 no tendrá ya modificación,(excepto en 1993), corriéndose hasta el presente sobre los 1.600.
En sus condiciones esta carrera contemplará la aplicación de recargos a sus participantes en virtud de los éxitos relevantes que previamente hayan podido lograr. Desaparecerán tales recargos ganando la prueba mayor pureza a partir de la edición de 1983, que coincide con serla primera en que a su nombre de referencia antepone el de SAR Príncipe de Asturias, que mantendrá hasta 1996; también en el lustro 1988-82 irá anexado CAMPSA al nombre como patrocinador de la prueba. En los 4 primeros años tras la reinauguración de 2005 la prueba será objeto de patrocinio, pasando a compartir nombre con el de Caja Madrid o Alfa Romeo; aunque en esta faceta existía el antecedente entre 1962 a 1968 de la firma de automoción Barreiros dándose la circunstancia de que esa firma había constituido una cuadra de carreras que precisamente había ganado con ANGLO el Gran Criterium del año 61 y cuando ya lo esponsoriza en 1962, la vuelve a ganar seguidamente con TACORA.
Respecto a su valoración de nivel como carrera, siguirá la tendencia que con el sistema implantado para las carreras internacionales se dio a conocer, a modo de baremo de méritos, con la catalogación de los Pattern-Races para las principales pruebas mundiales. Así el Gran Criterium entra en 1975 en el conjunto que en España inicialmente fue denominó como Carrera Principal, para permanecer así tipificada hasta 1977. Refinada la nomenclatura en 1978 pasó a tener rango de Grupo II, ascendiendo en 1985 a Grupo I para volver a la categoría anterior cuatro años después y, finalmente, en 1996, ver reducida la dotación y su status a Gr3. Un criterio muy restrictivo aplicado desde las instancias internacionales para las carreras españolas coincidente con el «parón», provocará la pérdida prácticamente total de su reconocimiento en libro donde quedan recogidas las principales carreras del mundo, limitándonoslas a sólo tres consideradas de Listed. El resto de las españolas más importantes, entre las que por derecho y condiciones se encuadra el Gran Criterium, pasarán desde 2005 a quedar encuadras hasta hoy dentro del nivel «A» con el breve lapso del año 2006, donde por recorte en la dotación descendería al «B» recuperando el «A» al año siguiente.
La propia característica de esta prueba cerrada a los 2 años impide a sus ganadores el hacerlo en más de una edición y sobresalir en ese sentido respecto al resto por los resultados en la propia carrera se hace imposible. Entre las posibles alternativas existentes pueden destacarse a los ejemplares que paulatinamente fueron empleando menor tiempo en realizar el recorrido. Sin considerar a este efecto las cuatro primeras ediciones en La Castellana celebradas a lo largo de 12 años, por la forma dispersa en el tiempo en que se celebraron. Durante el período de 1943 al 53 el recorrido ya en La Zarzuela, quedó establecido en 1.400 y sobre él destaca el tiempo de AYETE de 1.27:60, conseguido ante un único rival al que ganó por lejos y 2 años después, en el 47, los 1.26:20 que deja marcados CALPE en esa distancia en la que la prueba no volvió a disputarse posteriormente. Una vez implantados los 1.600 el primer mejor tiempo destacable es el realizado en 1.42:80 por GRAN TARAJAL en 1958, que permanece como la más rápida sólo durante 3 años, hasta que ANGLO se lo rebaja en 60 centésimas. Aquí sí tendría que transcurrir un período más prolongado hasta que 10 años después SCANDALO lo reduce justo en 1 segundo; encareciéndolo hasta el punto que ahora serán 12 lo que se tarde en mejorarlo; lográndoloRAIPONCE con los 1.40:80 empleados. En una demostración ya temprana de sus facultades, sería ROBERTIYA quien en 1989 bajase del minuto y cuarenta, completando la milla en 1.39:00 y ahí viene permaneciendo durante los últimos 47 años o tras 39 ediciones después sin que haya surgido otro dos años que lo haya mejorado hasta la fecha. A este respecto merece reseñarse que los 1.36:84 de AIR VAINQEUR en 1993 fueron obtenidos sobre los 1.500 metros en que excepcionalmente ese año la prueba se corrió. Tras la hazaña de la Alborada ROBERTIYA (a la que a una cabeza quedó el representante de la Marquesa de Sta. Cruz de Paniagua, Bass), quien más se ha aproximado a su crono ha sido WHAT A CAPER que en 2016 empleó 1.37:22. Todos los tiempos citados se consiguieron sobre terreno bueno. Los que no lo disfrutaron en su edición, quedaron por esa ambiental circunstancia imposibilitados para realizar un cronometraje destacado. Entre quienes en condiciones desfavorables como el terreno algo pesado realizaron buenos tiempos destacó la yegua de Urdiñ-Oriya, GRIBÚ, que en 1967 empleó 1.43:20.
No obstante sobre todos los ganadores del Gran Criterium destaca su vencedor en el 1973, CHACAL,que además de ganar él esta carrera, en su papel posterior como reproductor se distinguió produciendo a FEELING y LEYLA, que a su vez serían como so progenitor, ganadores en esta relevante carrera los años 80 y 81.
Otro parámetro destacable a considerar es la ventaja que el ganador obtuvo sobre el segundo clasificado. Aquí igualados todos por el indefinido margen de Lejos tenemos con indicación entre paréntesis del número de participantes que corrieron en esa edición a: AYETE (2), CAPELAN (5), MASPALOMAS (8) y en diferencias que podrían ser equiparables estarían los 6 cuerpos de ventaja con los que alcanzó la meta RACA (6) y la gran TERESA (8), que puso entre ella y Chikawa 6 ½ cuerpos sobre un terreno pesado que también tuvo que superar MASPALOMAS en su edición.
Sí pudieron en cambio acumular ediciones ganadas los responsables de llevar al triunfo a los 74ganadores que hasta la fecha ha tenido esta carrera. Entre los jinetes con un número que difícilmente habrá podido alcanzarse en ninguna otra carrera está el impresionante total de 15 entre los 28 que van del primero logrado por Claudio Carudel con GRAN TARAJAL en 1958, al último logrado sobre TERESA en 1986. Hasta en tres ocasiones logróeste gran jinete enlazar ganándolo en tres ediciones seguidas, y se quedó a un cuello de hacerlo hastasiete veces consecutivas cuando JABIBA superó a Pentágona por esa reducida diferencia 1972. El propietario con el número máximo de triunfos lo alcanzó con 6 la cuadra ROSALES que arrancando con el de NIKIÑAKA en el 75, concluye 11 años después con el definitivo de TERESA. Villapadiernaobtendría 4, superando los 3 de Beamonte, Goyaz y Alborada, que los obtiene en tres ediciones consecutivas, a los que actualmente se acerca con 2 la Yeguada Rocío.
El más apurado en cuanto a diferencia dentro de este capítulo de máximo número triunfos alcanzados es el de preparadores, donde se dio un doble empate en el número más alto alcanzado que con 5 primero estableció Francisco Cadenas que aperturaen 1932 con AMOSANDA y culmina con ANSWER ME en 1954 perdiendo de lograr otros que el cierre de La Castellana probablemente le hurtó de obtener. Posteriormente Fulgencio de Diego alcanzaría estemismo número de victorias que abre con CHACAL y cierra con LEYLA en el corto período de 9 años. A un vencedor por debajo de los anteriores quedaron los preparadores, Federico García, Jesús Méndez, Luis Maroto y con ellos Mauri Delcher Sánchez yGuillermo Arizcorreta con claras opciones de unirse rápidamente a los dos primeros o incluso superarles en el futuro desde los 3 que actualmente contabilizan. Hasta tres ediciones consecutivas lograron Luis Maroto y Enrique Bedouret
Un apartado especialmente significativo lo representan los criadores pues en sus manos quedan, en última instancia, la responsabilidad de poder superar a los importados con caballos nacidos en la península y que en el fondo es la asignatura en la que se busca destacar. En justa correspondencia a su histórico papel en ese relevante desempeño lo materializan las 9 veces en que la Yeguada Militar conquistó tan destacada carrera con productos salidos de los prados de Lore-Toki. la vez primera con FUEN-BLANCA en 1944 y en continuada cadena de éxitos tendrá continuidad 30 años después con el triunfo de NAUTILUS en el 74. La dimensión de su papel la traduce la diferencia obtenida sobre los siguientes criadores, que con 5 representantes suma en la faceta criadora la cuadra Rosales. Villapadierna consiguió ganar con ejemplares nacionales consecutivamente entre los años 69 a 72 gracias a PRIMA DONNA, SCANDALO y JABIBA, sólo entre medias con la cuña de la importada GEISHA (IRE) en 1970. Estos y algunos otros datos curiosos hemos podido obtener gracias a las consultas realizadas en la Biblioteca Miguel Ángel Ribera que podremos ampliar en futura ocasión.
El gran Premio NACIONAL actual está considerada con pleno merecimiento la carrera más antigua de cuantas se corren o se han corrido en España. Ello en razón a que su primera edición se celebró el 12 de mayo de 1881, tres años después de ser inaugurado el hipódromo de La Castellana. Sin embargo, esta continuidad le viene reconocida por las muy especiales y mantenidas condiciones de la carrera, más que porque desde sus inicios su nombre haya venido siendo siempre el mismo; ya que esa carrera originalmente nació llamándose Gran Premio de Madrid. Otorgar tan rotundo nombre a una prueba que por sus condiciones estaba reservada a caballos nacionales, era en sí un símbolo claramente revelador de que lo que lo que se quería premiar, por y sobre todas las cosas, era la cría nacional. Se trataba, como por el nombre adoptado pocas dudas podían caber, de la que se pretendía que fuese la carrera más importante de nuestro calendario y con ese propósito repartía un sustancioso premio para aquel momento, pues su dotación ascendía en ese primer año a la respetable suma de 40.000 reales de vellón.
Las condiciones establecidas eran al principio las de una carrera programada para machos y hembras nacionales que debían soportar un peso que por estar oficialmente fijado en 120 y 117 libras inglesas, podía trasladar la impresión de resultar aplastante pero que se correspondía con 54,5 y 53 kilos. No se contemplaban recargos ni descargos en razón a las ganancias alcanzadas. Curiosamente en aquella primera edición se admitieron ejemplares importados por razones que ahora, 137 años después, no resulta fácil descubrir. Este Nacional que estuvo también inicialmente abierto a caballos cruzados, se disputaba sobre 2.500 metros y estuvo programado, hasta la edición de 2019, en la primera quincena del mes de mayo. Sin embargo en 1919 vería cambiar su nombre inicial, que no sus condiciones, para ser sustituido por el que definiría más plenamente el espíritu de su objetivo: GRAN PREMIO NACIONAL. Pero lo cierto es que 37 años después este cambio que le representa acentuar todavía más para su ganador el trono jerárquico entre los Nacionales de su generación; por otro lado le resta el estatus que sin duda le representaba la resonancia asociada de haber vencido en todo un Gran Premio que era el de la capital de España. Qué razones pudieron inducir a este cambio. Probablemente la baja participación que estaba teniendo la carrera para lo que se pretendía que fuera ese Gran Premio pues no era mucha la cantidad de nacimientos producidos anualmente lo que derivaba en campos muy reducidos de participantes que no encajaban con el nivel y ringorrango como el que debía presumirse la convocatoria de una prueba con las aspiraciones de máxima celebración dentro del marco escénico capitalino.
Esa primera edición fue ganada la yegua SIRENA, de José Pedro Aladro a manos de un jinete apellidado Taylor, sin que en aquellas fechas se dejara constancia del tiempo empleado, ni tampoco de su entrenador responsable, información que no sería ampliada hasta 1884 y 1917, respectivamente. Así los entrenadores tendrían que aguardar hasta ese año para que viera reconocida y constatada su importante función. En 1916 con ocasión de la temporada que marca la incorporación de Alfonso XIII al mundo del hipódromo, la carrera añadía a su nombre habitual de Gran Premio de Madrid, el de Premio de S. M. el Rey, cambio que no tendrá continuidad en los años inmediatamente siguientes. Hasta 1926 la Guía de Carreras en su apartado de historiales de los Grandes Premios, recoge exclusivamente el del Nacional y posteriormente lo seguirá manteniendo con especial realce tipográfico respecto al resto de grandes premios destacados que van engrosando la relación.
El NACIONAL, UNA CARRERA SINGULAR
Desde su creación, esta carrera tuvo una característica más allá de otorgar como ninguna otra el rango de campeón de su generación al ejemplar que lograba vencer en ella. Aunque restringido a nacionales, fue lo más parecido a un Derby que tuvimos hasta que en 1952 entró en el calendario el premio Villapadierna.
Aunque el rasgo que más la definió ya desde aquel 1881 era que para poder correrla, era necesario que al cerrar el año en que sus todavía presuntas madres hubieran sido cubiertas, mediase inscripción por parte del propietario de la madre en cuestión, a la vez que futuro criador del producto por nacer, declarando a esas madres oficialmente como llenas, identificando al semental que, utilizando terminología de la época, las había servido. Este paso representaba una inscripción que al año siguiente tras producido el nacimiento, debía complementarse identificando el sexo del producto y su correspondiente nombre y en años sucesivos, caso de no malograrse el producto, ir confirmando la voluntad de que corriesen hasta que a los tres llegase el año de celebración de su edición.
Estas extensas relaciones de inscritos permitieron conocer con precisión entonces y siguieron dando meridiano testimonio durante mucho tiempo después, sobre cuál fue el proceso de crecimiento de nuestra cabaña nacional y gracias a ellas fue posible rescatar este información a partir de 1916.
Considerando el ya dilatado tiempo transcurrido desde la implantación de las carreras en España y la dificultad que siempre ha representado respecto a las de otros muy determinados países, el que gozaran de una mayor popularidad por parte de la población en general, la interpretación es achacable a una mirada de tinte social cargada de prejuicios por la que no se acertó, o no se quiso ver, lo provechosas que las carreras podían llegar a ser como industria en carreras. Si entramos en el aspecto de cómo se valoraron las motivaciones de los pioneros que las respaldaron, raramente se les reconoció la contribución patriótica que podía alentarles. Desde luego en nada pecuniariamente provechosas para sus personales haciendas.
Si se quiere reparar en este aspecto del significante mecenazgo que estaban procurando aquellos propietarios, porque giraba en torno a la mejora del caballo nacional como prioridad primera, del que resulta perfecto y revelador testimonio los planteamientos que llevaron en sus inicios a la instauración de esta carrera.
Desde que se publicó hace cuatros años el libro sobre el Hipódromo de la Castellana, para el que aporté textos e imágenes, he continuado coleccionando ilustraciones y escritos de aquella época y muy recientemente me he topado con éste que me ha parecido especialmente clarificador de la exigencia de índole moral, patriótica y que incluso raya en lo que hoy llamaríamos presión mediática a la que estaban sometidos quienes teniendo posibles económicos, les era demandada públicamente una mayor implicación en el desarrollo de la cría, ejemplo de ello son las tajantes formas en que dejaba constancia este escrito publicado en la revista Blanco y Negro:
Terminada la temporada de carreras en el hipódromo de la Castellana (de 1925), el primer comentario que nos sugiere es el referente a la ausencia de nuevos propietarios, habiendo muchos que no sólo pueden serlo, sino que casi están obligados a ello. Y no son dos ni tres, sino un número crecido quienes con sus colores vendrían a dar mayor animación a nuestro Hipódromo, y, sobre todo, aportarían elementos para el mejor y mayor desarrollo de la cría nacional, tan necesitada de la ayuda de todo buen aficionado y del que, sin serlo, a ello le obliga su posición, su nombre, los triunfos alcanzados por sus colores en otros tiempos y el ejemplo de los demás, a la cabeza de los cuales está nuestro Soberano, entusiasta de todo cuanto represente una fuente de riqueza y adelanto para España, no repara en sacrificios con tal de llegar a lograr el fin encomendado al Fomento de la Cría Caballar»
Los argumentos de la arenga representaban un auténtico rapapolvo para quienes permaneciendo al margen del hipódromo y sus carreras, daban casi a entender que estaban incurriendo en flagrante falta de patriotismo.
RESPECTO AL MATERIAL QUE SE VA A COMENTAR Y VER
Al ser el objeto de este comentario una carrera que tiene en su historial 125 ediciones celebradas es prohibitivo entrar a mayor detalle que el expresado en el cuadro histórico que se ha preparado para la ocasión.
Una prueba que desde su primera edición ha visto transcurrir más de 125 años, por elemental justicia con sus protagonistas requiere de un mínimo análisis que repase la nómina de sus más recurrentes ganadores; aunque sólo lo sea en síntesis, es adecuado citar a quienes ostentan los récord en las diversas opciones protagonistas que están contempladas en las carreras: el propietario que más veces la conquistó fue en el sentido estricto la Yeguada Figueroa y su persona responsable doña Marta Figueroa, que en 1960 recogía gracias a los méritos exhibidos por su caballo CAPORAL, el séptimo trofeo y último trofeo que alcanzaría en el Nacional. Más si considerásemos los 2 obtenidos por Antonio Blasco, más los 6 logrados por Rosales…; Carudel llevaría a sus monturas a traspasar hasta 10 veces la puerta de ganadores, la última con EL ALCÁZAR en 1984; en el capítulo importantísimo de criadores por todo lo connotado sobre esta carrera, iniciando con la compartida con Francisco Cadenas de AMOSANDA en 1933, hasta 9 consiguió la Vizcondesa de Irueste que bajo ese título coincidía en ser la persona de Marta Figueroa, lo que agiganta todavía más sus triunfos como propietaria con aquella misma chaquetilla azul que luciese su padre, el turfísticamente nunca suficientemente recordado marqués de Villamejor, que como propietario alcanzó 8 entre 1889 y 1916 y que antes había precedido a su hija criando un número imposible de determinar por no ser especificado tal dato en aquella época. La Yeguada Militar alcanzaría hasta las 8 victorias logradas por ejemplares criados en sus instalaciones de Lore-Toki iniciadas en 1955 con PINKY y culminadas 50 años después con MASBELL en 1995. En el capítulo de preparadores se produce un triple empate entre los que en más ediciones alcanzaron a poner a su caballo en condiciones de ganar esta carrera pues hasta en 5 veces lo hicieron George Flatman, G. Higson y Fulgencio de Diego. En la actualidad Guillermo Aritkorreta que contabiliza 3, tiene relativamente al acecho esa cifra.
La historia de esta carrera da para escribir al menos un libro y no sería aconsejable ocupar aquí tal espacio. Considerando que buena parte de las referencia obtenidas para realizar este resumen del Nacional están facilitadas gracias a los fondos bibliográficos reunidos en la Biblioteca Miguel Ángel Ribera. Editor entre 1974 y 1985 de la revista Pura Sangre y persona que reunió esta biblioteca junto con las fotos publicadas en la misma que también conservó, a modo de homenaje a la cabecera de su revista se opta por comentar las ediciones coincidentes en el tiempo con una primera etapa de ese concreto período situada en los años 1974 al 81.
Aunque antes de ofrecerlo se interpreta como justo introducir la reseña de lo que esta prueba y los caballos nacionales que la ganaron significaron como proyección hacia la otra cúspide de nuestras carreras clásicas que queda reflejado el hecho de que en las 61 ediciones posibles del Villapadierna-Derby que se empezaron a disputar desde 1952, los machos ganaron 16 mientras que las hembras lo hicieron 2 veces en el Beamonte-Oaks. Ahora con el cambio de fecha esos efectos proyectivos podrán ver invertida su dirección que se hará sólo posible si el ganador del Villapadierna tuviese la condición de nacional y siempre que resultase un objetivo deseable para sus responsables, que también podrían tener el otro cercano del Villamejor y para el que el Nacional podría servir de plataforma para disputar sus 2.800 tres semanas después.
Los 18 nombres para la memoria que doblaron Nacional con Beamonte o Villapadierna han sido: AYUCO, SULTÁN EL YAGO, TRACIA (h), CAPORAL, FENICIO, II DAMASCO, EUREKA (h), MASPALOMAS, ROCHETTO, MANET, PRINCIPE DUERO, TUCUMÁN, NUMBER ONE, AKELARRE, TOBA, CULLINAN, BATÚ, PLANTAGENET y ARKAITZ.
1974 EL GAUCHO
Curiosamente los expertos confiaban en que a pesar de los 800 metros más que en el Nacional hay que recorrer respecto al Cimera, la carrera tuviera un mismo resultado; aunque no exactamente pues si bien había sido EL GAUCHO el que se había impuesto sobre EL ESCORIAL, ahora el favoritismo caía por estrecho margen en favor del batido entonces. Se valoraba como razón exculpatoria que El Escorial a diferencia de su rival, había llegado sin una carrera previa en el año. Pero lo que debía gravitar quizá de manera inconsciente era su condición de hijo de Rochebrune, justo cuando su hermano mayor Rochetto estaba apabullando a todos sus adversarios.
Ambos con esa misma carrera como referencia más reciente y por consiguiente, sin test previo alguno realizado antes sobre la distancia deberían así dirimir sus diferencias generacionales, al menos en lo relativo al cetro de los nacionales. La carrera la completaban en un teórico papel de meros comparsas otros 10 participantes.
A ritmo cómodo se cubre el recorrido con los dos rivales vigilándose en el centro del pelotón, para ir ganando posiciones en la curva, de la que EL GAUCHO sale muy impetuoso con EL ESCORIAL muy próximo, pero mientras que el primero conducido por José Antonio Borrego mantiene los bríos de su acción, su adversario no progresa y el último tercio de la recta se le atasca definitivamente, hasta el punto de terminar sexto. De finales progresan Agresiva, traída por Carudel y sobre todo L’Emigrant, que pese a marcar un bandazo sin el que hubiera podido poner emoción al resultado, termina a un cuerpo de EL GAUCHO que se impone cómodo con la monta de Borrego y el medio kilo suplementario que éste marcó en la báscula.
Margarita Zimmerman de Jonescu era la feliz receptora del trofeo, que a su condición de propietaria añadía el mérito de ser criadora del ganador Éxito en el que con todo merecimiento participaba el Preparador Juan Vicente Chavarrías, que siempre había manifestado total confianza en el caballoP
1975 TINTO DE TORO
Dentro del propósito abordado internacionalmente por ofrecer una catalogación de la importancia que tienen las diferentes carreras en el mundo, nuestro calendario se sumaba a esta iniciativa introduciendo en nuestra nomenclatura C.P. abreviatura de Carrera de Principal, que distinguía a varias de nuestras carreras, entre ellas este Nacional que si en esta edición del Nacional hubiera tenido que ceñirse conforme al guion propuesto por los especialistas en la materia, que desde sus tribunas en casi la totalidad de los medios gráficos y radiofónicos (¡qué tiempos aquellos!) emitían un pronóstico y por lo general tenían un espacio que sus respectivos medios se habilitada para que pudieran difundirlo, los papeles destinados al protagonista principal y al secundario ya estaban indefectiblemente concedidos: ganador Dual Sea, segundo Amorosso; el resto, meros figurantes.
Tal es la fuerza que tiene el argumento, con un Dual Sea ganador de sus dos carreras en el año y de Amorosso escoltándole a dos cuerpos y el resto, de los algunos se les vuelven a enfrentar aquí, perdidos en lontananza. Que todos, una vez dada la salida van asumiendo sus respectivos papeles. Aunque mejor decir todos, menos uno. El rosales Dual Sea sólo pendiente de Amorosso, sabedor Carudel de que si se mantiene cerca de Amorosso, le bastará para batirle de finales; Román sobre Amorosso pensando lo mismo, tiene que buscar despegar a su rival en algún momento y elige todo el tramo de curva última para realizarlo y parece que logra su objetivo porque internados ya en la recta el Villapadierna aparenta tener dominado a su rival. Tan previsible plan ofrecía pistas sobre cómo poder desbaratarlo. Pero, claro, hacían falta muchas facultades para ponerlo en práctica.
TINTO DE TORO, ganador del Veil Picard, una carrera para dos años bien orientada para quienes puedan estar pensando correr Nacional o Derby, había fracasado en el Cimera y eso le pone fuera de foco en este Nacional. Encomendado a su jinete habitual, Ceferino Carrasco, se acomoda a cola de pelotón y ahí viaja hasta la recta final donde desencadena un remate furibundo que le hace enjugar la considerable ventaja que le sacanban. En su progreso va pasando rivales hasta llegar a la altura de Dual Sea y finalmente a la de Amorosso, al que sobrepasará en meta por un cuerpo.
El ganador es un hijo de Quy, destacado esprínter de Rosales, pero cuando la cuadra VIMAR lo compró a Torreduero también lo adquiría incluyendo la genealogía de su lado materno y por ahí su madre Tuya, era medio hermana de un ganador del Nacional y su abuela Aya aportaba la fantástica cifra de 5 hijos ganadores en el historial de esta carrera. Por tanto se entiende el júbilo del matrimonio Martínez al salir a recibir a su caballo a la entrada de ganadores y después, a Caridad Meyer recogiendo el trofeo del que José Barderas, su preparador, tuvo una importante y activa parte.
España había quedado constituida como monarquía a finales de 1975 y por este hecho y el enorme vínculo que la corona había tenido con las carreras españolas encarnada en la persona del Duque de Toledo, el premio Nacional pasa a denominarse también Copa del Rey. Contando en esa edición con la presencia del Rey Juan Carlos, la reina doña Sofía, el entonces príncipe Felipe y de la infanta Elena. Tales acontecimientos atrajeron en esa jornada una gran asistencia de público aficionado.
1977 MONET
En lo deportivo se percibe tensión en la pista pues a la importancia del premio de 500.000 pesetas incrementada con el 40% de las inscripciones que supera la anterior cifra, viene a sumarse la recepción de la copa de oro que recibirán de manos del monarca. El favoritismo se inclina levemente hacía MANET que viene de ganar el Cimera superando a Kingdoa por un cuerpo. La carrera la conduce Pimm’s y a sus alcances la Rosales Rather, la única hembra de entre los 14 participantes. A la recta llegan con posibilidades MANET, OPTIMIST BOY y KINGDOA. El fantástico jinete Pat Eddery que como ya lo hiciera en su reciente victoria en el Cimera viene nuevamente a montar MANET para la cuadra Pascualete, se ve dominador por el centro de la pista, no obstante para ahorrarse sustos, observando que Kingdoa parece traer más gas que Optimist Boy y que ambos vienen por el interior, el jinete irlandés que mantiene un margen de separación suficiente, opta por ir venciéndose paulatinamente en diagonal hacia ese lado cerrando la puerta a Kingdoa, sobre el que Carudel ve como se le cierra el camino y en el intento de progresar molesta al de la cuadra Vimar, que pierde con ello la tercera plaza en beneficio de Pachavito. Confirmando el leve favoritismo con el que partía, el triunfo es para MANET que supera por 2 cuerpos a Kingdoa, la misma distancia que separa a éste del tercero y que impide que puede reeditar para Rosales la victoria lograda en la anterior edición ganada por Clamor.
Tras el retorno de los protagonistas al paddock de ganadores, se anuncia las reclamaciones interpuestas por los responsables de Kingdoa contra Manet y la de los de Optimist Boy que ha terminado finalmente quinto, contra Kingdoa. Ambas quedarán desestimadas y de esta manera el Conde de Romanones termina recibiendo de manos del Rey el trofeo que probablemente sea el que con más satisfacción recibió en su carrera el propietario de la cuadra Pascualete.
1978 PRINCIPE DUERO
Con la ilusión que siempre ha despertado esta carrera por la capacidad que tiene de erigir sobre el pedestal en que imaginariamente se tiende a colocar a quienes convocados debidamente en tiempo y forma, demuestran que en igualdad de condiciones han sido los mejores. Este año la catalogación para la carrera como Carrera Principal que tenía asignada desde 1975 ascenderá hasta Grupo I.
El máximo favorito en esta edición no provenía de ninguna de esas cuadras que desde comienzos de temporada albergan en sus boxes un número apreciable de potenciales aspirantes, entre los que sus representantes finalmente escogen el que mayor calidad parece demostrar en esos importantes momentos.
En este caso un caballo de una cuadra fuera de ese perfil destacaba en los pronósticos para inscribir su nombre en la carrera: PRÍNCIPE DUERO era el caballo y la cuadra Corellana era su propietaria. Sus credenciales más recientes eran dos cómodas victorias, ambas sobre la distancia y con muy resolutiva forma; su adversario, siempre hablando en un plano teórico, pues entre ambos acaparaban todos los pronósticos, era el Rosales Charlestón que aportaba el significativo aval que siempre ha representado venir de ganar el Nouvel An; aunque la cuadra perdía para esta ocasión por inoportuna lesión a Barilone, el reciente ganador del clásico Cimera.
La carrera se plantea a la expectativa por parte de los favoritos en posiciones intermedias de un pelotón que cuenta con 12 unidades entre las que no participa ninguna hembra. Antes de la curva es Romanche, de José Luis Agulló, el que pasa a dirigir la carrera y ahí sigue hasta que al poco de volcar en la recta, PRINCIPE DUERO marca una aceleración que le lleva a superar a todos con enorme facilidad. Una vez equilibrado vuelve a progresar y marca otro despegue de sus rivales, que acentúa solo con la exigencia a brazos de su jockey, Cristóbal Medina, que ya a falta de 200 metros administra la ventaja y se limita a conservar energías paramientos del uso de la fusta y donde la mejor respuesta la ofrece el portador de la banda de Rosales que lleva Paulino García sobre Coloso y que en un fulgurante rush final termina a 2 cuerpos y medio del vencedor. Lejos de éste entra tercero Charleston, la monta preferida por Claudio Carudel para esta carrera.
Como el año anterior esta edición cuenta con las presencia de los Reyes de España, acompañados por el Príncipe de Asturias. Conchita Molins recibe el trofeo departiendo distendidamente con los monarcas tras el protolario acto de la entrega. La compra de ese caballo la hicieron tan solo a los 15 días de su nacimiento adquiriéndolo a su criador, Javier Navarro Reverter. Con la victoria su preparador, Francisco Galdeano, se resarcía de un incómodo episodio que se había producido con el caballo cuando tenía dos años.
1979 TUCUMAN
La edición de este año que con premios y primas reparte 3 millones y medio de pesetas, no ofrece ni el más mínimo resquicio a la duda, la doble representación de Rosales TUCUMAN-Sacara no debe permitir que ningún infiltrado les impida formar la gemela. Entre ellos la hegemonía es también absoluta en favor del macho, probablemente porque Claudio lo ha elegido para montar en detrimento de la hembra.
Aunque lo cierto es que, si bien ambos han sido los ganadores de sus respectivas Poules, TUCUMÁN viene de inclinarse ante AVALANCHA en el Satrústegui y las dudas de que pueda con la distancia son en su caso mayores.
El ritmo de la carrera es rápido en esta ocasión, relevándose los punteros en la conducción, pero volcados a la recta Sacara se destaca mientras TUCUMAN evita lanzarse con prontitud porque eso ocasionaría efecto dominó en el taque por parte de la doble representación Quin y Mory de Asturias, que le van marcando a él. Cuando Carudel entiende que no puede esperar más si quiere ser él quien gane la carrera, ataca con todo y se despega de sus rivales cercanos y alcanza a superar a Sacara, que viendo que se acerca su compañero, Alberto Carrasco no la exige al máximo y en consecuencia TUCUMAN la supera por cuerpo y medio. Detrás a 3 largos entran Quin y Mory. La estrategia ha salido de diez y los pronosticadores de este resultado por la puerta grande.
Ese año Marita Villalonga será la receptora del trofeo que habitualmente recogía su esposo, Antonio Blasco, que había fallecido el verano del año anterior.
1980 NUMBER ONE
Con una dotación progresivamente en ascenso que al premio de 500.000 pesetas para el primero añadía cerca del millón procedente de las inscripciones y con once aspirantes a lograrlo tras la retirada por lesión de la única hembra participante, La Señorita y el favoritismo volcado casi unánimemente sobre el Rosales Number One, firmemente sustentado en que venía de ganar en ese año las tres carreras en que había participado de las que dos eran test sobre la distancia resueltos favorablemente. Así estaba planteada la carrera. La alternativa que podía representar la cuadra Mendoza, donde su jockey Román Martín había elegido subirse a la después retirada La Señorita en perjuicio de Chamartín, que aunque ganador del Cimera, se dudaba sobre su aptitud a la distancia y sobre todo, de una mala cabeza de la que ya había hecho gala.
El ritmo de la carrera lo marca con poca intensidad Blushal con los segundos colores de la cuadra Asturias; hasta el punto es así que Number One que no tenía previsto esa táctica, decide relevarle del mando antes de entrar en la curva y estira al pelotón. Entra con ventaja en la recta y se aproxima al seto. Entre los seguidores aparecen primero Emborrachao y Chanell y después Chamartín por el exterior, que por momentos parece el más amenazante para el favorito, hasta que en pleno progreso marca un bandazo hacia el interior y al poco, otro más estrepitoso hacia el exterior que le lleva casi a rozar el seto perdiendo en esas maniobras la posibilidad de ganar la carrera, con un NUMBER ONE mostrándose inalcanzable para todos y que conducido por Carudel mantiene cuerpo y medio sobre Chanell, medio más sobre Emborrachao y a otro medio queda un Chamartín postergado por sus manías.
Sin embargo este orden queda modificado porque prospera una reclamación de Emborrachao sobre Chanell que cuando ya le había adelantado, prácticamente en meta y pese a que le conduce el experimentado John Reid, se vence hacia la línea del caballo que ya tenía superado.
NUMBER ONE sin necesidad de tener que llevar al límite su esfuerzo, añadía este importante triunfo a su historial que permitía a Marita Villalonga recoger el triunfo que renovaba el del año anterior obtenido por Tucumán y que en esta ocasión le era entregado por el Conde de Romanones.
1981 FEELING
Continúa el crecimiento de la carrera, tanto en dotación como en cantidades procedentes de las inscripciones. También aumenta a 15 el número de aspirantes a ganarla, aunque la mayoría sea por el peso específico de la cuadra o por otras razones, ve en FEELING, el representante de Rosales, al máximo candidato para ganarla, aunque se presente aquí tras perder de 4 cuerpos ante Bariloche, en un Cimera corrido sobre terreno pesado.
La rivalidad natural entre cuadras sitúa con una probabilidad más reducida a los primeros colores de Mendoza que defiende Nocturna y que ya tiene en su haber el triunfo conseguido sobre la distancia de 2100 en el Nouvel An. Como el año anterior el caballo portador de la banda de Asturias, que ese año se denomina cuadra Monteclaro, sitúa a Rodiles en la cabeza imponiendo un paso poco convincente, y como ya ocurriera el año previo a misma táctica, misma respuesta, antes de iniciar la curva, porque no es cuestión de hacerlo ya incorporada a ella regalando los metros extra que se recorrerían por fuera, Claudio Carudel sobrepasa al conductor pero en la maniobra corta a Nocturnal que va próximo, vigilándole y a consecuencia de esa acción el Mendoza que monta Medina con la banda pierde posiciones.
La recta recibe a FEELING aventajando a los primeros colores de Mendoza y Monteclaro: Rockero y Real Decreto pero el Rosales los domina y también les sobrepasan los rematadores Tawil que ha marchado descolgado avanza por el exterior con terreno franco traído por Ceferino, mientras que el citado Nocturnal, que ha podido rehacerse, lo intenta por el interior tratando de sortear el obstáculo de los que le preceden.
Pero FEELING tiene ganada la carrera desde bastantes metros antes y será Tawil que defiende los colores de la cuadra Ibiza, el que logre escoltarle a 2 cuerpos de diferencia y Noctunal, que logra finalmente infiltrarse hasta la tercera plaza, el que llegue 2 cuerpos y medio más atrás.
Tras la carrera el rey Juan Carlos en el palco de socios hacía entrega del trofeo que recogía Marita Villalonga y que mostraba feliz a los muchos aficionados que se habían situado en las inmediaciones del recinto para presenciar y acompañar con su aplauso este acto. El preparador de la cuadra, Fulgencio lograba con éste su quinto triunfo en la prueba, igualando el número máximo de triunfos en esta prueba que antes habían alcanzado primero George Flatman y posteriormente George Higson, quien como jockey se había impuesto en esta carrera en dos ocasiones.
ROMÁN MARTÍN (1941-2017) A la temprana edad de 8 años Román ya manifestaba una marcada vocación por montar a caballo en su natal Los Navalmorales de Pusa (Toledo) y con los años fue creciendo en intensidad hasta fraguarse en la decidida voluntad de algún día llegar a ser jinete.
Con ese propósito en 1954 a los 13 años viene a la escuela de aprendices que dirige Enrique Romera (abuelo) y muy rápidamente absorbe todas las enseñanzas de picadero que allí se imparten. Tras ello pasa a una segunda etapa que contemplará el aprendizaje práctico que comporta una carrera de caballos. Ahí Román pasa a trabajar en la preparación de Francisco Cadenas, al que Román siempre le expresó gratitud y le reconoció como su principal maestro.
Tras dos años de aprendizaje su inicio significará un inmejorable presagio del rumbo que tomará su carrera pues debuta y gana en la primera prueba que participa el 24 de junio de 1956.
Esa presentación la realiza ofreciendo un peso de 28 kilos y recargando el plomo necesario para llegar a los 48 con los que ese día tuvo que montar a Córcega, una yegua de Eduardo Cobián a la que entrenaba Enrique Romera precisamente. Con ella conseguirá ese su primer triunfo de aquel día en el premio Amboage. En una entrevista concedida tras tan exitoso debut sobre su modelo de jinete a imitar señalará, sin duda por la fulgurante trayectoria que está teniendo en esos momentos, el nombre de Antonio Balcones. No montará después más que 3 veces en lo que resta del año. Al siguiente ya pasa a la preparación de Francisco Cadenas y allí coincidirá con Adolfo Barderas, otro aprendiz con cartel de brillante.
Trascurrirán casi 3 años hasta que el 5 de abril de 1959, tras haber sumado 21 en el anterior, consigue las 30 victorias requeridas como necesarias para poder culminar su ascenso y acceder por derecho propio a la categoría de jockey. Será con el caballo Cuartero, del marqués de Zugasti preparado por Cadenas, quienes constituyendo el equipo ganador del premio George Flatman contribuirán a elevar a Román, en un período relativamente corto, a ese peldaño que le situará ya en la plataforma del profesionalismo.
Tras la siempre difícil pérdida del descargo que por general representa ese ascenso, dos años después de acumular en ellos 9 y 7 victorias, las 21 que logra en 1961 le representan un despegue al que contribuye el propietario Ramón Beamonte, que ha comenzado a confiarle sus caballos. De aquí vendrá el salto más significativo de su carrera cuando este propietario confía a sus manos los mejores ejemplares de su cuadra y con Aturuxo gana el Cimera, su primer gran premio importante para, seguidamente y con el mismo caballo obtener el Nacional y de inmediato vencer en el Corpa con Angkor; en el C.G. Franco con Águila Corredora y poco después con Nertal conquistar el Gran Premio de Madrid, en ese momento la prueba magna de nuestro calendario. Cinco triunfos de primerísimo orden y 45 victorias al término del año que le representarán escalar hasta la segunda posición de la estadística anual que lidera Claude Carudel en la que era su tercera temporada montando en España. El toledano no se bajará ya de esa posición hasta el momento final su carrera como jinete. Fluctuará el número de Grandes Premios obtenidos en las diferentes temporadas, en donde ésta del 62 quedará entre las más exitosas suyas, también marcada por el logro de ganar su primera estadística como jockey, pero su moral nunca decaerá, como quedara patente por el siempre alto número de victorias logradas en el transcurso de todas y cada una de ellas.
Confirmará en el siguiente año 63 el estatus alcanzado en el anterior, elevando a 50 su cuenta de triunfos para esa campaña y volviendo a ganar el Nacional, ahora con Akbar y repetir con Nertal principalmente en el G.P. de Madrid y también en el C.G. Franco. Los tres años siguientes no serán los más fecundos en cuanto la acumulación de nuevas grandes carreras; pero su moral nunca decaerá, lo que dejará demostrado por el alto número de victorias a lo largo de cada una de ellas. En todo caso logra inscribir por vez primera su nombre en el historial del Gran Criterium (Ricky-64) y sumar otro Corpa con Bud en el 65 y compensar el año en blanco de grandes triunfos en el 66 con la elevación del listón de sus victorias situándolo en las 53 con las que consigue aventajar cómodamente a Carudel, durante tantas temporadas su encarnizado rival en la pista.
En el 67 repite un segundo Gran Criterium con la potranca Gribú defendiendo los colores de Urdiñ-Oriyá en una hermandad victoriosa para sus protagonistas que con ella se repetirá hasta un total de 8 ocasiones más. Otra hembra, Ferial, le representará su primera victoria en el Villamejor. El siguiente 68, Adar II le proporciona el segundo trofeo en el Cimera y meses después su primero en el Gran Premio de San Sebastián, en un año en el que pone su casillero personal en los 64 triunfos. En estos dos años incrementará hasta tres sus entorchados como líder de la estadística de jockeys.
Tres caballos de Beamonte ampliará la nómina de grandes éxitos conquistados en el 69. Su monta a Wilti le proporcionará su tercer Nacional. El mismo número de Grandes Premios de Madrid que alcanza con Aray y con el que después viene a un segundo Villamejor.
El año 70 consigue vencer por primera vez en el Gran Premio que lleva el nombre de su cuadra talismán: Beamonte. Primera vez que de seguido también vendrá a coincidir con la lograda en la otra clásica por excelencia, el Villapadierna-Derby. En el Beamonteí será conduciendo a la de Yeguada Militar Ithaca, con la que obtenga tal logro, en tanto que con Hypocrate, el defensor de la cuadra Fierro, disfrutará el momento de levantar el trofeo donado por el Conde. Como añadido las 42 veces en que alcanza primero el poste de llegada le compensarán con una cuarta estadística de jockeys.
Un gran año le reportará el siguiente 71, principalmente ligado a los éxitos con Terborch. El caballo de Arnús le hará engrosar sus triunfos en Memorial (3º) y Villamejor (3º) y sobre todo, abrirá por primera vez su historial en una prueba que andando el tiempo será de imborrable recuerdo para Román: la Copa de Oro. Su cuarto Nacional lo sumará con Franjezco pupilo de cuadra Cadenillas y un segundo Beamonte llegará a manos de Jazmín IV. Las 52 victorias de la campaña le reportarán sumar otra estadística más, la sexta.
Nuevo Gran Criterium (3º) que tiene como particularidad el ser el primer triunfo que obtiene con la chaquetilla de Villapadierna y es materializado por la potra JABIBA. Con Wilti añade en este 1972 una edición más a las dos acumuladas anteriormente del C.G. Franco. Con otra yegua, en este caso la 3 años La Luz, de cuadra Audele que entrena Enrique Romera, el hijo de su primer instructor en el oficio, logrará completar la única de las 13 grandes pruebas del calendario español que todavía le faltaba por incorporar a su historial. Esta carrera que hasta ese momento le estaba resultando tan esquiva de lograr era el Valderas.
En el año siguiente otra cima de máximos será la que supere al situar en 69 la cifra más alta de su personal casillero en cuanto a victorias acumuladas en un año se refiere. Tan crecida cantidad le reportará conseguir por sexta vez tan preciado galardón anual. Curiosamente no entrarán en tan abultado número nada más que una de las pruebas estrella, pero por ser precisamente ésa la Copa de Oro (2ª) que gana con Boccherini, de Pascualete, tuvo que añadirle unos efectos compensatorios bastantes.
Las vitrinas de Román no crecerán en cuanto a trofeos importantes en el trascurso de los años 1974 y 75 pero tampoco dejará de incrementarse con los correspondientes a las 59 y 52 victorias alcanzadas que le supondrán añadir un nuevo galardón honorífico a los 6 que ya tenía acumulados.
Román tiene 35 años al iniciarse 1976 y si en las grandes citas de los dos años previos no logró los laureles acostumbrados. Una edad ideal y sus consustanciales ansias por ganar siempre le pondrán nuevamente en el candelero de los sonados éxitos; de tal modo que será en ese año 76 cuando superando lo logrado en temporadas anteriores conquiste 6 de las 13 carreras de más alto nivel. Con Lauda, el potro de Pascualete, obtiene otro Gran Criterium (4º); Bruna, de Ibiza, incrementa su cuenta a dos Valderas y con Sulim rememora éxitos pasados vistiendo la chaquetilla de Beamonte y anota su tercer Cimera y con Takir portando esos mismos colores elevará a 4 los obtenidos en el C.G. Franco. La irrupción de un irrepetible caballo en el panorama de nuestro hipódromo al que sus responsables, el Conde de Villapadierna y su preparador Jesús Méndez deciden encomendar al toledano le representará igualar los dos Grandes Premios los conseguidos en una temporada con un mismo caballo. Acontecimiento que materializará con las sedas verdiamarillas de Rheffíssimo en la Copa de Oro, allí donde superando a Red Regent el triunfo de Román tomó tientes de gesta esculpida para en memoria de los aficionados constituyendo un imborrable recuerdo. Por si fuera poco el binomio culminaría también con éxito el Memorial (4º). Sus victorias ascenderán a 63.
La temporada siguiente del 77 marcará el comienzo de otra etapa en la vida de nuestro protagonista ligada a los caballos de la cuadra Mendoza, que durante los primeros años preparara Ángel Penna y donde ese año vuelve a renovar con la yegua Favallu su reciente triunfo en la Copa de Oro (4º) ý aún añade con El Señor, del mismo propietario, otro Villamejor (4º) Completará el año totalizando 68 primeros puestos.
Abre la campaña del 78 con Revirado imponiéndose en el C.G. Franco (5º) y después, en una cadena ininterrumpida de constantes éxitos protagonizados por El Señor en manos de Román, van triunfando en todo lo que corren: Corpa (3º), Gran Premio de Madrid (4º), Copa de Oro (5ª) en ésta por tercera vez ininterrumpida, completarán la impresionante serie con el Memorial (5º) que proporcionan al tándem de caballo y jinete el más alto número nunca alcanzado antes de 4 triunfos al máximo nivel acumulados en un sólo año por nuestro soberbio jockey que serán 5 en el año sumando el de Revirado. Sus carreras ganadas superando nuevamente la barrera de las sesenta por tercer año consecutivo ascenderán a las 63.
Al año siguiente Román mantendrá su línea de sempiterna motivación como en los precedentes. Prueba evidente de ello lo acreditan las 63 victorias que justo el día 30 de septiembre consigue. En esa jornada logra ganar en la cuarta carrera la que hace su victoria 999 y la siguiente en el marco de la 5ª y principal del día, el Carlos Sobrino-Criterium de Potrancas conduciendo a Danborin, de la cuadra Mendoza, entre un atronador y generalizado aplauso, Román Martín alcanza su victoria 1.000 y dando prueba de su pundonor y lejos de cualquier conformismo autocomplaciente con la misma determinación que si fuera un aprendiz, disputará y acabará por imponerse montando un caballo con probabilidad de 10 a 1 en el hándicap que cierra esa jornada. En ese año Román sumará el gran premio que con Avalancha consigue imponiéndose en el Valderas (3).
Los dos años siguientes montando para la cuadra Mendoza ampliará su impresionante historial imponiéndose con Chamartín en el Cimera (4º) y posteriormente en el recientemente creado Antonio Blasco y pondrá colofón de oro a su trayectoria conquistando con El País el Gran Premio de Madrid por sexta vez y el Villamejor en igual número de veces. Y todavía pondrá el broche de lograr un séptimo triunfo con El País en la magna prueba madrileña.
Concluye así una inconmensurable carrera con 49 Grandes Premios ganados. 10 estadísticas de jockeys conquistadas, décadas inamovible de forma permanente entre los dos primeros clasificados y 1.093 pruebas ganadas en total hasta su retirada, que se producirá en 1982 a los 41 años, una edad que podría considerarse temprana pero que los problemas que sufre en las rodillas no le permiten ampliar más esa trayectoria que ha sido la más brillante que un jockey español haya desarrollado nunca en nuestro país.
Su espíritu competitivo y esa entrega que puso siempre sin reservas en todo lo concerniente a la competición le animará a emprender un nuevo reto, que será abrazar la profesión con la que tan intensamente ha estado en contacto durante los aproximadamente 29 años en que ha estado montando. Y se hará preparador ganando ya en octubre de ese mismo año 82 su primera carrera con Ofirio, de la cuadra Orleans. Le seguirán otras muchas de diversidad de propietarios que admiran y valoran su absoluta integridad. La cuadra Alazán, la Cortiñal, la de Antonio Escudero, la Círculo etc. le confían caballos con los que comienza a sumar victorias en las carreras estelares que antes ganó como jockey. Será con los pupilos la cuadra Madrileña con los obtenga los más sonados éxitos que incluyen prácticamente la nómina total de las 13 grandes pruebas antes desgranadas y que incluye Gran Premio de Madrid con Toba, Madrileño; Copas de Oro con Kashwan, Lunar, Jafar…
El cierre de las carreras en Madrid mueve a Román a desplazar su campo de acción a Francia y allí, apoyado sobre todo por la familia Covarrubias que desde siempre le distinguió; no en vano entre los dos máximos ganadores con que como jockey traspasó un mayor número de veces triunfal la meta estaba Gribú, con ella logró repetirlo hasta en 9 ocasiones. Ahora con los pupilos de Ondar-Etxe Le Bila, King of Cry, Polan, Salpado y Flying Blue obtendrá unos formidables resultados. La etapa de preparador tendrá continuidad durante 31 años que culminarán un 17 de enero de 2013 con la victoria del caballo Beat the Wind, de Antonio Guinaldo.
Una carrera y una trayectoria personal que necesitaría muchas más páginas para, como merece, ser adecuadamente contada con detalle. Pero que sin duda quedan de algún modo en el recuerdo de todos los aficionados que compartimos sus innumerables éxitos que el dejó escritos con impecables y elocuentes trazos sobre la superficie a la que se dio por entero: la que se extiende sobre la pista de carreras.
ANTONIO BLASCO OLLER conjuntamente con su mujer, MARITA VILLALONGA JAÚDENES, iniciaron su afición por el hipódromo asistiendo a las carreras de caballos en Venezuela. El primer paso como propietarios lo dan igualmente juntos, hasta el punto que sus primeras carreras son con la chaquetilla de Marita Villalonga de Blasco; aunque rápidamente la que subirá al escenario para quedarse será la de Antonio: gris incluidas las mangas con cruz de San Andrés y gorra amarilla que únicamente se diferencia de la de Marita, en que en la suya la gorra era gris. A finales de 1953 los pasos para encontrar preparador Antonio los encaminará hacia la cuadra de Emilio Ceca, en ella se integran Fulgencio de Diego, que lo hace desde el minuto uno, y el entonces aprendiz Ángel Hernández y hacia allí irán sus primeros caballos: Ámbar, Printan, Snapveca, Le Trayas y Mikado IV y con éste el 7 de marzo de 1954 se producirá en debut de sus colores que el público verá por primera vez portados por el jockey J.M. Méndez; aunque su primera victoria la proporcionará una semana después Vicente Chavarrías conduciendo a Snapveca en un Quinta de la Enjarada donde otro de sus caballos, Le Trayas, entra segundo.
En esos iniciales momentos los efectivos de su cuadra superan los cinco ejemplares. En verano concurren a la subasta de la Yeguada Militar y Antonio compra dos yearlings en tanto que Marita adquiere uno, que con otro comprado por un amigo del matrimonio, el señor Méndez de Vigo, constituirán una nueva cuadra registrada con el nombre de la calle donde viven ambas familias: Rosales.
Una prueba de que Blasco ya desde el principio va muy en serio en su implicación con las carreras lo deja traslucir en el hecho de que arrendará una finca en Aranjuez emplazando allí un lote de reproductoras para emprender la crianza paralelamente con la competición; aunque rápidamente trasladará estos efectivos a la Yeguada de Arizabalo en Guipúzcoa.
Al año siguiente una potra inicialmente comprada por Marita de las importaciones realizadas por la SFCCE materializará el primer triunfo importante de Blasco al imponerse con Chavarrías en el Beamonte y en ese verano concurrirá nuevamente a las subastas de Yeguada Militar donde paga el precio máximo por uno de los cuatro yearlings adquiridos entre los que estará Sultán El Yago.
La relación con su preparador Emilio Ceca se rompe en 1956, pasando a preparar los caballos Antonio García Prieto, persona muy reconocida en el mundo de la hípica y que ya venía supervisando las actividades de la cuadra en la etapa de Ceca. Irrumpirán prometedoramente en la pruebas de 2 años Sultán El Yago y Rosales, éste procedente de la primera producción criada por Blasco.
Los colores que marcarán una época unidos a la denominación Cuadra Rosales, que para ese tránsito han dejado liberados sus anteriores propietarios, pasarán a tener carta de naturaleza a comienzos de 1957. Ya con ellos luciéndolos Sultán el Yago ganando el Nacional, preludiará el espectacular y luchado éxito que le reportará triunfar en el Villapadierna-Derby que con colocaciones de mérito y tres victorias más que obtendrá a 4 años, alcanzará las 10 que le otorgan el papel de caballo protagonista en esa primera etapa de la cuadra Rosales. Hasta el punto que movió a su propietario a realizarle la estatua en bronce que ha presidido la entrada a Venta de la Rubia, el establecimiento constituido en centro de cría y tras operaciones de reacondicionamiento en la segunda etapa sería base floreciente y residencia constante de grandes campeones.
Con la retirada de su emblemático caballo, al año siguiente el rendimiento de la cuadra se resiente y de la tercera posición en la estadística de propietarios que alcanza en 1955 y 56, y la segunda que logrará con la irrupción de Sultán en los 57 y 58 rivalizando con Beamonte y Villapadierna, decaerá en los siguientes a posiciones menos relevantes.
En 1961 3 años después de su llegada a España, Claudio Carudel se sube por primera vez a un caballo de Blasco y en cuanto a la preparación, Antonio García Prieto es sustituido en esa labor por José Perelli coincidiendo ambos en ganar por vez primera para esa cuadra con ocasión de la victoria conseguida por Zíngaro a comienzos de 1962. En el 63 Escolta y Estudiante, segundo en el Derby, reportan a la cuadra dos significadas colocaciones en clásicas.
Fruto de la propia crianza resulta la victoria de su caballo Fenicio II en el Gran Premio Nacional con Carudel en la silla; aunque ese año ficha para montar al jockey Mauricio Delcher. Blasco anima a su primer mozo, Fulgencio de Diego para que saque la licencia de preparador, que obtiene en 1965 y se año se produce su relevo con Perelli. En 1966 sólo Gabacho puede reportarle triunfos que este caballo alcanza hasta en cuatro ocasiones.
La transición del nombre de la cuadra Blasco a la Rosales tiene efecto en 1967 que es cuando la cesión de los colores de aquella cuadra pasan a los de ésta. Delcher ha sufrido una fractura severa en accidente automóvil lo que provoca que sea Ceferino Carrasco quien firme primeras montas para la cuadra y que se fiche también a Aurelio Tallón, principalmente para correr en las vallas. En ese año se acondiciona la Venta como centro de entrenamiento y acceden a la cuadra los 2 años Sansón, Descarada y el argentino Brimming. Los dos machos conseguirán victorias en el posterior año 69, a la par que reseñables colocaciones. Arandora Star, que inicialmente viene para ser cubierta, cubre magníficamente el expediente sobre la pista venciendo en el Gran Premio de San Sebastián. Pero lo verdaderamente crucial que sucede este año es que Blasco y su equipo adoptan el firme propósito de reforzar la cuadra acudiendo a las subastas de Deauville y, seguidamente, a las de Goff’s y de allí se traerán a Travertine, Lina Swing, Crepellora, Hawk Unic y Narraly.
En cuanto a montas de cara al año 70 Rosales se refuerza con el aprendiz Paulino García y en cuanto a corredores pensando en dedicarlo para semental compra a Quy pero previamente lo hacen participar en pruebas de sprint y gana seis en esa temporada. Aunque lo más relevante es que su chaquetilla está presente en la mayoría de carreras sobresalientes con Ilalo, Flying Thrill, Sansón, Jazmín IV, Pardal Love y Travertine. No se descuida la plantilla de nacionales ganando las pujas en la subasta de la Yeguada por Kopal, Koshkero y Kursaal que representa el precio record. Repite con estos resultados la segunda posición como propietario que ya lograra en año anterior pero ahora los mimbres ofrecen una sólida apariencia para el futuro.
Para 1971 José Antonio Borrego viene a reforzar el plantel de jockeys que requiere una cuadra del potencial que viene acumulando la cuadra. A comienzos de temporada el contrato con Ceferino Carrasco es rescindido y Claudio Carudel pasa a ser también fichado por la cuadra. En carrera de gentleman debuta su hijo José Antonio que pronto ganará con Ilalo. El Valderas, la primera clásica del año, representa una cómoda victoria de Jazmín IV que por imperativos de lo conveniente gana también el Beamonte, en perjuicio de Travertine, que una semana después se tomará cumplida venganza batiendo a los machos en el Derby y sin solución de continuidad repite en el Gran Premio de Madrid, que representa el primero para Blasco.
Comienzan las incursiones en Francia y Crepellora hace 3ª en el Chloe, todo un G3 para después venir a la Copa de Oro y ser batida por el gran Terborch; aunque pronto se resarce venciendo en el Arturo Fierro, nuestro St. Leger de aquel momento. No se descuidan los refuerzos para futuros años y en Irlanda se ofrece en subasta la puja ganadora por Takala.
Debutan con victoria Narraly y My Mourne los dos más prometedores 2 años de la cuadra y también ganan con esa edad Penitan y Kursaal. Lina Swing por su parte dará cuenta del Benítez de Lugo.
Con Hawk Unic como caballo de guardia para en el período invernal hacerse con el Gran Premio de Sevilla se afianzan los contratos para las primeras montas de Claudio Carudel y José Antonio Borrego. Como prólogo a la temporada que comienza van llegando las tempranas victorias de Koshkero, Silly Billy, Chapelle, Old and Wise y Permor. Lo importante empieza con la victoria de Old and Wise en el Corpa, Koshkero se anota el Nacional. El Derby cae también para casa por el respeto a los dictados de los primeros colores que ese día Carudel decide que sean para Narraly con Borrego conteniendo a duras penas a My Mourne, que posteriormente en el GP de Madrid ofrecerá un portentoso recital imponiéndose claramente a todos y por supuesto, a Narraly. La exhibición se repetirá en la Copa de Oro. Tales exhibiciones dan alas para su concurrencia al Arco de Triunfo y pese a que en los entrenamientos se muestra muy superior a Homeric, el caballo que llegará tercero. El planteamiento en general para aquella carrera no fue estratégicamente bien resuelto.
En las subastas de yearling de Irlanda el refuerzo de futuro para la cuadra responde al nombre de Chacal. Los 2 años que han demostrado prometedoras acciones victoriosas son Pentágona, Permor y Takala.
A Permor le toca ser el madrugador en el año 73 ganando la buena de Sevilla y el Fernán Núñez en Madrid y al que añade el Corpa. Prosigue un incesante secuencia de triunfos con los Yeveltudor, Califa, Romano y Don Claudio en el Velayos. En la terna de clásicas para hembras el repaso de Pentágona es completo y con propina: Valderas, Vizcondesa y Beamonte. El siguiente hito para Rosales llega con el Gran Premio de Madrid donde Takala traída in-extremis por Claudio viene a superar al invasor Albatros of Ruby. Con más claridad se impondrá en el Diputación. Verano y otoño no resultan propicios para los Rosales con excepción de Lina Swing en el Benítez de Lugo y Chacal en el Gran Criterium. El año concluirá con la primera estadística lograda por Blasco del total de siete que obtendrá hasta 1978.
El comienzo de la temporada en Sevilla no se limita a vencer en su Gran Premio, pues además de conseguir ese triunfo nuevamente con Permor, se anota otros 3 triunfos en esa campaña. Agresiva obtiene una pronta victoria ya en Madrid pero las importantes no llegan hasta que Chacal no reaparece en el Velayos y vence cómodamente a los importados que se le enfrentan en lo que representará una antesala al idéntico resultado que obtendrá en el Villapadierna-Derby. Por su parte Agresiva obtiene para sí el triunfo en el Beamonte-Oaks con lo que los dos clásicos pasan a engrosar las ya pobladas vitrinas de la Venta.
La vida sigue tras el inexplicable pinchazo de Chacal en el Gran Premio y Permor completa por tercer año consecutivo su habitual y numerosa cosecha de carreras ganadas sumando dos más en Lasarte. Sobre la normal incertidumbre que siembre gravita sobre cualquier carrera y más sobre las principales por lo que en ellas hay en juego en la edición de la Copa de Oro de ese año estaba incluido el comportamiento que Chacal mostraría en carrera. Todas las interrogantes quedarían despejadas por la elocuencia del resultado: Chacal gana fácil.
En el panorama las subastas nacionales la habitual de Lore-Toki tiene a Blasco como comprador de dos de sus yearlings: Orator y O’Pazos. Concurrirá también la Yeguada de Ainhoa y en ella también adquiera dos de sus productos: Nikiñaka y Gabadou.
El retorno al otoño de Madrid tiene como resultado dos clamorosos triunfos de Chacal en el Villamejor y Memorial. Por el contrario, ninguno de los 2 años de la cuadra obtiene victoria alguna en todo el año en relativo descargo el hecho de que sólo son dos sus participantes con esa edad.
En un clima deportivamente frío para lo que es usual en la cuadra que parece tener continuidad este 75 con el cierre del año anterior, un recientemente fichado en vista de la penuria aparente que responde al nombre de Rubric, rompe la sequía coyuntural cruzando primero la meta en el Nouvel An y de seguido en el Torre Arias. El Cimera tiene entre sus participantes a Dual Sea, un reciente debutante de la cuadra que hace suyo el clásico con entera naturalidad. La reaparición de Chacal tiene lugar en el Diputación y lo gana, como gana también el Corpa. En el Villapadierna confluyen la flamante trayectoria de Rubric en más breves distancias y la de Dual Sea en aparente fracaso al test del metraje en el Nacional y que desdice en positivo esa anterior dominando con claridad a su compañero de colores. El día de San Pedro espera a los dos compañeros de cuadra para que diriman sus potenciales en el Gran Premio. Chacal tiene la posibilidad de desmentir el fiasco de la edición anterior. Las circunstancias de la carrera obligan a Dual Sea a sacrificar su probabilidad en beneficio de su compañero pero con ello Chacal sale triunfante y desmiente su mala carrera de entonces.
La temporada de verano pinta magníficamente para Blasco pues Dual Sea pisa fuerte en el Diputación al igual que Pentágona en el Reina Cristina y Nikiñaka lo está ganando todo desde el Primer Paso a Martorell y Criterium Nacional. En la Copa de Oro Chacal reedita su anterior triunfo pero en su retorno triunfal tras la carrera se aprecia que cojea. Esa será la última carrera de aquel campeón que ganó en todas sus carreras salvo aquel Gran Premio de imposible descifrado. Su desenvolvimiento en las pistas será equiparable al ofrecido en la yeguada donde logrará tres entorchados anuales como semental.
La campaña de otoño ve la consolidación de Dual Sea alcanzada en el Villamejor que lleva aparejada la conquista de la triple corona española que constituyen Cimera, Derby y este reciente Villamejor. Parecido ejecutoria a la de Pentágona que a todo lo ya ganado añade el Benítez de Lugo. Por su parte Nikiñaka tras el tropiezo del Criterium Internacional sube con todos los honores a la cumbre en el Gran Criterium. Clamor es otro potro que está razonablemente permitido albergar futuras pretensiones para la próxima campaña y Petisar es otra prometedora opción.
Las dos primeras clásicas sobre la milla representan sendas segundas plazas para Polinesia y Nikiñaka. Clamor se entona victorioso en el Velayos y Diluvio mueve al optimismo tras su acción ganadora en el Nouvel An. Casuarina Point también entra en escena venciendo en el Vizcondesa.
Tras romperse la clavícula Carudel, Borrego monta a Clamor que haciendo honor a su nombre vence con absoluta nitidez en el Nacional. Con el mismo jinete, Diluvio suma otro éxito aún de mayor calibre como es el alcanzado en el Beamonte. Los dos compromisos estelares fijados en la ruta de Clamor, Villapadierna y Gran Premio representarán para el pupilo de Rosales idéntica clasificación en la meta: sendos segundos.
Cerrada como está la puerta de los éxitos en las pruebas sobre la distancia por la imbatible presencia de Rheffissimo las opciones ganadoras que restan son aprovechadas por Petisar empatando para la primera plaza del Reina Cristina. La no concurrencia del Villapadierna al Gran Premio de San Sebastián permite la victoria de Clamor. Las carreras de 2 años también son un terreno conquistable y ahí la campaña en Lasarte representa un pleno para Kingdoa, que se impone en los dos Criteriums posibles en esa pista.
Los caballos que Blasco tiene a las órdenes de Cunnington en Francia le deparan ese año grandes alegrías. Así Dona Barod viene siendo con regularidad colocada en diversas carreras de grupo hasta que finalmente abre la lata de los triunfos venciendo en el Prix de l’Opéra G2 y en el Messidor G3. Logros que todavía supera con el 2 años Pharly cuando este se impone en Prix de la Forêt G1 para mayor gloria de este propietario español y sus colores, que en país vecino son azul claro con la cruz de San Andrés amarilla.
Las victorias de notable nivel las cerrará para ese año la potra Rather, imponiéndose a sus rivales en el Carlos Sobrino.
La campaña del 77 abre con la grata novedad para sus colores de constatar la recuperación de Dual Sea que tras permanecer fuera de la competición durante todo el año anterior se impone con apabullante facilidad en el Diputación de Sevilla. El vértigo de acontecimientos que una vez comenzada la temporada no cesa de proponer renovados retos en la pista, comienza con un Valderas que tiene justo la historia que le proporcionará su ganadora, Rather. Para Chiara será el Vizcondesa.
La Poule de machos francesas proporcionará ese año un enorme resultado para la Rosales que en el calor del momento pudo no parecerlo tanto; al ser segundo nada menos que de Blushing Groom pero que le sirve de plataforma para salir a disputar el Lupin G1, ganarlo y tras ello ser promovido a segundo favorito del Derby de Epsom. Correrá finalmente el derby francés, no superando el escoyo que representa el factor distancia Reconducirá posteriormente su programa y en el Ispahan G1 hace un segundo que bien pudo ser primero, como sí lo serían sus posteriores salidas en el Rond Point G3 y especialmente en el Moulin de Longchamp G1 tras el que antes de ser sindicado disputará el Prix de la Forêt G1 completando con un segundo puesto aquí una trayectoria única hasta ese momento para un caballo de propietario español.
Las pistas francesas seguirán siendo propicias para Blasco ese año, puesto que en la jornada del Arco ve imponerse en la Coupe de Maisons-Laffite G3 a Dona Barod, su otra destacada corredora.
En España los mejores resultados están siendo los más que prometedores obtenidos por Barilone en el Martorell y que ya en la temporada estival amplía imponiéndose en el Criterium Internacional. Kingdoa hará lo propio en el Jefatura; como Petisar lo hace igualmente en el Juan Pagola con el objetivo puesto en el posterior Benítez de Lugo que materializará positivamente. En el Gran Criterium la gran baza entre sus 2 años que representa Barilone, queda segundo a medio cuerpo de ganarlo aunque la descalificación posterior del ganador le reconocerá oficialmente los méritos de haberlo ganado.
La estrella de Barilone seguirá brillando aún con mayor intensidad en la temporada de 1977 y ahora como 3 años con todos los honores conquista el clásico Cimera. Cuenta Fernando Melchor en su gran y minucioso trabajo sobre la cuadra ROSALES, de boca de su preparador Fulgencio de Diego, que entorno a la carrera se había generado una especial presión provocada por la rivalidad que se había establecido con Príncipe Duero, del que eran propietarios sus amigos, el matrimonio Molins. Hasta el punto que Fulgencio sufrió un desvanecimiento en plena carrera que le impidió ver la recta final donde el de Corellana capitaneaba la prueba con Barilone a sus alcances. Con la vuelta en sí le dan a conocer que su caballo ha ganado por 2 cuerpos y medio. Después, ya liberada la presión anterior Barilone hace un buen segundo de El Señor en el Gran Premio de Madrid.
Desgraciadamente para él, sus familiares y allegados y extensivamente para todos los aficionados, el 7 de julio Antonio Blasco sufre un derrame que nueve días después ocasionará su fallecimiento. Su pérdida será irreversible para los objetivos de mejora que tenía marcados para nuestras carreras. Por fortuna, su esposa Marita mantuvo activa la cuadra en su alto nivel y los éxitos siguieron llegando para esos colores durante los siguientes años. Pero como suele decirse en casos como este abiertos a posterior continuidad. Eso es, otra historia. Y queda para ser ampliada en futura ocasión.
GRAN PREMIO DE MADRID
Aunque el Gran Premio Nacional empezó a disputarse bajo la denominación de Gran Premio de Madrid en el siglo XIX, y ya ha llovido desde aquel triunfo de Sirena, el GPM contemporáneo conoció su primera edición en 1919, por lo que ha cumplido ya sus cien años de vida (2019). Sin embargo, acontecimientos como la Guerra Civil o el cierre de La Zarzuela (1996-2005) han interrumpido su celebración, impidiendo que la gran carrera sume tantas ediciones como años han pasado. Empezó disputándose en el hipódromo de La Castellana y el primer golpe que recibió fue el cierre de aquel recinto. Tuvo que correrse entonces en Aranjuez (1933) e incluso en San Sebastián (1934 y 1935) por el empeño en la época de mantener contra toda adversidad su presencia en el calendario, pero de seguido llegó la Guerra y el GPM conoció su primer “corte”, ya que no pudo disputarse durante cinco años. Fue recuperado en 1941, con la inauguración del hipódromo de La Zarzuela, y hasta 1993 fue sin lugar a dudas la carrera que todos querían ganar. Pero entonces llegó el segundo “corte” en su palmarés, y este fue mucho más duro, ya que durante doce años, nada menos, estuvo fuera de la hoja de ruta de caballos, propietarios y profesionales de España.
No obstante, ya antes del cierre, en 1994 y 1995, no se corrió porque el entonces cesionario de La Zarzuela, Enrique Sarasola, decidió sustituir el GPM por una carrera parecida, pero sin entrada para los tres años, llamada Romanones; en 1996 la empresa de Sarasola no organizó temporada de Primavera (aunque sí de Otoño), y desde 1997 a 2005 el hipódromo madrileño estuvo cerrado. Una vez recuperado, tampoco hubo edición del Gran Premio en 2015, debido a la crisis de la regulación.
Así pues, el GPM fue primero el Gran Premio Nacional, luego superó la clausura de un hipódromo y el cese de actividad temporal, dos veces, de otro, así como la decisión arbitraria de su supresión. Se ha disputado en cuatro pistas diferentes, tanto en 2.500 como en 2.400 metros por razones distintas y ha visto cómo se han cambiado sus condiciones de peso en varias ocasiones. Desde 1941 hasta 1976 se disputó el 29 de junio, en cualquier día de la semana, y después pasó al domingo más cercano a esa fecha, normalmente el último de junio, aunque en 1934, 1984 y 2018 se corrió el 1 de julio y en 2017 el día 2, y en 1935, en San Sebastián, tuvo lugar el 25 de ese mes y en 1993 el día 11, en 2020 debido al COVID-19 la carrera se reprogramó también en julio el día 5.
Así pues, sobre todo es una carrera con mucha historia. La contemporánea ha cumplido 104 años pero solamente 87 ediciones. En cualquier caso, en 2019 cumplió el centenario de la disputa de la primera edición y sin duda es la carrera más importante del calendario nacional. Es una prueba, en fin, muy especial.
Desde 2013 a 2017 estuvo registrada como pattern race a nivel internacional, con categoría Listed, siendo de este nivel en Europa la carrera que mejor premio económico ofrecía al ganador: 60.000 euros, en 2022 volvió a recuperar su categoría internacional de Listed. Por todo ello, es fácil entender que, pese a que el enfrentamiento de los potros de tres años con sus mayores en una distancia tan dura como son los 2.500 metros es mucho más propio del otoño que de la primavera, el GPM siga siendo la carrera que todos quieren ganar y la que todos los aficionados utilizan como referencia para datar su antigüedad en el mundo del hipódromo, así que su disputa supone un día de fiesta en el hipódromo de La Zarzuela, que es precedido en la víspera de una cena muy especial a la que son invitados todos los participantes, como sin duda merecen al ser los protagonistas del acontecimiento más grande del año en el hipódromo madrileño y los aspirantes a sumarse entre laureles a la galería de ganadores de la carrera, que luce en los bajos de la Tribuna Norte y a la cual también se incorporan los colores del propietario vencedor en cada edición. El GPM es historia, referencia, aspiración, lustre, calidad y honor. Un triunfo para siempre. Fiesta, expectación y emoción en un hipódromo engalanado. Cuestión de solera
La Historia
El primer Gran Premio de Madrid se disputó en el año 1881, tres años después de que se inaugurara el Hipódromo de La Castellana; la prueba fue ganada por la yegua Sirena. Entre 1881 y 1919 la prueba se siguió denominando Gran Premio de Madrid, aunque posteriormente fue rebautizada como Premio Nacional. De esta manera, y con la nueva nomenclatura, se puede decir que las estadísticas del Nacional empiezan en 1881 y las del Gran Premio de Madrid en 1919.
Ese año de 1919 se corrió por primera vez lo que hasta hora se ha conocido como Gran Premio de Madrid, es decir la mejor dotada y más prestigiosa de las carreras intergeneracionales que se disputaban en España. En aquel año y en los dos posteriores la prueba fue ganada por Nouvel An, de la cuadra Cimera-Martorell. Este récord de tres victorias consecutivas sólo ha sido igualado en la historia del Gran Premio de Madrid por Colindres, del conde de Cimera, de 1927 a 1929, y por El País, de la cuadra Mendoza, de 1980 a 1982.
Con el cierre del hipódromo de La Castellana en el año 1933, el Gran Premio de Madrid de ese año se disputó en el hipódromo de Legamarejo de Aranjuez. En los dos años siguientes y antes del comienzo de la Guerra Civil, la carrera tuvo lugar en el hipódromo guipuzcoano de Lasarte.
En 2006 se disputó el primer Gran Premio de Madrid tras los años de cierre del hipódromo de La Zarzuela, y trece años después de la anterior edición. Resultó ganadora de la carrera la potranca Baldoria, de la cuadra Madroños, entrenada por Mauricio Delcher Sánchez y montada por Jorge Horcajada. La afición se había reencontrado con su carrera. Desde entonces, cabe destacar sobre todo los hitos marcados por dos caballos: Karluv Most, que ganó las ediciones de 2010 y 2012, y el alazán Entre Copas, que ganó las de 2011 y 2013, y disputó incluso la de 2014 ¡¡ya con diez años de edad!!
Precisamente la edición de 2013, la número 78 de la carrera, resultó histórica, en primer lugar porque el Gran Premio de Madrid ya era reconocido por el European Pattern Committee como Listed Race. En segundo lugar porque en la pista el vencedor, causando un shock de emoción a la afición, fue el caballo Achtung, entrenado por el añorado Roberto López, que había fallecido horas antes de la carrera. Achtung, sin embargo, dio positivo en el control antidopaje días después y fue distanciado en favor de Entre Copas.
En sus tres primeros años, la carrera se disputó sobre una distancia de 2.500 metros. En 1922 y 1923 la distancia a recorrer fue de 2.400 metros, para volverse a aumentar a los 2.500 metros, metraje que se mantiene en nuestros días. Sólo en las ediciones de 2006, 2007 y 2008 la carrera se volvió a correr y de forma circunstancial -cambio de la posición de la meta por las obras en el recinto- sobre la distancia de 2.400 metros.
Condiciones de la carrera
La carrera ha estado destinada a caballos y yeguas de tres años y más. Los caballos de cuatro años y más llevaban un peso de 59 kilos, los de tres años, de 53 kilos, mientras que las yeguas tenían un descargo de 2. Hasta el año 1985, con Richal como ganador, las condiciones de la carrera variaban cada cierto tiempo y había recargos en función de los premios ganados hasta la fecha, del sexo del ejemplar, de los años y de su origen nacional o importado. Por lo tanto, en cierta medida, el Gran Premio fue durante la mayor parte de su vida "un mal hándicap".
El Gran Premio de Madrid siempre fue la prueba de mayor dotación de las que se disputaban en Madrid y de las que se corrían en toda España. Se la puede considerar la gran carrera intergeneracional de España, donde caballos y yeguas de tres años se veían las caras con los “viejos” más curtidos. Los primeros venían de correr el Derby y los Oaks, mientras que los segundos habían disputado como principal prueba preparatoria el premio Capitán General Franco. En su nacimiento, el Gran Premio de Madrid intentaba asemejarse a otras grandes carreras del calendario hípico internacional, como el King George, de Ascot, que se corre en julio, o el Gran Premio de París (en la actualidad para tres años), que se disputa en el hipódromo de Longchamp, antes el último domingo de junio, coincidiendo casi siempre en fecha con el de Madrid, y en la actualidad el 14 de julio.
En 2014, el Gran Premio de Madrid ofreció al ganador de la carrera la cifra de 60.000 €, con un bonus añadido de 5.000€ para el primer tres años clasificado en la meta. Friné ganó la prueba, convirtiéndose en la primera hembra capaz de hacerlo tras Baldoria. Arkaitz, ganador de Cimera, Nacional y Villapadierna Derby, fue el único tres años en la carrera, logrando el cuarto puesto. La dotación de 60.000 € al ganador se mantuvo en los años siguientes, aunque en 2015 no pudo disputatse la carrera por la crisis de la regulación de la competición. Tras ella, Madrileño (GB) ganó en 2016 la primera edición regulada por el nuevo JCE, que resultó la más rápida en la distancia de los 2.500 metros, y Tuvalu la siguiente, en 2017, siendo cuarto en la de 2018, ganada por Zascandil. Hipodamo de Mileto se impuso en la edicón de 2019, en la que se celebró el Centenario del emblemático premio 1919-2019.
La edición del año 2020 vino marcada por la Pandemia de la COVID y el GPM pudo disputarse en unas condiciones de máxima dificultad, se disputó el día 5 de julio por reorganización del calendario y tras reiniciarse la actividad de carreras en junio, tras casi tres meses de confinamiento. Las carreras de caballos fueron el primer evento deportivo en reanudar la actividad en San Sebastián y La Zarzuela el primer recinto deportivo en acoger público en España el 28 de junio. Con masacarilla y distancia se disputó una nueva edición del Gran Premio que fue ganada por el francés CNICHT en una pista firme y con mucho calor matinal, marcó el segundo mejor crono desde la reapertura 2.34:89 y el tordo francés culminó un palmarés de altura en nuestro país "Triple Corona" con GPM, Copa de Oro y Memorial.
En 2021 y todavía con restricciones de aforo por la Pandemia, en pleno proceso de vacunación masiva, se disputó el GPM y se recuperó la tradicional cena Poule el día anterior, la tarde del sábado 26 de junio el recinto de La Zarzuela volvió a rencontrase de verdad con su Gran Premio y la gradas vibraron con una edición que será recordada por el tremendo ambiente vivido y la disputa de la carrera con más "verdad" de los últimos años. Ganó LORDOFTHEHORIZON a sus 4 años imponiéndose ante el fuerte final del favorito The Way of Bonnie,el ganador montado magistralmente por José Luis Borrego, que a sus 43 años conseguía su primer GPM, fue fuertemente ovacionado en el paseillo triunfal por la puerta de los Campeones y para el joven entrenador vasco Parik Olave suponía la consagración.
En 2023, una vez recuperada su categoría internacional de Listed, la prueba reina el Gran Premio de Madrid vio como un joven jockey español emigrado a Francia, Alejandro Gutiérrez Val, le daba su quinto triunfo a Ionaess Osorio Duque de Alburquerque como entrenador aupándole a la tercera posición del palmarés histórico de la carrera, el caballo de Santa Bárbara El Caney fue escoltado por el escuadrón de caballería de la Guardia Civil recuperando una antigua tradición.
Una copa para el segundo
El año 1966 marcó un hito en la historia del GPM porque fue la primera vez que se llevó el premio un caballo gracias al distanciamiento de otro. En una apretadísima llegada, Rochebrune, propiedad de Jaime Badillo, se impuso a Reltaj y a Enki, ambos de la cuadra Villapadierna. Tras la entrega de la copa y la adjudicación del título de ganador a Rochebrune, y cuando ya todos los apostantes habían tirado los boletos, una reclamación obligó a la investigación pertinente de los comisarios y el resultado fue el cambio en el orden de llegada, distanciándose a la vencedora al tercer puesto por haber molestado, en el tramo final de la recta, a Enki. El orden definitivo de llegada fue Reltaj - Enki - Rochebrune. Jaime Badillo tuvo, en este caso insólito aunque no el último, que devolver la copa. En ese maldito día para sus colores prometió que no volvería a tener más un caballo en el hipódromo. Quince años después, el gusanillo hípico se avivó de nuevo y volvió a ser propietario en el hipódromo de La Zarzuela.
El Gran Premio del Duque
Beltrán Osorio y Díez de Rivera, XVIII duque de Alburquerque, uno de los personajes más emblemáticos de la historia de las carreras españolas durante tres décadas, logró imponerse en el GPM del año 1968 como jockey, preparador propietario y criador, lo que supuso un récord histórico nunca más igualado. Pese a ser Tebas una yegua nacional y tener derecho a portar 49 kilos, el duque decidió montarla, por lo que tuvo que hacerlo a un peso superior del establecido: el suyo propio (60 kilos). Sin estar entre los favoritos de la prueba, Tebas, que llegó a la cita después de participar en carreras de obstáculos, logró imponerse en la prueba reina madrileña al favorito de la misma, Donagua que fue tercero, y a Florián, que llegó en segunda posición. El gran jockey italiano Camicci, habitual jinete del mejor caballo transalpino de todos los tiempos, Ribot, doble vencedor del Arco de Triunfo francés entre otras azañas, se subió a lomos de Donagua, pero el duque pudo con todos. Las apuestas pagaron algunos de los dividendos más altos de la historia del GPM.
Piggott gana el Gran Premio
Lester Piggott, para muchos el mejor jockey en la historia contemporánea de las carreras de caballos, vino a Madrid a montar en el GPM de 1967, y engrandecer así la historia del hipódromo de La Zarzuela. Se subió a lomos de Toté, un modesto caballo que para muchos no tenía nada que hacer en la edición de ese año. Piggott sabedor de la condición de outsider del pupilo de la Yeguada Olé llevó al caballo bien arropado toda la carrera, en mitad de pelotón. En un magnifico rush final y haciendo gala de gran energía, Piggott se impuso en la meta por medio cuerpo a los grandes favoritos de la carrera; Ferial, de la cuadra Beamonte llegó segunda, y tres villapadiernas, Enki, Reltaj y La Scandalossa, (ganadora de los Oaks de ese mismo año) se clasificaron en tercera, cuarta y quinta posición, respectivamente. Piggott llegó, montó y venció. Al regreso al recinto de balanzas, el mítico jockey de Berkshire puso pie a tierra antes de tiempo, generando no poca polémica. Pero todo quedó en anécdota.
Los triunfos de los niños
Dos paquitos de larga trayectoria en el Hipópdromo, Galdeano y Rodríguez, se impusieron en el GPM cuando aún estaban dando sus primeros pasos como aprendices, muy por debajo aún de los veinte años de edad. El primero de ellos ganó la edición de 1964 con Ming, de la Yeguada Arnús, entrenado por su padre, y el segundo los hizo en 1976 a lomos de Rheffíssimo, uno de los más grandes pura sangres que han dado las carreras españolas. Ambos, Francisco Galdeano y Francisco Rodríguez, escribieron después su nombre en el palmarés de muchas de las mejores carreras españolas como jinetes o como entrenadores.
La despedida de El País
Después de ganar el GPM a tres y a cuatro años, demostrando ser el mejor caballo de España, El País sufrió una grave lesión cuya posible recuperación, que no segura, pasaba por una compleja operación. Ramón Mendoza envió a su crack a Inglaterra y al cabo de unos meses el caballo estuvo casi listo para competir de nuevo y afrontar la campaña de 1982. Pero esta resultó muy corta. Después de una suave reaparición con colocación en el Corpa, El País arrasó al lote del GPM “a tres patas”, como decían mucho. Así igualó el récord de tres victorias consecutivas de Nouvel An y Colindres en la gran carrera madrileña, si bien es el único que ha firmado esta proeza en La Zarzuela. Después de aquel valioso triunfo, Mendoza decidió retirar de la competición a su caballo, que fue vendido a la Yeguada Militar para ejercer funciones de semental.
El último de Claudio
Claudio Carudel ganó su primer GPM en 1959, con Wildsun, y se retiró con otros once triunfos más en su historial, los últimos sumando el mérito de ser el entrenador de los ganadores. Su última victoria fue en 1987 con Casualidad, un hijo de Rheffíssimo que ya se había impuesto en 1986 y que al año siguiente intentó sin éxito igualar el récord de Nouvel An, Colindres y El País.
El vuelo de la “avioneta”
Alguien decidió en 1993 que el GPM como tal no debía seguir celebrándose por reunir unas condiciones poco apropiadas. Por eso y por el cierre de La Zarzuela, la gran carrera no se disputó durante doce años. Al decimotercero, en 2006, volvió al calendario y el vuelo de la “avioneta” Baldoria en los últimos metros de aquella edición significó el reencuentro de toda la afición no solamente con su carrera, sino con su hipódromo recién inaugurado unos meses antes. “Ya estamos aquí”…
El segundo de Entre Copas, el primero de Martínez… el que no fue de Achtung
La edición de 2013 fue una de las más especiales de la historia del GPM. Pocas horas antes del comienzo de la jornada, el 30 de junio, falleció en un hospital de Madrid el joven entrenador Roberto López, que había luchado durante meses de forma ejemplar contra su enfermedad. La desaparición de un hombre querido por todos y prometedor como pocos en su oficio supuso una gran consternación en el mundo de las carreras. Por eso, cuando en la recta final de aquel GPM surgió por todo el exterior su pupilo Achtung adelantando caballos bajo las exigencias de Marino Gomes, se hizo un silencio escalofriante en las tribunas de La Zarzuela. Un silencio que se convirtió posteriormente en una atronadora ovación, cuando el caballo regresó al recinto de ganadores. Pocos días hubo tantas lágrimas en el lugar como en aquella tarde. Un par de semanas después, sin embargo, Achtung dio un extraño y desmesurado positivo en el control antidopaje que nunca llegó a aclararse a pesar de las investigaciones de los responsables de la cuadra Enalto y de la Policía. ¿Quién había suministrado la sustancia al caballo estando su preparador en el lecho de muerte? Achtung fue distanciado y la victoria correspondió, por lo tanto, al viejo y entrañable Entre Copas. Su segundo GPM, y además con consideración internacional black type al ser categoría Listed. Y el primero para el crack de la fusta José Luis Martínez. Seguro que “Magic” habría soñado muchas veces con ganar la carrera, pero nunca de esta singular manera.
Del duelo de Hipódamo de Mileto con Zascandil, la Pandemia a la recuperación de la Categoría de Listed internacional
La edición de 2019 fue una de las más calurosas y espectaculares de las recientes con la recuperación del horario de tarde y un extraordinario triunfo de Hipódamo de Mileto que batía con un gran final al ganador de la edición anterior Zascandil, el caballo de Enrique Beca completaba un palmarés de lujo en el hipódromo de Madrid, tras esa edición llegaría la Pandemia del COVID-19 que hizo que el Gran Premio corriera peligro de disputarse y finalmente se pudo celebrar en julio con restricciones de público debido a la situación sanitaria, tanto esa edición ganada por CNICHT como la del año 2021 ganada por LORDOFTHEHORIZON contaron con limitaciones de aforo y medidas especiales para el público asistente.
Desde 2022 el Gran Premio de Madrid recupera su condición de Listed internacional con un premio al ganador de 50.000 €. En 2022 la victoria fue para el caballo entrenado en Portugal Media Storm y en la edición de 2023 el Duque de Alburquerque ganaba por quinta ocasión como entrenador con El Caney para la Cuadra Santa Bárbara.
Los caballos que más carreras han ganado han sido...
Sólo tres caballos han ganado en tres ocasiones la prueba reina del turf español: Nouvel An (1919, 1920 y 1921), Colindres (1927, 1928 y 1929) y El País (1980, 1981 y 1982). Solo el último de ellos lo ha conseguido en el hipódromo de La Zarzuela.
Cinco caballos lograron a tres años ganar el Derby y también el Gran Premio de Madrid: Capelán (1956), Wildsun (1959), Caporal (1961), Vichisky (1988) y Akelarre (1990).
Tan sólo dos yeguas lograron imponerse a tres años en el Derby y también en el Gran Premio de Madrid: Terre de France (1958) y Travertine (1971), que fue también 2ª en el Oaks.
Dos caballos ganaron también el Derby y el Gran Premio en años consecutivos: Chacal (1974 y 1975), y Brezo (1982 y 1983).
Los jockeys que más veces han ganado el GPM son...
- 1. Claudio Carudel (12)
- 2. Victoriano Jiménez (9)
- 3. Román Martín (6)
- 4. José Perrelli (4)
- 5. Cristobal Medina (3)
- +. Alvaro Díez (3)
- +. Carlos Belmonte (3)
- +. George Archibald (3)
- +. Jeremy Crocquevieille (3)
- Con dos victorias: Michel Leforestier, Carlos Díez y Jorge Horcajada.
Las cuadras que más veces han ganado el GPM son...
- 1. Rosales en nueve ocasiones: Travertine, My Mourne, Takala, Chacal, Brezo, Richal (2 veces) y Casualidad (2).
- 2. Cimera, en otras nueve ocasiones: Nouvel An (3), Lighfoot, Colindres (3) y Atlántida (2).
- 3. Beamonte, con seis victorias: Capelán, Wildsun, Nembutal, Nertal (2) y Aray.
- 4. Villapadierna, con seis victorias: Baratíssima, Gomá, Touragua, Reltaj, Ifniri y Rheffissimo.
- 5. Mendoza, en cinco ocasiones: El Señor (2) y El País (3).
- 6. Yeguada Militar, con cinco victorias: Camprodón, Bouquet, Gitanillo e Ivanhoe (2).
-
Los preparadores que más veces han ganado el GPM son...
- 1. Georges Higson, en nueve ocasiones: Badarkblar, Hebecourt, Recherché, Andrómeda, Baratíssima, Gomá, Naranco, Touragua y Todo Azul.
- +. Jesús Méndez, en otras nueve: Terre de France, Wildsun, Nembutal, Nertal (2), Reltaj, Aray, Ifniri y Rheffíssimo.
- 3. Joanes Osorio, en cinco ocasiones: Entre Copas (2), Friné , Tuvalu y El Caney.
- 4. Emilio López de Letona, en cuatro ocasiones: Camprodón, Bouquet, Gitanillo e Ivanhoe.
- +. Fulgencio de Diego, igual (4): Travertine, My Mourne, Takala y Chacal.
- +. Georges Flatman, igual: Colindres (3) y Atlántida.
AÑO |
GANADOR |
EDAD |
PESO |
PROPIETARIO |
PREPARADOR |
JINETE |
SEGUNDO |
TERCERO |
2006 |
BALDORIA |
3 |
52 |
Cuadra Madroños |
M. Delcher S. |
J. Horcajada |
Adrianus |
Johanie Cara |
2007 |
PREMIER GALOP |
3 |
53 |
Cuadra Zurraquín |
Ch. Delcher |
S. Hureau |
Palamoss |
Midnight Beauty |
2008 |
BANNABY |
5 |
59,5 |
Cuadra Miranda |
M. Delcher S. |
J. Grosjean |
Montalegre |
Jade |
2009 |
FARAMIR |
4 |
60 |
Cuadra Miranda |
M. Delcher S. |
J. Horcajada |
Newango |
Entre Copas |
2010 |
KARLUV MOST |
4 |
60 |
Cuadra Cholaica |
J. L. Maroto |
J. Crocquevieille |
Entre Copas |
Young Tiger |
2011 |
ENTRE COPAS |
7 |
60 |
Cuadra África |
J. Osorio |
J. Crocquevieille |
Karluv Most |
Plantagenet |
2012 |
KARLUV MOST |
6 |
60 |
Cuadra Cholaica |
J. L. Maroto |
C. Nora |
Entre Copas |
Plantagenet |
2013 |
ENTRE COPAS |
9 |
61 |
Cuadra África |
J. Osorio |
J. L. Martínez |
Avante |
Pazifiksturm |
2014 |
FRINÉ |
4 |
59,5 |
Dq. Alburquerque |
J. Osorio |
J. Crocquevieille |
Fortun |
Blues Wave |
2016 |
MADRILEÑO (GB) |
4 |
61 |
Cuadra Popular |
G. Arizkorreta |
V. Janacek |
Checo |
Flanders Flame |
2017 |
TUVALU |
5 |
61 |
Cuadra Santa Bárbara |
J. Osorio |
O. Ortiz de Urbina |
Parsifal |
El Inca |
2018 | ZASCANDIL | 4 | 61 | Cuadra Bloke | Ch. Delcher | B. Fayos | Hipodamo de Mileto | La Valkyrie |
2019 | HIPÓDAMO DE MILETO | 5 | 61,5 | Cuadra Naniná | José Calderón | Clement Cadel | Zascandil |
Putumayo |
2020 | CNICHT | 6 | 61 | Nicholas Hughes | D. Henderson | M. Forest | Emin | Melting Dew |
2021 | LORDOFTHEHORIZON | 4 | 61,5 | Cuadra Santiago | Patrik Olave | J.L Borrego | The Way of Bonnie | Port Etienne |
2022 | MEDIA STORM | 5 | 58 | Best Horse | Gaspar Vaz | V. Seguy | The Way of Bonnie | Big Call |
2023 | EL CANEY | 5 | 61,5 | Cuadra Santa Barbara | J. Osorio | A. Gutierrez Val | The Game | Master of Reality |
AÑO |
GANADOR |
EDAD |
PESO |
PROPIETARIO |
PREPARADOR |
JINETE |
SEGUNDO |
TERCERO |
1981 |
EL PAÍS |
4 |
61 |
Cuadra Mendoza |
J. C. Martínez |
R. Martín |
Serial |
Number One |
1982 |
EL PAÍS |
5 |
61 |
Cuadra Mendoza |
J. C. Martínez |
C. Medina |
Castropol |
Thunderball |
1983 |
BREZO |
4 |
57 |
Cuadra Rosales |
C. Carudel |
C. Carudel |
Zalduendo |
El Paleto |
1984 |
RICHAL |
4 |
57 |
Cuadra Rosales |
C. Carudel |
C. Carudel |
Pier Luigi |
La Novia |
1985 |
RICHAL |
5 |
58 |
Cuadra Rosales |
C. Carudel |
C. Carudel |
Carburundum |
Pier Luigi |
1986 |
CASUALIDAD |
4 |
58 |
Cuadra Rosales |
C. Carudel |
C. Carudel |
Pier Luigi |
Atienza |
1987 |
CASUALIDAD |
5 |
58 |
Cuadra Rosales |
C. Carudel |
C. Carudel |
Finíssimo |
Villa Blanca |
1988 |
VICHISKY |
3 |
53 |
Mqsa. Santa Cruz |
M. Alonso |
C. Carrasco |
Adriático |
Razonable |
1989 |
VILLA D'ESTE |
5 |
59 |
Cuadra Machín |
J. L. de Salas |
C. Medina |
Adelantón |
La Yegua |
1990 |
AKELARRE |
3 |
53 |
Cuadra Lortenia |
J. L. de Salas |
A. Munro |
Cin |
Rapaciña |
1991 |
MONET |
3 |
53,5 |
Cuadra Alazán |
R. Martín |
J. A. Machado |
Campanil |
Don Napoli |
1992 |
DARIYOUN |
4 |
59 |
Cuadra Alborada |
C. Head-Maarek |
R. Hills |
Toba |
Istmo Blanco |
1993 |
KING COBRA |
5 |
59 |
C. Dos Hermanas |
J. Osorio |
P. Gilson |
Toba |
Siux |
AÑO |
GANADOR |
EDAD |
PESO |
PROPIETARIO |
PREPARADOR |
JINETE |
SEGUNDO |
TERCERO |
1961 |
CAPORAL |
3 |
53 |
Yeguada Figueroa |
R. Perkins |
R. Perkins |
Vik |
Cocoliche |
1962 |
NERTAL |
4 |
57 |
Ramón Beamonte |
J. Méndez |
R. Martín |
Zala |
Zeus (Ddo. 2º) |
1963 |
NERTAL |
5 |
59 |
Yeguada Ipintza |
J. Méndez |
R. Martín |
Tacora |
Bud |
1964 |
MING |
3 |
47 |
Yeguada Arnús |
F. Galdeano |
F. Galdeano R. |
Frisco |
Nertal |
1965 |
TODO AZUL |
4 |
63 |
Cuadra Esperanza |
G. Higson |
C. Carudel |
Damasco |
Maharadja |
1966 |
RELTAJ |
3 |
54,5 |
Conde Villapadierna |
J. Méndez |
J. A. Borrego |
Enki |
Rochebrune (Dda. 1º) |
1967 |
TOTE |
4 |
55 |
Yeguada Olé |
M. García |
L. Piggott |
Ferial |
Enki |
1968 |
TEBAS |
5 |
60,5 |
Dq. Alburquerque |
Dq. Alburquerque |
Dq. Alburquerque |
Florian |
Donagua |
1969 |
ARAY |
4 |
52 |
Yeguada Ipintza |
J. Méndez |
R. Martín |
Arandora Star |
Hoquis |
1970 |
IFNIRI |
3 |
46 |
Conde Villapadierna |
J. Méndez |
M. Giovanelli |
Icatú |
Donagua |
1971 |
TRAVERTINE |
3 |
52 |
Cuadra Rosales |
F. De Diego |
C. Carudel |
Terborch |
Geisha |
1972 |
MY MOURNE |
3 |
51 |
Cuadra Rosales |
F. De Diego |
C. Carudel |
Koku |
Narraly |
1973 |
TAKALA |
3 |
50 |
Cuadra Rosales |
F. De Diego |
C. Carudel |
Albatrod of Rubi |
Rochetto |
1974 |
KING FROG |
4 |
58 |
Yeguada Las Cuevas |
R. Price |
A. Murray |
Takir |
Royal Saphir |
1975 |
CHACAL |
4 |
60 |
Cuadra Rosales |
F. De Diego |
C. Carudel |
Parmus |
Tarqo |
1976 |
RHEFFÍSSIMO |
3 |
46 |
Conde Villapadierna |
J. Méndez |
F. Rodríguez |
Clamor |
Favallú (Dda. 2º) |
1977 |
EL SEÑOR |
3 |
52 |
Cuadra Mendoza |
A. Penna |
C. Medina |
Favallú |
Pimm's |
1978 |
EL SEÑOR |
4 |
61 |
Cuadra Mendoza |
A. Penna |
R. Martín |
Barilone |
El Cid |
1979 |
PRÍNCIPE DUERO |
4 |
53 |
Cuadra Corellana |
F. Galdeano T. |
P. García |
Sácara |
Bakar |
1980 |
EL PAÍS |
3 |
53 |
Cuadra Mendoza |
J. C. Martínez |
R. Martín |
Chamartín |
Revirado |
AÑO |
GANADOR |
EDAD |
PESO |
PROPIETARIO |
PREPARADOR |
JINETE |
SEGUNDO |
TERCERO |
1941 |
HEBECOURT |
3 |
53 |
Conde de Romanones |
G. Higson |
A. Díez |
Orty |
Rex |
1942 |
CAMPRODÓN |
3 |
47 |
Yeguada Militar |
E. López de Letona |
V. Jiménez |
Blocus |
Montfermeil |
1943 |
BOUQUET |
4 |
55 |
Yeguada Militar |
E. López de Letona |
V. Jiménez |
C de Russie |
Merin d'Or |
1944 |
RECHERCHE |
3 |
53 |
C. Torr |
G. Higson |
A. Díez |
Dandy Nun |
Andrómeda |
1945 |
ANDRÓMEDA |
4 |
54 |
C. Cubas |
G. Higson |
A. Díez |
Twenty Park |
Mark Over |
1946 |
GITANILLO |
3 |
45,5 |
Yeguada Militar |
E. López de Letona |
V. Jiménez |
Chabola |
Jap |
1947 |
BARATISSIMA |
3 |
48 |
Conde Villapadierna |
G. Higson |
C. Díez |
Gitanillo |
Fawley |
1948 |
IVANHOE |
3 |
48 |
Yeguada Militar |
E. López de Letona |
V. Jiménez |
Baratíssima |
Alí Baba |
1949 |
IVANHOE |
4 |
52 |
Yeguada Militar |
G. L. Luzzatti |
V. Jiménez |
Málaga |
Top Flite |
1950 |
RACA |
3 |
50,5 |
Yeguada Figueroa |
J. C. Masa |
J. M. Méndez |
Calíope |
Pumba |
1951 |
TURANDOT II |
3 |
48 |
Yeguada San Jorge |
F. Cadenas |
J. Perelli |
Pumba |
Gomá |
1952 |
GOMA |
4 |
59 |
Conde Villapadierna |
G. Higson |
V. Jiménez |
Murillo |
Lady Colne |
1953 |
NARANCO |
3 |
47 |
Yeguada Donostiarra |
G. Higson |
J. Ramel |
Peralta |
Goyito |
1954 |
PERALTA |
4 |
60 |
C. Tomás de Ybarra |
F. Cadenas |
V. Jiménez |
Arurrerá |
Donna Fly |
1955 |
TOURAGUA |
3 |
58 |
Conde Villapadierna |
G. Higson |
G. Chancelier |
Dacil |
Tbessa |
1956 |
CAPELAN |
3 |
54 |
Ramón Beamonte |
F. García |
J. Perelli |
Rocky |
Rapaz |
1957 |
SAMARELLA |
3 |
45 |
Margarita Z. Jonescu |
Prop. Art. 88 |
E. Wedderin |
Sultán el Yago |
Roque Nublo |
1958 |
TERRE DE FRANCE |
3 |
52 |
C. José L. Carrera |
J. Méndez |
A. Balcones |
Rosales |
Taranta |
1959 |
WILDSUN |
3 |
56 |
Ramón Beamonte |
J. Méndez |
C. Carudel |
Samarella |
Ukrania |
1960 |
NEMBUTAL |
3 |
54 |
Ramón Beamonte |
J. Méndez |
C. Carudel |
Pichi |
D'Ivoi |
AÑO |
GANADOR |
EDAD |
PESO |
PROPIETARIO |
PREPARADOR |
JINETE |
SEGUNDO |
TERCERO |
1919 |
NOUVEL AN |
4 |
64 |
Cimera-Martorell |
J. Freeman |
G. Archibald |
Przemysl |
Billy Cock |
1920 |
NOUVEL AN |
5 |
64 |
Cimera-Martorell |
J. Freeman |
G. Archibald |
Román |
Albano |
1921 |
NOUVEL AN |
6 |
64 |
Cimera-Martorell |
J. Freeman |
G. Archibald |
Albano |
Wheat Duck |
1922 |
ALBANO |
6 |
64 |
María de Ussía |
J. Ceca |
V. Díez |
Gran Capitán |
Allexton |
1923 |
RUBAN |
4 |
62 |
Duque de Toledo |
Adolph de Neuter |
L. Lyne |
Furnace |
Etelfay |
1924 |
LIGHTFOOT |
3 |
40,5 |
Conde de la Cimera |
L. Flatman |
Winder |
Ruban |
Lusigny |
1925 |
MUSSOLINI |
3 |
49 |
Barón de Velasco |
G. Daniels |
Leforestier |
La Doriquilla |
Ruban |
1926 |
APA NOY |
3 |
46 |
Barón de Güell |
M. de Rivera |
J. Perelli |
Teddy Bear |
Toribio |
1927 |
COLINDRES |
3 |
49 |
Georges Flatman |
G. Flatman |
Belmonte |
Mlle. De juenga |
Boldi |
1928 |
COLINDRES |
4 |
60 |
Conde de la Cimera |
G. Flatman |
Belmonte |
Centaure |
Avanti |
1929 |
COLINDRES |
5 |
62 |
Conde de la Cimera |
G. Flatman |
Belmonte |
Volga |
Axdir |
1930 |
JATIVA |
3 |
48 |
Marqués de Valderas |
V. Pueyo |
J. Perelli |
Atlántida |
Duende |
1931 |
ATLÁNTIDA |
5 |
60 |
Conde de la Cimera |
G. Flatman |
V. Jiménez |
Cap Polonio |
Sorrento |
1932 |
ATLÁNTIDA |
6 |
60 |
Conde de la Cimera |
M. E. Outré |
V. Jiménez |
Polichinela |
Silillos |
1933 |
WHO'S HE |
3 |
50 |
C. Cortinas |
L. Barreiro |
D. Fernández |
Aurrerá |
Light Legend |
1934 |
BOBI |
3 |
52 |
C. Peñalver |
M. Novella |
C. Díez |
Dark Henares |
Light Legend |
1935 |
BADARKBLAR |
3 |
50,5 |
C. Carlos Figueroa |
G. Higson |
Leforestier |
Bobi |
Djadon |
PALMARÉS DE LOS GRANDES PREMIOS
-
2021-HOY
-
2011 - 2020
-
2001 - 2010
-
1991 - 2000
-
1981 - 1990
-
1971 - 1980
-
1961 - 1970
-
1951 - 1960
-
1941 - 1950
CARRERA / AÑO |
2021 |
2022 |
2023 |
2024 |
2025 |
2026 |
2027 |
2028 |
2029 |
2030 |
VALDERAS |
MARACAY |
INISHNEE |
LOVE FOR LIFE |
SPIRITUALE |
- |
- |
- |
- |
- | - |
CIMERA |
WHAT'S UP |
CATAPUM |
IT´CHICO TIME |
GIMME LOVE |
- |
- |
- |
- |
- | - |
D. ALBURQUERQUE |
STAR OF BENGAL |
SIR ROQUE |
LISICLES |
MEDIA STORM |
- |
- |
- |
- | - | - |
NACIONAL |
MARACAY |
PANTXINETA |
PAMPLONA |
TETUÁN |
- |
- |
- |
- | - | - |
BEAMONTE |
MARACAY |
SUPER TRIP |
SAFAGA |
CACCIA DI DIANA |
- |
- |
- |
- | - | - |
VILLAPADIERNA |
WHITE BAY |
WHITE KING |
KOWALSKY |
TETUÁN |
- |
- |
- |
- | - | - |
URQUIJO |
EL GUANCHE |
GREAT PROSPECTOR |
KING OF JUNGLE | MADRID | - | - | - | - | - | - |
CARUDEL |
RODABALLO |
SIMPLY STRIKING |
SIMPLY STRIKING |
LISICLES |
- |
- |
- |
- | - | - |
GP MADRID |
LORDOFTHEHORIZON |
MEDIA STORM |
EL CANEY |
WAR OF DANCE |
- |
- |
- |
- | - | - |
SUBASTA ACPSIE |
CASILDA |
LADY MOON |
JOKER |
OCTANS |
- |
- |
- |
- | - | - |
R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
HARDPIA |
INES |
HARDPÍA |
CLORI |
- |
- |
- |
- | - | - |
HISPANIDAD |
RESACON |
SAMEDI RIEN |
SAMEDI RIEN |
SAMEDI RIEN |
- |
- |
- |
- | - | - |
GRAN CRITERIUM |
SUPER TRIP |
SOMMERSUN |
PRINCESS CHILD |
BULNES |
- |
- |
- |
- | - | - |
MEMORIAL |
CHAVALIER CATHARE |
THE GAME |
WAR OF DANCE |
SIRJAN |
- |
- |
- |
- | - | - |
RUBAN |
KITTY MARION |
RAIKU |
KING OF JUNGLE | VICIOUS HARRY | - |
- |
- |
- |
- | - |
ROMÁN MARTÍN |
MEDIA STORM |
IL DECAMERONE |
SAFAGA |
NARANCO |
- |
- |
- |
- | - | - |
ANIVERSARIO HZ |
DAJLA |
UPA LOLA |
SOPHIE´S WATCH |
SAMEDI RIEN |
- |
- |
- |
- | - | - |
ANTONIO BLASCO |
RODABALLO |
RODABALLO |
LOVE FOR LIVE |
WITIZA |
- |
- |
- |
- | - | - |
VILLAMEJOR |
DOMI GO |
WHITE KING |
PAMPLONA |
AZKAR |
- |
- |
- |
- | - | - |
CARRERA / AÑO |
2011 |
2012 |
2013 |
2014 |
2015 |
2016 |
2017 |
2018 |
2019 |
2020 |
VALDERAS |
ASPASIA DE MILETO |
KETALA |
FILLY MEDI |
VALLILA |
- |
AVENUE DARGENT |
HONEYMOON TRIP |
KODIAK WEST |
UDALLA |
PRAVIA |
CIMERA |
FESTEIRO |
NUREDYN |
KARETAS |
ARKAITZ |
- |
FLANDERS FLAME |
ELDELBAR |
ANOTHER DAY OF SUN |
EINAR |
RODABALLO |
D. ALBURQUERQUE |
DOMESIDE |
ABDEL |
CELTIC ROCK |
CELTIC ROCK |
- |
LE BLUE ET NOIR |
ZUBEROA |
KARLSBURG |
KARLSBURG |
NORAY |
NACIONAL |
FESTEIRO |
ALONSO |
LABROS |
ARKAITZ |
CLAVILEÑO |
ARGÜERO |
QUEENROSE |
CHERINA DYNAMITE |
TAZONES |
TRONÍO |
BEAMONTE |
CLUNIA |
OPIKKOPI |
NAVARRA |
CHAROSCA |
- |
NOCTALIA |
WINFOLA |
NIEVES |
VIRKA |
NAVIA |
VILLAPADIERNA |
AYANZ |
FORTUN |
RILKE |
ARKAITZ |
- |
NEMQUETEBA |
WILD KING |
DON SANCHO |
AXIOCO |
ABU |
URQUIJO |
NEWBY |
- |
S GRILLO |
VALIANT BLUE |
- |
TOTXO |
IGOLLO DE CAMARGO |
PRESIDENCY |
ANTONELLA |
EL GUANCHE |
CARUDEL |
VOLCANICO |
MATUSALEN |
ARES D'EMRA |
CIELO CANARIAS |
- |
NOOZHOH CANARIAS |
ALMOROX |
ARGÜERO |
BAYOUN |
AMEDEO MODIGLIANI |
GP MADRID |
ENTRE COPAS |
KARLUV MOST |
ENTRE COPAS |
FRINE |
- |
MADRILEÑO (GB) |
TUVALU |
ZASCANDIL |
HIPODAMO DE MILETO |
CNITCH |
SUBASTA ACPSIE |
- |
- |
- |
- |
ARGÜERO |
ROMPEOLAS |
ATEGORRIETA |
FLAMENKILLA |
LEILANI |
DANKO |
R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
CASACA |
SKINSIDE |
FRINE |
NAVARRA |
VIZCAYA |
AVENUE DARGENT |
AVENIE DARGENT |
NEW IALY BARELIERE |
MOST EMPOWERED |
CABUÉRNIGA |
HISPANIDAD |
ABDEL |
CIELO CANARIAS |
CIELO CANARIAS |
ABDEL |
DIEGO VALOR |
ALMOROX |
ALMOROX |
CÉFIRO |
ORIENTAL |
AMEDEO MODIGLIANI |
GRAN CRITERIUM |
MATUSALEN |
PEARLSIDE |
DANI WALLON |
IDEAL APPROACH |
ARGUERO |
FUENTEESTEIS |
ATEGORRIETA |
GUERATY |
SALAR ISLAND |
DOMI GO |
MEMORIAL |
AYANZ |
CASACA |
ABDEL |
ARKAITZ |
METRAMO |
AGAIN CHARLIE |
TUVALU |
HIPODAMO DE MILETO |
CNICHT |
TARANTELA |
RUBAN |
- | - |
COMPTON PARK |
DANI WALLON |
TOTXO |
TOTXO |
ANTONELLA |
ABRANTES |
ABRANTES |
FINTAS |
ROMÁN MARTÍN |
- |
- |
CELTICK ROCK |
RISBI |
MADRILEÑO |
MADRILEÑO |
ALMOROX |
NORAY |
SALLAB |
NORAY |
ANIVERSARIO HZ |
BARONIA |
BARONIA |
FILLI MENDI |
FILLI MENDI |
BOHEMIAN RHAPSODY |
KALINDA |
BRUNETA |
SOUPHA |
ALTERNATIVAS |
MY FLINDERS |
ANTONIO BLASCO |
ABDEL |
MIL AZUL |
MIL AZUL |
DIEGO VALOR |
DIEGO VALOR |
GROWING GLORY |
ELECTRA VOICE |
ANOTHER DAY OF SUN |
RESACÓN |
GREAT PROSPECTOR |
VILLAMEJOR |
ACHTUNG |
AZAFATA |
ANDRY BRUSSELLES |
ARKAITZ |
MUSIQUE SACREE |
AGAIN CHARLIE |
HIPODAMO DE MILETO |
TREGUA |
ELUÁN |
STELVIO |
CARRERA / AÑO |
2001 |
2002 |
2003 |
2004 |
2005 |
2006 |
2009 |
2008 |
2009 |
2010 |
VALDERAS |
- |
- |
- |
- |
- |
NURENIEVA |
GOLDING STAR |
LA GALERNA |
ZENSIDE |
ERCOLINI |
CIMERA |
- |
- |
- |
- |
- |
PADEEL |
DINK |
YEPES |
SILVERSIDE |
ARIETE ARROLLADOR |
D. ALBURQUERQUE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
NACIONAL |
- |
- |
- |
- |
- |
FALARIS |
NEWANGO |
CAMBALACHE GR |
KIFFER |
PLANTAGENET |
BEAMONTE |
- |
- |
- |
- |
- |
EPATHA |
GOLDING STAR |
LA GALERNA |
CARLOTA |
NARYA |
VILLAPADIERNA |
- |
- |
- |
- |
- |
PALAMOSS |
PREMIER GALOP |
TSARABI |
DOMESIDE |
PLANTAGENET |
CARUDEL |
- |
- |
- |
- |
- |
DIRCE |
TRUENO NEGRO |
YEPES |
LORGAN |
SILVERSIDE |
GP MADRID |
- |
- |
- |
- |
- |
BALDORIA |
PREMIER GALOP |
BANNABY |
FARAMIR |
KARLUV MOST |
SUBASTA ACPSIE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
- |
- |
- |
- |
- |
AFRIKETA |
JADE |
SYNERGY |
FRESNEDA |
PARA ELISA |
HISPANIDAD |
- |
- |
- |
- |
YOUNG TIGER |
TRIP TO THE MOON |
SOLITA |
SHUMOOKH |
SILVERSIDE |
SILVERSIDE |
GRAN CRITERIUM |
- |
- |
- |
- |
BALDORIA |
WHAT A CAPER |
RITUSS |
AS DE TREBOL |
ADJUGUE |
VOLCANICO |
MEMORIAL |
- |
- |
- |
- |
YOUNG TIGER |
JADE |
YOUNG TIGER |
BLUE RIDGE VIEW |
YOU OR NO ONE |
KARLUV MOST |
ROMÁN MARTÍN |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
CONVIDADA |
REAPERTURA |
- |
- |
- |
- |
YOUNG TIGER |
- |
- |
- |
- |
- |
ANTONIO BLASCO |
- |
- |
- |
- |
- |
PRINCE D'ORANGE |
LESSING |
LORGAN |
MARISCAL |
PEÑALEN |
VILLAMEJOR |
- |
- |
- |
- |
- |
BANNABY |
GIROFOLO |
FARAMIR |
KARLUV MOST |
PAZIFIKSTURM |
CARRERA / AÑO |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1999 |
1998 |
1999 |
2000 |
VALDERAS |
SALAAM |
DOUBERTA |
MOLINERA |
PIGALLE |
EOWYN |
SUA |
- |
- |
- |
- |
CIMERA |
PERFIL |
ISTMO BLANCO |
TOTI GUAY |
BOLISHOI |
MADRILEÑO (IRE) |
OKAWANGO |
- |
- |
- |
- |
D. ALBURQUERQUE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
NACIONAL |
SUR |
TOBA |
CULLINAN |
BORJITO |
MASBELL |
BATU |
- |
- |
- |
- |
BEAMONTE |
VILLA MAGNA |
DOUBERTA |
LAGUNA |
YOUNG ROZY |
RIAZA |
SUA |
- |
- |
- |
- |
VILLAPADIERNA |
SERVANDO |
TOBA |
CULLINAN |
CUMBRALES |
MADRILEÑO (IRE) |
BATU |
- |
- |
- |
- |
CARUDEL |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
GP MADRID |
MONET |
DARIYOUN |
KING COBRA |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
SUBASTA ACPSIE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
SALAAM |
KIKAM |
KATHLEN |
LA STRADA |
EOWYN |
ALMU-DENA |
- |
- |
- |
- |
HISPANIDAD |
CRACK REGIMENT |
CALIFE D'OR |
PARTIPRAL |
PARTIPRAL |
VAL D'ARBOIS |
SHERIDAN |
- |
- |
- |
- |
GRAN CRITERIUM |
NAUPLION |
DOM ALAIN |
AIR VAINQUEUR |
PUERTOLLANO |
FADO |
KASHWAN |
- |
- |
- |
- |
MEMORIAL |
ONE TO TWO |
ISTMO BLANCO |
VERT AMANDE |
PARTIPRAL |
PARTIPRAL |
MONGOL WARRIOR |
- |
- |
- |
- |
ROMÁN MARTÍN |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
REAPERTURA |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
ANTONIO BLASCO |
MELODY SINGER |
DOM ALAIN |
AL MELODY |
POLICY MATTER |
ESTRAGÓN |
ALMAGRO |
- |
- |
- |
- |
VILLAMEJOR |
SIBARITO |
TOBA |
LAGUNA |
GILIBERTO |
EL CEREMONIOSO |
BATU |
- |
- |
- |
- |
CARRERA / AÑO |
1981 |
1982 |
1983 |
1984 |
1985 |
1986 |
1987 |
1988 |
1989 |
1990 |
VALDERAS |
TIJUANA BLUE |
LA NOVIA |
MANOLA |
GIFTMARA |
CARUCHITA |
HUNTING STAR |
TERESA |
LISANDRA |
SHADARA |
ROBERTIYA |
CIMERA |
BARILOCHE |
BATALLADOR |
ZALDUENDO |
HABIT |
PEPES |
ORBITAL |
SOCRAM |
CINNAMON HORSE |
LA YEGUA |
SHERMAN |
D. ALBURQUERQUE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
NACIONAL |
FEELING |
LA NOVIA |
MAMELUCO |
EL ALCAZAR |
MAYORAZGO |
HUNTING STAR |
VILLA BLANCA |
RAZONABLE |
CANALETTO |
AKELARRE |
BEAMONTE |
VALINSKA |
LEYLA |
ZAMBIA |
FALLA |
ENIX |
PEARL ISLAND |
TERESA |
NAMANTI |
RAPACIÑA |
ROBERTIYA |
VILLAPADIERNA |
TAWIL |
BREZO |
ZALDUENDO |
ARAMEO |
CHAYOTE |
FINISSIMO |
ADRIATICO |
VICHISKY |
LA YEGUA |
AKELARRE |
CARUDEL |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
GP MADRID |
EL PAIS |
EL PAIS |
BREZO |
RICHAL |
RICHAL |
CASUALIDAD |
CASUALIDAD |
VICHISKY |
VILLA D'ESTE |
AKELARRE |
SUBASTA ACPSIE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
SACARA |
LA NOVIA |
LEYLA |
RAIPONCE |
BARAZONA |
NITZANA |
NITZANA |
TERESA |
POSSY FINGERS - JARA (empt.) |
CYRENAICA |
HISPANIDAD |
- |
- |
- |
- |
SOUDZOU |
HABIT |
CHIKAWA |
ISABENA |
CAÑAL |
SHERMAN |
GRAN CRITERIUM |
LEYLA |
MANOLA |
RAIPONCE |
RESILLE |
PEARL ISLAND |
TERESA |
FURIOSO |
MOON RIVER |
ROBERTIYA |
VICTIM BOY |
MEMORIAL |
COLOSO |
NIMBO |
LA PISTA |
HIGINIO |
INDIAN PRINCE |
CASUALIDAD |
CASUALIDAD |
VICHISKY |
CANALETTO |
CICLON |
ROMÁN MARTÍN |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
REAPERTURA |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
ANTONIO BLASCO |
RIVELLORA |
LA CASTELLANA |
LEYLA |
RODILES |
SOUDZOU |
HABIT |
CHIKAWA |
SOCRAM |
NAMANTI |
SHERMAN |
VILLAMEJOR |
CARNAVAL |
INDIAN PRINCE |
MANOLA |
LORD OWEN |
CHAYOTE |
HUNTING STAR |
EL CRICRI |
VICHISKY |
CANALETTO |
CICLON |
CARRERA / AÑO |
1971 |
1972 |
1973 |
1974 |
1975 |
1976 |
1977 |
1978 |
1979 |
1980 |
VALDERAS |
JAZMIN IV |
LA LUZ |
PENTAGONA |
MASLLANA |
LADY SNOB |
BRUNA |
RATHER |
ONDINOA |
AVALANCHA |
HELINA |
CIMERA |
DARC |
KOKU |
LETHERTON |
EL GAUCHO |
DUAL SEA |
SULIN |
MANET |
BARILONE |
TUCUMAN |
CHAMARTIN |
D. ALBURQUERQUE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
NACIONAL |
FRANJEZCO |
KOSHKERO |
ROCHETTO |
EL GAUCHO |
TINTO DE TORO |
CLAMOR |
MANET |
PRINCIPE DUERO |
TUCUMAN |
NUMBER ONE |
BEAMONTE |
JAZMIN IV |
DELFICA |
PENTAGONA |
AGRESIVA |
NESKA |
DILUVIO |
FELISCOA |
TOCAYA |
SACARA |
HELINA |
VILLAPADIERNA |
TRAVERTINE |
NARRALY |
ROCHETTO |
CHACAL |
DUAL SEA |
EL CAMPILLO |
MANET |
BARILONE |
TUCUMAN |
NUMBER ONE |
CARUDEL |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
GP MADRID |
TRAVERTINE |
MY MOURNE |
TAKALA |
KING FROG |
CHACAL |
RHEFFISSIMO |
EL SEÑOR |
EL SEÑOR |
PRINCIPE DUERO |
EL PAIS |
SUBASTA ACPSIE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
LINA SWING |
LA CHORU |
LINA SWING |
GOREY |
PENTAGONA |
NESKA |
PETISAR |
CHIARA |
SACARA |
TOMYRIS |
HISPANIDAD |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
GRAN CRITERIUM |
SCANDALO |
JABIBA |
CHACAL |
NAUTILUS |
NIKIÑACA |
LAUDA |
BARILONE |
DIKI |
BLUSHAL |
FEELING |
MEMORIAL |
TERBORCH |
STANIA |
GEISHA |
CHACAL |
SEIS DOBLE |
RHEFFISSIMO |
REVIRADO |
EL SEÑOR |
ARROW |
HUARALINO |
ROMÁN MARTÍN |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
REAPERTURA |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
ANTONIO BLASCO |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
TORMENTO |
CHAMARTÍN |
VILLAMEJOR |
TERBORCH |
NARRALY |
ROCHETTO |
CHACAL |
DUAL SEA |
RHEFFISSIMO |
EL SEÑOR |
CUATRO DOBLE |
ARROW |
EL PAIS |
CARRERA / AÑO |
1961 |
1962 |
1963 |
1964 |
1965 |
1966 |
1967 |
1968 |
1969 |
1970 |
VALDERAS |
FOLIE |
TOKARA |
CARABAN |
GLORIA |
DALIA |
EUREKA |
LA SCANDALOSSA |
GRIBU |
HERVES |
IRIAN |
CIMERA |
NERTAL |
ATURUXO |
TRITON |
PONGO |
RICKY |
EROS |
MASPALOMAS |
ADAR II |
RAGAZZO |
ILALO |
D. ALBURQUERQUE |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
NACIONAL |
CAPORAL |
ATURUXO |
AKBAR |
FENICIO II |
DAMASCO |
EUREKA |
MASPALOMAS |
GOLFO |
WILTI |
ZORBA |
BEAMONTE |
FOLIE |
TOKARA |
KOSHKA |
GLORIA |
PINTACUDA |
EUREKA |
LA SCANDALOSSA |
GUARANI |
KATIMBA |
ITHACA |
VILLAPADIERNA |
CAPORAL |
ANGLO |
TACORA |
FENICIO II |
DAMASCO |
GRAN CANARIA |
MASPALOMAS |
DONAGUA |
EL SANTO |
HYPOCRATE |
CARUDEL |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
GP MADRID |
CAPORAL |
NERTAL |
NERTAL |
MING |
TODO AZUL |
RELTAJ |
TOTE |
TEBAS |
ARAY |
IFNIRI |
SUBASTA ACPSIE |
- |
- |
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R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
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GRIBU |
KATIMBA |
HISPANIDAD |
- |
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GRAN CRITERIUM |
ANGLO |
TACORA |
CEUTA |
RICKY |
RELTAJ |
MASPALOMAS |
GRIBU |
HAITI |
PRIMA DONNA |
GEISHA |
MEMORIAL |
FOLIE |
NERTAL |
BUD |
FRISCO |
BUD |
NAVALCAN |
MASPALOMAS |
FARNESIO |
ARAY |
ARAY |
ROMÁN MARTÍN |
- |
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REAPERTURA |
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ANTONIO BLASCO |
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VILLAMEJOR |
VIK |
TOKARA |
BUD |
PANCHO |
NAVALCAN |
RELTAJ |
FERIAL |
GALA II |
ANAMUR |
SANSON |
CARRERA / AÑO |
1951 |
1952 |
1953 |
1954 |
1955 |
1956 |
1957 |
1958 |
1959 |
1960 |
VALDERAS |
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CIMERA |
TURANDOT II |
AYUCO |
NARRICHKIN |
OBAGOY |
TBESSA |
RIU KIU |
SANDRU |
DYUR |
JABATO |
VERAGRO |
D. ALBURQUERQUE |
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- |
NACIONAL |
SAD PRINCE |
AYUCO |
GOYITO |
AURRERA |
PINKY |
GYN |
SULTAN EL YAGO |
MANSOUR |
VAMOS II |
TRACIA |
BEAMONTE |
- |
- |
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VILLAPADIERNA |
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CARUDEL |
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GP MADRID |
TURANDOT II |
GOMA |
NARANCO |
PERALTA |
TOURAGUA |
CAPELAN |
SAMARELLA |
TERRE DE FRANCE |
WILDSUN |
NEMBUTAL |
SUBASTA ACPSIE |
- |
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R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
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HISPANIDAD |
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GRAN CRITERIUM |
MAZUCO |
NARRICHKIN |
CHIPIRON |
ANSWER ME |
CAPELAN |
- |
KYMRIS |
GRAN TARAJAL |
VERAGRO |
SINGAPUR |
MEMORIAL |
GREY EAGLE |
TARSIS |
CALESA |
COLLEEN |
RIFA |
CHIPIRON |
ABE DE FUEGO |
DYUR |
DYUR |
ARGA |
ROMÁN MARTÍN |
- |
- |
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REAPERTURA |
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ANTONIO BLASCO |
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VILLAMEJOR |
TURANDOT II |
EDERRA |
CALESA |
TOURAGUA |
ARTICUZA |
RAPAZ |
MENARA |
EDNA |
ANADOLI |
RAIWA |
CARRERA / AÑO |
1941 |
1942 |
1943 |
1944 |
1945 |
1946 |
1947 |
1948 |
1949 |
1950 |
VALDERAS |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
CIMERA |
CASTELLON |
IMPERIO |
VELAZQUEZ |
DARK TOKI |
JAP |
SANDRA |
AMAYA |
CALPE |
JABATO |
DON JAPAN |
D. ALBURQUERQUE |
- |
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- |
NACIONAL |
OCCEANO |
BOT |
NUMANCIA |
IRAK |
JAP |
AYETE |
AMAYA |
ALIBABA |
TROPICANA |
RACA |
BEAMONTE |
- |
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VILLAPADIERNA |
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CARUDEL |
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- |
GP MADRID |
HEBECOURT |
CAMPRODON |
BOUQUET |
RECHERCHE |
ANDROMEDA |
GITANILLO |
BARATISSIMA |
IVANHOE |
IVANHOE |
RACA |
SUBASTA ACPSIE |
- |
- |
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- |
R. R. BENÍTEZ DE LUGO |
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HISPANIDAD |
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- |
GRAN CRITERIUM |
IMPERIO |
- |
MALTA |
FUEN BLANCA |
AYETE |
HURON GRIS |
CALPE |
MARFIL |
RACA |
TURANDOT II |
MEMORIAL |
L'ASTREE |
CUIR DE RUSSIE |
MERIN D'OR |
BOBATI |
MALLORCA |
FALUCHO |
QUIMERA |
TOP FLITE |
GAZTELUPE |
ADANA II |
ROMÁN MARTÍN |
- |
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REAPERTURA |
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ANTONIO BLASCO |
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- |
VILLAMEJOR |
HEBERCOURT |
CAMPRODON |
VELAZQUEZ |
RECHERCHE |
FANDANGUILLO |
AYETE |
BARATISSIMA |
INDAUCHU |
PETAVY |
RACA |
CAMPEONES DE ESPAÑA
AÑO |
PROPIETARIO |
PREPARADOR |
JOCKEYS |
CRIADORES |
CABALLO |
SEMENTALES |
2021 |
YEGUADA ROCÍO |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
RICARDO SOUSA |
WALLHOUSE SLU |
MARACAY |
LIGTHNING MOON |
2022 |
YEGUADA ROCÍO |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
WALLHOUSE SLU |
SAMEDI RIEN |
LIGTHNING MOON |
2023 | YEGUADA ROCÍO | GUILLERMO ARIZKORRETA | VACLAV JANACEK | WALLHOUSE SLU | KING OF JUNGLE | LIGTHNING MOON |
AÑO |
PROPIETARIO |
PREPARADOR |
JOCKEYS |
CRIADORES |
CABALLO |
SEMENTALES |
2001 |
CLAES BJORLING |
OVIDIO RODRÍGUEZ |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
YEGUADA CORTIÑAL |
ANBARI |
MUHTARRAM |
2002 |
YEGUADA CORTIÑAL |
OVIDIO RODRÍGUEZ |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
YEGUADA CORTIÑAL |
MONTALBÁN |
MONDRIAN |
2003 |
YEGUADA CORTIÑAL |
EDWARD J. CREIGHTON |
ALAN CREIGHTON |
YEGUADA CORTIÑAL |
LUTH HIGH |
SHERMAN |
2004 |
CUADRA MADROÑOS |
OVIDIO RODRÍGUEZ |
JORGE HORCAJADA |
YEGUADA CORTIÑAL |
CLASSIC CROCO |
CROCO ROUGE |
2005 |
CUADRA MADROÑOS |
MAURICIO DELCHER SÁNCHEZ |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
HARAS DE FIRMAMENTO |
FOL PARADE |
PARADE MARSHAL |
2006 |
CUADRA MADROÑOS |
MAURICIO DELCHER SÁNCHEZ |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
YEGUADA MILITAR |
BALDORIA |
LIMPID |
2007 |
YEGUADA CORTIÑAL |
MAURICIO DELCHER SÁNCHEZ |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
YEGUADA CORTIÑAL |
PREMIER GALOP |
OKAWANGO (SPA) |
2008 |
YEGUADA CORTIÑAL |
JOSÉ CARLOS FERNÁNDEZ R. |
BORJA FAYOS |
YEGUADA CORTIÑAL |
BANNABY |
LIMPID |
2009 |
CUADRA VADARCHI |
MAURICIO DELCHER SÁNCHEZ |
JULIEN GROSJEAN |
CUADRA MADROÑOS |
FARAMIR |
BAPTIZE |
2010 |
CUADRA SAFSAF |
MAURICIO DELCHER SÁNCHEZ |
JEREMY CROCQUEVIEILLE |
YEGUADA CORTIÑAL |
KARLUV MOST |
BAPTIZE |
2011 |
CUADRA SAFSAF |
MAURICIO DELCHER SÁNCHEZ |
JEREMY CROCQUEVIEILLE |
DEHESA DE MILAGRO |
ENTRE COPAS |
DYHIM DIAMOND |
2012 |
CUADRA SAFSAF |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
DEHESA DE MILAGRO |
PAZIFIKSTURM |
DYHIM DIAMOND |
2013 |
CUADRA SAFSAF |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
DEHESA DE MILAGRO |
ABDEL |
DYHIM DIAMOND |
2014 |
CUADRA DI BENISICHI |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
DEHESA DE MILAGRO |
ARKAITZ |
PYRUS |
2015 |
CUADRA ODISEA |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
DEHESA DE MILAGRO |
DIEGO VALOR |
DIKTAT |
2016 |
CUADRA POPULAR |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
BORJA FAYOS |
DEHESA DE MILAGRO |
MADRILEÑO |
CARADAK |
2017 |
CUADRA SANTA BÁRBARA |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
DEHESA DE MILAGRO |
TUVALU |
CARADAK |
2018 |
CUADRA NANINA |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
RICARDO SOUSA |
CUADRA NANINA |
HIPODAMO DE MILETO |
CARADAK |
2019 |
MARQUÉS DE MIRAFLORES |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
ZUBIETA LTD |
ORIENTAL |
CARADAK |
2020 |
YEGUADA ROCÍO |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
WALLHOUSE SLU |
NORAY |
CARADAK |
2021 |
YEGUADA ROCÍO |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
RICARDO SOUSA |
WALLHOUSE SLU |
MARACAY |
LIGTHING MOON |
2022 |
YEGUADA ROCÍO |
GUILLERMO ARIZKORRETA |
VACLAV JANACEK |
WALLHOUSE SLU |
SAMEDI RIEN |
LIGTHING MOON |
AÑO |
PROPIETARIO |
PREPARADOR |
JOCKEYS |
CRIADORES |
CABALLOS |
SEMENTALES |
1981 |
CUADRA MENDOZA |
FRANCISCO ALBERTO MILIÁ |
CLAUDIO CARUDEL |
CUADRA ROSALES |
CARNAVAL |
CHACAL |
1982 |
CUADRA MENDOZA |
JUAN JESÚS CECA |
CLAUDIO CARUDEL |
CUADRA ROSALES |
INDIAN PRINCE |
CHACAL |
1983 |
CUADRA ROSALES |
LUIS MAROTO |
CLAUDIO CARUDEL |
YEGUADA MILITAR |
ZALDUENDO |
BRABANT |
1984 |
CUADRA ROSALES |
CARLOS CORVALÁN |
CLAUDIO CARUDEL |
CUADRA ROSALES |
HABIT |
CHACAL |
1985 |
CUADRA ROSALES |
LUIS MAROTO |
CLAUDIO CARUDEL |
CUADRA ROSALES |
CHAYOTE |
RHEFFÍSSIMO |
1986 |
CUADRA ROSALES |
CLAUDIO CARUDEL |
BARTOLOMÉ GELABERT |
CUADRA ROSALES |
CASUALIDAD |
RHEFFÍSSIMO |
1987 |
CUADRA ROSALES |
CLAUDIO CARUDEL |
BARTOLOMÉ GELABERT |
CUADRA ROSALES |
CASUALIDAD |
RHEFFÍSSIMO |
1988 |
CUADRA ROSALES |
MIGUEL ALONSO |
BARTOLOMÉ GELABERT |
CUADRA ROSALES |
VICHISKY |
EL SEÑOR |
1989 |
CUADRA ALBORADA |
ENRIQUE BEDOURET |
SERVANDO VICENTE CAÑIZO |
CUADRA ROSALES |
CANALETTO |
RHEFFÍSSIMO |
1990 |
CUADRA ALBORADA |
ENRIQUE BEDOURET |
FLORENTINO GONZÁLEZ |
CUADRA ASTURIAS |
AKELARRE |
EL PAÍS |
1991 |
CUADRA ALBORADA |
ENRIQUE BEDOURET |
CRISTÓBAL MEDINA |
CUADRA ASTURIAS |
ONE TO TWO |
NO PASS NO SALE |
1992 |
CUADRA ALBORADA |
ENRIQUE BEDOURET |
JORGE HORCAJADA |
YEGUADA MILITAR |
PETIT LOUP |
DANZIG |
1993 |
CUADRA MADRILEÑA |
ROMÁN MARTÍN |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
CUADRA ROSALES |
CALIFE D'OR |
RHEFFÍSSIMO |
1994 |
CUADRA MADRILEÑA |
MIGUEL ALONSO |
FLORENTINO GONZÁLEZ |
CUADRA PEREIRA SAT |
PARTIPRAL |
LUTH DANCER |
1995 |
CUADRA MADRILEÑA |
ROMÁN MARTÍN |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
YEGUADA EL ESPINAR |
MADRILEÑO |
LUTH DANCER |
1996 |
CUADRA MADRILEÑA |
ROMÁN MARTÍN |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
YEGUADA EL ESPINAR |
MDUDU |
LUTH DANCER |
1997 |
CUADRA MADRILEÑA |
MAURICIO DELCHER POULIES |
SR. ARIZKORRETA, GUILLERMO |
YEGUADA EL ESPINAR |
OKAWANGO |
DON ROBERTO |
1998 |
CUADRA MADRILEÑA |
EDUARDO OLGADO |
FLORENTINO GONZÁLEZ |
YEGUADA EL VENTORRILLO |
VICIMAR |
DON ROBERTO |
1999 |
CUADRA GUIJARRO |
JOSÉ MANUEL BORREGO |
FLORENTINO GONZÁLEZ |
YEGUADA BALMORAL |
OKAWANGO (SPA) |
DON ROBERTO |
2000 |
YEGUADA CORTIÑAL |
OVIDIO RODRÍGUEZ |
JOSÉ LUIS MARTÍNEZ |
YEGUADA CORTIÑAL |
JAFAR |
SHERMAN |
LOS MEJORES DE LA HISTORIA
GRANDES CABALLOS
Desde los dos hasta los diez, y a pesar de sufrir varias lesiones importantes que le obligaron a pasar largas etapas en recuperación, Young Tiger corrió 39 carreras, de las que ganó 22, acumulando más de 800.000 euros en premios y primas, aunque superando el millón de euros de ganancias para su propietario, Javier Gispert, gracias a los bonos del circuito del Defi du Galop francés. Colocado de Grupo a tres años, se impuso en diez carreras de nivel Listed en Francia e Italia, aunque fue en España donde escribió capítulos de incalculable valor sentimental.
Fue el gran protagonista de la temporada de la reapertura del Hipódromo de La Zarzuela (otoño de 2005), al imponerse con suma facilidad en los tres grandes premios programados en menos de dos meses: el Gran Premio Reapertura (2.000 metros), el Memorial Duque de Toledo (2.400 metros) y el Gran Premio de la Hispanidad (1.600 metros). No contento con eso, dos años más tarde volvió a ganar el Memorial Duque de Toledo, y dos años más tarde (ya en 2009, con ocho años), la Copa de Oro de San Sebastián.
El Gran Premio de Madrid lo corrió solamente una vez, con ¡nueve años!, y fue tercero del dúo inolvidable Karluv Most-Entre Copas. Todavía al año siguiente, con diez primaveras, Young Tiger tuvo el coraje de volver a San Sebastián para ser cuarto en la Copa de Oro.
El de Gispert, entrenado por François Rohaut, fue un caballo excepcional no solamente por su calidad sino por su extraordinario corazón, que le permitió alargar su carrera deportiva superando varias lesiones que a cualquier otro habrían retirado. Siempre respondió a las expectativas de la afición madrileña, brindando espectáculos inolvidables y dando brillantes, sobre todo, a la gran reapertura del Hipódromo, lo que siempre habrá que recordar y agradecerle, a él y a su propietario. Tras su retirada, vive feliz en las playas cántabras al cuidado de Alberto Remolina, encargado siempre de sus recuperaciones.
Llegó a España después de haber dado un valor aceptable en Francia, donde su rol, sin embargo, era el de hacer de sparring para otros mejores en una gran cuadra. Importado por Alberto Abajo, y bajo el cuidado de Roberto López, se impuso en el Villamejor después de haber sido tercero en el Memorial Duque de Toledo en su presentación en España.
Ya defendiendo los colores de la cuadra Miranda de Luis Morgado, y bajo la preparación de Mauri Delcher, Bannaby se convirtió en un campeón que apuntó a su palmarés, hasta los siete años, el Gran Premio de Madrid, dos veces la Copa de Oro, el Gran Premio de San Sebastián y el Gladiateur, entre otras carreras en España. Fuera de nuestras fronteras, Bannaby se reveló como un fondista de primer nivel, ganando el Prix Cadran (Gr.1) en el meeting del Arco de Triunfo y logrando otras colocaciones de valor, amén de imponerse en Listed. Además, con siete años, participó en la mítica Gold Cup de Royal Ascot (Gr.1), donde cumplió un excelente papel para ser cuarto de Rite of Passage. Sumó doce victorias y más de 630.000 euros entre premios y primas hasta retirarse a ejercer de semental. En este nuevo papel, y con pocas oportunidades, es padre de numerosos ganadores.
Criado por su propietario, Fernando Hernández Font, Entre Copas solamente corrió en España por su mala disposición a los viajes. Esto fue una fortuna para los aficionados españoles, que disfrutaron de su calidad y de su corazón durante siete años.
Su historia es de las realmente peculiares. Fue un caballo muy atrasado y en sus primeras carreras, en el segundo semestre de 2007, con tres años, no apuntó nada, aunque despidió la temporada ganando un hándicap después de cuatro salidas en las que no había sido capaz de colocarse.
A cuatro años empezó a progresar, y pasó de ser un caballo de hándicap a disputar, aunque sin éxito, el Gran Premio de Madrid. No obstante, terminó la temporada ganando el Gladiateur.
A partir de ahí, llegó su verdadera explosión, con cinco años. Llegó a correr hasta los diez años un total de 53 carreras, obteniendo 16 victorias, 24 colocaciones y casi 400.000 euros en ganancias. Se anotó dos veces el Gran Premio de Madrid (2011 y 2013), tres veces el Gladiateur, dos veces el Corpa y el Gran Premio de San Sebastián, y la Mijas’ Cup de 2011. Se exhibió en La Zarzuela, en San Sebastián, en Mijas y en Dos Hermanas, y esto hizo que se convirtiera en uno de los caballos más queridos por la afición en todos los años transcurridos desde la reapertura de La Zarzuela.
Tras su retirada, Entre Copas aún regresó al hipódromo de La Zarzuela para desfilar una vez más ante sus tribunas y recibir la última ovación de todos los aficionados justo antes de la disputa del Premio Gladiateur de 2014. Desde entonces, esta significada carrera del calendario tradicional de Madrid se llama Premio Entre Copas-Gladiateur.
En España, Equiano solamente corrió cuatro carreras a dos años. Fue segundo en el Primera Paso, tercero en el Gran Critérium de la excelente Rituss y ganó dos pruebas en La Zarzuela y en San Sebastián. Terminó la campaña precoz en Francia, siendo tercero en el Criterium de Maisons-Laffitte (Gr.2) y Mauri Delcher ya enfocó su futuro para hacer algo importante.
Tras reaparecer a tres años, segundo, ganó una categoría B en París y fue segundo en los mil metros del Prix du Gros-Chene (Gr.2), carrera tras la cual fue vendido por la cuadra Madroños de Félix Sanz al propietario inglés James Acheson, con cuyos colores ya participó en su carrera siguiente, el prestigioso sprint del King’s Stand St. (Gr.1) de Royal Ascot. Aún bajo la preparación de Mauri Delcher, Equiano ganó, convirtiéndose en uno de los flyers más importantes de Europa.
A partir de ahí pasó un tiempo naufragando en carreras del máximo nivel, hasta que su entrenador, Barry Hills, consiguió recuperar su mejor valor en 2010, apuntándose de nuevo el King’s Stand, un Grupo 3 en Newmarket y sendos segundos en Gr. 2 y en Gr. 1. Equiano era un caballo complicado (en alguna ocasión se quedó sin correr por negarse a entrar en los cajones), pero puesto en marcha, fue uno de los grandes. Después de acumular más de 300.000 euros en premios y siete victorias, fue retirado a ejercer funciones de semental en Reino Unido, donde mantiene una cotización constante como padre de buenos dos años y caballos de velocidad.
El francés Karluv Most también fue un caballo tardío que empezó a mostrar sus poderes en el otoño de los tres años, cuando se impuso en el Villamejor. Cerró su carrera deportiva con nueve victorias y veinte colocaciones (alguna de ellas en Listed en Francia), 250.000 euros en premios y el reconocimiento de toda la afición por su gran corazón, que le permitió ser competitivo hasta los siete años, proporcionando duelos vibrantes con su eterno enemigo, el alazán Entre Copas. No en vano, ambos caballos se repartieron cuatro ediciones consecutivas del Gran Premio de Madrid, de las cuales Karluv Most ganó las de 2010 y 2012, con Entre Copas segundo, y fue segundo en la de 2011 (con triunfo del de África). Además, Karluv Most ganó el Memorial Duque de Toledo.
Su retirada, que sucedió un poco antes de la de su gran rival, supuso un punto y aparte en la historia contemporánea de las carreras españolas y, especialmente, en La Zarzuela. Sus primeros hijos están por correr y se les espera con cariño.
El Grupo Bolaños Gran Canaria, de los hermanos Juan Carlos y José Luis Bolaños, importó a Noozhah de Inglaterra y ganaron varias carreras con ella. Fue el principal motivo para apostar por su primer producto en la subasta de yearlings de la Dehesa de Milagro de 2012, un castaño hijo de Caradak por el que pagaron apenas diez mil euros.
Bajo la preparación del también canario Enrique León, el potro se mostró serio y veloz a la primavera siguiente y ganó en un cánter el Primer Paso e igualmente, un par de meses después, el Martorell. Tan buenas sensaciones transmitían, que se fue a correr un Listed a Francia… y volvió a ganar con facilidad con José Luis Martínez a los mandos. Su exhibición, que destrozó las taquillas de apuestas en muchos puntos, llamó la atención de propios y extraños y empezaron a llegar las ofertas por el potro, que tenía, sin embargo, el punto de mira puesto sobre los1.400 metros del Prix Jean Luc Lagardere, Grupo 1 a disputarse en el meeting del Arco de Triunfo.
Su segundo puesto de Karakontie, vendiendo muy cara la derrota con una monta no muy afortunada de Christophe Soumillon, significó la popularidad extrema de un caballo que se convirtió en el más mediático en España de las últimas décadas. Reportajes fantásticos fueron publicados y emitidos en todo tipo de medios generalistas y el nombre de Noozhoh aportó una visibilidad muy deseada para el hipódromo de La Zarzuela. Las ofertas siguieron llegando a la mesa de los hermanos Bolaños, pero siempre dijeron que no.
A tres años, Noozhoh ganó fácilmente la reaparición, el Torre Arias, y de ahí se fue a Newmarket para ser sexto en una de las ediciones más fuertes de las 2.000 Guineas (Gr.1) que se recuerdan. Llegaron más ofertas pero el caballo no se vendía. Volvió a intentarlo en la July Cup (Gr.1) pero una pista en su contra frenó su progresión y a partir de ahí el caballo no fue el mismo.
Cambió de preparación, se instaló en Chantilly bajo los cuidados de Carlos Laffón y consiguió ser tercero en el Prix de la Foret (Gr.1), también en el meeting del Arco. Pero sus carreras al año siguiente confirmaron su declive y el caballo volvió a España para estabularse en Cantabria, en la preparación de Alberto Remolina.
Después de unas primeras carreras un tanto decepcionantes, aunque siempre en las primeras posiciones, Noozhoh volvió a deslumbrar en el Covarrubias, el Nertal y el Carudel. No pudo pelear en nuevo intento en Grupo en Francia y volvió para ser segundo en el Hispanidad (listed) de Almorox y en el Blasco de Growing Glory, tras lo cual se entrena para afrontar una campaña más, a seis años, con el objetivo de ganar una carrera de entidad que ponga la guinda que se merece a su historial.
Caballo nacido y criado en España, precoz y de excepcional velocidad (su distancia óptima son los 1.400 metros), Noozhoh ha sido el caballo más esperado en La Zarzuela en los últimos años, ya que cada participación suya ha levantado una gran expectación. Ahora se espera que culmine su carrera y que posteriormente sea capaz sus grandes virtudes como padre.
La potrada nacional de Dehesa de Milagro de 2011 y su subasta de yearlings de 2012 no fue solo Noozhoh Canarias. Ni mucho menos. También fue Arkaitz, un castaño oscuro que gustó mucho en su debut victorioso a dos años y deslumbró en su siguiente salida y victoria, la Copa de Criadores, para convertirse en uno de los favoritos para las clásicas de 2014.
Lo que nadie esperaba es que Arkaitz ganara todas las clásicas. Pero todas. Pasó a la historia por ser el primer caballo capaz de ganar la Triple Corona (Cimera, Villapadierna y Villamejor) desde que lo hiciera en 1975 Dual Sea. Sin embargo, Arkaitz ganó también el Gran Premio Nacional, la otra antigua clásica española, que no ganó Dual Sea (fue para Tinto de Toto aquel año). Y no contento con esto, se apuntó también el Memorial Duque de Toledo y su preparatoria, el Premio Royal Gait, completando una durísima y extraordinaria campaña en la que solamente cosechó dos derrotas: antes Noozhoh Canarias en el Torre Arias y en el Gran Premio de Madrid, en el que fue cuarto de Friné.
A tres años, Arkaitz lo corrió prácticamente todo y dio muestras de una calidad excepcional que merece reconocerse por muchos años. Bajo los cuidados de Paquito Rodríguez, el caballo siempre dio la cara e incluso completó dos actuaciones meritorias en Francia al inicio de la campaña siguiente, consiguiendo un tercer puesto en el Prix Exbury (Gr.3). Quedó en las manos de Pascal Bary para hacer la temporada en el país galo pero solamente corrió una carrera y mal antes de regresar a España y estabularse en San Sebastián, ahora en la cuadra de Ana Imaz Ceca. Con ella corrió siete carreras, en un nivel inferior y ganando solamente una de ellas, aunque una buena carrera: el Gran Premio de Casablanca en Marruecos (54.000 euros). Luego terminó lesionado la Copa de Oro de San Sebastián de 2016 y fue retirado de la competición, para empezar a ejercer funciones de semental en la Yeguada de Ulzama en 2017, donde otros recordados campeones de tiempos pretéritos también dieron lo mejor de sí mismo.
Arkaitz fue un tres años soberbio, con una aceleración y una capacidad de lucha fuera de lo común que sin duda habría merecido cerrar su currículo con algún éxito en alguna de las pruebas de Grupo que abordó, pues probablemente capacidad para ello tenía. Ahora toca a esperar a sus hijos. La historia sigue…
Nacido, criado y entrenado en España, Abrantes es un caballo castaño oscuro nacido en 2013 y propiedad de la Cuadra Bidasoa que disputó un total de 21 carreras, 17 de ellas en España donde acumuló 6 victorias (todas en el Hipódromo de La Zarzuela y en línea recta) y 8 colocaciones. Cosechó más de 135.000 euros en premios. Sus triunfos más destacados son el Premio San Isidro 2018 y el Premio Rubán 2018 y 2019.
A los 3 años tuvo muchos pequeños problemas de salud, por lo que su entrenador Guillermo Arizkorreta y su equipo tardaron más tiempo del habitual en ponerle en forma para la competición.
Debutó en abril de 2016, y su primera victoria llegó el 19 de noviembre de 2017 en el hipódromo madrileño donde batió el récord de los 1.000 metros en línea recta con un tiempo de 57´´05, un récord que aún mantiene.
Derrochó calidad desde el primer día, y a los 4 años llegó su momento con las carreras de distancias cortas, consolidándose con el tiempo como uno de los mejores sprinter de nuestro país donde llegó a alcanzar valor 46.
Cruzó las fronteras y viajó a Francia en julio de 2018 para disputar el Premio Ris Orangis, un selectivo Grupo 3 sobre 1.200 metros en el hipódromo de Maisons Laffitte donde subió al podio en tercera posición.
En enero de 2019 marchó a Dubai para participar en el Dubai Carnival. En el Hipódromo de Meydan logró un meritorio segundo puesto, superado por tan solo una nariz en el mismo poste de meta, sobre 1.200 metros en línea recta de la Healthcare Cup, un hándicap que repartía 175.000 dólares en premios.
El 18 de octubre de 2020 disputó su última carrera en el Hipódromo de La Zarzuela ocupando la tercera posición.
El irlandés pupilo de la Rosales fue un gran caballo de 2.400 en adelante. Sus delicadas manos y un problema de cascos no le impidieron dejar una tarjeta de visita en los hipódromos españoles de diez victorias sobre 11 salidas a pista. Su única mácula la protagonizó en el Gran Premio de Madrid de 1974, donde inexplicablemente no pudo pasar de la décima posición cuando era el más firme candidato al triunfo.
Todo lo demás en su admirable currículo son victorias, y entre ellas destacan en 1974 la Copa de Oro de San Sebastián, el Derby y el Villamejor. En 1975 sí ganó el Gran Premio de Madrid y de nuevo ganó la Copa de Oro, y se adjudicó el Memorial Duque de Toledo y el Corpa.
Chacal dio un gran valor en su etapa de corredor, lo que le valió una gran reputación como reproductor. No defraudó a los que le apostaron como semental en la yeguada dando grandes caballos y algunos excepcionales como son los casos de Brezo, quien se adjudicó el Derby y el Gran Premio de Madrid, y Richal, que consiguió salir victorioso en la máxima prueba madrileña en dos ocasiones y también ganó el Corpa.
Rheffíssimo fue un gran caballo que ganó todas sus carreras en España. Tenía mucha clase y un físico limitado. Además se consagró como un excelente semental que dio varios ganadores de grandes premios y fue padre de la mismísima Teresa. Sus muchos problemas físicos retrasaron su debut hasta la edad de tres años y no se le entrenó demasiado por ser muy delicado. Su frágil naturaleza afortunadamente no se transmitió, lo que le permitió escribir en la yeguada, a partir de los cuatro años, uno de los episodios más brillantes de la historia del turf español.
Entre sus dolencias destacaban unas manos que los expertos catalogaban de “catastróficas”: padecía artritis y tenía un soplo en el corazón. Todos estos problemas unidos a que de potro dio siempre la impresión de ser un producto a medio acabar, hicieron que su criador, el conde de Villapadierna, le colocara el cartel de transferible o en venta. Afortunadamente para los intereses de su dueño tan precario físico no enamoró a ningún posible comprador por lo que Rheffíssimo siguió a las órdenes de su entrenador Jesús Méndez, quien le trató con un gran mimo y por ello pudo sacar lo mejor del hijo de Rheffic y La Sanctíssima. Vale como ejemplo destacar sus victorias a tres años en el Gran Premio de Madrid y la Copa de Oro del 76, aunque la primera fue muy criticada por llevar tan sólo 46 kilos de peso (hay que recordar que hasta entonces era un producto que tan sólo había corrido una carrera). Esta vida entre algodones le permitió contar sus seis salidas a las pistas por victorias, adjudicándose las dos carreras antes indicadas, la de su debut, además del memorial Duque de Toledo y el Villamejor.
Era un súperclase que siempre se imponía sin importarle las tácticas que otros utilizaran en la carrera. Podía ganar de punta a punta, viniendo de finales y en distancias cortas o largas. Cuando se le preguntaba a su preparador por el metraje ideal de Rheffíssimo su respuesta no admitía réplica: “Rheffíssimo no tiene distancia ideal: es el mejor de 1.000 a 4.000 metros”.
Su aventura inglesa, si no de decepcionante cabe describirla de muy discutida, ya que Luca Cumani, su preparador en este país no lo mimó lo suficiente para que diera lo mejor que llevaba dentro. Tras correr el Jockey Club Stakes, Grupo III, y quedar tercero a tres cuerpos de un colocado del Derby de Epsom, disputó en muy malas condiciones -acababa de salir de un cólico- un Grupo II, para posteriormente, sin apenas descanso, correr la Copa de Oro de Ascot donde se mantuvo en el grupo puntero para acabar cediendo en los metros finales.
Rheffíssimo fue ganador de la estadística de sementales en 1985, 1986, 1987, 1989 y 1993 y tuvo a Teresa y a Casualidad como sus dos descendientes más destacados.
El País tiene el récord de haber sido el único ganador en tres ocasiones consecutivas del Gran Premio de Madrid en La Zarzuela. Empezó este hito adjudicándose la gran prueba madrileña en 1980 contra pronóstico, ya que, Number One, el hijo de Chacal, tras los triunfos en el Nacional y en el Derby partía como favorito. Pero al igual que su padre seis años antes, cuando se esperaba lo mejor de él, se vino abajo estropeando las previsiones de la cátedra y haciendo polvo los pronósticos. Las crónicas de aquellos días resaltaron su punta de velocidad y la aptitud a la distancia pero le restaron mérito al equino montado por Román Martín, al centrarse en el fallo de Number One.
Sin embargo, El País pudo demostrar su valía al año siguiente en el Gran Premio del 81: al doblar la curva, con 61 kilos encima, comenzó a galopar sin necesidad de ser movido por su jinete, ganando terreno por voluntad propia y haciendo alarde de su gran potencia. También Román Martín estuvo insuperable. Dejó que Serial se acercara y sólo entonces le exigió todo a El País. En esos momentos el hijo de High Line dio ese tirón que solo los caballos con clase saben dar y todos pudieron ver que además de la potencia propia de los descendientes de Hyperion, El País poseía una impresionante punta de velocidad. Empleó en recorrer los 2.500 metros el mismo tiempo que el año anterior pero esta vez con ocho kilos más. Segundo fue Serial y tercero Number One.
Más tarde, cuando iba a tomar parte en la Copa de Oro, el de Mendoza sufrió una grave lesión. Tuvo que ser operado en Inglaterra y pasó el resto del año en blanco. A su regreso de Inglaterra y una vez estabulado, comenzó su puesta a punto en las cuadras de La Zarzuela. De nuevo se pudo ver su bonito aspecto y la extraordinaria clase que demostraría en los entrenamientos, rompiendo el crono en las diferentes distancias donde se le estaba probando. Con las reservas lógicas sobre su recuperación, tomó parte en el Corpa. Sobre una distancia de 3.000 metros, portando un peso de 60 kilos y con la monta de Bartolomé Gelabert, ocupó el tercer puesto, cediendo ante Coloso (56k) y Number One (56k), caballos que estaban muy puestos para tan dura prueba. A partir de aquí, y sin resentirse para nada de su antigua lesión, confirmó su buen estado de salud y presentó nuevamente su candidatura al Gran Premio de Madrid.
El mayor atractivo de la edición de 1982 era la concurrencia de El País en el Gran Premio de Madrid. Con ello optaba a igualar el récord de los legendarios Nouvel An y Colindres, que allá por los años veinte lograron adjudicarse tres seguidos en el hipódromo de La Castellana.
El viejo caballo de la Cuadra Mendoza, cargando 61 kilos, con una sola carrera en todo el año y una lesión de rodilla por medio, sacó los colores a jóvenes y veteranos. Ganó su tercer Gran Premio de Madrid, esta vez con Cristóbal Medina. Segundo fue Castropol (56) y tercero Thunderball (54).
El País sólo corrió 12 carreras en los años en los que estuvo activo, ganando siete de ellas y consiguiendo un segundo y dos terceros puestos. Fue retirado a la Yeguada Militar a la edad de seis años, donde dio algunos buenos descendientes.
Importado por “Tato” Figueroa, el caballo de la cuadra Pereira, entrenado por Miguel Alonso, tenía muy mal carácter y era muy difícil de entrenar, por lo que debutó siendo un mediocre corredor. En la cuadra se tomó la decisión de castrarle para intentar acabar con esos problemas de indisciplina y mal carácter. Tras llevar a cabo dicha operación, que fue todo un éxito, se reveló como el mejor fondista español de todos los tiempos, dando unos magníficos valores desde los tres años hasta los diez, cuando falleció en la pista tras terminar el recorrido de una carrera de obstáculos en Inglaterra. Es por tanto, uno de los productos más longevos de los que ha dado el turf en nuestro país.
Fue el caballo español que más triunfos cosechó fuera de nuestras fronteras. Se logró imponer en el Prix Cadran, un grupo I de 4.000 metros que se disputa en el meeting otoñal del Arco de Triunfo. También ganó la prestigiosísima carrera de fondo inglesa, la Copa de Oro de Ascot, pero incomprensiblemente fue distanciado al último lugar porque al superar al desfondado puntero (El Conquistador, de propiedad española), este se fue al suelo debido a su falta de oxígeno. Después de sus años como corredor de liso, fue adquirido por la familia Maktoum y cosechó, entre lesiones graves, éxitos notable en la disciplina de obstáculos, llegando a ganar un Grupo en el gran meeting de Cheltenham. Su prematura castración siempre nos dejará la gran incógnita de cómo hubiera sido la descendencia de este gran fondista español.
Teresa fue una yegua genuinamente española, nacida y criada en nuestro país, que triunfó tanto en España como en Francia, donde tuvo destacadas actuaciones en las carreras de grupo Prix Vermeille y Arco de Triunfo. Para muchos ha sido quizá la yegua de mayor clase de todas las que han corrido en La Zarzuela, y se impuso con gran claridad a las yeguas de su generación en los Oaks y ganó también el Gran Criterium, entre otras carreras. Nunca le dieron la oportunidad de demostrar su clase en el Gran Premio de Madrid.
Claudio Carudel, su jockey, la definió como “muy buena, pero difícil de montar, muy caliente, que sudaba mucho y que había que entrenarla muy suave para que no se desgastara demasiado. Con una gran punta de velocidad fue, sin duda, la mejor yegua de la historia del turf nacional”.
Según el mítico jockey francés, la yegua no dio su verdadero valor en Francia, ya que corrió el Premio Vermeille, la mejor carrera para yeguas del otoño en París, en el que después de un recorrido difícil, estando siempre muy encerrada, logró ser quinta gracias a su espléndido acelerón final. En el Arco de Triunfo logró un discreta séptima plaza de 11 participantes.
Estuvo imbatida a dos y tres años en España, con ocho salidas a pista. Y a los cuatro, empezó su periplo francés bajo la preparación de Criquette Head, obteniendo colocaciones de mérito antes de regresar a España y ganar por última vez. Su historial dice que de 16 carreras corridas logró nueve victorias, dos segundos puestos y un tercero. Teresa tuvo varios hijos de clase y aún quedan por ver a sus nuevos nietos en el hipódromo de La Zarzuela.
Fue el mejor caballo español en la década de los noventa. Ganó 16 carreras y más de 100 millones de pesetas en premios. El hijo de Procida y propiedad de la cuadra Marqués de Miraflores, fue adquirido cuando tenía dos años en Deauville por Christian Delcher por tan sólo 1.300.000 pesetas.
Era un caballo de una alzada tremenda, 1,73 metros, y con un físico no demasiado atractivo con el que logró demostrar grandes virtudes en la pista. Tras su debut en 1991, fue víctima de una artritis de rodilla y de otras lesiones que le apartaron de la competición durante más de 7 meses. Tras su reaparición en un reclamar, terminó segundo de The Englishman y ganó dos carreras de categoría menor.
Su gran potencial lo demostró a cuatro años, ganando cuatro carreras entre 1.400 y 1.600 metros y se proclamó mejor velocista del año, aunque solo pudo acabar quinto en el Gobierno Vasco porque otra lesión le tuvo escayolado durante 45 días.
A los cinco años empezó su relación con el jockey que lo llevó a lo más alto: el colombiano Santiago Calle. Ganó el Hispanidad y Enrique Sarasola decidió comprar la mitad del caballo al Márques de Miraflores, por 10 millones de pesetas. A esta edad, se decidió probar suerte en el extranjero. Ganó el Grupo 3 André Baboin, sobre 1.900 metros, y su preparador, Mauri Delcher, empezó a darse cuenta de que el caballo tenía mucha más distancia de la que en un principio se le atribuía.
Por ello, corrió el Memorial Duque de Toledo de 1994 y se impuso por nueve cuerpos a Alexandrovich, La Strada y Toba. A partir de este momento se puso como objetivo prioritario correr el siguiente Arco del Triunfo. En su debut parisino acabó sexto en el Prix Ganay (Grupo I). Sus propietarios decidieron cambiar de preparador y se lo encomendaron a Eli Lellouche. En su cuarta salida francesa con el nuevo entrenador se adjudicó el Grupo II, Maurice Neil. Dos meses después Partipral corrió el Arco de Triunfo, donde acabó séptimo de 17 con un recorrido muy típico suyo: viniendo de finales (el terreno pesado le perjudicó notablemente); semanas más tarde terminó cuarto en el Royal Oak (Grupo I) y volvió a adjudicarse el Memorial Duque de Toledo para posteriormente viajar a Asia e imponerse en la Hong Kong Cup (Grupo I), dotada con un premio hasta entonces inalcanzable para un caballo español: 100 millones de pesetas. Fue vendido en Hong Kong y después de varias carreras en las que no ofreció valor, fue retirado de la competición. Regresó a España para ejercer de semental en la Yeguada El Espinar, de Sarasola, pero no tuvo descendencia notable.
Un caballo que ganaba mucho con la distancia y que corría muy bien a la mano de Madrid. Sin embargo, en San Sebastián, Biarritz, etc., hipódromos donde se corría a la mano derecha, no demostraba su valor. Claudio Carudel era el jockey que mejor le entendía, como a otros muchos.
En su primera carrera de importancia, el pupilo de Ramón de Beamonte fue muy mal montado (desde ese día Beamonte decidió confiar su caballo a Claudio Carudel) y acabó siendo distanciado y batido por Vamos II, que sería su rival más importante en el Derby del 59.
En la gran carrera de los tres años, los dos rivales se midieron de poder a poder en los 2.400 metros del recorrido. Ganó Wildsun pero pudo ganar perfectamente Vamos II. La serenidad, la flema casi británica de Carudel, que siguió al pie de la letra las precisas instrucciones del preparador, artífice de la victoria verdiblanca, pudo con el corazón de su rival casi en la meta. Ese Derby demostró la superioridad abrumadora de estos dos ejemplares sobre el resto de los tres años. Wildsun y Vamos II continuaron con su gran rivalidad en sucesivas carreras.
En el Gran Premio de Madrid de 1959, Wildsun se impuso con insultante superioridad, sin sentir en absoluto sus 56 kilos. Carudel llevó al caballo los últimos metros con las manos bajas. Vamos II en aquella ocasión sólo pudo llegar cuarto. En el año 1960, se le adjudicó a Wildsun un peso de 63 kilos para participar en el Gran Premio de Madrid, por lo que la Cuadra Beamonte decidió que no corriera el crack del 59 y que defendiera sus intereses en la carrera Nembutal y D´Ivoy, que llegaron primero y tercero, respectivamente.
El mejor caballo de la historia para muchos y sin duda el mejor de su época. Caporal era un caballo muy poco agraciado físicamente y con unas extremidades muy defectuosas, pero pese a estos inconvenientes el pupilo de la cuadra Figueroa pronto demostró que se trataba de un gran campeón que podía traer en jaque a los grandes caballos de su generación, una generación de máxima calidad liderada por productos de la talla de Nertal, Frisco, Vik y Folie. Entre sus grandes hitos está la consecución a tres años y con suma facilidad del Derby y del Gran Premio de Madrid. También corrió en Francia donde logró imponerse en el Gran Premio de Bayona.
La primera gran confrontación entre tan espléndida generación llegó en el Premio Nacional de 1961 donde Caporal ganó también con suma facilidad a los colores blanquiverdes de la cuadra Beamonte de Vik y Folie, entonces dominantes en el panorama turfístico español. En El Derby, el menos concurrido de la historia con tan sólo cuatro participantes, Caporal mojó la oreja al hasta entonces invicto Nertal que ganaría dos grandes premios de Madrid en años sucesivos y al propio Vik.
Caporal tuvo que retirarse muy prematuramente por problemas de salud, por lo que los aficionados no pudieron ver lo que hubiera dado de sí en la temporada de otoño y en su madurez a los cuatro años.
Era un verdadero atleta, con una buena grupa, una buena espalda y una gran fortaleza. Difícil de montar ya que tiraba mucho al verse rodeado de caballos. Fue un caballo discutido y muy querido por sus seguidores. Era la clase y la potencia reunidas, pero sin cabeza para administrarlas. Corría a lo loco: ganaba si hacía el recorrido detrás descolgado o en punta. Una fórmula difícil de aplicar en los grandes premios donde esperar demasiado tiempo en la cola del pelotón puede hacer que la distancia por recorrer al entrar en la recta sea insalvable. Y hacer la carrera en punta puede resultar suicida.
Cuentan sus admiradores que le costaba mucho coger la forma, por su gran constitución y porque era un gran comilón. En sus reapariciones a la pista siempre estaba un poco gordo por lo que había que esperar a la segunda mitad del año para que diera su mejor valor. Su entrenador descubrió que corriéndolo en la mañana de la carrera daba mucho más de sí en la competición de la tarde.
Con mucho peso en sus carreras de tres años, el caballo de la cuadra Esperanza sólo pudo ser segundo en el Derby del 64, en el que se impuso Fenicio II, de Antonio Blasco. Ya a cuatro años y con 63 kilos, logró imponerse en el Gran Premio de Madrid de 1965 con gran facilidad, aventajando en más de tres cuerpos a sus rivales. Claudio Carudel le condujo en aquella ocasión a la victoria. Disputó muchísimas carreras, un total de 33, de las cuales se logró imponer en diez.
Todo Azul también hizo su pinitos en París participando en un hándicap y en el Prix du Prince d’Orange donde entró cerca de la cabeza a tan sólo seis cuerpos de Diamote, un gran caballo de la época.
Uno de los mejores caballos en la década de los sesenta en España. Tuvo gran clase y mucho corazón. Fue un gran ídolo entre los aficionados. Los duelos que mantuvo con La Scandalossa fueron destacados en su época. Tenía un problema físico consistente en una fisura en el casco que de vez en cuando se le abría y sangraba, por lo que mejoraba con el terreno pesado.
Tuvo una temporada clásica impresionante, que empezó con sendas victorias en el Opcional y el Gran Criterium para acabar ganando el Memorial Duque de Toledo y el Gladiateur. Entre medias falló en el Gran Premio de Madrid, donde no se pudo ni colocar, y protagonizó una durísima llegada con Ferial y La Sacandalosa en el Villamejor, que le batieron por sendas cortas cabezas. Además, triunfó en el gran Premio de San Sebastián, donde pudo batir a su gran rival, La Scandalossa, en el Villapadierna, Cimera y Corpa. En total disputó 34 carreras, con 13 victorias, cinco segundos puestos y siete terceros.
GRANDES PROPIETARIOS
La etapa más reciente de las carreras españolas está liderada a nivel de propietarios, en el último lustro por la Yeguada Rocío. La cuadra de carreras y proyecto de cría PSI en España fundada por Iñigo Gómez-Pineda en 2014 acumula ya cuatro entorchados a nivel de propietarios, su primer gran caballo fue Argüero que se impuso en el Gran Criterium en 2015 y posteriormente a tres años conquisto el Nacional y fue segundo en el Cimera y Villapadierna. Desde ese momento la Yeguada Rocío, entrenada por Guillero Arizkorreta y con las primeras montas de Vaclav Janackek ha gando todos los Grandes Premios en España salvo el Gran Premio de Madrid que se le resiste. Entre sus grandes caballos y yeguas están Navia, Pravia, Dajla, Ategorrieta, Samedi Rien, Amedeo Modigliani, Pamplona.
La cuadra de carreras de la Yeguada Cortiñal comenzó a competir durante la década de los años ochenta del siglo XX, hace ya más de treinta años, y desde entonces nunca ha dejado de tener un papel relevante en las carreras nacionales, aún más importante por su ingente y relevante labor en la faceta de la cría.
Los ganadores que han surgido desde la Yeguada Cortiñal son innumerables, pero hay momentos clave que deben destacarse: el año 1990, en el que Sherman, con tres años, arrasa en las pruebas sobre la milla; 2002, cuando su Don Tarik, hijo de Sherman (como el inolvidable Red Bull), se impuso en el Gobierno Vasco; y 2007, cuando ya de vuelta en La Zarzuela, sus importados Trueno Negro y Sliplodge forman la gemela en el Gran Premio Carudel.
En los años del cierre de La Zarzuela (1997 a 2005), el papel de un grupo de propietarios fue decisivo para que la competición se mantuviera viva. Unos se instalaron en San Sebastián, los más, y desde ahí desarrollaron todas sus operaciones. Cortiñal se quedó en Madrid, con Ovidio Rodríguez haciéndose fuerte al frente de la escudería, y en esa posición ganó tres veces la estadística de propietarios. Sin embargo, no todo quedó ahí, ya que una vez recuperada la actividad en el hipódromo de Madrid, la Yeguada Cortiñal volvió a ganar dos veces el campeonato de propietarios, en 2007 y en 2008.
Juanje Ceca fue el preparador de Sherman, pero en esta larga historia de la Yeguada Cortiñal hay otros tres nombres a destacar junto al de los ejemplares socios de la propiedad, Antonio Picado y Juan Manuel Loro. Se trata de Ovidio Rodríguez y su hijo, Jorge, y de José Carlos Fernández (qepd). Ovidio fue el preparador de la época de la resistencia, de Red Bull y Don Tarik, y su hijo le tomó el relevo y se encarga actualmente de los caballos de la escudería. Entre ellos, el inolvidable José Carlos tuvo también un protagonismo importante. Con él fue la gemela en el Carudel.
La historia reciente de las carreras españolas no se puede entender sin Baldoria, sin Equiano, Jacira, sin Kantia, Fol Parade, Solita, Bottega, etcétera. La cuadra Madroños de Félix Sanz fue otra de las cuadras fundamentales para las carreras de caballos españolas durante el cierre de La Zarzuela, y después también.
El papel de Madroños en estos años fue principal, con presencia en todos los hipódromos con ejemplares de calidad, adquiridos en el extranjero y criados en la casa. De hecho, cuando los colores de la cuadra no participan en las carreras nacionales desde el año 2015, aún en la actualidad sobrevive un pequeño reducto de la actividad de la cría por parte de Madroños.
Aunque sus éxitos fueron muchos, quizá el momento más importante de todos en La Zarzuela fue el que protagonizó Baldoria al ganar a sus tres años el primer Gran Premio de Madrid que se celebraba en trece años (2006). Fue la primera edición tras la reapertura y, desde luego, el más justo premio a una cuadra que había sostenido buena parte del peso de la actividad de las carreras durante años muy duros. Más tarde, Equiano compitió a nivel muy alto con los colores de Sanz en Francia, justo para ser vendido antes de explotar ganando en Royal Ascot el King's Stand St. (Gr1).
Félix Sanz también fue el presidente de la Asociación de Propietarios durante varios años.
La cuadra Safsaf apareció en las carreras poco después de la reapertura de La Zarzuela, en la primavera de 2006, con Kronsbeere y la preparación ya de Francisco Rodríguez. Y su primera victoria llegó a la carrera número veinte, ese mismo año, el día de la Copa de Oro en San Sebastián, con un caballo llamado Stoneside, que poco después ganó un Listed en Francia antes de colocarse en Grupo, fue segundo de Lawman en el Jean Prat al año siguiente y fue vendido en una suma muy importante a un propietario americano para el que ganó un Gr.3 en Estados Unidos.
Fue un gran comienzo para una cuadra que en once años ha vivido todo tipo de experiencias. Primero ganando muchas de las más importantes carreras de España (Zenside, Silverside, Domeside, etcétera, y más tarde Ares d’Emra, Filly Medi o Growing Glory…) e imponiéndose en la estadística de propietarios durante cuatro años consecutivos, en algunos de ellos en feroz lucha con la peculiar cuadra Vadarchi. Y después, ampliando sus horizontes para extender su actividad en Francia, donde obtuvo un primer triunfo en Gr.1 en 2010 cuando Liliside se impuso en la Poule… aunque luego fue distanciada al sexto puesto. En 2012, sin embargo, se desquitó de ese disgusto conquistando la Poule de machos con Lucayan, un hermano de Karluv Most que más tarde ganaría también Gr.2 en Estados Unidos.
En su carrera meteórica, la cuadra Safsaf decidió apartar su foco de las carreras españolas, seducido su propietario por los éxitos logrados en el primer nivel internacional. En 2013, Anthony Forde trasladó sus caballos a Francia, aunque cada año hace que algunos de ellos vengan a los hipódromos españoles para tratar de disputar las carreras más destacadas. Con todo, en la actualidad mantiene un grupo de caballos estabulados en Madrid, y las carreras esperan el momento en que Safsaf vuelva a proyectar una nueva etapa ambiciosa en España.
Ramón Mendoza Fontela (1927-2001) fue un empresario español conocido en un principio por hacer intercambios comerciales con la Unión Soviética cuando España aún no tenía relaciones comerciales con dicho país. También fue consejero delegado del Banco Exterior o del Grupo Prisa. Fue pieza clave en las carreras españolas, pues, en 1982, fundó la Agrupación de Propietarios y, en 1983, se convirtió en el primer presidente de la SFCCE sin título nobiliario. Introdujo la popular Quiniela Hípica, que popularizó las carreras en España gracias a las retransmisiones que Radio Televisión Española ofrecía en directo. En 1986, fue elegido presidente del Real Madrid Club de Fútbol, cargo que ocupó hasta 1995. Propietario y criador de éxito en España, en Inglaterra ganó el Diamond St. (Gr. 3) con All Friends (Don).
En España sus colores comenzaron a verse a comienzos de los años setenta del siglo XX, primero con algún caballo ruso, y luego norteamericanos y chilenos. Su yegua Favallú ya apareció en la llegada del Gran Premio de Madrid de 1976, segunda de Rheffíssimo, y ahí se consolidó una cuadra fuerte que plantó cara a la Rosales durante ocho años. De hecho, solo Mendoza pudo arrebatarle a la cuadra de Blasco, con su propietario aún en vida, la estadística de propietarios. Fue en 1977, cuando entrenaba su cuadra el argentino Ángel Penna Jr., que dejo huella en Madrid, y su primer crack, El Señor, ganaba su primer Gran Premio de Madrid.
El Señor volvió a ganar la carrera en 1978, y luego El País lo hizo en 1980, 1981 y 1982. En estos dos últimos años, Mendoza volvió a superar a Rosales entre los propietarios.
Las importaciones caracterizaron su cuadra. Caballos como Jeanina, Glycerius, El Duende, El Burócrata, Turcotte, Pincoya, El Hippy, etcétera, fueron la base de su actividad, pero también fue incorporando nacionales, como el gran Chamartín (con sangre Villapadierna), Nimbo, Rockero o Zigor, para dar paso a su producción como criador, entre la que debe destacarse a El Paleto, La Castellana (hija de Jeanina) y, sobre todo, La Novia, ganadora de Valderas, Nacional y Copa de Oro.
Una vez fue elegido presidente del Real Madrid, la cuadra de carreras fue decreciendo en su actividad y desapareció a los pocos años. Mendoza falleció en 2001 completamente alejado de las carreras.
Lorenzo Sanz Mancebo tenía una pequeña imprenta y a él se dirigió Miguel Ángel Ribera para editar su revista Pura Sangre. El proyecto no iba a ser rentable pero a Sanz le gustó, y se asoció con Ribera. Ahí comenzó una afición desmedida que le llevó a crear la cuadra Madrileña, que empezó siendo modesta para ir creciendo poco a poco, hasta alzarse con la estadística de propietarios sucediendo a la cuadra Alborada en 1993. Mantuvo su hegemonía nada menos que durante seis años consecutivos.
Se puede decir que Sanz siguió los pasos de Ramón Mendoza, ya que si este fue un gran propietario, presidente de la SFCCE y después del Real Madrid, Sanz fue replicando toda esta trayectoria más tarde. A él le cabe el honor de inaugurar las carreras nocturnas de verano en el hipódromo de La Zarzuela en 1988.
No ganó el Gran Premio de Madrid nunca, pero sí otras muchas carreras importantes con caballos grandes como Toba, Douberta o Kashwan. Su mejor caballo, sin embargo, fue Madrileño (IRE), ganador de Cimera, Velayos, Villapadierna-Derby y Copa de Oro, y cuarto en el Prix Dollar.
Los colores actuales de la Yeguada Militar son de los más antiguos de España en activo (datan de 1925), pero no son los primeros que lucieron los defensores de la escuadra del Estado, pues en 1916 se registraron los primeros (chaquetilla verde con mangas y gorra amarillas). Esto quiere decir que ha estado acompañando a las carreras de caballos de España desde el principio de la época contemporánea.
Basada en la fortaleza de su sección de cría en unos tiempos de reconstrucción del país, y en los que los privados aún necesitaban tiempo, la Yeguada Militar dominó el panorama de los propietarios de caballos de carreras en la primera década de funcionamiento del hipódromo de La Zarzuela. Desde 1941 a 1950 tuvo la cuadra más potente y los caballos más importantes, que sumaron triunfos en todas las grandes carreras del país bajo el entrenamiento de diferentes preparadores.
Ejemplares como Camprodón (el primer ganador en el nuevo hipódromo madrileño), Gitanillo o, sobre todo, Ivanhoe, protagonizaron aquellos primeros años de competición en La Zarzuela. Una vez que el conde de Villapadierna se alzó al podio de la estadística, la Yeguada Militar no logró recuperarlo nunca, y eso prácticamente coincide en el tiempo con el último triunfo en el Gran Premio de Madrid (1949, con Ivanhoe), que a punto estuvo de conquistar más de treinta años después, cuando Zalduendo le peleó a Brezo la llegada de la gran carrera madrileña prácticamente hasta la meta.
Las carreras, pues, le deben muchísimo a la Yeguada Militar, que sustituyó durante unos años muy difíciles al papel de los propietarios privados, y sostuvo durante treinta años un impulso fundamental para la cría nacional del PSI.
Antonio Blasco Oller (1908-1978), natural de La Adrada (Ávila), fue un importante empresario de las infraestructuras, íntimamente ligado al nacimiento y desarrollo de las autopistas en España (presidente de Bética de Autopistas, vicepresidente y consejero delegado de Iberpistas y consejero de Aumar). De su etapa en Venezuela volvió con una afición desmedida tanto por las carreras de galgos como de caballos, y en ambos campos hizo ingentes inversiones.
En 1954 registró sus primeros colores y en 1955, cuando ganó el Beamonte con Poema, su primer gran premio, su esposa, Marita Villalonga registró los de la cuadra Rosales, traspasados al año siguiente a su marido y que encontraron en 1957 a su primer gran clásico, Sultán el Yago, caballo que posteriormente fue inmortalizado en bronce en la zona noble de la Venta de la Rubia, la finca en la que el matrimonio Blasco levantó en 1971 su gran centro de operaciones, y desde el cual su marca dominó de cabo a rabo las carreras españolas durante quince años, si bien Antonio Blasco falleció pronto y cuando la cuadra estaba en su mejor momento.
Después de la primera época, con Sultán el Yago, la cuadra Rosales tuvo unos años de cierta discreción, para irrumpir de forma tremenda justo en 1971, cuando Travertine ganó el Gran Premio de Madrid. A partir de ahí las estrellas de la cuadra se fueron sucediendo y acumulando: My Mourne, Takala, Chacal, Barilone… Una detrás de otra. Las importaciones de gran calidad fueron clave en un primer momento y la producción de la casa (ya Barilone lo era) fue la base de la cuadra posteriormente. Además, sus éxitos se trasladaron al extranjero, con triunfos en carreras importantes e incluso, gracias a Pharly, en Gr.1.
La muerte de Antonio Blasco fue un golpe muy duro para las carreras españolas, cuyo rumbo probablemente habría sido otro de haber vivido más tiempo el hombre que en aquel tiempo se había convertido en la gran piedra angular de todo. Su esposa continuó con la cuadra y la yeguada durante diez años, hasta su fallecimiento en 1988. Teresa fue algo así como la traca final. Una yegua fuera de lo común, con una clase extraordinaria, que se convirtió prácticamente en un mito en la segunda mitad de los años ochenta del siglo XX.
Los hijos del matrimonio Blasco continuaron con la cuadra cinco años más, hasta 1993. Ese año, Laguna ganó para la cuadra Rosales su último gran premio. Curiosamente el mismo que inauguró las grandes conquistas de su padre, 38 años antes: el Beamonte-Oaks. Después de ese triunfo, todos los efectivos que quedaban en la cuadra Rosales fueron vendidos a la cuadra Alborada. Laguna ganó ese mismo año el Villamejor, ya para los colores de Carlos García Pardo.
La cuadra Rosales, sin embargo, continuó en activo otros cinco años más, pero en el extranjero y con hijos de Teresa. Su última carrera fue con uno de ellos, Egipcio, en mayo de 1998, en el hipódromo de estadounidense de Hollywood Park (California).
José María Padierna de Villapadierna y Avecilla (1909-1979), III conde de Villapadierna, fue uno de los puntales de las carreras de caballos españolas durante la segunda mitad del siglo XX, como propietario y criador, pero también del automovilismo (apasionado piloto, fundador de la Federación Española), además de una personalidad en el ámbito social. Las carreras de caballos españolas no se entenderían sin su figura, y todos los que le conocieron reconocen en él una sabiduría extraordinaria sobre este deporte.
Registró sus colores en 1940, rompió en 1950 la hegemonía de la Yeguada Militar entre los propietarios, y se mantuvo en el más alto nivel durante 25 años, con algunas intermitencias, luchando contra Ramón Beamonte y Antonio Blasco, principalmente.
Antes de proclamarse campeón entre los propietarios, sin embargo, Villapadierna ya ganó su primer Gran Premio de Madrid, con la estupenda Baratíssima. Después lo ganó otras cinco veces, siempre con saltos en el tiempo (1952, Gomá; 1955, Touragua; 1966, Reltaj; 1970, Ifniri; 1976, Rheffíssimo).
Hablar de los caballos del conde sería interminable; de su fama de bon vivant, igual. Quien le conoció ha dicho siempre que fue una persona única, y los propios profesionales de las carreras han dicho siempre que probablemente ha sido el propietario con más conocimiento de este deporte.
Su gran obra final, la que puso el broche de oro a una trayectoria de más de treinta años en el hipódromo, fue Rheffíssimo, el alazán que quiso vender y nadie quiso comprar, y que luego se convirtió en uno de los más grandes caballos nacionales de la historia y en uno de los sementales clave en la evolución del caballo de carreras en España (padre, entre otros, de Teresa).
El conde de Villapadierna falleció en 1979. Con él se acabó una época dorada. Quiso el destino que Blasco y Beamonte se fueran un año antes. Y en las carreras quedó un hueco imposible de llenar.
Ramón Beamonte del Río (1899-1978) fue un destacado ingeniero de Caminos y, posteriormente, empresario de la construcción y de las bodegas (en El Puerto de Santa María), cuya aportación a las carreras fue determinante para su desarrollo desde el comienzo de la segunda mitad del siglo XX. Además de conseguir todos los éxitos posibles en España como propietario y criador, obtuvo triunfos del máximo nivel en el extranjero, especialmente los logrados por Tamanar (Sunny Boy) en el Prix du Jockey Club (Derby francés) (1958) y por Arabian (Norseman) en el Prix du Royal Oak (1956). Sus caballos corrieron primero a su nombre y, después, bajo el de su Yeguada Ipintza, enclavada en el término guipuzcoano de Lezo y que empezó a funcionar, según algunas fuentes, en 1951 y, según otras, en 1953.
Es curioso, pero Ramón Beamonte ganó tantas estadísticas y tantas veces el Gran Premio de Madrid como su rival, Villapadierna. Registró sus colores en 1946 y sus mejores años fueron desde 1955 a 1962, cuando dominó entre los propietarios, aunque volvió a ganar la estadística, como Yeguada ipintza, una vez más, en 1969, cuando ganó su último Gran Premio de Madrid con un hijo de Tracia, y nieto de Trucial, llamado Aray. El primero lo había ganado con Capelán en 1956, con Federico García como entrenador. Fue el de los primeros momentos. Luego, con Jesús Méndez, que en los años sesenta del siglo XX tuvo la habilidad de entrenar los caballos de las dos grandes potencias. Ganaba un año para Beamonte (con Aray) y al siguiente para el conde (1970, Ifniri).
En la década de los setenta su cuadra fue perdiendo protagonismo. En 1974 volvió a poner los colores a su nombre y falleció en 1978.
La cuadra Alborada surge en la década de los años ochenta del siglo XX y pronto adquiere un protagonismo total, relevando en el top de los propietarios a la cuadra Rosales en 1989. Ganó la estadística cuatro años consecutivos.
Era la obra de Carlos García Pardo, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, cofundador de la empresa Dorna Promociones del Deporte en 1988, que empezó como intermediaria de futbolistas y que después pasó a gestionar derechos deportivos. Compró los primeros derechos audiovisuales de la Liga de Fútbol Profesional, fue participada luego al 50% por el banco Banesto y se hizo con los derechos del Campeonato Mundial de Motociclismo, de publicidad de equipos de la ACB e incluso de la NBA de baloncesto.
Con el argentino Enrique Bedouret como entrenador, Alborada se constituyó en una cuadra de las grandes de verdad, con un volumen de caballos impresionante y un apetito voraz, ya que no dudó en adquirir por cantidades millonarias a algunos de los mejores ejemplares de otros propietarios (caso de Akelarre). También importó ejemplares de gran calidad, como Dariyoun, el ganador de su único Gran Premio de Madrid (1992).
Una de sus grandes estrellas fue, sin duda, la gran Robertiya, una corredora fantástica, sobre todo a dos años y al comienzo de la edad clásica, que luego dio a Volvoreta, criada por el propio García Pardo y que defendió sus colores en un par de victorias en carreras de Grupo en París antes de que Sarasola comprara la mitad de la propiedad para ganar el Vermeille (Gr.1) y ser tercera en el Arco de Triunfo (año 2000).
GRANDES ENTRENADORES
El único gentleman capaz de ganar la estadística de jinetes, aunque en plena crisis por el cierre de La Zarzuela (1997) es también de los pocos profesionales que han conseguido empalmar este título anterior con el de campeón de entrenadores. Es más, suma ya ocho consecutivos y un triunfo en el Gran Premio de Madrid (2016, con Madrileño) en una carrera que promete ser realmente importante.
Donostiarra, se aficionó en el hipódromo de su ciudad y comenzó a montar en una escuela de hípica junto a Ioritz Mendizábal, posteriormente un as de la fusta en Francia. Tras su experiencia como gentleman, pasó años en el país galo y en Inglaterra trabajando para varios preparadores, hasta ser assistant trainer de Luca Cumani (aquel que en sus inicios tuvo en sus boxes a Rheffíssimo), conocido como maestro de entrenadores en el Reino Unido. De vuelta a España, debutó ensillando a su primer ganador, Lourival, y desde entonces su carrera ha sido de constante ascenso, en número de pupilos, de victorias y en cifras de ganancias.
Suma ya triunfos en muchas de las carreras más importantes de España y también numerosas victorias en el extranjero (Marruecos, Dubai, Francia o Suiza), algunos en carreras de nivel Listed y aguarda el momento de asaltar algún Grupo que le quite el sabor de boca amargo que le dejó el distanciamiento de As de Trébol tras su victoria en la pista en el Prix du Palais-Royal (Gr.3) en 2009 (precisamente montado por Mendizábal).
En un momento de muy buenos entrenadores en España, cada vez más jóvenes y mejor preparados, cada día es un reto nuevo y es más complicado mantenerse en lo más alto del podio de la estadística. Las luchas prometen gran espectáculo a todos los aficionados.
Hijo de Maurice, gran jockey y excelente preparador (campeón de España en 1997), Mauricio Delcher Sánchez, conocido por Mauri, fue primero gentleman rider antes de adentrarse en un oficio en el que su familia se ha doctorado, pues su hermano Christian también se ha consolidado como entrenador de altura. Dicen, sin embargo, que Mauri mostraba menos interés por el asunto que su hermano y que tardó en tomar la decisión. Si esto es cierto, que habría que preguntárselo a él, las carreras tuvieron mucha suerte, ya que mucho talento se habría perdido de haber querido tomar otro camino.
Mauri es un genio indiscutible. Su olfato para detectar al buen caballo le ha acompañado desde el principio y por eso han pasado por sus manos desde Partipral hasta Irish Field, pasando por el crack Suances y muchos caballos de enorme categoría como los ganadores de Grupo 1 Equiano y Bannaby, y fantásticos ejemplares como Baldoria, Faramir, Lorgan, Silverside, etcétera.
Su primer campeonato de la estadística lo consiguió justo el año de la reapertura de La Zarzuela, y ahí consolidó un reinado absoluto de siete años que sólo fue capaz de romper una vez el querido José Carlos Fernández (qepd). También ganó el primer Gran Premio de Madrid tras la reapertura, en 2006 con Baldoria, y luego otras dos veces con Faramir y Bannaby.
En 2013 decidió medir sus fuerzas en el corazón de Francia, frente a los más fuertes, y se estableció en Chantilly. Por su juventud (nacido en 1966), cabe esperar muchos éxitos de él en los próximos años, y no cabe duda que es de desear que todos los posibles sean en las carreras españolas y en el hipódromo de La Zarzuela.
Es uno de los nombres ilustres de la historia de las carreras de caballos españolas. Inició su afición siendo un adolescente acudiendo al hipódromo de La Castellana y por eso comenzó a practicar la equitación y a competir en concursos hípicos. Consolidó su pasión cuando, un poco más tarde y por decisión de su padre, se fue a estudiar a Inglaterra y a Francia. En estos países se adentró en el mundo de las carreras e hizo gran amistad con numerosos profesionales, como Davies o Freeman, algunos de los cuales trabajaron más tarde en España. Con William B. Duke, gran preparador afincado en Francia que trabajaba para el americano William Vanderbilt (uno de los fundadores del Jockey Club inglés y que construyó junto a Deauville el Haras du Quesnay), Cadenas aprendió el oficio de entrenar caballos de carreras, montando durante algunos años en los entrenamientos, y a su vuelta a España se inició en esta labor alquilando varios caballos de la cuadra de Villamejor, en torno a 1920.
Sus buenos resultados empezaron a proporcionarle clientes, y no tardó Cadenas en convertirse en uno de los preparadores más cotizados de España. Descrito como un hombre sereno, muy educado, distinguido y muy cordial, se le reconocía como un perfecto gentleman, y después de triunfar en los años veinte y treinta en los hipódromos anteriores (con caballos como Toribio, Faire Circuler o Amosanda), continuó haciéndolo tras la inauguración de La Zarzuela. Fue en la segunda mitad de la década de los cuarenta y en la primera de los cincuenta cuando consiguió sus cinco triunfos en la estadística de entrenadores y sus dos victorias en el Gran Premio de Madrid: en 1951, con Turandot II y en 1954 con Peralta. Es curioso que a este último lo montó su gran amigo, el crack Victoriano Jiménez, pero a la primera la pilotó José Perelli. Jiménez siempre dijo que Turandot era probablemente el mejor ejemplar que había montado en su vida, “pero no tuve la suerte de que se me confiara siempre”.
Francisco Cadenas, el hombre que nunca hacía un pronóstico, fue un enorme entrenador que en 1970 (cincuenta años después de comenzar su carrera) ensilló su ganador número mil y por cuyas manos pasaron jóvenes meritorios como Román Martín, Adolfo Barderas o José Antonio Borrego. Pero además fue jinete, propietario, criador, juez de salida y de llegada y cronista hípico.
De entre sus frases célebres podrían destacarse varias, pero una, corta, merece la pena recordarse: “Es natural que los malos caballos impliquen para su propietario una pérdida, pero es imprescindible que los buenos puedan, cuando menos, sufragar sus gastos. Sin lograr ese equilibrio, la vida del turf no estará sólidamente cimentada”.
Los historiales dicen que ha sido el más grande. Sus éxitos le preceden. Por algo fue entrenador de Ramón Beamonte y también del conde de Villapadierna. Doce veces campeón de España, más que nadie con diferencia, y nueve veces ganador del Gran Premio de Madrid, igualmente el que más con diferencia.
Su nombre está ligado a una familia vinculada a las carreras y a tiempos en los que los más importante era el “fair-play” y el señorío, pero él era conocido tanto por su sabiduría y su educación como por su fuerte carácter. Dominó el panorama de las carreras desde finales de los años cincuenta hasta los inicios de los setenta del siglo XX, y solo perdió su supremacía cuando apareció la más fuerte versión de la cuadra Rosales, si bien aún supo pelear contra la escudería de Antonio Blasco y superarla en varias ocasiones.
Nombrar sus éxitos y sus mejores caballos sería largo e innecesario. Solo debe recordarse siempre de qué manera, con habilidad y la delicadeza de un artesano relojero, Méndez culminó su extraordinaria carrera convirtiendo a un potro delicado y mal hecho, al que nadie había querido (nadie lo quiso vender y su criador lo quiso vender) en uno de los más grandes pura sangres que han visto correr los aficionados españoles: Rheffíssimo (en la foto, el preparador junto al crack tras ganar con Román Martín la mítica Copa de Oro de 1976).
Y no solamente esto. Cuando entregó a Rheffíssimo a Luca Cumani para que lo entrenara en Inglaterra, el joven italiano recibió un libro de instrucciones preciso que sólo obedeció al principió. Y Rheffíssimo fue tercero en una carrera de Grupo de alto nivel. A partir de ahí, se salió del guión y el alazán ya no fue el mismo. Cuando regresó a España se le quiso mantener en entrenamiento, pero Méndez lo tuvo primero al paso unas semanas, luego lo hizo trotar bajo el examen de sus veterinarios de confianza y ni siquiera dio opción al galope. Había hecho con él un milagro, sí, pero no se podía hacer un milagro sobre otro, y mandó Rheffíssimo desde La Zarzuela a la yeguada.
Fue su último crack. De muchos. Jesús Méndez siguió entrenando hasta 1987, y falleció en 1994.
Dónde conoció Antonio Blasco a Fulgencio de Diego y por qué decidió confiarle la preparación de su todopoderosa cuadra Rosales es un misterio que pocos conocen. Era un hombre hecho a sí mismo, sin apenas formación, pero trabajador como pocos y que, según cuentan quienes le conocieron, sabía estar. Mono de trabajo a diario, todas las horas del día al pie del cañón… y traje y corbata, inexcusablemente, para el paddock.
Solamente entrenó a la cuadra Rosales y fue campeón de España por primera vez (de ocho) en 1971, el año que se puso en marcha la Venta de la Rubia, donde Blasco reunió su cuadra y su yeguada. Ganó el Gran Premio de Madrid cuatro veces y durante la década de los setenta del siglo XX no hubo prácticamente quien le tosiera en el Hipódromo, salvo el sabio Jesús Méndez y un argentino que llegó, vio, ganó y se marchó, llamado Ángel Penna Jr. Por sus manos pasaron My Mourne, Chacal o Barilone, y con ellos y otros muchos de grato recuerdo, De Diego anotó su nombre en el palmarés de todas las carreras importantes de España.
Cuatro años después de la muerte de Antonio Blasco, la cuadra Rosales decidió el relevo de Fulgencio de Diego al frente de la preparación de los caballos. Le sustituyó Carlos Corvalán. Y De Diego se marchó del hipódromo español en absoluto silencio.
Después de su trayectoria como jockey, destacando muy especialmente en la especialidad de obstáculos, Miguel Alonso se destapó en la década de los años ochenta del siglo XX como un preparador extraordinario, dotado de una habilidad y un talento para el oficio fuera de lo común y se ganó el respeto de todo el mundo “fabricando” caballos de calidad sin solución de continuidad, uno tras otro. Nombres como los de Enix, Bass, Servando, Alexandrovich, etcétera, quedan para el recuerdo. Pero dos, sobre todo dos, quedan escritos en letras de oro en la historia de las carreras españolas: el fabuloso Royal Gait, de Manuel Pereira, y Vichisky, de uno de los propietarios con los que más éxitos compartió: Alejandro Calonge.
Precisamente fue el gran año de Vichisky (1988) el que le coronó por primera vez como campeón de la estadística. Y ya llevaba tiempo cosechando éxitos. Con el hijo de Ile de Bourbon, además, ganó su único Gran Premio de Madrid. Volvió a ser campeón en 1994, y luego continuó trabajando hasta 2016, afincado en los últimos años en San Sebastián, después de haber pasado entre este punto y el originario del hipódromo de La Zarzuela por la Venta de la Rubia.
A Miguel Alonso se le reconoce su tremenda genialidad y su enorme personalidad y fuerte carácter. Intuitivo e inteligente, el cierre del hipódromo de La Zarzuela en 1996 probablemente impidió que su currículo se enriqueciera mucho más. Pero su calidad es indiscutible. La foto de Alonso con la chistera en Royal Ascot, donde una decisión insólita e incomprensible de los comisarios le privó de escribir su nombre en el historial de la Gold Cup, lo dice todo.
GRANDES JOCKEYS
Madrileño de pura cepa, iba a las carreras del hipódromo de La Zarzuela de la mano de su abuelo y por su amor a los animales y al deporte, pronto decidió que quería ser jockey. Se formó en la escuela de aprendices de Emilio Ceca y en el hipódromo de Pineda (Sevilla) ganó su primera carrera con apenas 16 años. Treinta años más tarde consiguió la victoria número mil en Dos Hermanas (Sevilla).
Nueve veces campeón de España, y con todos los grandes premios en su currículo, José Luis Martínez lo ha demostrado todo en las pistas: inteligencia, sentido del paso, competitividad, energía… Y afán de superación. Por haber vuelto en campeón tras el cierre de La Zarzuela, que le obligó a emprender un largo periplo por el extranjero, especialmente por Italia; por haber resurgido después de una caída que le provocó daños casi irreversibles en la espalda; por haber regresado, una vez más, después de un primer conato de retirada.
Martínez ha hecho las delicias de los aficionados en incontables ocasiones y por ello es apodado “Magic”. Su control sobre el caballo es casi absoluto. Siguió los pasos de Carudel, aprendió de Román Martín en la etapa de este como preparador y ha sido rival de excelentes fustas de su época que merecen todos los honores, tanto nacionales como extranjeras. Y es que muchas de las mil y pico victorias de este jockey se han situado fuera de nuestras fronteras. En África, en Asia, en Europa…
Al cabo de tantos años, y de tanto viajar, Martínez ha montado tantos caballos extraordinarios que sería imposible citarlos a todos, aunque seguro que en su lista de preferidos están Madrileño, con el que ganó Cimera, Derby y Copa de Oro en 1995; Suances, con el que consiguió el Prix Guiche (Gr.3) en París; Celtic Rock, con el que conquistó el Prix André baboin (Gr.3) en Burdeos; Plantagenet, a lomos del cual hizo historia con un triunfo cien por cien español en Dubai; Noozhoh Canarias o Arkaitz.
Sin embargo, lo más importante de todo es que en 2020, José Luis Martínez sigue en la brecha y optando a todo, y es el estandarte en este Hall of Fame de los magníficos jockeys españoles que, a pesar de todo, han surgido en los últimos años: Óscar Ortiz de Urbina, ganador de Gr.1 en Inglaterra; Ioritz Mendizábal, laureado en la máxima categoría en diferentes países, entre ellos Francia, Inglaterra y Estados Unidos; o el andaluz Antonio Gallardo, que en la actualidad está despuntando como uno de los jockeys de más prometedor futuro al máximo nivel en los Estados Unidos; Borja Fayos y Jorge Horcajada, los últimos españoles capaces de ser campeones del turf nacional… Para ellos, y muchos más, Martínez es un icono reconocido, y esto ya lo dice todo.
Nació en la República Checa un par de años antes de que José Luis Martínez ganara su primera carrera. Hoy es el jockey que más veces ha conseguido el campeonato español desde que el madrileño lo ganara por última vez, en 2007. Janácek fue campeón de 2012 a 2015 y en 2017, y fue segundo en 2016, gracias a su técnica, su sangre fría, estudio del caballo antes de la carrera y energía, todo lo cual hace que sea uno de los jockeys más solicitados por todos los preparadores y que más montas reciben a lo largo del año.
Ya había ganado grandes premios y campeonatos en su país (donde era el número uno con diferencia) antes de irse a sumar triunfos a otros lares. Cuando llegó a España incluso había montado en el Arco de Triunfo. Pero nadie le conocía. El preparador Enrique León confió en él y le bastó poco tiempo para demostrar sus habilidades y convencer a aficionados, entrenadores y propietarios. Firmó contrato como primer jockey de la preparación de Guillermo Arizkorreta y juntos han formado un equipo de sobresaliente éxito en los últimos años.
Una de las particularidades de Václav Janácek es que necesita competir y ganar sin descanso. Por eso, su rutina es frenética, ya que rara es la semana que no alterna sus montas en España con otras en su país, Suiza, Eslovaquia (ganó el último Derby de 2016), Polonia o Francia.
Tranquilo y comedido, aunque celebra los grandes éxitos con grandes alharacas, Janácek ha protagonizado algunos momentos conflictivos que quedan para la historia de las carreras, como cuando puso pie a tierra antes de llegar al recinto de pesaje después de haber ganado el Beamonte-Oaks con Noctalia en 2016, lo cual abrió un encendido debate sobre si debía o no haber sido distanciado.
Pocos grandes premios se le resisten ya en España, después de ganar el de Madrid con Madrileño en 2016. Pero lo tiene todo por hacer y a nadie se le escapa que el checo aún va a escribir muchos episodios de éxitos para marcar una época.
Hay casi unanimidad entre la afición española al declarar a Claudio Carudel como el mejor jockey de la historia de las carreras en España. Reunía muchas cualidades, como su sentido del paso, su gran regularidad, su clase… pero su éxito se lo debió sobre todo a su forma de plantear los recorridos y el entendimiento con el caballo, eso a lo que los aficionados llaman “saber leer la carrera”. Él solía decir: “La meta está siempre en el mismo sitio y eso los caballos no lo saben, lo saben los jockeys”. De ahí que Claudio sacara el máximo rendimiento a los recorridos, muchas veces esperando al final para aprovechar las mejores cualidades de su caballo.
Llegó a Madrid en 1958, con 19 años, desde Chantilly, una de las capitales de las carreras en Europa, y se retiró de la competición para pasar al entrenamiento en el año 1989, a la edad de 50 años. Durante toda su carrera logró 1.455 victorias de las 6.164 carreras que disputó. Se adjudicó en 12 ocasiones el Gran Premio de Madrid, todas las pruebas de categoría del calendario nacional y también obtuvo 55 triunfos en el extranjero.
En su periplo de 32 años como jockey profesional en España, muchos fueron los grandes caballos a los que Carudel llevó a la victoria, pero entre ellos destacan Chacal, Wildsun y Teresa, si bien él siempre decía que probablemente el mejor caballo que tuvo Rosales fue Barilone. Montó como primer jockey para las mejores cuadas de la historia del Hipódromo. En su primera época, para Villapadierna y Beamonte. Después, para la cuadra Rosales de la familia Blasco, con la que formó un equipo irrepetible.
Fue el mejor jockey durante los años que estuvo en activo y, con el pasar del tiempo, su figura se ha consagrado como la del jinete más completo de todos los que han desarrollado su carrera profesional en los hipódromos españoles. Un auténtico mito al que se le otorgó la Medalla al Mérito Deportivo y que durante muchos años fue conocido por toda España. Y toda España conocía la existencia de las carreras de caballos por él.
Ya era preparador de la cuadra Rosales antes de colgar la fusta, y lo siguió siendo después por varios años, logrando triunfos importantes para otros propietarios. Fue después director de la nueva escuela de aprendices tras la reapertura del hipódromo de Madrid, y asesor de Hipódromo de La Zarzuela. Falleció poco después de la disputa del gran premio que lleva su nombre (que se corre una semana antes del Gran Premio de Madrid, sobre 1.600 metros, y para tres años en adelante). En La Zarzuela, una escultura suya en bronce recibe al público en la puerta sur.Beltrán Alfonso Osorio y Díez de Rivera, XVIII duque de Alburquerque, con otros quince títulos nobiliarios, tres veces Grande de España, Orden del Toisón de Oro, comandante de Caballeria y jefe de la Casa de S. A. R. Juan de Borbón, se convirtió en una de las personas clave de las carreras de caballos españolas durante la segunda mitad del siglo XX. Propietario, criador, gentleman-rider y preparador, ganó carreras en liso y en obstáculos, dominó esta última especialidad y fue el primer español en participar en el Grand National de Aintree (lo hizo en siete ocasiones). Jinete olímpico en Helsinki 1952 y en Roma 1960, hizo gala de su pasión por el caballo y de las múltiples lesiones que sufrió a lo largo de su vida en todas las competiciones en las que participó.
Se puede decir que “el duque” es el gentleman por excelencia, el ejemplo para todos. Se caracterizó por su pundonor para superar todas las adversidades (su propia estatura, múltiples caídas y lesiones) y por su garra en las carreras. Ganó el Gran Premio de Madrid de 1968, con casi cincuenta años, con la yegua Tebas, que llegaba a la cita tras ganar una carrera de obstáculos, escribiendo uno de los episodios más importantes de la historia de las carreras españolas y de La Zarzuela. Fue “el Gran Premio de la estupefacción”, como dijo el periodista Quilates. El ganador pagó 155 a uno.
Tras su victoria en el Gran Premio de Madrid, recibió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo. Participó por última vez en una carrera de caballos en noviembre de 1984, a los 66 años, ganando una prueba de vallas con su yegua La Pista (Squeeze Play), nieta de Tebas. Tras su fallecimiento, en 1994, le sucedió como XIX duque de Alburquerque su hijo, Juan Miguel Osorio y Bertrán de Lis, igualmente propietario, criador y entrenador.
Se le reconoció siempre por su ansia de victoria, por ser un ganador nato que afrontaba cada monta con una gran ilusión y no daba por perdido nada. Daba igual que montara al caballo con menos posibilidades de la carrera que lo hacía con la mente puesta en ganar.
En definitiva, un gran jockey y un gran profesional.
Román Martín tuvo una larga trayectoria como profesional en las pistas españolas montando durante tres décadas, las de los sesenta, setenta y principios de los ochenta del siglo XX. Coincidió en su etapa profesional con los años de Claudio, Ceferino Carrasco, Cristóbal Medina, Florentino González y otros grandes jockeys, aunque siempre se recordará sus duelos permanentes, año tras año, con Claudio Carudel por ser el mejor de cada temporada.
Montó a muchos y muy buenos caballos, ya que, entre otras, fue jockey titular de las cuadras del conde de Villapadierna y de Ramón Mendoza, pero se le puede relacionar especialmente con Rheffíssimo y El País. Con el primero ganó una Copa de Oro imposible e inolvidable ante el inglés Red Regent y con el segundo dos veces el Gran Premio de Madrid.
Tras su retirada se convirtió en uno de los preparadores más importantes de España, ganando muchas de las carreras más prestigiosas del país. En la actualidad, se le homenajea cada año con el Gran Premio Román Martín, reservado a las hembras en 1.600 metros y que se disputa en otoño en La Zarzuela.
Se caracterizó por su seriedad, formalidad y mucha ambición. Fue un hombre centrado en su carrera y un gran profesional que al acabar la temporada en Madrid se iba a Egipto a seguir montando y mantenerse en lo más alto. Tenía una voluntad de hierro para mantenerse en peso, ligeramente superior a los 40 kilogramos.
Su ápoca se sitúa desde 1911 hasta 1958, año en el que decidió retirarse con cerca de medio siglo de vida profesional a sus espaldas y como mejor jockey del momento. Gracias a que era un hombre que se cuidaba mucho llegó a montar hasta los 64 años. Mantuvo durante mucho tiempo el récord de victorias en el Gran Premio de Madrid (con nueve) hasta que Claudio Carudel se lo arrebatara y sigue teniendo en su haber el mayor número de triunfos en la Copa de Oro de San Sebastián, donde logró imponerse en ocho ocasiones. Su historial es tan amplio y abarcó tantos años, que sus triunfos están escritos en los tres grandes hipódromos que ha habido en Madrid: La Castellana, Legamarejo y La Zarzuela.
El nombre de Victoriano Jiménez está ligado al de la torda yegua Atlántida, uno de los grandes mitos de las carreras españolas y que tenía esa forma de correr tan peculiar descolgada casi toda la carrera con un final que según cuentan las crónicas, no se ha visto otro.
Entre sus más gratos recuerdos se encuentra la victoria obtenida con Cap Polonio de la cuadra Cimera en el hándicap de La Tamisee, celebrado en el Hipódromo de Maissons-Laffite. Corrían 38 caballos, en 1.800 metros. Con tal número de participantes hubo que tomar la salida en dos filas. Bien situado durante el recorrido se pudo imponer gracias a su rush final. En Biarritz también montó en numerosas ocasiones y en una de ellas dejó boquiabierta a la afición gala cuando se impuso con Atlántida con su estilo tan peculiar.
Fue el mejor jockey de su época. Durante los años que estuvo en competición tuvo como rivales a grandes jockeys como los hermanos Vicente, Álvaro y Carlos Díez.
GRANDES CRIADORES
Criando en Extremadura y en Madrid, la sociedad entre Antonio Picado y Juan Manuel Loro lleva treinta años funcionando en el Hipódromo. Su primera gran estrella fue Sherman, caballo al que quisieron vender (otro más) y que se convirtió en el gran millero de una generación fabulosa de especialistas y luego en su semental base para los años posteriores, en los que tuvo un papel protagonista especialmente desde 2000 a 2010, con ejemplares salidos de sus prados como Don Tarik o Red Bull.
La Yeguada Cortiñal se ha caracterizado por desarrollar su propia política de cría, nacional al cien por cien aunque con numerosas importaciones de sementales, fuera del circuito de modas o comercial, y ha nutrido a muchas cuadras, más importantes o más modestas, de innumerables caballos que, dotados de una extraordinaria dureza y un gran corazón, han ganado carreras por todos los hipódromos de España.
Felipe Hinojosa criaba en sus yeguadas de Inglaterra e Irlanda, y Jose Hormaeche, que ya había trabajado con él, también estaba ya en sus labores en su pequeño establecimiento en Newmarket. Unidos por la ilusión al conocer la reapertura del hipódromo de La Zarzuela en 2005, ambos decidieron regresar a España y emprender una aventura nueva en Navarra, donde Hinojosa compró a pequeños propietarios casi 300 hectáreas de gran calidad en la localidad de Milagro y levantó, bajo la dirección técnica de Hormaeche, una yeguada como probablemente nunca antes haya habido en España.
Dehesa de Milagro comenzó a funcionar en el verano de 2006, el primer parto tuvo lugar en 2007 y ya en 2011 estaba al frente de la estadística de criadores, puesto que no ha abandonado hasta la fecha. De sus prados han salido muchos de los grandes protagonistas de los últimos ocho años de las carreras españolas, bien criados desde el nacimiento (por los titulares de Dehesa o por otros muchos criadores clientes) bien recriados. Igualmente, entre los criados y los recriados, Milagro ha ofrecido en subasta numerosos campeones, suyos o de clientes, desde As de Trébol a Noozhoh Canarias, pasando por Plantagenet, Arkaitz o First Selection.
En 2014 se disolvió la sociedad que con tanto éxito había funcionado durante ocho años, de modo que Dehesa de Milagro sigue siendo el centro de cría nacional de Felipe Hinojosa mientras que José Hormaeche inició una aventura en solitario recuperando la Yeguada Torreduero, en Valladolid, ex de Javier Navarro Reverter y que, junto a la navarra de Ulzama es uno de los grandes centros históricos de la cría nacional de pura sangre inglés.
La Yeguada Militar, establecida en la finca donostiarra de Lore-Toki desde 1941 (anterior del Rey Alfonso XIII), fue uno de los grandes puntales de las carreras de caballos españolas durante décadas, e incluso tras la irrupción de los siguientes grandes criadores, aún siguió ganando su estadística en años posteriores, aunque aislados.
Su dominio entre los criadores fue total durante más de treinta años (desde 1942 a 1975), y su producción muy cotizada en su tradicional subasta de yearlings de agosto. En ella compraron campeones todos los grandes propietarios, y otros que se quedaron sin comprador, también se revelaron después como grandes campeones en las pistas.
Además, cubrió un servicio impagable a todos los criadores nacionales ofreciendo siempre sementales de todo tipo, campeones de nuestras carreras o importados con calidad (uno de los últimos, Don Roberto). Aunque en la actualidad la Yeguada Militar sigue produciendo ganadores, lo cierto es que su última gran potrada fue la de 1980. Tocó entonces que los potrillos fueran bautizados con nombres que empezaran por la letra zeta (se seguía el orden del alfabeto) y de ahí surgieron caballos como Zalduendo, Zoshka, Zielíssimo, etcétera.
Nunca se proclamó campeón de la estadística de criadores, sobre todo por la supremacía en aquel momento de la Yeguada Militar, con un número de efectivos inabordable, pero de su labor en la cría (tuvo su Yeguada Larzabal) salieron muchos campeones después de emprender operaciones arriesgadas y muy costosas, como por ejemplo enviar sus mejores yeguas a los sementales más cotizados del momento en Europa, como por ejemplo Tourbillon (recuérdese a Touragua o Tourbar), gracias a su amistad con Marcel Boussac, reconocido como uno de los más grandes criadores de la historia del PSI.
Su gran obra final fue Rheffíssimo, al que trató de vender de yearling, sin éxito, como el canadiense E. P. Taylor a Northern Dancer. No le gustaba, pero es que no le gustó a nadie y, por lo tanto, no pudo deshacerse de él. Fue afortunado, ya que terminó diciendo de él “no solo es el mejor caballo que he tenido, sino que es el mejor que he visto correr en España después de la guerra”.
Su caso fue parecido al del conde de Villapadierna. Fue un propietario de una cuadra sólida, grande y de gran calidad (que terminó corriendo bajo la denominación de su yeguada, Ipintza), y un magnífico criador que reunió un excelente plantel de madres que han dejado huella posterior en las carreras españolas, aunque no se proclamó nunca campeón de España en esta categoría debido a la superioridad total durante todos aquellos años de la Yeguada Militar.
A pesar de eso, a quien ha producido caballos tan importantes en la historia de las carreras españolas no se le puede obviar. Encontró una yegua base extraordinaria en Trucial, madre de Nertal, Tokara, Tracia (madre de Aray) o Talma, y parte de su legado continuó dejando buenos nombres de ganadores en nuestras carreras gracias a otros criadores posteriores.
Antonio Blasco abrió la Venta de la Rubia en 1971 y en 1976 ganó su primera estadística como criador, y con su propio nombre, rompiendo por primera vez la hegemonía de la Yeguada Militar. Blasco ya no abandonó ese podio hasta su muerte y con posterioridad a ella, y tomado el relevo de su proyecto por su viuda, Marita Villalonga, la cuadra Rosales que él había iniciado mantuvo ese dominio abrumador hasta 1989.
Rosales criaba caballos para su cuadra de carreras, no para venderlos, aunque en ocasiones organizó alguna subasta para aligerar su plantel. Una vez que los caballos ya estaban en competición, y si no estaban al nivel deseado, Rosales sí que vendía caballos con los que otros propietarios podían divertirse, y es el ejemplo del buen Coloso. Las inversiones de Blasco fueron muy importantes para reforzar siempre su plantel de yeguas de cría (inolvidables Celestial River o Come Hither) con las mejores sangres, y también apostaba por machos que pudieran ejercer de sementales con garantías (Rubric, por ejemplo, llegó a España siendo colocado de Grupo a dos años en Inglaterra). No obstante, Blasco y luego la cuadra Rosales no se limitaban a criar en la Venta de la Rubia. En España, por ejemplo, utilizaron mucho la Yeguada Torreduero de Javier Navarro Reverter, y además, Antonio Blasco poseía una yeguada en Irlanda, de la que hablaba poco, donde también crió muchos potros que luego traía a Madrid siendo yearlings.
Con su crack Chacal como semental base, desde Leyla a Brezo, pasando por El Alcázar o Number One, son innumerables los nacionales e categoría que crió Rosales, después de muchos años en los que las exportaciones fueron la base de su cuadra de carreras. El producto final fue la excelsa Teresa, hija de Rheffíssimo (que terminó su vida, en 1990, ejerciendo sus labores de semental en la Venta de la Rubia) y de Takala, una yegua importada que había ganado con los colores de Rosales el Gran Premio de Madrid.
Conocido en el hipódromo como Pepe González, este empresario del mundo de la moda hizo gala de una afición absolutamente apasionada que le llevó en pocos años a formar una cuadra de carreras poderosa, capaz de plantar cara en ocasiones a Rosales y Mendoza, y un plantel de cría de enorme número y con efectivos de tremenda calidad, con yeguas estupendas, muchas de las cuales compró a los dos grandes, Ramón Beamonte y al conde de Villapadierna, cuando ambos estaban ya en el ocaso de su producción. De hecho, González adquirió en su momento incluso a La Sanctíssima, la no corredora de muchos nervios que había parido a Rheffíssimo.
Muchos nombres pueden asociarse de alguna manera a la cuadra Asturias (Wavy Run, Lord Owen, Lymington, Serial, Principado, Reddy Tom, Tomyris, Rodiles, Salaam, Villa Blanca, Spadoun, etcétera…), pero probablemente su obra cumbre como criadora fue Robertiya, adquirida por la cuadra Alborada, que no solamente fue una magnífica yegua de carreras, especialmente a los dos años, sino una gran reproductora posteriormente y que puso en pista nada menos que a Volvoreta, ganadora del Prix Vermeille (Gr.1) y tercera en el Arco de Triunfo.
Durante años, los productos criados por Pepe González fueron signo de calidad, y a buen seguro que, dada su afición y conocimiento, de haber tenido continuidad su proyecto (que comenzó a finales de la década de los setenta del siglo XX y culminó con dos estadísticas consecutivas en 1990 y 1991), habría reportado muchos más campeones a las carreras españolas.
(Foto: www.amigosdelmoyate.es)
PREMIO PABLO FONT
Tras el fallecimiento de Pablo Font Valle, el 16 de mayo de 2014, sus familiares e Hipódromo de La Zarzuela decidieron crear este Premio, que desde entonces se concede anualmente para homenajear a aquellas personas cuya dedicación y aportación desinteresada a las carreras de caballos españolas sea indudable y reconocida por quienes forman la gran familia del turf. Con esta distinción, además, se pretende resaltar igualmente la calidad humana de los premiados, así como el cariño y el respeto obtenido a lo largo de su trayectoria en el mundo del Hipódromo, virtudes que reunió quien da nombre a este galardón, y que por ello, y por su excelente trabajo, ha de ser recordado siempre.
Activo, jovial, amigo, tenaz e inteligente, Pablo Font fue copropietario de la familiar cuadra Valle de Anleo; gentleman-rider (como todos sus hermanos, y ganador de carreras en España y Francia); y Director de Carreras de Hipódromo de La Zarzuela S. A. para la reapertura del recinto en 2005 y hasta el 1 de septiembre de 2008. Pero sobre todas las cosas, a Pablo Font se le recordará siempre por la impronta de su personalidad y por su altísima calidad humana, que le hizo ganarse el cariño y el respeto de todos los profesionales y aficionados. Falleció en Madrid, a los 41 años de edad, dejando esposa y dos hijos tras una larga y ejemplar lucha con la cruel enfermedad que finalmente nos lo arrebató.
El jurado del Premio Pablo Font, compuesto por su viuda y sus hermanos, ha otorgado desde entonces este particular y valioso reconocimiento a:
ÁFRICA MORA-FIGUEROA PREMIO PABLO FONT 2023 EN SU DÉCIMA EDICIÓN
Dña. África Mora-Figueroa recibió el galardón 2023 de manos de Fernando Font Valle en el marco de la cena Poule el sábado 24 de junio previo a la celebración de la 87 edición del Gran Premio de Madrid, convirtiéndose en la primera mujer en recibir el prestigioso trofeo que reconoce la labor por las carreras de caballos en la X edición del galardón.
Dña. África Mora-Figueroa de Parias, amazona durante los años 70 y 80, comenzó a pisar los hipódromos desde muy jovencita en los años 50, en el Hipódromo de la Zarzuela, ya que, de los cinco a los doce años, vivió en Madrid. En el Hipódromo de Pineda, en Sevilla, fue donde reforzó su afición.
Presidió durante 12 años la asociación de Carreras de caballos de Sevilla y tuvo su bautismo como amazona en las playas del Puerto de Santa María, debutando em 1978 con su primer caballo Catacroc , con quien consiguió su primera victoria ese mismo verano en Sanlúcar de Barrameda, después llegaron más triunfos y consiguió vencer el campeonato de España.
Como propietaria ha sido socia de la cuadra Pineda, con treinta propietarios más y su gran alegría ha sido con la yegua Xay Xay, ganando el opcional.
África se declara como una criadora artesanal, cuidando y mimando personalmente los potros en su finca de la Sierra de Aracena en Huelva.
Otra de las grandes alegrías que el turf le ha dado a África es poder ver montar a su nieto Marcos Mahoney.
África es una de las grandes embajadoras del turf es y ha sido la gran impulsora de las carreras de caballos en Andalucía, siendo Delegada de carreras de la Vocalía de hípica del R.C. de Pineda, y Fundadora y Presidenta de la Sociedad de Carreras de caballos de Sevilla, que en su día logró la ayuda de la Junta de Andalucía, del Ayuntamiento de Sevilla y de la Diputación para poder seguir celebrando las carreras en Pineda.
IÑIGO MÉNDEZ DE VIGO IX PREMIO PABLO FONT
El prestigioso Premio Pablo Font, en memoria del que fuera director de carreras en la reapertura del Hipódromo de La Zarzuela en 2005, ha recaído este año, en su IX Edición sobre Iñigo Méndez de Vigo, Ministro de Educación, Cultura y Deporte (2015-2018), una de las grandes personalidades que tanto ha apoyado las carreras de caballos desde la figura de propietario y criador, pero sobre todo en su etapa como Ministro.
El 25 de junio de 2015, fue nombrado Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Méndez de Vigo y buscó una rápida solución, a los pocos días de su nombramiento, al problema regulatorio de las carreras de caballos en España que las mantenía paralizadas, su ayuda fue fundamental para el reinicio la actividad en un momento crítico en la historia del TURF español.
En su etapa al frente del deporte en España, otorgó la distinción al jockey Jose Luis Martinez, de la Medalla de Bronce de la Real Orden al Mérito Deportivo, que supuso no sólo un merecidísimo reconocimiento personal a Jose Luis, sino también, un reconocimiento a nuestro deporte, ensalzando la figura de los jockeys.
Íñigo Méndez de Vigo, es propietario, criador, además de un gran aficionado a las carreras de caballos. Como propietario, de la Cuadra Claret ha ganado una de las pruebas deportivas más bonitas y prestigiosas, el Derby Español, con su caballo RILKE. Le gusta compartir su afición con amigos, de ahí que sea copropietario en distintas cuadras, como la Cuadra Bidasoa que le ha dado grandes momentos, con el caballo que devolvió la emoción y el prestigio a las carreras de velocidad, ABRANTES, con seis victorias, dos de ellas en el G.P Rubán. Especial cariño, tiene Íñigo, a la Cuadra El Herrojo que comparte también con algunos de sus contertulianos y amigos del turf.
Con motivo del 80 aniversario de Hipódromo de La Zarzuela, en octubre de 2021, el comité de dirección de hipódromo, le nombró Presidente de Honor de la comisión y Embajador de los actos del 80 aniversario. Con este gesto, se quiso poner en valor su apoyo al desarrollo del turf en general y en particular a la institución del Hipódromo de La Zarzuela en su 80ª aniversario.
BIOGRAFÍA
Méndez de Vigo nació el 21 de enero de 1956 en Tetuán. Cursó estudios de Bachillerato en el Colegio Alemán de Madrid, de inglés en el British Institute School y de francés en la Academie Française. Se licenció en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid en 1978 (1973-1978).
En 1981 tomó posesión como Letrado de las Cortes Generales, tras conseguir la plaza concursada.
En 1982, a los 26 años, fue nombrado director de Relaciones Interparlamentarias de las Cortes Generales. En 1984 se incorpora al Consejo de Europa como consejero especial del entonces secretario general Marcelino Oreja Aguirre.
En 1992 accede al Parlamento Europeo, siendo reelegido en 1994, 1999, 2004 y 2009.
En diciembre de 1999 fue elegido presidente de la Delegación del Parlamento Europeo en la Convención encargada de la elaboración de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y reelegido en enero de 2002 en la convención sobre el futuro de la Unión.
El 23 de diciembre de 2011 fue nombrado por el Consejo de Ministros, Secretario de Estado para la Unión Europea en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Desde el 25 de junio de 2015 fue Ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, cargo que revalidó en 2016, siendo también nombrado portavoz del gobierno de España, cargos que ostentó hasta 2018.
En la actualidad, Íñigo Méndez de Vigo es vocal de los patronatos del Museo del prado y de la Fundación amigos del Teatro Real.
Entre otras distinciones, está en posesión de las grandes cruces de Carlos III y del Mérito Civil, así como de otras condecoraciones extranjeras.
ACTIVIDAD DOCENTE
Méndez de Vigo ha sido profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Complutense de Madrid (1982-84), profesor invitado del Instituto Internacional de Derechos Humanos de Estrasburgo (1984-89) y profesor de Derecho Comunitario en la Universidad CEU San Pablo (1989-92).
De 1999 a 2003 ha sido titular de la Cátedra Jean Monnet de Instituciones europeas en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
En diciembre de 2003 fue designado presidente del Consejo asesor del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad CEU San Pablo.
En octubre de 2009, fue nombrado presidente del Consejo de administración del Colegio de Europa.
JAVIER HIDALGO DE ARGÜESO
PREMIO PABLO FONT VIII
En esta edición de 2021 el premio ha recaído en Javier Hidalgo de Argüeso natural de Sanlúcar de Barrameda con 69 años de quien se dice que parece un lord y un jockey a la vez.
Javier Hidalgo es Biólogo por la Universidad de Sevilla. Especialista en manejo y conservación de aves acuáticas y zonas húmedas., Javier es titulado superior como Ingeniero Técnico Agrícola por la Escuela de ITA de Sevilla y además de Formador Homologado de vinos de Jerez.
Javier Hidalgo de Argüeso ha ejercido su vida laboral como director ejecutivo y consejero de la empresa familiar Bodegas Hidalgo - La Gitana, productora de vinos acogidos a las denominaciones de origen Jerez, Manzanilla y Brandy de Jerez.
Desde su posición laboral, Javier ha apoyado siempre a través del patrocinio con la marca de La Gitana, las carreras en Sanlúcar y en Pineda (Sevilla), además de su implicación personal en la organización de las carreras Sanluqueñas buscando patrocinadores y favoreciendo las relaciones internacionales.
En el mundo de Javier existen tres submundos, las aves y la naturaleza, los caballos y el vino. En todos ellos ha conseguido el reconocimiento por su trabajo y esfuerzo, siendo miembro del Patronato del Parque Nacional de Doñana durante 9 años, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Ornitología durante 24 años, llegando a vicepresidente, presidente de la Fundación de Amigos del Águila Imperial Ibérica, Lince Ibérico y Espacios Naturales privados
En su faceta de escritor y autor de artículos y libros sobre naturaleza, conservación y caza es miembro de la Academia Sevillana de Buenas Letras y Premio Jaime de Foxá a la Trayectoria Literaria Cinegética.
Javier es un prestigioso conferenciante sobre vinos, conservación y caza invitado por las universidades de mayor prestigio internacional como Oxford o Harvard.
Su pasión por los caballos y en concreto por las carreras de caballos quedó constatada esta misma primavera, cuando el pasado 9 de mayo se desplazó hasta el hipódromo madrileño para participar en una carrera de amazonas y gentleman con su caballo FALKIRK (IRE) con el fin de mantener actualizada su forma como jinete y su licencia de gentleman (jockey no profesional) que es en la actualidad la más antigua de los vigentes en España y, probablemente, en Europa.
Javier es un gentleman de reconocido prestigio Internacional con la Espuela de Plata de la Federación Internacional de Gentleman Riders. Pero Javier, también posee la licencia de preparador, ya que entrena y monta a los caballos de su propiedad, desde su finca de Sanlúcar, cerca del mar, donde tiene raíces frente al Coto de Doñana. Allí nació y ha vivido siempre, y es allí donde entrena diariamente a sus caballos, bien en la pista que tiene en sus instalaciones, bien en la propia playa.
Sus comienzos oficiales en carreras fueron tardíos, porque su objetivo nunca fue la competición, para Javier, el caballo pura sangre es una forma de disfrutar la vida, siempre ha montado a caballo a diario, desde que tenía dos años y ha practicado casi todas las disciplinas hípicas.
Javier Hidalgo de Argüeso es merecedor del Premio Pablo Font por sus valores de esfuerzo, trabajo, pasión, apoyo y dedicación infinita al impulso del Turf, desde el amateurismo, del que él mismo se declara un reiterativo defensor y convencido de que entraña el verdadero espíritu deportivo que ennoblece a las personas y además, en el caso de las carreras, supone una valiosa fuente de producción de profesionales del turf.
Javier , al igual que muchos de sus amigos británicos hace suya esta máxima :
"You don't stop riding when you get old, you get old when you stop riding"
2020: FRANCISCO SALAS VII PREMIO PABLO FONT
Paco Salas Pérez pisó por primera vez el hipódromo en 1968, aunque ya seguía las carreras desde 1966. Desde entonces no ha dejado de dirigir, colaborar y participar en innumerables proyectos para impulsar el Turf. En 1971 comienza en el proyecto “Club Hipódromo”, para la organización de poules, boletines y biblioteca, formando parte desde 1973 de la directiva.
Todas las revistas hípicas están en su curriculum: Gran Premio en sus dos etapas (1973 y 1996), Caballos y Caballeros (1976) Pura Sangre(1977) El Hipódromo (1979), Recta Final (1980), Derbu Digest (1984), Tribuna Hípica (1987) y Anuario Turf desde 1982.
Su colaboración y aportación en catálogos, libros y organización de subastas con los distintos organismos del sector también ha sido indispensable:
- Libro de Madres 1941-79 editado por la SFCCE.
- Libro de Madres 1980-1984.
- Catálogos y subastas con la Asociación española de Propietarios de carreras de caballos desde 1982 a 1997.
- Desde 1998 a 2018 en ANCADES junto con Luis Álvarez Cervera, se encarga de la Genealogía para Libro del caballo de Deporte español y formación para su primer libro genealógico.
- Desde 1994 a 1996 desarrolla en SFCCE con Javier Pardo de Santayana y en colaboración con CPG, aportación de Esquela de Funciones y base de datos de resultados arrancada en 1990 y mantenida hasta 1996.
Con la Asociación de Criadores de Pura Sangre Inglés ha sido secretario ejecutivo, participando en la organización de las Copas De Criadores desde 1987 a 1996, subastas y catálogos. En 2012 y 2013 diseña y crea la página web oficial de la asociación, adaptándose a los tiempos y aportando la base de datos de resultados históricos de las carreras españolas apa su árbol genealógico.
Entre sus proyectos personales están:
- Catálogos de sementales de 1988 a 1990
- Biblioteca de caballos con más de 1300 títulos
- Portal de internet desde 1998 hasta 1920 MASDEHIPODROMOS
- Desde 2014 y hasta la actualidad Colección Proyecto Galería.
Entre sus aportaciones más actuales están: la gestión general de la Biblioteca Miguel Ángel Ribera , ha sido coautor del Libro Hipódromo de La Castellana (2014), La producción de la página Serturf para la Asociación de Hipódromos Españoles o la creación y contenidos de la página web y publicidad semanal en A Galopar durante más de cuatro años.
Próximamente verá la luz “Siglos Al Galope”, en el que la firma de Paco Salas , estará presente en este libro que conmemorará el 80 aniversario de Hipódromo de La Zarzuela y que editará Filatelia Correos , junto con un sello conmemorativo de la efeméride.
2019: Vl Premio Pablo Font, Abraham García Cano
Abraham García Cano, es un chef y escritor español nacido en 1950 en Robledillo, comarca de los Montes de Toledo. Su vida siempre ha estado ligada a los fogones, hasta el punto en que a los trece años emigró a Madrid, donde trabajó en los hoteles y restaurantes del momento. Otra de sus pasiones ha sido la comunicación. Ha sido articulista del periódico El mundo y responsable del programa Cocina de caza emitido en Canal Cocina, pero su verdadera afición ha residido en los caballos. Durante once años colaboró en la emisora de radio Onda Madrid como comentarista del mundo del turf y ha trabajado mano a mano en la revista A Galopar, donde compartía su exquisita sabiduría sobre los purasangre ingleses.
En cuanto a su palmarés, ha obtenido, entre otros, el premio Metrópoli al mejor restaurante de Madrid en 2013, el Premio al Mérito Turístico de la Ciudad de Madrid en 2011 y el premio de la Cámara de Comercio de Madrid a la trayectoria profesional, entregado en el marco del certamen Madrid Fusión de 2011. En 2017 se le ha concedido el Premio a la Cocina en la segunda edición de los galardones concedidos por la Academia Madrileña de Gastronomía. En 2018 se le ha otorgado el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid.
2018: V Premio Pablo Font, Rafael Martínez López
Nacido en Madrid el 7 de marzo de 1938, Rafael Martínez López inició su trayectoria como participante activo de las carreras en 1971 y en la faceta de propietario. Fue uno de los cuatro fundadores de la cuadra Vimar (los otros fueron Paco Viseras, Miguel Ángel Ribera y Aranguren) y cuenta que su primer caballo fue Miss Pied d'Or. Industrial de profesión, en los años 1974 a 1976 alcanzó las plazas sexta, tercera y cuarta de las correspondientes estadísticas de propietarios, y tuvo ejemplares tan destacados como Lady Snob (que ganó el Martorell en 1974 y el Valderas en 1975); Tinto de Toro (Veil Picard de 1974, Gran Premio Nacional de 1975 y Francisco Cadenas de 1976); Well Set (Gladiateur de 1976) o Rampur. Desde 1979 sus caballos mantuvieron su tradicional chaquetilla, pero ya como cuadra Rafael Martínez. En septiembre de 2007 ganó su última carrera, con El Corvejones.
Comenzó a montar a caballo siendo muy joven pero se estrenó como gentleman-rider el 1 de marzo 1975, en el hipódromo de La Zarzuela, montando a Snoby (aunque no pudo terminar el recorrido) y ganó por primera vez en Pineda (Sevilla), el Premio Jefatura de los Servicios de Cría Caballar y Remonta, con Wallic. Se mantuvo en activo hasta 1989 y logró un total de 43 triunfos.
En la actualidad se mantiene en el cargo para el que fue nombrado en 1994 como presidente de la Asociación Española de Gentlemen-Riders (AEGRI), organización perteneciente a la Fegentri en la que Rafael Martínez está reconocido como un insuperable anfitrión por las atenciones que ha dispensado a los jinetes que durante estas dos décadas largas han venido a España para participar en las pruebas de este campeonato, que desde que se remodeló como Longines World Fegentri Champions en 2015 ha representado una cadena de éxitos para los gentlemen españoles.
En sus infatigables y decididas acciones en favor de apoyar toda provechosa iniciativa para las carreras de caballos en España, promovió y estuvo cerca de hacer realidad la construcción de un hipódromo en la ciudad de Marbella, si bien posteriormente colaboró en la iniciativa del Hipódromo de la Costa del Sol de Mijas.
El jurado del Premio Pablo Font ha querido con esta designación no solamente reconocer la trayectoria -larga, rica y polifacética- de Rafael Martínez, sino también el papel desempeñado en nuestras carreras por la AEGRI, que además de ordenar el amateurismo, se ha convertido en la mejor y más prolífica cantera de jockeys y entrenadores.
2017: IV Premio Pablo Font, Luis Urbano Roldán
El de Luis Urbano Roldán (Madrid, 1943) es un nombre ligado íntimamente a las carreras de caballos de España por sangre y por méritos. Es uno de los diez hijos que tuvo el General del Ejército, propietario (cuadra Los Curros) y excelente gentleman-rider Luis Urbano Sanabria, y tomó el relevo de este en las pistas literalmente, ya que en 1959, a la edad de 16 años, Luis Urbano Roldán debutó como jinete aficionado montando al caballo Blue Goose en el hipódromo de La Zarzuela… en la misma carrera que su padre, montando a Jai Alay, se despidió de la competición. En su segunda monta, el 15 de agosto en San Sebastián, el joven Urbano ya pasó por ganadores, a lomos precisamente de aquel Blue Goose con el que un mes antes se había estrenado en los programas. A partir de ahí, se convirtió en uno de los grandes protagonistas de las carreras durante más de quince años, rivalizando con el Duque de Alburquerque en la Estadística de Gentlemen-Riders y en innumerables pruebas de liso, obstáculos y steeple-chase. Ganó, además, nada menos que en siete ocasiones el Campeonato Internacional de la Fegentri, y dos veces el Premio Möet-Chandon (Derby de jinetes no profesionales) en el mítico hipódromo de Epsom. En 1975, Luis Urbano Roldán se convirtió en el cuarto jinete español participante en el Grand National (después de Alfonso de Portago, el marqués de Calderón y el Duque de Alburquerque, y antes de José Simo). Montó a Rough Silk y abandonó el recorrido después de saltar airosamente durante una vuelta y media al circuito de Aintree. Al año siguiente colgó la fusta, pero siguió vinculado siempre a las carreras, entre otras facetas como propietario de la cuadra Villaviciosa, uno de cuyos caballos, por cierto, pasó a la historia al correr dos carreras en la misma jornada. Esto sucedió en el hipódromo sevillano de Pineda, y Gringo II (que así se llamaba el caballo), fue segundo en la primera carrera de la jornada con la monta de Román Martín… y ganó la cuarta con Luis Urbano a la silla. Luis Urbano Roldán es hijo de gentleman, hermano de gentlemen (Rafael, Javier y Jaime), tío de gentlemen (Alfonso y Carlos)… y padre de gentlemen. Su hijo, Luis Alberto Urbano Grajales, continuó la saga como un extraordinario jinete (más de cien victorias en varios países, entre ellos Estados Unidos; doble campeón del Mundo de la Fegentri y, como su padre, ganador del Derby de Gentlemen en Epsom) y en la actualidad es entrenador profesional en Francia. Y otro de sus hijos, Rafael, también montó en carreras (ganador en Pineda). No hace falta hacer más comentarios.
En la imagen, tres generaciones juntos: a la izquierda, Luis Urbano Roldán; en el centro, su hijo, Luis Alberto Urbano; y a la derecha, el iniciador de la saga, Luis Urbano Sanabria. (Fotografía: José Antonio Rodríguez).
2016: III Premio Pablo Font, Fernando Fernández-Savater Martín
Fernando Fernández-Savater Martín (San Sebastián, 1947) ha relatado en sus obras y en multitud de entrevistas cómo entró en contacto con el mundo de las carreras ya en su niñez, acudiendo con su padre al hipódromo de su San Sebastián natal. Desde entonces, su unión a las carreras ha sido inquebrantable y siempre ha hecho gala públicamente de su afición como parte esencial de su vida. Pensador, escritor y profesor, facetas en las que ha destacado nacional e internacionalmente, Fernando Savater también ha hecho del turf uno de los puntales de su obra vital, literaria y periodística. Sus crónicas anuales del Derby de Epsom, al que nunca falta, en el diario El País, son cita ineludible para todos los aficionados, y sus libros sobre el universo de las carreras y de los hipódromos, son sin lugar a dudas una referencia básica: los ensayos El juego de los caballos (Siruela, 1997) y A caballo entre milenios (Aguilar, 2001), y la novela La hermandad de la buena suerte (Planeta, 2008), con la que ganó el prestigioso Premio Planeta. Siempre dispuesto a apoyar desde su condición todo tipo de iniciativas y proyectos dedicados a las carreras, colaborador en los últimos años de la revista A Galopar y otras publicaciones turfísticas, Fernando Savater se ha mostrado siempre un encendido defensor de nuestro turf y nunca será suficientemente agradecido su desempeño en los años de cierre del hipódromo de Madrid, en los que mantuvo una trascendental posición activa por su reapertura en unión del chef Abraham García, su amigo e igualmente puntal de la afición española, convirtiéndose realmente en la voz del turf nacional.
2015: II Premio Pablo Font, Marcos Carmena García
Marcos Carmena García (Madrid, 1964), quien heredó la pasión por el turf de su padre Justo, criador y propietario de la cuadra Jem. Inició la práctica deportiva en 1983, simultaneándola con sus estudios de Ingeniería Agronómica, y debutó como gentleman-rider el 15 de julio de 1985 a lomos de Jano, entrenado por “Paquito” Galdeano. La primera victoria se hizo esperar un poco, concretamente hasta 1988, cuando ganó con Zuhair en Sanlúcar de Barrameda. Dos años después se estrenó en Madrid, venciendo en liso con Clark, aunque su verdadero despegue deportivo llegó en 1991, ganando dos carreras de obstáculos y consiguiendo los Campeonatos de España de liso y absoluto en 1992. Fue en aquella época cuando consiguió un triunfo especial, a lomos de Irish Stew, de la cuadra Valle de Anleo, propiedad de la familia Font. Tras varios años viviendo en Sudamérica, y ya muy recuperado de las graves lesiones sufridas a principios de los noventa, volvió a España en 2004 y contactó con su viejo colega y amigo Pablo Font, quien en calidad de Director Técnico de HZ, le invitó a visitar las obras de La Zarzuela. Aquel día Pablo, caminando con Marcos por la renovada pista de verde, le convenció de su vuelta a la competición. Tanto fue así que retomó los entrenamientos y participó en las carreras del feliz día de la reapertura del hipódromo madrileño, el 23 de octubre de 2005. Desde entonces ha continuado forjando su carrera deportiva de forma casi ininterrumpida, mientras desarrolla su labor profesional en la empresa tecnológica española de referencia. Son ya más de treinta años los que Marcos Carmena ha dedicado a las carreras de caballos desde que obtuviera su primera licencia de amateur. Tres décadas, más de quinientas carreras disputadas y más de setenta victorias en las que, junto a él, han destacado otros nombres que siempre permanecerán en su recuerdo: Snowy Panda y Dulce de Leche como sus caballos fetiche: Karluv Most, como el mejor purasangre que ha montado en carreras; Aixa, como compañera de su victoria más dulce; o Nerón, como aquel que le dio su triunfo más heroico.
2014: I Premio Pablo Font, Manuel Delgado Sánchez-Arjona
Manuel Delgado Sánchez-Arjona (Ciudad Rodrigo, Salamanca, 1929), aficionado incondicional desde hace décadas, propietario, criador y ex presidente de la Asociación de Criadores, cargo desde el que impulsó la creación de la Copa de Criadores. Empresario agrícola y ganadero, también de toros de lidia, este licenciado en Derecho que fue alcalde de su ciudad natal desde 1979 a 1982 y senador por Salamanca desde 1977 a 1982, continúa infatigablemente con su gran ilusión de criar caballos de carreras en su Yeguada Ciudad Rodrigo, de la que han salido caballos tan conocidos por todos como el más reciente de sus mejores ganadores, Rilke, laureado en el Gran PremioVillapadierna (Derby español) de 2013, del cual era copropietario en la cuadra Claret.